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E P Í L O G O.


- ¡Eres un salvaje, Min Yoongi!

Gritó Jimin enojado, cerrando la puerta detrás de él al entrar al dormitorio, seguido de Yoongi quien la esquivo con agilidad y cerro despacio, con gruñidos que salían ahogados de su garganta.

- Por favor, Jimin, no seas así...

- ¿Qué no sea así? -le mira incrédulo, botando su bolso en la cama mientras ambos oyen como Nikki aletea en la jaula dándoles la bienvenida-, ¡Le arañaste el rostro a mi profesor de baile moderno!

- ¡Pero te estaba tocando el culo! -replicó Yoongi, caminando hacia la cocina y sacando la comida de los animales. Ahora era él quien los alimentaba cuando Jimin no estaba o cuando Jimin se enojaba con él y lo ignoraba.

- ¡Claro que no, idiota, me estaba ayudando a pararme cuando me caí! -empezó a sacarse la ropa como siempre, quedando solamente en calzoncillos y calcetines-, dijiste que no volverías a convertirte en gato para ahuyentar a los chicos, en especial a mis amigos.

- ¡Los amigos no miran el culo de sus amigos como si fuera un pastel de cumpleaños! -refunfuña el mayor, haciendo un puchero mientras abre la jaula para llenar el pote de la comida de Nikki- Además ya sabes cómo es esto, soy un humano mitad gato, hay cosas como los celos que van más allá de mí y no puedo controlar convertirme.

Jimin resopla irritado y se sienta en el escritorio, abriendo los libros de epidemiología para empezar a estudiar. Las clases de baile era un taller a parte que tomaba y que, últimamente, Yoongi insistía en ir para verle. Ni siquiera bailaba, solo se sentaba ahí con un cuaderno en mano, a veces escuchando música de un reproductor viejo y observaba todo.

- ¡Estúpido SeokJin Hyung! -maldijo para sí, tratando de concentrarse en el libro y no en los cachorros que se han puesto a morder sus calcetines luego de que Yoongi abriera la ventana del balcón para darles de comer-, ¿Acaso no se le ocurrió un hechizo mejor?

- Yo creo que tocar tu nariz con la mía para que me vuelva un chico otra vez no es tan malo -contestó Yoongi, aunque en realidad era una pregunta retórica, pero de todas formas a Jimin no le molesto. A medida que veía como Yoongi le hacía expresiones tiernas a los cachorros para que fueran a comer, el enojo por él disminuía hasta volverse ceniza y humo.

- Sí, sí, entiendo que cuando te vas a dormir te vuelves un gato y a la mañana siguiente tengo que volver a rozarte la nariz, ¿Pero por qué puedes elegir durante el día volverte gato otra vez?

- Le pregunté a SeokJin y me dijo que a veces los hechizos que van por dos tienen sus imperfectos -explico Yoongi, dirigiéndose a su lado y dándole de comer a los peces y a Frijol-, este hechizo en especial me hace convertirme en gato cuando siento que hay algo amenazando lo que es mío.

- ¡Yo no soy tuyo! -replica Jimin, alzando la vista y encontrándose con Yoongi a su lado, inclinándose sobre él mientras se apoya en el escritorio con los brazos cruzados.

- Eso no fue lo que dijiste en la mañana mientras nos bañábamos juntos -insinuó Yoongi, con una sonrisa ladina y recalcando su nombre con cierto tono burlón-, Jiminnie.

- ¡Ya olvídalo -volvió a refunfuñar avergonzado, tratando de ocultar su obvio sonrojo-, contigo no se puede!

- Por favor, no te enojes -Yoongi alzó su barbilla con su pulgar despacio, acercándose hasta casi sentir su respiración-, oye, amo...

- ¿Me estás diciendo << amo >>? -pregunto extrañado y tan divertido que no pudo evitar sonreír.

- ¿O quieres que te diga dueño o algo así? -hizo una mueca, para luego caminar devuelta a la cocina a dejar la comida de los animales en el mueble- Seré tu gato, pero, aunque te diga << amo >> jamás seré el de abajo, espero que quede claro.

- ¡Porqué tienes que ser tan pervertido! -volvió a fruncir el ceño, tirándole lo primero que vio en el escritorio: una goma de borrar, que también esquivo con agilidad. Yoongi volvió acercarse a pasos lentos y se apoyo en ambos apoya brazos de la silla frente a él, inclinándose hasta su misma altura.

- No trates de engatusarme, Min Yoongi – dijo Jimin receloso, desviando la mirada aun con el ceño fruncido y ruborizado. Los ojos de Yoongi, siendo un chico o no, siempre habían sido su debilidad- Aun sigo enojado contigo.

- ¿Eso es un chiste? Gato... engatusar... -se río Yoongi desviando el asunto, pero luego frunció el ceño, dándose cuenta de lo que dijo- Maldición, me estoy juntando demasiado con SeokJin. Sus chistes son tan malos como sus hechizos, pero creo que me hizo algo para que me ría de ellos últimamente.

- ¡Son divertidos, hyung! -dijo Jimin, volviendo a sonreír por la mueca de Yoongi. No era bueno enojándose por mucho tiempo, menos con él. Yoongi era tan encantador como problemático, en las últimas semanas ya había recibido tres advertencias del dependiente de los dormitorios de la universidad por el ruido y los desastres del jardín.

Yoongi tenía la costumbre de ser todo el día un gato solamente los domingos para salir a jugar con Tony y Pacino a los parques más cercanos, volviendo totalmente sucios de lodo. Jimin no tenía ni idea de cómo se ensuciaban tanto, pero la mayoría de veces que él los acompañaba era realmente divertido. Había veces que hasta a él le gustaría ser un gato también, pero luego recuerda que, aunque algunas composiciones de Yoongi le daban cierto dinero, no era suficiente para comprar la comida de todos.

De todas formas, lo esencial es que Jimin era feliz, tan feliz que, cuando era consciente de eso, se angustiaba. Era una felicidad que le daba un poco de miedo. Con Yoongi siendo demasiado posesivo y salvaje la mayoría del tiempo, pero le gustaba y no tenía ni idea de cómo era eso posible. Si tan solo fuera el Jimin de hace meses y Suga no fuera Yoongi, de seguro jamás le hubiera vuelto a hablar. Jimin odiaba la violencia y Yoongi era la viva imagen de ella; solo bastaba ver a Sungwoo, quien lo interceptó cuando él y Yoongi iban a comprar más comida para Tony y Pacino, y no se le ocurrió nada mejor que agarrarlo de la muñeca y rodear su cintura con la mano, diciéndole << oh, vamos, Jimin, sé que me has extrañado, ¿Por qué no volvemos a quedar? >>, provocando que Yoongi botara la comida de los cachorros al suelo igual que a Sungwoo, pero de un puñetazo que hizo que le sangrara la nariz.

Jimin no le habló en todo el día, pero Yoongi había sido tan meloso con él -luego del puñetazo se había vuelto un gato y, si no fuera por Jimin, Sungwoo además de tener la nariz casi rota tendría marcas de garras en toda la cara- que al final terminó por perdonarle. Yoongi rara vez era meloso siendo un gato y rara vez lo era siendo Yoongi. La mayoría del tiempo era demasiado gruñón o muy indiferente o demasiado fanfarrón y hasta algo vanidoso. La mayoría del tiempo siempre era insinuante con él, siempre decía chistes subidos de tonos y lo miraba de forma tan provocativa que a Jimin siempre le temblaban las piernas. Hasta podía sentirse como una chica colegiala enamorada del chico malo, pero esa comparación era tan irritante para él que terminaba rechazando todas las insinuaciones subidas de tono de su gato mitad humano.

De repente se dio cuenta, mientras Yoongi volvía a la cocina por su tan ansiada taza de café y un té para él, que su felino jamás le había pedido que fueran novios. Y le aterró la idea de eso porque jamás pensó en lo deseoso que estaba de que lo hiciera, porque sólo faltaba esa etiqueta para que todo fuera perfecto. Aunque podría ser algo bastante innecesario, ya que tanto como Namjoon y Seokjin, Taehyung, su novio Hoseok y hasta Jungkook -que casi nunca venía- sabían de la relación que tenía con Yoongi. Sabían que el pálido vivía con él, pero obviamente no sabían que en su forma gatuna. Una de las reglas explícitas de SeokJin había sido mantener el secreto de su naturaleza y, obviamente, la de su gato. Aunque Jimin se preguntó hasta cuando llegaría ese secreto, porque últimamente Namjoon ya ni siquiera lo molestaba. Y la última vez que los vio juntos, el brujo había salido del baño de su amigo medio desnudo luego de una ducha. Jimin podría parecer ingenuo, pero no era idiota: en algún momento SeokJin le diría que estaba enamorado de él. Y tal vez le haga algún hechizo a Namjoon para que no le rechace, aunque Jimin lo dudaba. Namjoon miraba a SeokJin tan suciamente como Yoongi lo miraba a él. Y eso era mucho más claro que una confesión.

Jimin se sintió deprimido de repente, porque, aunque su relación realmente fuera buena -la mejor que haya tenido nunca- sentía que algo faltaba.

Dejó el libro de texto a un lado y, cuando Yoongi le pasó su taza de animalitos con el té, se paró del asiento y camino hasta su cama, apoyando la espalda en ésta y sentándose en el suelo, mirando fuera de la ventana al clima invernal de Seúl. Con alegría pudo darse cuenta de que empezaba nevar, así que no se sorprendió al ver a Yoongi entrando a los cachorros y a Nikki, cerrando la ventana tras él.

- ¿Ya no vas a estudiar? -dijo Yoongi, sacando su antigua guitarra que él había comprado de la funda y, sentándose en la misma silla de Jimin, empezó a afinarla.

- No, me tomaré un descanso.

Jimin seguía mirando a la ventana, con la taza caliente entre sus manos y soplando para que enfríe y darle un pequeño sorbo. Estaba en eso cuando, sin darse cuenta, Yoongi se acerca a él y pone una manta alrededor de su cuerpo.

- Gracias, hyung -dijo Jimin alzando la cabeza, al mismo tiempo que Yoongi le robaba un beso fugaz y volvía al asiento agarrando su guitarra. Jimin volvió a soplar, encogiendo las piernas y posando su taza en las rodillas, viendo como los cachorros se acostaban al lado de la ventana, casi quedándose dormidos uno al lado del otro, moviendo la cola casi al ritmo del rasgueo de la guitarra de Yoongi.

De repente, la voz grave de Yoongi se hace presente en la habitación.

<< Con esos ojos brillantes,

hipnotizas mi corazón,

si éste estuviera entero,

lo quitaría de mi pecho

y te lo daría a ti, a ti...

Oh, eres un chico infinito,

Me pierdo en tu universo

Y es el mejor

El mejor lugar del mundo

En el que estaré

Jamás, jamás.

Oh, eres el mejor chico,

Mi chico universo,

¿Podría este insignificante sujeto,

pertenecer eternamente en ti?

[...] >>

Jimin siguió escuchando toda la canción, sin atreverse a mirar a Yoongi porque sabía que él le estaba mirando. Sentía su mirada en su rostro tan cálida como el sol. La canción llena de nostalgia su pecho, porque, aunque el rasgueo tenía un tono alegre, la voz de Yoongi sonaba llena de añoranza. Cuando terminó, en un punteo suave, Jimin escucho sus pasos dirigiéndose hacia él y luego vio como se acuclillaba frente a él, por lo que no le quedo más opción que alzar la mirada y encontrarse con los brillantes ojos felinos del chico que le hacía sentir cosas que jamás creyó que podía sentir alguna vez en su vida.

- ¿Te gustó la canción? -dijo Yoongi, apoyando el codo en sus rodillas y su mentón en la palma de su mano.

- Me encantó, es realmente preciosa -dijo Jimin, ocultando su sonrisa tras la taza humeante-, ¿La has compuesto tú?

- Sí, es para ti -le devolvió la sonrisa Yoongi, esa sonrisa tan singular donde mostraba sus encías como un niño pequeño, provocando otra pequeña irregularidad al joven corazón de Jimin-, ¿Estás feliz?

Jimin estaba tan feliz que ni siquiera tenía palabras para ello, por lo que agacho la cabeza, tan tímido como se veía, porque, aunque no lo fuera Yoongi provocaba eso en él. Provocaba miles de cosas en él.

- ¿Y por qué no me miras? -musito Yoongi, con cierto deje de decepción en su voz, aun cuando le devolvió la mirada no pudo mantenerla por mucho tiempo. Jimin se había dado cuenta que Yoongi era realmente perceptivo, aun sin necesidad de esos ojos gatunos-. ¿Por qué tienes esa expresión de tristeza? Pensé que ya no estabas enojado por lo que pasó... ¿En qué piensas?

- Es que... no lo sé, esto... -balbuceo Jimin, mirándole de reojo - ...estaba pensando en esto que tenemos... y como conclusión me di cuenta de que me asusta un poco.

- ¿Por qué dices eso, mocoso? -pregunto Yoongi, saliendo de su aturdimiento al escucharse. Se esperaba de todo menos que le dijera eso, se esperaba que estuviera cansado, pero no asustado de lo que tenían-. A veces eres como un libro abierto, pero, en momentos como este, de verdad creo que estás escrito en otro idioma -confiesa, sentándose en posición de indio frente a él-. Dime qué pasa, ¿Qué te asusta?, ¿Te asusto yo?

- Sí -afirmó Jimin, con una total sinceridad que dejo a Yoongi perplejo-, me asustas tú.

Se veía tan afligido que Yoongi se sintió mucho peor.

- Es porque soy muy... como tú lo dices... muy... ¿salvaje?

- No, no es eso -negó Jimin alarmado, volviendo agachar la cabeza con un suspiro-...en realidad, ese es el problema. Me gusta todo de ti, incluso hasta lo que no debería gustarme y eso me asusta. Me gusta que seas así y sé que no debería. Me siento angustiado cuando pienso en eso, golpeas a los chicos para que se alejen de mí, los arañas, los muerdes y solo te falta mearme encima para que sepan que soy tuyo por completo... e increíblemente, eso no me molesta, ¡Pero sé que debería molestarme! -rebate, alzando la mirada como un niño que se excusa cuando sabe que hizo algo que está mal. Se veía tan abatido que a Yoongi le dieron ganas de llenarlo de besos- No me gusta tratar de enojarme contigo para hacer las cosas bien, es demasiado esfuerzo. ¿Puedes tratar de no ser tan celoso? Por lo menos, de no romperle a nadie un hueso otra vez. Trata de ser un buen gatito, ¿Puedes hacerlo?

Yoongi suspiro, acariciándose el cuello con cierta incomodidad.

- Todo iba bien hasta que dijiste que tratara de ser un buen gatito, Jimin. ¿Tienes alguna mínima idea de porque soy tan << salvaje >>?

- No... -respondió, haciendo un pequeño puchero.

- Las personas no son amables, Jiminnie, jamás lo son... cuando eres alguien que perdió a todas las personas importantes en su vida, te enojas con el mundo. Es casi imposible no enojarse cuando te quitan algo que es preciado para ti. La vida me quitó a mis padres, así que yo me enojé con la vida y mi hermano se enojó conmigo porque yo estaba enojado. Últimamente traté de hablar con él, pero sigue enojado conmigo por todos mis errores. No soy una buena persona y a las que no son buenas personas nunca les espera nada bueno... estaba perdido mucho antes de que me encontraras y eres... eres la prueba viviente de que no soy tan malo como yo creía, o por lo menos de que ya no quiero serlo. Por eso pierdo la cabeza cuando alguien más se acerca a ti, soy tan egoísta que no quiero que seas la salvación de nadie más que la mía. Y yo quisiera ser la tuya.

Yoongi se acerca mucho más a Jimin, metiéndose entre sus piernas y alzándolo de la cintura para ponerlo en su regazo mientras el rubio intenta no derramar el té entre sus manos. Deja la taza a un lado y abraza al pálido por los hombros, arrimándose más a él.

- Aún así eres un salvaje, Min Yoongi -susurro Jimin contra su boca, acercándose hasta darle un beso suave y tan corto como profundo-. Pero no es malo, porque aun así me estoy enamorando de ti, si es que no lo estoy ya.

Jimin podía ver como los ojos gatunos de Yoongi brillaban y se hacían aun más pequeños, mientras sus brazos lo rodean con tanta calidez y fuerza que hasta podría quedarse dormido entre sus brazos.

- Eres el novio más adorable que he tenido y el único que tendré -dice Yoongi, besando castamente su cuello-, ¿Lo sabes?

- ¿Novio? -Jimin levanta la mirada asombrado, alejándose un poco de Yoongi para ver si lo decía en serio.

- Sí, ¿Por qué?

- ¿En qué momento me pediste que fuera tu novio?

- ¿En serio no lo recuerdas? -arrugo el entrecejo, casi ofendido-. Fue hace una semana atrás, en mi cumpleaños, cuando lo hicimos por tercera vez, bueno, recuerdo que estabas cansado, pero me dijiste que sí querías serlo y te quedaste dormido.

- ¡Oh, Yoongi, lo siento! -se lamenta, tapándose el rostro con las manos y sintiéndose como un tonto al ver a su -ahora- novio entre sus dedos-. Pensé... que no ibas a pedírmelo... nunca.

- Está bien, no hay problema... -sonrío Yoongi, embobado por lo adorable que se veía Jimin ocultando su rostro y mirándole con esos ojos. Pero luego proceso lo que dijo y volvió arrugar la frente incrédulo-, espera, ¿Nunca?, ¿En serio?, ¿Creías que jamás te lo iba a pedir con lo idiota que me tienes?

- Sí lo dices así, obviamente no... -susurro Jimin, inflando las mejillas y ocultando su avergonzada expresión en el hombro del contrario.

- Bueno, da igual -dijo Yoongi, ahora alejándose él para ver al rubio mejor y sonriéndole de una forma tan cariñosa que Jimin volvió a sonreír como un bobo-, ¿Quieres ser mi novio-dueño para siempre?

Jimin, en vez de contestarle, atrapó el rostro del pálido en sus manos y lo besó hasta que ambos le dolieron los labios de tanto mordérselos y un ruido en el bolso a su lado los separó. Era el celular de Jimin y Hoseok quien le estaba llamando.

- ¿Qué quería? -preguntó Yoongi con curiosidad, cuando Jimin por fin colgó con una sonrisa de oreja a oreja.

- ¡Hoseok logró conseguirme un puesto de bailarín de apoyo para un concierto! -sonrío emocionado, dando pequeños saltitos en el regazo de Yoongi, quien minutos antes se tuvo que estirar para tomar el celular del bolso y que Jimin no se levantara de encima de él-, ¿No es genial?, ¡Hoseok es el mejor hyung del mundo!

Y al instante de decir eso por haberse dejado llevar por la emoción, Yoongi no tardo en convertirse en gato otra vez, en medio de las ropas que había tenido puestas con anterioridad. Suga lo miraba sin parpadear y arrugando la nariz de forma tan desdeñosa que Jimin se río porque era obvio que estaba celoso. 

- Eres un gatito bonito y tan celoso -empezó a decir melosamente, agudizando aun más si cabe su voz mientras toma a Suga en sus brazos y lo deposita en su regazo, acariciando sus orejas. Suga ronroneaba, pero se le veía aun receloso-. Creo que será difícil, pero así son las relaciones, ¿No? Ten por seguro que trabajaremos en ello, pequeño gato salvaje.

Y Yoongi ya ni siquiera sabía a lo que se refería, se sentía tan bien en los brazos de Jimin que, aun si todos querían a su amo, él sabía que ambos se pertenecían uno al otro, sin necesidad de arañazos o mordidas a otras personas, pero...

<< Sí, definitivamente trabajaré en eso. No puedo ser salvaje toda mi vida, ¿Verdad? Bueno, da igual, Jimin huele mejor que nunca, mejor vamos a darle un roce en la nariz... sí, mucho mejor ahora >>






[...]




Ahora sí termino, muchas gracias por leer, las amo <3

Y la nueva fic que estoy emocionada por seguir es esta:


Aun no está publicada, pero como ven ahí constará de 30 partes, y eso, amaría si están atentas cuando lo publique (que será mañana o pasado mañana ;_;)

Y eso, lxs amo mucho <3

¡MUCHAS GRACIAS POR LEER SALVAJE! <3

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