Capítulo 7 ¡Te extrañé, cretino!

Un alma gemela es...

simplemente alguien con el mismo desorden mental que tu.

Estaba en clases y no dejaba de pensar en lo que dijo Adam, es claro que cumple con sus amenazas, una prueba de ello fue la vez que le lanzó la cosa asquerosa al maestro Wesley inculpándome a mí.

Mientras la maestra de historia seguía hablando sobre el holocausto y los judíos yo me mordía la uña de mi dedo pulgar, me preguntaba qué hará Adam para vengarse. Me enteré de que no lo expulsarán, su mamá logró convencer, quien sabe cómo, a la directora Watson y en vez de eso tendrá que ser voluntario en un orfanato dos veces a la semana por unos meses. Después de todo si logré lo que quería, seguro debe pasársela fatal en ese lugar.

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Esa tarde era la elección de los cursos extracurriculares, debíamos elegir al menos uno ya que eso nos ayudaría después con la admisión en la universidad. Isa y yo paseábamos por delante de cada caseta donde promocionaban los cursos y clubes al igual que los demás estudiantes. Todo estaba congestionado y el aire se sentía sofocante, el bullicio me aturdía y los empujones y pisotones estaban presentes a cada instante. Dentro de las ofertas estaba Esgrima, Arquería, Teatro, Arte, Música...entre otros.

De todos los cursos o clubes me interesó uno en particular, el ballet, era lo que realmente amaba, desde niña siempre amé el ballet pero desde aquel día no volví a practicarlo jamás, al menos no frente a alguien más. A veces lo practico en secreto encerrada en el baño y cuando nadie me está viendo. Ni mi familia ni mis amigos sabe de mi eterno amor por el ballet.

Detrás de la caseta que promocionaba el ballet estaba Liara, ella era la mejor bailarina de la escuela y muchas chicas se acercaban a ella para integrarse al grupo, la mayoría de narices respingadas y aires de grandeza. Yo solo miré de lejos pero no me acerqué, oculté una vez más que sigo amando el ballet desde de los tres años.

Liara miró hacia mí y me hizo un gesto de suficiencia, giré los ojos y me di media vuelta.

-¿Ya sabes qué curso vas a elegir? –me preguntó Isabel.

-No lo sé, creo que tomaré arte.

-Yo tampoco sé que tomar, creo que me integraré a teatro. Si tan solo hubiera un grupo de baile contemporáneo me integraría sin duda, ya sabes que me encanta mover mis caderas latinas pero nada más está el grupo de ballet, y no creo que caminar en puntitas sea lo mío ¡Por Dios! ¿Cómo lo hacen? ¿Tienen dedos de hierro o qué?

-No es tan difícil, al principio duele pero con el tiempo te acostumbras.

-Hablas como si hubieras practicado ballet antes.

-Ehm, pues...yo solo digo, no es que haya practicado antes—emití una risa rara, metí la pata sin querer y me puse algo nerviosa—Imagínate que yo me ponga un tutú, gracioso ¿No? ¡Bff!

-¿Tu-tu?

-S-sí, una de esas cosas que usan para bailar, ya sabes jeje.

-¡Hola, chicas!

Chanyeol no pudo llegar en mejor momento, sentí que pude respirar adecuadamente cuando apareció y dejamos de hablar del ballet.

-¿Ya eligieron en que curso estar?—preguntó sonriente, se le veía muy entusiasmado.

-Aun no, pero Kara piensa entrar a clases de arte y yo tal vez pruebe en el teatro ya que no hay un grupo de baile contemporáneo—dijo Isa con no mucho ánimo que digamos.

-¡Genial! Yo también probaré con el teatro, tal vez me den el papel principal de la obra de fin de año—Chanyeol parecía estar muy entusiasmado.

-¡Súper! Entonces iré a inscribirme.

Isa se inscribió en teatro igual que Chanyeol y yo opté por las clases de arte, no es que sea muy buena dibujando pero tampoco soy mala. Además los demás cursos no me llamaban la atención.

Ya casi todos habían elegido su curso extracurricular, yo ya tenía mi hoja de inscripción en mis manos y me dirigía hacia la cafetería a tomar algo cuando alguien me la arrebató de las manos.

-¿Qué diablos...? ¡Tú! Devuélveme eso.

Tenía la mano extendida y en mi rostro una mueca de disgusto esperando que Adam me diera mi hoja de inscripción. Ya se había tardado mucho en aparecer a joderme la vida.

-¡Vaya! no creí que te gustara el arte. Eso es algo que de verdad me sorprende, nena.

-Dame esa hoja, imbécil.

-Te la iba a dar pero como me insultaste me quedaré con ella hasta que me pidas perdón.

-¡Ja! Ni lo sueñes, tú fuiste el que empezó a molestar. ¡Dame la hoja!—gruñí—

Traté de quitársela pero él era más alto y sus brazos más largos que los míos, aunque yo era alta no podía alcanzarlo. Se reía de mí y yo me irritaba más y más. En una de esas me subí a su espalda y todo se volvió un lio, no me quedó de otra que recurrir a mis dientes, le pegué una mordida en el cuello, se quejó del dolor llevando su mano a la parte atacada y así soltó la hoja haciéndola flotar hasta caer al suelo.

Me bajé de su espalda y traté de correr para tomar la hoja pero él me lo impidió agarrándome por la cintura, era inútil soltarme.

Fue en ese momento que apareció alguien y tomó el papel en sus manos. Me sentí tan feliz de verlo otra vez. Todavía no tenía puesto el uniforme del colegio así que asumí que acababa de llegar.

Ahí estaba él ante mis ojos, el cretino más egocéntrico que he conocido. Claro está que después de conocer a Adam, no sabía decir quién de los dos se llevaba el premio al egocentrismo.

-¿Kara?

-¡Cretino, llegaste! –No sé por qué pero Adam me soltó al ver a Kael. Corrí hacia él y lo abracé muy fuerte recibiendo el mismo afecto de su parte, me alzó dándome una vuelta en el aire y luego me bajó mirándome sonriente igual que yo a él.

-¡Hey, de verdad estas aquí! No puedo creerlo. Cuando mamá me dijo que el abuelo te envió a este colegio no creí que fuera verdad.

-Pues ya ves, compartiremos la misma cárcel ¿Y se puede saber dónde rayos estabas? Te llamé muchas veces y no me contestabas el maldito teléfono.

-Es que me fui con papá a uno de esos viajes de negocios que hace y hasta ahora pude venir.

-¿Pueden explicarme de dónde se conocen ustedes dos?

Miramos a Adam, quien nos miraba de manera extraña. Yo rodé mis ojos y crucé mis brazos cuando el habló.

-¿Qué te importa?

-¡Adam! Veo que ya conoces a mi prima, Kara—dijo Kael con mucha familiaridad con Adam después de chocar sus palmas y luego sus puños antes de darse un abrazo con palmadas en la espalda.

-¿Prima? ¡Rayos! Debí imaginar que no venía de una familia normal. Creo que debo ser más cuidadoso.

No entendía nada ¿Estos dos se conocen?

-Por lo que veo no se llevan muy bien que digamos ¿Verdad?—dijo mi primo Kael riendo.

-Kael, creo que tú y yo debemos tener una charla. Debes enseñarle a tu primita quien manda en este colegio.

-¿Son...amigos? ¡Oh, genial! Dios los hace y el diablo los junta—rodé mis ojos.

-Mi camarada...me temo que eso no será posible. Es mi prima después de todo... además muerde...Pero hablaremos de eso más tarde, ahora tengo que inscribirme en uno de los cursos extracurriculares...

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-¡¿QUEEEE?! ¡NO! ¡NO! ¡NO PUEDE SER! ¿Cómo es posible que solo quede ballet?

Mi primo Kael se agarraba el cabello alborotándoselo por la desesperación, había llegado tarde a la elección de cursos extracurriculares y ya todo estaba lleno, excepto ballet, necesitaban chicos en el grupo pero pocos se animaron. Solo estaban Raúl y Sean, ambos geys.

Kael estaba terriblemente deprimido, su orgullo caería por los suelos al pertenecer al equipo de ballet, pero era su única opción. Trató de convencer a la señorita Grettel de que le permitiera entrar a las clases de arte conmigo o al menos al club de ciencias, aunque no tuviera la más mínima idea de que H2o y el agua son lo mismo. Pero fue inútil, la señorita Grettel no dio su brazo a torcer.

Claro que yo no desaproveché la oportunidad de burlarme de él y grabar su cara de frustración. No dejaba de reírme cuando me lo imaginaba en mallas y saltando de aquí para allá, eso sin mencionar que tendrá que despatillarse.

-Oye, ya basta, deja de burlarte de mí. No es gracioso—hacía puchero al hablar como niño pequeño.

-Sí, si lo es. Ya quiero verte usando mallas—reía a carcajadas.

Estábamos en la terraza al atardecer, había un lindo paisaje de cielo anaranjado frente a nosotros y la calidez del verano aún no se había marchado. Esperábamos a Isabel que compraba algunas papitas y soda junto a Chanyeol en la cafetería. Kael estaba sentado en el mueble grande mientras que yo opté por el que colgaba de una cadena y podía mecerme en el aire, donde solo cabían dos personas.

-¡Hey! Se me ocurre algo.

Kael me miró y yo ya sabía que significaba esa mirada, iba a pedirme algo, estaba segura.

-Sea lo que sea, desde ahora te digo que no. Ya he tenido suficientes líos por estos días.

-Vamos, no has escuchado de que se trata y sé que puedes ayudarme...Pensaba en que podríamos cambiar de cursos, es decir tú en el ballet y yo en arte ¿Qué dices?

-Eeeeh, nop. Eso jamás pasará y lo sabes.

-¡Oh, Vamos Ka, tu solías practicar ballet!

Salté sobre él de inmediato y le tapé la boca.

-¡Ssssuuhhh! No lo vuelvas a repetir—grité/susurré—Nadie debe saberlo.

En ese momento llegaron Isabel y Chanyeol acompañados de Patrick, sonreí al instante al verlo y quité mi mano de la boca de Kael. Traían una bolsa llena de papitas y sodas para todos.

-¡Hey! los chicos me dijeron que te inscribiste en arte. Es una lástima que no tengamos clases en común ni siquiera en los cursos extracurriculares.

-Sí, es una lástima.

-Oh, tu eres Kael Thomas ¿Cierto? Creí que no venías este año—dijo Patrick refiriéndose a mi primo—No te había visto por aquí.

-Pues ya ves que sí, todavía queda mucho Kael para este colegio. Además no podía perderme la oportunidad de tener a mi primita en la misma cárcel que yo.

-¿Prima?

-Sí, esa chica rubia de ahí—Kael me señaló con el dedo índice y Patrick me miró—La del gorro de mendigo.

-¡Hey! ¡Al menos no usaré mallas!—contra ataqué a mi primo y de inmediato su boca se formó una fina línea y su entrecejo se arrugó. Este será su oscuro pasado cuando sea mayor y yo seré testigo de eso.

-¿Mallas?—cuestionó Patrick confundido.

-Es que llegó tarde a la elección de cursos extracurriculares y no tuvo más opción que tomar ballet—Dijo Chanyeol que estaba sentado en el mueble grande junto a Isabel y un enojado Kael.

Patrick soltó una risa incrédula—¡Nah! No es cierto—Miró que Kael no sonreía—¡Joder! Lo siento, viejo.

-¿Y tú que curso elegiste, Patrick?—Preguntó Isabel y yo puse más atención en el chico de ojos azules. Le di las gracias internamente por haberlo preguntado. La verdad es que ansiaba saber qué curso tomó pero no quería preguntárselo directamente para no demostrarle interés tan abiertamente.

-Arquería, siempre quise lanzar flechas como Robín Hood.

¡Woah! Me lo imaginé al estilo Légolas en el señor de los anillos, matando horribles orcos con sus flechas y toda la cosa.

Él se sentó a mi lado en el mueble colgante y sin darme cuenta me fijé en su boca, sus labios eran tan apetecibles. El volteó hacia mí y yo empecé a hablar de otras cosas enseguida, fingiendo que su presencia no me era relevante.

Todos nos sentamos a comernos las papitas, conversábamos sobre los cursos extracurriculares y por supuesto, nos seguíamos burlando de Kael por estar en ballet.

También nos pasábamos el rato contándole a mi primo lo que ha pasado en estos días en el internado. No podía creer que le haya dicho al maestro Wesley que no tenía estilo, y después de decirle como logré que me dejaran usar mis converse dijo que él también usaría los suyos... es que compartimos ese amor por los converse.

De hecho una vez compramos un par y cada uno escribió un mensaje al otro en ellos. Fue como despedida cuando Kael se mudó a Inglaterra, así nos recordaríamos siempre.

Sí, sí, eso sonó cursi pero déjenme decirles que cuando despegan de tu lado a la única persona que te escucha, te comprende y que encima de todo tiene el mismo desorden mental que tú y es cómplice de todas tus locuras es algo realmente doloroso. Recuerdo que lloraba todas las noches por todo un mes después de hablar con él por Skype...Me sentía tan sola...

Patrick se retiró primero seguido por Chanyeol e Isa, todos tenían cosas que hacer. Yo también tenía que empezar a leer esos libros que había asignado el maestro Wesley pero quise quedarme un rato más en la terraza hablando con mi primo. Teníamos mucho tiempo sin vernos o hablarnos y había muchas cosas que decir.

-¿Ahora que se fueron todos...me vas a decir que haces aquí?

Kael tomó asiento a mi lado en el mueble colgante que ya me gustaba mucho. Nos balanceábamos suavemente mientras hablábamos. Siempre tuve una relación cercana con mi primo, es como si fuera mi hermano mayor. Hacíamos todo juntos hasta que su padre empezó a hacer negocios en Europa y junto con mi tía Kate, decidieron mudarse a Inglaterra. Y como mi tía no podía controlarlo, según ella, él estaría mejor en un internado donde pudieran disciplinarlo. Pero la verdad es que ella siempre se preocupó más por como iría vestida a los eventos de sociedad.

-Lo mismo que tú, cumplir mi condena por cometer un crimen—le contesté mirando al cielo oscuro, sintiendo la brisa un poco más fresca que la de la tarde.

-Sí, claro. Vamos Ka, sé que hay algo más que te motivó a venir aquí. Te conozco y sé que harías lo que fuera para no perder tu libertad si no fuera por una causa mayor.

Bajé la cabeza, dudaba en decirle o no sobre lo que escuché sobre mi padre. No estaba segura de que quisiera ayudarme o si estaría de acuerdo con lo que pensaba hacer.

Antes de decidirme a contarle escuchamos la campana que nos indica que debemos irnos a nuestros dormitorios. Nos paramos y nos fuimos siguiendo las reglas, subimos las escaleras y antes de separarnos nos detuvimos.

-Oye, Ka...Será divertido tenerte aquí—sonrió.

-Te extrañé, cretino.

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Aaaaaaww  Amo a Kael  >.<  

Hola, mis minion-lectores ;)  Espero que estén bien...Yo por mi parte aun estoy enferma, pero aun así vengo y les dejo su capitulo U.U deberían amarme con locura (ok, no)  O.o

Por otro lado, estoy feliz de ver que la historia poco a poco esta siendo leída por mas personas (Aunque no comentan nada) 

!Gracias por leer! 

Y por ultimo...Que les pareció Kael??

!BANANAAAAAA PARA TODOS!  ;) ;P

Nota: la imagen de Kael en multimedia ;)  

Att. Leny ;)