Capítulo 22-No sentí nada

Ahora estaba peor que antes.

No sabía quién era mi verdadero padre, por qué ese sujeto dijo que lo era y cómo diablos era mi madre. Estaba tan confundida que ya no sabía que creer o a quien creer. Si le pido explicaciones a tía Kate o a mi abuelo lo más probable es que se negarían a contarme cualquier cosa que tenga que ver con mi madre, y mi abuela, se dejaría llevar por ellos.

Llegó el fin de semana y todos estaban alborotados. Isabel tenía una cita con Chanyeol y ella se pasó todo el día midiéndose ropa, estaba muy emocionada, creo que de verdad le gusta ese chico. Mi primo Kael también saldría con sus amigos, lo habían invitado a una fiesta. Él no quería dejarme sola pero yo le insistí en que estaría bien, aunque sabía que era todo lo contrario. ¿Cómo podría estar bien después de saber que mi padre no era Robert Hamilton?

He tenido un fuerte dolor de cabeza desde ese día que fui con Adam al hospital, no dejo de pensar en todo lo que me dijo ese hombre antes de morir. Tampoco dejo de preguntarme quién diablos es mi padre.

Vagaba por los pasillos tratando de alejarme del barullo que armaban todos por salir del colegio. Pensé ir al teatro pero no tenía ganas ni de bailar, además no quería encontrarme con Adam, él había estado muy preocupado por mí y no quería arruinar su fin de semana con mis lamentaciones.

Y pensar que al principio no podía ni verlo. Realmente se ha vuelto un gran apoyo.

Atravesé el patio a pesar de la brisa fría que hacía en ese momento y fui a parar al campo de arquería. Retiraba mi cabello de mi rostro para poder ver mejor al arquero que lanzaba su flecha.

Después de cinco minutos sus ojos azules se encontraron con los míos y se dirigió hacia mí con una amplia sonrisa en su rostro.

-¡Hola!

-Hola—Le dije después de recibir un beso en la mejilla de su parte.

Me abrazaba a mí misma por el frío que sentía, fue una mala idea salir al patio sin abrigo. El invierno se asomaba cada vez más y nadie podía detenerlo.

-Oye, ¿me estabas espiando otra vez?—Preguntó divertido.

-No, solo buscaba un lugar tranquilo y pues...llegué hasta aquí sin darme cuenta.

-Bueno, ya que estas aquí, ¿te gustaría tomar otras clases de arquería?

-Sí, claro.

Sin darme cuenta pasó el tiempo y dos horas después ya sabía algunas técnicas de como lanzar la flecha hasta centro del blanco. Patrick era un excelente instructor y también un excelente arquero. Por otro lado tampoco perdía el tiempo para seducirme. Se la pasaba coqueteándome.

-Ven—Dijo agarrando mi mano y llevándome hasta un árbol—. Quédate ahí y no te muevas.

-¿Qué vas a hacer?—le pregunté curiosa.

Él se alejó un poco y tomó una flecha.

-Voy a poner la flecha en la rama que está justo encima de tu cabeza.

-¡¿Qué?!—Abrí mis ojos al máximo cuando vi que apuntaba la flecha hacia mí— ¿Estás loco? ¡Vas a matarme!—Grité.

-Cierra los ojos, te aseguro que no te haré daño—Dijo muy confiado, tanto que le hice caso. Antes lo vi lanzar la flecha y de verdad era muy bueno. Tragué saliva y apreté mis puños esperando sobrevivir.

De repente sentí sus labios sobre los míos y abrí mis ojos sorprendida. Puse mis manos en su pecho y él se echó para atrás mirándome a los ojos sonriendo.

-Te dije que no te iba a hacer daño—Susurró, yo seguí su mirada y vi la flecha clavada en la rama que estaba encima de mi cabeza. Él había caminado hasta a mí y la había puesto deliberadamente. Sonrió y pegó sus labios a los míos otra vez.

Patrick besaba muy bien, eso no podía negarlo, pero...su beso, no me hizo sentir nada. Así que lo detuve empujándolo un poco hacia atrás con mis manos.

-¿Qué sucede?—Preguntó.

-Es que...lo siento, creí que sería diferente.

-¿Diferente? ¿De qué hablas?

-No lo sé, no me sentí...bien—Me sentí algo avergonzada delante de él y no sabía que decirle. Su expresión no era la más feliz del mundo, pero no lo culpo, yo estaba rechazándolo—. No me malinterpretes, tú, besas muy bien, es que...es solo que yo, creo que no es el mejor momento de mi vida. Perdón.

Corrí hacia el colegio otra vez, me sentía tan tonta, debo estar loca para rechazar un chico como Patrick.

Tenía tantos pensamientos en mi cabeza que no me di cuenta que una persona estaba parada en medio y sin poder evitarlo a tiempo tropecé con ella hasta caer al suelo.

-Lo siento, iba distraída.

Levanté la cabeza y vi que con quien había tropezado era Tom. El me ayudó a ponerme de pie ofreciéndome su mano y me sacudí la tierra de mis pantalones. Ese día no teníamos que llevar uniformes.

-!Oh, Kara, lo siento! ...H-hola.

-Hola—Respondí a su saludo.

-¿C-cómo has estado? ¿Te va bien en el colegio? ¿No has peleado con Liara otra vez, verdad?

-¡Oye, hoy sí que estás en modo de padre!

-Oh, perdón, no quise incomodarte—Se le notó avergonzado.

Reí.

-Descuida, no lo haces.

Aunque quisiera que alguien más me hiciera esas preguntas.

¡Como quisiera tener un padre que me preguntara lo mismo! Liara tiene mucha suerte de tener a Tom.

-¿Y por qué venías corriendo?—Preguntó.

-Pues...

Caminé unos pasos y me senté en uno de los muebles de madera que estaban en la terraza, Tom me siguió y también se sentó.

-Es que acabo de rechazar al único chico que me gusta en todo el colegio—Le conté sin mirarlo.

-¿Un chico? ¿Te gusta un chico?—Dijo medio sorprendido.

-Bueno, ahora no se si realmente me gusta.

-¿Por qué lo rechazaste? ¿El hizo algo malo? ¿Intentó pasarse de listo? Porque si es así iré ahora mismo a romperle la cara—Tom se paró mostrándose enojado.

Su actitud me sorprendió un poco, parecía como si fuera mi padre escuchándome hablar de un chico por primera vez.

-No, Patrick es un chico muy amable. El no haría nada de lo que estás pensando.

Tom volvió a sentarse.

-¿Entonces qué pasó? Digo, si es que puedo saber.

-Pues, yo no lo sé. Cuando me besó no sentí nada. No sé si me comprendas, pero creo que no debo ilusionarlo si no siento nada por él. Al principio me gustaba mucho pero ahora no se.

-Esperabas sentir algo como esas mariposas en el estómago de las que todo el mundo habla, ¿cierto?

-Sí, algo así, supongo.

-No siempre la persona que te gusta es la indicada. A veces quien menos piensas es quien te hace sentir que el mundo se voltea al besarlo.

Vi que Tom se perdió en sus pensamientos y decidí tener la osadía de preguntar.

-¿Tú has sentido eso, verdad? Has besado a una chica que te hizo sentir así.

-Sí, hace muchos años conocí a una chica que me hizo sentir lo que nadie más pudo hacerme sentir.

-¿Y qué paso? ¿Dónde está ella?

-¿Cómo sabes que no es mi esposa?

-Porque dijiste "conocí" a una chica. Si hubieras dicho "conozco" o te hubieras referido a tu esposa directamente...

-Cierto.

-Entonces, ¿Qué sucedió? –Volví a preguntar, por alguna razón quería escuchar la historia. Tom parece ser del tipo de persona que tiene una vida interesante.

-Pasaron muchas cosas. Hubo gente que hizo todo lo posible para separarnos...Y lo lograron—Al parecer para Tom ese tema era muy importante. Pude ver que sus ojos se cristalizaron, estaba a punto de llorar, y aunque trató de fingir que estaba bien yo pude darme cuenta que le afectaba—. Pero no estamos hablando de mi—fingió una sonrisa—Estamos hablando de ti y ese chico...

-Patrick, se llama Patrick.

-Te voy a decir algo que talvez no te agrade—Lo miré atenta—. Cuando Adam te llevó a mi estudio creí que terminarían juntos.

-¿Adam y yo? ¡No! –Reí ante lo absurdo que suena— Es cierto que ya no me irrita tanto como antes y se podría decir que aprendimos a tolerarnos pero no podríamos ser novios. Él es el egocentrismo hecho persona y yo lo estrangularía en cualquier momento—Reí otra vez.

-Yo creo que harían una buena pareja. Adam es un buen chico.

En ese momento nuestra conversación fue interrumpida por el sonido de su teléfono. Miró la pantalla del aparato y no lo contestó.

-Tengo que irme—Dijo al levantarse.

-Oye...Gracias por escucharme—Le dije sinceramente.

Tom sonrió y un momento después me abrazaba.

Talvez era porque tenía frío pero fue muy cálido y reconfortante. Luego me sentí algo incomoda, su abrazo ya se estaba prolongando más de lo normal. Sin embargo no sentí que tuviera malas intenciones.

-Eh, perdón. No sé qué me pasa hoy, creo que el clima me puso un poco sentimental—Tom tenía sus ojos aguados otra vez ¿Qué le sucedía hoy?

-No te preocupes, entiendo.

Me despedí de Tom y entré al colegio. Después de ayudar a Isabel a elegir su ropa para la cita con Chanyeol me acomodé en mi cama e inicié una conversación en línea con mis amigos Sally, Evan y Dan.

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¡Hola!

Aquí estoy, tarde pero seguro.

¿Qué les parece que Kara haya rechazado a Patrick?

Anyway, espero que no dejen de leer y que se diviertan leyendo cada capítulo.

De verdad los adoro, ya vamos por más de dos mil lecturas.

Gracias por leer lo que escribo.

¡BANANAAAAA!

Att. Leny :D

Nota: Estoy publicando mi nueva novela de fantasía "El legado de Soriet"

Espero que pasen a leerla y les guste.