Capítulo 34-Demasiada información
Capítulo 34-Demasiada información
Y un día lo sabes todo y quisieras no haber sabido nada.
Kara Marie Ferguson
Al verme caminó lo más rápido que su edad le permitía y me estrechó entre sus brazos. Pude sentir el suave olor a lavanda de su ropa y la calidez de su pecho. Mis sentimientos chocaban entre sí, por un lado deseaba estrecharla también y por otro no quería que se me acercara, así que solo dejé que me abrazara.
-¿Qué estás haciendo aquí?—Dije seca y cortante.
-Tenía que venir, me cansé de que ignoraras mis llamadas.
Solo hice una mueca con mi boca y un segundo después ella continuó hablando.
-Hablé con Tommy, y con Kate. Ya sé que estás enterada de todo.
-¿Todo? No, todavía no lo sé todo. Aun no sé por qué mi abuela me ocultó que mi padre no sabía de mi existencia, que fue cómplice de un engaño y que me permitió creer que nunca me quiso. También permitió que su hija pasara los últimos años de su vida creyendo que el amor de su vida la había abandonado.
Mis lágrimas ya habían aparecido, no estaban muy lejos así que no se hicieron esperar mucho cuando empecé a hablar.
Succioné mi nariz y la miré despectiva.
-No es cómo crees, nunca quise hacerle daño a Sara ¡Dios! era mi hija y tú eres mi nieta, ¿cómo podría querer hacerle algo malo?
-Eres bastante grande como para saber que es el bien y el mal, abuela—Succioné mi nariz otra vez y caminé unos pasos alrededor de mi habitación.
-Cierto, pero a veces las personas creen que están haciendo algo bien y al final se dan cuenta que estaban equivocadas—Tomó asiento en la orilla de mi cama—Cariño, no espero que me perdones, solo quiero que me escuches, por favor—Dio un par de palmadas a la cama invitándome a tomar asiento a su lado.
Con cierta frialdad di unos pasos y me senté a su lado, crucé las manos sobre mi abdomen y sin voltear a verla me dediqué a escucharla.
-Te escucho.
-Es cierto, tu abuelo y yo no aceptábamos a Tommy en nuestra familia. Tu abuelo no quería que Sara dejara el ballet por casarse con él y yo no soportaba la idea de ver a Kate sufrir por el novio de su hermana, aun después de estar casada y embarazada de Kael. Siempre supe que ella quería a Tommy y que no soportaba ver a Sara con él. Así que cuando Kate nos dijo que él engañaba a Sara con otra mujer estuve de acuerdo con irnos a vivir a Estados Unidos. Sara no creía en las palabras de su hermana hasta que ella le mostró unas fotografías donde él estaba en la cama con otra. Luego me enteré que Tommy estaba preso, lo acusaban de robar en la compañía donde trabajaba, era el momento perfecto para alejarlas de él. Nunca creí que él fuera capaz de robar, siempre me pareció muy serio pero todas las pruebas estaban en su contra y no quería que mis hijas sufrieran más por él. Más tarde Sara me confesó que estaba embarazada, envió una carta dándole la noticia a Tommy, ella decía que tú no tenías la culpa de nada y merecías tener un padre. Pero una semana después recibió un correo electrónico donde decía que no lo molestara más, que iba a casarse con otra mujer. Fue cuando finalmente Sara no quiso saber nada de él. Años más tarde escuché una conversación entre Kate y Robert, el amigo de tu madre, donde hablaban de la trampa que le habían hecho a Tommy para separarlo de Sara, fue cuando entendí que mi hija Kate estaba obsesionada con ese hombre. No quise decirle a Sara, ella estaba muy enferma, pero sabía que yo le ocultaba algo y terminó presionándome para que le dijera. Ella decidió buscar a Tommy pero no pudo encontrarlo, era como si se lo hubiera tragado la tierra. Su enfermedad volvió y... --La abuela hizo una pausa, tomó aire y continuó hablando— Tu madre murió antes de poder encontrarlo. Hace como dos años, estaba viendo un programa en la televisión, presentaban un festival de moda en Londres y lo vi, hablaron de él como uno de los mejores fotógrafos del país, esposo de una distinguida señora que tenía que ver algo con la moda. Lo llamaban Tom James. Esa fue la razón por la cual tu madre nunca dio con él, ella lo buscaba por el nombre de Tommy Graham. No sé por qué cambiaría su nombre pero eso impidió que Sara lo encontrara.
-¿Y por qué no me dijeron nada? ¿Por qué cuando se enteraron de la verdad permitieron que siguiera pensando que mi padre me abandonó?
-Tu abuelo dijo que sería mejor para ti, pero la verdad es que teníamos miedo.
-¿Miedo? ¿Miedo de que?—Pregunté.
-De perderte. Sabíamos que Tommy iba a quererte, y que al saber la verdad tú no dudarías en irte con él—Dijo entre sollozos— Eres lo único que nos quedaba de Sara.
-Kara, ¿ya te enteraste...? –Isabel llegó de pronto a la habitación muy acelerada por algo y se frenó al ver a mi abuela— Perdón, no sabía que...
-Descuida, linda. Ya me iba— Con un poco de dificultad mi abuela se puso de pie— Estaré en casa de Kate, ella no ha estado muy bien—Yo me puse de pie y ella me abrazó nuevamente—. Te extrañé tanto mi pequeña— Dijo susurrando en mi oído.
Mi abuela se fue y yo me dejé caer de espaldas en mi cama. Había recibido demasiada información. Primero la carta de Robert Hamilton y ahora las confesiones de la abuela ¿Qué más podría pasar?
-Siento haber entrado así, no sabía que tenías visita. Pero lo que vine a decirte es algo importante.
-¿Qué más tengo que escuchar hoy?–Dije mirando al techo.
-Hay policías en el internado.
Me senté de un respingo en la cama, volteé hacia Isabel pensando si había escuchado mal.
-¿Policías?—pregunté confundida.
-Sí, están por todas partes...No vas a creer a quien buscan—Dijo haciendo una mueca de preocupación.
-¿A quién?
-A Patrick—Abrí mis ojos al máximo. No me esperaba eso—. Según lo que escuché lo acusan de vender drogas a estudiantes y de ser integrante de una banda que distribuye metanfetaminas en diferentes discotecas de la ciudad.
-Entonces todo lo que me dijo Adam es cierto, Patrick es un criminal.
-Y eso no es todo, Kara...También se dice que lo acusan de...
-¿De qué? ¿De qué más lo acusan?—Pregunté impaciente.
-De matar a un chico.
-¿Qué?—Dije con voz casi inaudible.
No puedo creer que ese chico de hermosos ojos azules fuera capaz de...matar a alguien. Parece tan lindo, tan amable...Es increíble que sea un criminal.
Lo peor de todo es que lo defendí de Adam, incluso permití que me besara.
¡Dios! Creí que era un buen chico.
Quise salir de la habitación a investigar más sobre lo que sucedía pero la señorita Grettel nos prohibió bajar las escaleras. Todos los internos debían estar en sus habitaciones hasta que los policías terminaran de hacer su trabajo. La angustia y ansiedad me mataban. Quería saber que estaba pasando.
Pregunté a Kael y Adam por teléfono como estaba todo por su lado e Isabel preguntaba a Chanyeol. Solo nos dijeron que también le tenían prohibido salir pero que por lo que escuchaban Patrick se había escapado la noche anterior del internado.
Media hora después nos enteramos que Patrick había asesinado de un balazo a Zack, el antiguo mejor amigo de Adam.
Al enterarme solo pensaba en lo mal que debía sentirse él y Liara. Deseaba estar al lado de Adam en esos momentos pero no me lo permitían, por lo que le llamé a su celular y le expresé mis condolencias. Él siempre ha estado conmigo en los momentos más difíciles y era lo menos que podía hacer.
Al día siguiente ya podíamos salir pero todavía había algunos policías en el internado, por nuestra seguridad.
Lo primero que hice en la mañana fue buscar a Adam, desafortunadamente lo encontré abrazando a Britany. Entonces supuse que no me necesitaba, la tenía a ella.
No vi a Liara en clases y tampoco en el comedor. No me sorprende ya que debe estar muy afectada, según lo que Adam y los chicos me habían dicho Zack y Liara solían tener algo. Además recientemente se había enterado que somos hermanas.
Esa tarde llamé a Tom, aun no tenía claro ciertas cosas sobre mamá y él. Nos sentamos en la terraza y conversamos un rato muy seriamente.
Esto fue lo que me contó.
- No vengo de una familia adinerada, Kara, soy huérfano. Mis padres murieron en un accidente cuando tenía diez, crecí en un orfanato donde me motivaron a esforzarme y luchar por lo que quería. Había ganado una beca por ser un estudiante sobresaliente en secundaria. Aunque no tenía que pagar la matrícula de la universidad necesitaba dinero para mis gastos personales. Estudiaba publicidad y tenía un trabajo de medio tiempo en una agencia publicitaria como ayudante de un fotógrafo. Un día nos pidieron realizar un spot publicitario para una escuela de ballet. Tu madre era una de las mejores bailarinas y teníamos que grabarla mientras bailaba. Recuerdo que en ese momento pensé que era lo más hermoso que jamás había visto. Me cautivó con su talento, con esa pasión con la que bailaba—Tom emitió una risa nostálgica y continuó hablando—. Le pregunté su nombre pero ella sencillamente me dijo: No hablo con extraños.
-Espera, ¿mi mamá te rechazó? –Cuestioné sorprendida y confusa.
-Tu madre no fue una chica fácil, Kara, todo lo contrario, tardé todo un año tratando de conquistarla hasta que finalmente aceptó salir conmigo y ser mi novia. Sara era muy dulce y amable cuando quería pero tenía un carácter firme, era decidida y obstinada, así como tú. Te pareces mucho a ella tanto en lo físico como en su personalidad.
-La abuela me dijo que mi abuelo no aceptaba su relación.
-Sí, él deseaba que Sara fuera a estudiar a Juilliard y fuera una bailarina de ballet famosa, pero ella prefirió estar conmigo. Además del señor Ferguson había más personas en contra de nuestra relación, tu tía Kate y Robert eran los más interesados en separarnos. Ambos me pusieron una trampa y caí en ella. Una noche Robert y yo estábamos en un bar, yo celebraba mi compromiso con Sara, le había pedido matrimonio y ella había aceptado. Estaba más que feliz esa noche, me tomé un par de cervezas sin darme cuenta que Robert y Kate se las habían arreglado para poner droga en ellas. Al otro día desperté en una cama con Samantha, la que entonces era solo una amiga que tenía problemas con su esposo. Ella me dijo que fue a mi departamento para quedarse una noche, decidió dejar a su esposo porque estaba enamorada de mí, que luego nos besamos y terminamos en la cama. Yo ni siquiera sabía lo que hacía, ni siquiera sé cómo llegué a mi departamento. Ella entendió que no estaba en mi sano juicio, que amaba a otra mujer, entonces se despidió de mí y se fue. Media hora después llegaron unos policías acusándome de un robo en la agencia publicitaria donde trabajaba. A pesar de que era inocente no quise que tu madre se enterara que estaba preso. Le pedí a Robert que le dijera que tuve que salir de viaje por un tiempo, creí que podía confiar en él, se había ofrecido como abogado y como era mi mejor amigo acepté su supuesta ayuda como un tonto, sin tener idea que él y Kate lo habían planeado todo. Más tarde Kate fue a visitarme y me dijo que Sara había muerto en un accidente, no lo creía hasta que mi "amigo" Robert lo confirmó. Mis ganas de vivir desaparecieron totalmente, ni si quiera tenía interés en salir de la cárcel, sin ella no tenía motivos para seguir viviendo. Pasaron unas semanas y recibí otra visita, era Samantha, fue a decirme que estaba embarazada. Entonces encontré un motivo por el cual querer salir de ese lugar.
-Ahora entiendo porque Liara y yo tenemos casi la misma edad.
-No sabes cuánto lamento no haber estado contigo todo este tiempo.
Tom acarició mi rostro con la yema de sus dedos. Había tanta sinceridad en su mirada que no controlé las ganas que tenía de abrazarlo. Sentía tanta necesidad de tener un padre. Era tan cálido estar entre sus brazos.
-Pero, ¿por qué te cambiaste el nombre? La abuela me dijo que mamá te buscó al enterarse de la verdad pero no pudo encontrarte.
-Pues, luego de que saliera de la cárcel nadie quería darme empleo. Samantha tenía un amigo que me ayudó a cambiar mi nombre por Tom James y así pude empezar de nuevo. Con el tiempo decidí casarme con ella, no fue difícil ganarme el cariño de Adam, solo era un pequeño y le encantaba que le tomaran fotografías. He vivido bien junto a ellos todo este tiempo, aunque Samantha es irritable algunas veces no es una mala persona.
-¿Algunas veces? –Dije levantando una ceja.
-No te confundas, ella no es tan mala como parece. Es muy estricta con Liara pero tiene su lado bueno.
-Si tú lo dices—Me encogí de hombros—Por cierto, supongo que Liara no tomó muy bien que somos hermanas, ¿cierto?
-Emm, digamos que tiene que procesarlo primero. Dale tiempo, ¿sí?
-¿Crees que podamos llevarnos bien?—Levanté mis cejas.
-Pues eso espero.
Tom se despidió de mí y fue con Liara y Adam.
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Días después...
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Acababa de ver a Britany caminar por los pacillos de la mano de Adam. Eso provocaba que mi sangre hirviera y empecé a desahogarme mientras Isabel escribía algo en un cuaderno, como siempre.
-¡No la soporto! ¡Ahg! Es una estúpida, boba, descerebrada, esquelética. No sé qué le ve Adam, se la pasan todo el tiempo juntos.
-¡YA BASTA! ¡ME TIENES HARTA! –Gritó Isabel— Si tanto te molesta deberías decírselo. Te recuerdo que eres tú la que no quiere tener nada con él.
La reacción repentina de Isabel me dejó estupefacta, era la primera vez que me hablaba así.
-Oye, ¿Qué rayos te sucede?
-¿Qué me sucede? Pues te diré, no eres la única con problemas aquí, Kara. YO TAMBIEN LOS TENGO, pero tú solo piensas en ti, en Adam y Britany, en lo que te sucede a ti y SOLO EN TI. ESTOY HARTA—Gritó.
Sin decir más y sin permitirme preguntarle qué le sucedía salió de la habitación azotando la puerta tras de ella.
Reflexioné por un momento y me di cuenta de que ella tenía razón, me la había pasado quejándome de las cosas que me estaban sucediendo y ni siquiera noté que ella tenía alguna clase de problema.
Me acerqué a Chanyeol y pregunté qué era lo que le sucedía a Isabel, el cómo su novio debía saberlo.
-Oye, Chan, ¿sabes por qué tu novia está tan irritable?
-Pues se acerca noche buena y no podrá estar con su familia. No tiene dinero suficiente para comprar el boleto de avión—Llevó sus manos a la cabeza mostrando su preocupación por Isa—. ¡Ah! Si tan solo pudiera convencer a mi abuela de darme el dinero—Dijo soltando un suspiro.
-¿Dinero? –Mis labios formaron una sonrisa— Creo que puedo ayudar con eso.
Horas después hablaba con Sally y Evan por Skype, se me había ocurrido una idea y ellos tenían que enterarse. Después de contarle el plan que tenía estuvieron totalmente de acuerdo.
Me había quedado dormida después de hablar con los chicos pero los sollozos de Isabel me despertaron. Después de estrujar mis ojos y apartar el cabello de mi rostro me levanté y me acerqué a ella. Estaba acostada en su cama en posición fetal abrazada al portarretratos de su familia.
-Oye, lo siento. Me he portado muy mal contigo últimamente. Tú siempre me has apoyado en mis problemas y yo...he sido tan mala amiga que ni siquiera me daba cuenta que me necesitabas.
Ella succionó su nariz, de sus ojos caían lágrimas que iban a parar en su almohada. Con la mirada perdida me dijo:
-Los extraño. Extraño los abrazos de mis padres, hacer angelitos con mis hermanos y primos, comer salcocho en la casa de mi abuela. Escuchar los aguinaldos en la noche pasar de aquí para allá una y otra vez. Incluso extraño los reproches de mi mamá cuando dejamos que el perro entre a la casa.
-Todo eso suena divertido, hasta a mí me dan ganas de ser parte de tu familia.
-Nunca he pasado una navidad sin ellos, Kara. Se siente terrible saber que no podré estar con ellos este año.
-Me imagino cómo te sientes, cada año recuerdo las navidades que pasaba con mi mamá. No hacíamos eso que llamas "angelitou" pero si la pasábamos bien bailando y cantando.
Rió entre lágrimas.
-Se dice "angelito"—Corrigió.
-Sí, sí, eso, ¿de qué se trata?
Isabel me explicó de qué trataba eso de "angelito" y pasamos toda la noche hablando sobre nuestras navidades pasadas hasta quedarnos dormidas.
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Los exámenes de final de semestre habían transcurrido en medio de mucha tensión por lo ocurrido con Patrick, algunos padres estaban indignados al saber que dentro del internado se distribuía drogas, la directora Watson estaba en aprietos y eso nos afectaba a todos.
Estábamos preocupados y ansiosos por saber que pasaría, nos preguntábamos si el internado podría cerrar, si iban a despedir a la directora Watson o si simplemente habíamos aprobado los exámenes. Ninguno de nosotros estuvo en una buena etapa de su vida en los últimos días así que nuestras notas no han de ser las mejores.
Uno encima del otro, amontonados frente a la chimenea nos calentábamos un poco, estaba haciendo demasiado frío. Isa estaba acurrucada al lado de Chanyeol y aun así temblaba, no estaba acostumbrada a temperaturas tan bajas (y eso que no son tan frías como en USA). Yo estaba al lado de Kael, peleábamos por una manta que yo había buscado. También estaba Jessica, quien leía un libro muy concentrada. Un poco más allá estaban Liara, Adam y la esquelética Britany sentados en un sofá de cuero marrón. Britany no dejaba de hablar de su próximo viaje a parís, mientras que Liara y Adam no decían nada.
Las estupideces que la esquelética decía ya me estaban provocando hambre, además ya no soportaba verla abrazada de Adam.
-Te va a doler el cuello si sigues mirándolos.
Miré a Kael y le hice una mueca.
-No estoy mirando a nadie—Mentí.
-Sí, claro—dijo poniendo sus ojos en blanco.
-Iré a comprar algo de comer en la cafetería, ¿alguien quiere algo?
Ese fue el error más grande que cometí, minutos después no podía con todo lo que mis amigos habían pedido. Papitas, doritos, sodas, café, chocolate caliente, galletas. Tenía todo en mis brazos, creí que iba a colapsar pero llegó alguien a ayudarme quitándome el peso de las bebidas. No era precisamente la persona que esperaba pero ya no pude negarme.
-No debiste preguntar si querían algo, todos siempre quieren algo cuando alguien va a la cafetería.
Su sonrisa me parecía tan linda, hacía más de una semana ya que no entablaba una conversación con él. Britany se había encargado de ocupar todo su tiempo y ya no nos podíamos ver en el teatro, los policías dijeron que Patrick podría haber estado oculto ahí después de encontrar rastros de botana encima del viejo sofá. Nosotros sabíamos que eso no era cierto ya que somos culpables de habitar el lugar por las noches y comer encima de aquel mueble.
-Sí, lo sé—respondí apartando la mirada de él. Sus ojos no dejaban de verme de esa manera que me pone nerviosa—. Emm, y ¿Cómo has estado?
-pues, no puedo decir que bien. Ya sabes, por lo de Zack—hizo una mueca— ¿Y tú? ¿Cómo has estado?
-Tu hermana, con la que tuve una pelea ahora es mi media hermana, eso no es muy agradable, ¿o sí?
-¡Adam! ¡Adam! –Lo llamó la esquelética con su voz chillona.
Yo rodé los ojos e hice una mueca cuando la escuché.
-Gracias por tu ayuda pero yo puedo sola—Le arrebaté como pude las bebidas a Adam y seguí mi camino.
-¡Oye, espera! –Corrió tras de mí y volvió a quitarme las bebidas calientes.
Así empezamos a forcejear y discutir.
-¡No! No quiero tu ayuda.
-¿Por qué no? Se te va a caer.
-¿Qué te importa? Dame las bebidas y vete con "Britany"—fingí su voz chillona al decir su nombre.
En verdad era demasiado para cargar yo sola pero no quería que Adam me ayudara. No quería deberle ninguna clase de favor por sencillo que sea.
-No lo puedo creer, ¿estas celosa de Britany?—Dijo formando una sonrisa de lado con su boca que me puso aún más furiosa— Estas celosa, ¿Cierto?
Lo peor de todo es que tiene razón, estoy celosa. No soporto verlos juntos. No soporto la idea de que ella sea su primer amor.
-¿Celosa? –Emití una risa seca— No tengo por qué estarlo, be-be. Así que dame esas bebidas.
-No te las daré hasta que lo aceptes.
El sonrió con picardía y yo me enfurecí más, traté de arrebatarle las bebidas y como consecuencia del forcejeo las bebidas se derramaron encima de mi sueter.
-¡Agh! Esto es tú culpa—gruñí.
-¿Mi culpa? Tú fuiste la que insistió en llevarlo todo cuando no podías hacerlo.
En ese momento apareció la esquelética y no tardó ni un segundo para burlarse de mí.
-Que bien te queda esa mancha café—dijo entre risas burlonas—. Adam, tienes chocolate en la cara, déjame quitártelo.
Tomé las demás botanas y se las llevé a los chicos, vah, se las dejé tiradas en el suelo y me fui a la habitación. No soporté ver como Britany ponía sus huesudas manos en el rostro de Adam y él muy complacido se dejaba manosear por ella.
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