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Capítulo 27-No quiero ir a la fiesta.


Capítulo 27




He estado atormentada estos últimos dos días por los chicos, tanto Chanyeol como Isa me presionan para que vaya a la dichosa "mascarada", y además Adam y Patrick han tratado de convencerme de ir con uno o con el otro de pareja.

¡Me tienen harta!

Patrick me ha comprado chocolates y me envía flores con mensajes y poesías cursis, que dicho sea de paso ya me están empalagando, mientras que Adam ha provocado que mi celular se frisara varias veces por la gran cantidad de mensajes pidiéndome que vaya con él. De diez mensajes que llegan a mi teléfono o whatsapp algunos ocho o nueve son de él. Es tan insistente que hasta ha tratado de chantajearme para que acepte su propuesta. En el último mensaje que mandó decía lo siguiente:


-Si no aceptas ir conmigo le diré a la directora que te metiste a mi cuarto en la noche e intentaste violarme.


Lo cual me pareció absurdo e infantil, además de ser imposible probar.

A mí lo único que realmente me importa es que Jessica les muestre a todos su talento. Me la he pasado planeando el momento de su presentación. Ya hasta convencí a la señorita Grettel que la anotara en el cronograma de la actividad. Será todo un espectáculo.


-¡Vamos, Jess! ¡Sal de ahí! Queremos ver cómo te queda el vestido.


-E-es que no estoy s-segura si me q-queda bien—Dijo tímida desde adentro del probador.


Rodé mis ojos desesperada, ya quería ver cómo le quedaba el vestido que habíamos elegido. La directora nos permitió ir al centro de la ciudad y comprar los trajes para la fiesta. Claro que nos dio un lapso de tiempo para volver al internado.


Estábamos ansiosas de ver cómo le quedaría ese vestido rojo que elegimos.


-¡Wao!


-¡Estas increíble!


No sabíamos quien estaba más sorprendida, si Isa que tenía la boca abierta o yo que casi se me salen los ojos. Jessica lucía increíblemente hermosa con ese vestido.


No sabía que tenía un cuerpo tan bien formado debajo de ese uniforme horrible del colegio. Ahora lo único que tenemos que lograr es que deje de encorvarse y que se muestre más segura de sí misma.


-¡Por Dios! Niña, ¿Por qué le ocultas al mundo todo lo que tienes?—Dijo Isa haciéndola dar una vuelta mientras ella se sonrojaba hasta las orejas.


-¿D-de verdad m-me queda bien?—Todavía preguntaba incrédula.


-Sí, luces hermosa, ¿estas ciega o qué? –La agarré por los hombros y la giré hacia el espejo—Mírate, esa eres tú.


Ella se miró fijamente y después de unos segundos sonrió, creo que es la primera vez que se da cuenta que es una linda chica.


-¡Bien! Ya tenemos el vestido de Jess, ahora vamos por el tuyo, Kara—Dijo Isa muy emocionada.


-¡Isa! Te dije que no iré a esa fiesta—Dije algo exasperada.


-¿Qué? ¿Cómo que no irás? –Cuestionó Jessica desconcertada—T-tienes que ir.


Fulminé a Isa con la mirada y mordiéndome los labios me dirigí a la pelirroja que me miraba con ojos de perrito maltratado.


-Es que...Yo, no iré pero, te ayudaré en todo detrás del escenario y...


-No, si no estarás ahí entonces no cantaré. No po-podré hacerlo sin ti.


-¿Qué? No, Jess. Si estaré contigo. No iré a la fiesta pero estaré ahí, detrás del escenario, contigo—Ella me dio la espalda y se encerró en el probador— ¡Jess! ¡Jess! –la llamé.


-¡No! ¡No cantaré!


-¡No, Jess! ¡Tienes que cantar! –Miré a Isabel entrecerrando mis ojos—Esto es tu culpa.


-¿Mi culpa? ¿Por qué?—Dijo fingiendo inocencia.


Resoplé haciendo que un mechón de mi cabello que estaba en mi rostro flotara por un breve segundo. Me sentí vencida y me rendí. No quería que Jess se sintiera decepcionada, quería que le mostrara al mundo que es una linda chica con mucho, demasiado talento.


-Está bien, ustedes ganan, iré a la fiesta.


-¡Siiiii! –Gritó Isa con expresión victoriosa y Jessica salió del probador sonriente.




Entre las dos me hicieron medir unos diez o quince vestidos, finalmente elegí uno que para mí era el más cómodo de todos. Tenía un color azul celeste, la parte de arriba era ceñida al cuerpo pero la de abajo era lo bastante holgada y con algo de vuelo.


-¡Oh por Dios! ¡Que linda estas!—Chilló Isabel dando palmadas, esa chica estaba terriblemente emocionada de verme con un vestido. Entonces me vi al espejo y reconocí el parecido que tenía con mi madre.



Había una foto en casa de ella con un vestido, creo que era de su graduación, tenía más o menos mi edad, su cabello era igual de rubio que el mío y sus cejas le hacían mostrar la misma expresión que tengo yo en estos momentos. Me sentía feliz de parecerme a ella pero no podía ocultar el hecho de que la extrañaba, de que quería que me viera con este vestido puesto.

Un puñado de sentimientos se alojó en mi pecho, eran tantos que llegaron hasta mi garganta para entaponarse todos juntos allí.


-¿Q-que sucede? –Preguntó Jessica.


-¿Kara? ¿Qué tienes?


Isabel me vio derramar una lágrima, la que retiré de mi mejilla de inmediato. No quería ponerme sentimental en ese momento pero ya era tarde, las chicas no me dejarían en paz luego de verme así.


-No es nada, creo que tengo una pestaña en mi ojo y...


-Y somos unas tontas descerebradas que te creemos—Miré la cara sarcástica de Isabel—Habla, ¿Qué sucede? ¿Por qué te pusiste así?


-Es que—bajé la mirada al suelo—Luzco muy parecida a mi mamá con este vestido.


-¿Y por qué lloras? ¿Te peleaste con ella?—Preguntó Jessica desconociendo mi historia.


-Su mamá falleció—Le aclaró Isabel.


Las chicas me reconfortaron con todas las buenas intenciones de subirme el ánimo, hasta me compraron pizza. Luego de comer todo estuvo bien otra vez, hasta que Isabel y yo empezamos a discutir.


-Tienes que comprar zapatos, Kara.


-No, no me pondré tacones.


-¿Entonces qué usarás?


-No lo sé, algo con lo que me sienta cómoda.

Y así llegamos al colegio, no nos pusimos de acuerdo y no compré tacones como ella quería.




No dejaba de recibir mensajes de Patrick y de Adam, pareciera que fuera una competencia y yo el trofeo, me sentía como un venado en tiempos de cacería.

Decidí apagar mi teléfono y escuchar música recostada en mi cama. Estaba tan cansada de andar de aquí para allá con las chicas que me dormí enseguida.

Esa noche soñé con mamá, que me abrazaba y que bailaba ballet junto a mí, como solíamos hacerlo cuando era niña, solo que el escenario de mi sueño flotaba en el aire en medio de un hermoso bosque de árboles gigantes. También soñé con un sujeto al que no podía verle el rostro, corrí tras él por toda la ciudad y lo único que alcancé a ver fue su sonrisa.


La luz del día sorprendió a mis ojos cuando los abrí, las ventanas estaban totalmente abiertas. Luego de acostumbrarme a la claridad pude ver a Isabel depilándose las cejas con una pinza, lo que creo que debe ser doloroso.


-Buenos días, Kara—Dijo con una sonrisa mostrando lo emocionada que estaba. Fue cuando recordé que la fiesta era esa misma noche.


-Buenos días—Dije aun con voz ronca.


Me fijé en el reloj y marcaban la una de la tarde. No sé cómo es que pude dormir tanto, ¿me drogaron o qué?


Oh, drogas, eso me hizo recordar...Adam, Liara, Patrick, Zack...


-Jessica viene dentro de media hora, nos aplicaremos una mascarilla—Isa me sacó de mis pensamientos.


-Es una mascarada, sus rostros no se van a ver, ¿para que se van a poner esa cosa?


Isa solo rodó sus ojos y me ignoró. Yo me metí al baño.


Luego de media hora huí de la habitación, antes de que me trasformaran en una verde extraterrestre. Atravesé los pasillos y todos hablaban de la fiesta. Era todo un fastidio estar ahí. Mi estómago me gritaba por comida y recordé que no había ingerido nada todavía.


Salí al patio aun con el frío congelante en donde me encontré con Tom.

Una sonrisa se formó en su rostro al verme y se acercó a saludarme.


-Oye, te congelarás si permaneces aquí por más tiempo—Se quitó su negro abrigo y me cubrió con el haciéndome sentir la calidez otra vez—Ahora está mejor—Sonrió y le sonreí.


-Gracias—Dije algo tímida. A veces Tom me hace sentir como una niña pequeña— ¿Viniste como padre o como fotógrafo? –Pregunté envolviéndome más en su abrigo.


-Ambas. Tomaré las fotos de la mascarada y al mismo tiempo, pues voy a monitorear como andan las cosas por aquí. Espero que tú y Liara no hayan tenido problemas otra vez—Levantó una ceja.


-Nah, de hecho ahora compartimos la misma mesa en el comedor.


-¿Es enserio?—Abrió sus ojos al máximo muy sorprendido.


-Sip, es en serio ¿Increíble, no?


-¿Y con Adam? ¿Todo va bien?


-Uuumm, pues sí...Creo que no podía estar mejor—Bajé la mirada un momento— No le puedo quitar lo imbécil pero puedo soportarlo—Hice una mueca.


-Me alegra escuchar eso, ustedes son buenos chicos.


-Oye, me preguntaba si...querías ir conmigo por un chocolate caliente.


-Pues...con gusto iría pero la directora no me dejará salir.


-Descuida, yo puedo encargarme de eso.


No sé cómo pero Tom convenció a la directora Watson para que me dejara salir. No fuimos muy lejos, las mejores tazas de chocolate caliente se encontraban en la cafetería de la plaza que estaba cerca del colegio, por donde anduve con Adam la noche pasada. Aun así era muy agradable salir.


Estar en compañía de Tom me hacía sentir relajada, los adultos generalmente son aburridos pero a él lo consideraba un sujeto muy interesante. Que usara botas y converse ya era motivo para ser genial ante mis ojos.


Se me hacía fácil hablar con él así que le contaba cómo me obligaron Isabel y Jessica a comprar un vestido para la fiesta.


-Y después de algunos quince vestidos al fin encontré uno que fuera cómodo—Tomé un sorbo de chocolate— Las chicas dicen que me veo bien con el pero ahora me presionan para que use unos tacones, y yo no uso tacones. Prefiero los converse—Tom me escuchaba atento hasta que levantó su cámara frente a mí.


-Sonríe.


Tom me tomó una fotografía, fue extraño pero sonreí como indicó.


-Eres igual a ella—Balbuceó al ver la fotografía. Habló muy bajo pero pude entender.


-¿Igual a quién?—Pregunté.


-¿Oh? –Levantó su mirada hacia mí—Igual a...aamm


Una mesera se acercó en ese instante interrumpiendo la conversación.


-Disculpe señor ¿Van a querer algo más?


-No, gracias. De hecho ya nos íbamos—Dirigió su mirada hacia mí—Perdón, Kara pero le prometí a la directora Watson que no tardaríamos.


-No importa—Me encogí de hombros—No pensaba salir hoy de todos modos.


Caminábamos hacia el estacionamiento cuando de repente algo increíblemente precioso me hizo detener en frente de una vitrina. Eran los converse más lindos que jamás haya visto, podría jurar que mis ojos brillaban al verlos. Tenían parte gris y otras negras, era una mezcla perfecta de colores.


-¿Kara?


La voz profunda de Tom me sacó de mi trance, recordé que estaba en el mundo real y que no tenía dinero en mis bolcillos para comprar esas bellezas que acababa de descubrir en esa tienda.


-Sí, ya voy.


Me despedí de Tom y enseguida subí a mi cuarto, esperando que las chicas ya no parecieran esos verdes extraterrestres que parecían esta mañana.


Afortunadamente sus caras ya no estaban verdes, pero tenían toda una tubería en la cabeza.


-¿Kara, en donde has estado? ¿Y por qué usas un abrigo de hombre?—Me preguntó Isa mientras se limaba las uñas.


Me miré y recordé que no le había devuelto su abrigo a Tom, pero ya era tarde para hacerlo, lo más probable es que se haya ido y no vuelva hasta la noche.


-Ah, es que estaba con Tom. Salí sin abrigo al patio así que me prestó el suyo.


-¿Tom?—Dejó de limar sus uñas para regañarme, siempre que me mira así es que va a regañarme— Kara... ¿No crees que es raro que estés tanto tiempo con el padre de Liara?


-¿Eres amiga d-de Tom James?


Jessica estaba sorprendida, hasta yo me sorprendo a veces, pero no sé qué decir, Tom me cae muy bien.


-Pues, Tom es un tipo genial, de hecho no tengo idea de cómo tuvo una hija como Liara, aunque ella no es tan plástica como pensaba eh, cuando fuimos al hospital la otra vez se portaba muy bien con los enfermos.


Me quité el abrigo y después de colocarlo en mi closet me dejé caer sobre mi cama y me senté al estilo indio.


-Ella c-cambió cuando empezó a j-juntarse c-con las mellizas, de hecho Liara era m-muy amable antes de c-conocerlas, y antes del incidente con Zack.


-¿Incidente? ¿Tú...que sabes sobre eso?


-Mi padre es el abogado que llevó el caso, ¿Ustedes q-que saben sobre eso?


Me acomodé más y la miré atenta.


-Escuchamos algunos rumores—Me acomodé más—Entonces, cuéntame todo lo que sabes, niña.


Jessica nos contó muchas cosas que ya sabía, a excepción de cómo eran Liara y Adam antes de que sucediera todo. No puedo creer que Liara haya sido voluntaria en el orfanato en donde estuve con Adam, que usaba converse, o que jugaba fútbol. Supongo que lo que sucedió con ese chico, Zack, le trastornó la mente, aunque según Jessica su mamá influyó mucho en el cambio.

Por otro lado lo que dijo de Adam no es tan diferente de lo que es ahora. 








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!HOLAAAAAAAAAAAAA!


Si, si, ya se que tarde muchísimo en publicar esta vez pero créanme, no fue por gusto. 

Y para que vean que los quiero el próximo capitulo se publicara muy pronto, así que esperenlo, estará muy intenso. >.< 


Att. Leny. 



!BANANAAAAAA! 


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