Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 2 "Uniformes"

Capítulo 2 "Uniformes"


"Se amable, se romántico, se alegre, se aburrido, se sensible, se loco, pero no dejes de ser tu".



-¿Uniforme? ¿Enserio usaremos uniforme?

Tenía pegada en mi rostro una expresión de tragedia. En la escuela que iba en Estados Unidos jamás usé uniforme, jamás. Y ahora estaba escuchando a la directora decir "Pueden pasar por sus uniformes en la oficina de registro". Era como que esas palabras taladraban mi cabeza, usar uniforme significaba tener que andar por ahí luciendo igual que los demás ¿Enserio? Kara Marie Ferguson no era para nada "igual" a los demás, soy única en mi especie, soy la única "Yo" en el mundo, y no podía permitir verme igual a los demás, eso sería un golpe muy duro para mi orgullo.

-Vamos Kara, no es TAN malo como piensas. Es solo un uniforme.

A Isa no le importaba usar uniforme, de hecho no le afectaba en lo más mínimo. En República Dominicana es obligatorio usar uniforme para ir a la escuela, así que a ella le daba lo mismo.

-No, jamás seré igual a ellos.

-Kara—Me sostuvo por los hombros y me miró a los ojos—nunca serás igual a los demás por usar uniforme, entiende que no importa cómo te vistas, tus acciones son lo que te definen.

Me asustó un poco por la reacción "reflexiva" de mi compañera de cuarto. Me agradaba Isa, pero todavía no éramos "amigas", así que me resultaba incomodo recibir consejo de ella.

-Lo sé, sé que no dejaré de ser yo ¡bff! Nunca podrán cambiarme. Es solo que no quiero verme como una lela inglesa con uniforme.

Aparté las manos de la chica latina y caminé unos pasos de aquí para allá mordiéndome la uña de mi dedo pulgar. Pensaba una forma de arreglármelas para no tener que usar uniforme, pero todos mis planes eran desechados al final.

-¿Y qué harás entonces? Es una de las reglas del internado.

-¡Eso! Me acabas de dar una idea—una curva traviesa se formó en mis labios.

Isa fue arrastrada por mí fuera de la habitación, caminamos por el largo pacillo del dormitorio de chicas, nos topamos con una que otra Barbie de nariz respingada y algunas lelas que ya vestían su uniforme. No tenía idea de cómo llegar pero tenía claro hacia donde quería ir. Estaba buscando a Grettel, era la encargada de registrar todo, exámenes, expedientes, notas médicas y todo documento referente al internado y los internos. Para llegar a ella solo tenía que dirigirme a la oficina de registros, donde casualmente debía ir a buscar el uniforme. Pero me había perdido, el internado era tan grande que no sabía dónde quedaba nada, además siempre fui mala orientándome.

-Te dije que era por aquí, por aquel lado ya hemos pasado dos veces.

Isa era mejor orientándose, me había dicho ya cinco veces que era por la puerta grande de la derecha y luego escaleras arriba hasta llegar al segundo piso, luego caminar por el pacillo de la derecha y por último entrar a la tercera puerta a la izquierda, era todo un lio en mi cabeza. Dejé de insistir que era la puerta de la izquierda después de ver unos chicos salir con sus uniformes en las manos de donde decía Isa.

-¡Hey! Ahí estas de nuevo ¿Vienes por tu uniforme?

Ahí estaba otra vez Chanyeol, mostrando sus dientes en una linda curva formada por sus labios. Llevaba en sus manos los uniformes correspondientes al diario, deportes e invierno. Sus ojos se desviaron hacia la chica latina que estaba junto a mí y mostró su sonrisa amable otra vez, solo que con algo más de intensidad y brillo en sus ojos.

-Hola, creo que a ti no te había visto. Soy Chanyeol.

Saludó con la mano sin dejar de mostrar sus dientes.

-Hola—respondió Isa muy tímida al saludo del chico.

-Un placer conocerte...Emm...?

-Isabel, Isa está bien. Digo que puedes llamarme Isa jejeje.

Miré a Isa y arrugué mi entrecejo por lo torpe que estaba siendo. Cuando ella llegó al cuarto se presentó con mucha seguridad y ahora estaba actuando como una boba. Puse mis ojos en blanco al ver lo lela que se pone una chica cuando le gusta un chico. A mí también me han gustado miles de chicos, pero vamos, nunca se pondría así de lela. Al menos podría sostener una conversación decente.

-Entonces vienen por su uniforme...

-A Kara no le gustan los uniformes, dice que tiene un plan para no estar igual que el resto.

-¿Enserio? Por favor Kara, sé que no están geniales pero tampoco son los estridentes uniformes anaranjados que usan en las cárceles de Estados Unidos.

-¡Odio los uniformes! y jamás, escúchame, jamás me vestiré igual a los demás.

Isa puso sus ojos en blanco y fue arrastrada por mi otra vez hacia la oficina de Grettel, dejando a Chanyeol seguir su camino hacia donde quiera que estuviera yendo. Llegamos donde unos estudiantes acababan de salir con sus uniformes después de recibir una especie de recibo de las manos de Grettel, esta nos miró a través de sus lentes y buscó en la pila de los uniformes.

-Isabel Altagracia Álvarez y Kara Marie Ferguson, ambas recién ingresadas y de tercer año. Esperen un momento por favor.

Luego de unos veinte o treinta segundos tenía dos paquetes de uniformes en las manos. Los puso encima del escritorio y empezó a anotar algo en una hoja cuadriculada. Isa y yo nos mirábamos entre sí, ambas quedamos sorprendidas de como la mujer sabia nuestros nombres completos.

-Bien, deben firmar aquí—indicó con el dedo apuntando la esquina de la hoja.

-Em, señorita Grettel...

-¿Si? ¿Hay algún problema? Estoy segura que esos son sus medidas.

-Es que...queríamos saber si existe algún documento con el reglamento del internado—pregunté.

-¿Reglamento? Sí, sí lo hay ¿Por qué?

-Es que como sabe, somos nuevas aquí y nos gustaría leer el reglamento si es posible.

-¿No escucharon las orientaciones que dio la directora, verdad? ¡Ah! Adolescentes.

La mujer delgada en traje gris se levantó de su asiento y empezó a buscar en un archivero detrás de ella. Minutos después sacó de ahí un pequeño libro rojo y nos miró fijamente.

-Aquí está, este es el libro que contiene el reglamento del internado. Se los voy a prestar pero tendrán que devolverlo.

-Está bien, les sacaremos copias y lo traeremos en seguida.

Sonreí complacida, tomé el pequeño libro rojo y salí de la oficina. Isa antes de seguirme tomó los uniformes y ambas fuimos a la biblioteca a sacar copias del libro. Al llegar al lugar nos topamos con alguien que estaba cargando una pila de libros con sus delgados brazos, no se le podía ver la cara de tantos libros que llevaba pero si se notaba que se trataba de una chica.

Empezamos a fotocopiar el libro del reglamento nosotras mismas. Mientras esperábamos, le contaba a Isa lo que pretendía hacer con mi uniforme. Isa no estaba convencida de que fuera buena idea pero yo estaba casi segura de que nadie podía castigarme por lo que pensaba hacer con el uniforme, solo tenía que confirmarlo. Es por eso que busqué el reglamento del internado, para asegurarme que nadie pueda reclamarle nada.

Ambas volteamos en seguida cuando de repente escuchamos un ruido, la chica que llevaba la gran pila de libros había caído al suelo con todos los libros encima. Corrimos para saber de quien se trataba, era la chica pelirroja que tartamudeaba. Le ayudamos a ponerse de pie y esta agradeció avergonzada.

-¿Segura que estas bien?—preguntó Isa por tercera vez.

-S-sí, g-gracias.

La chica se recompuso y con nuestra ayuda puso todos los libros encima de un escritorio.

Después de ayudar a la pelirroja encorvada volvimos donde la señorita Grettel para devolverle el pequeño libro rojo, claro Isa como guía. Había jóvenes entrando y saliendo de la oficina debido a los uniformes, era increíble como Grettel los atendía tan rápido, sin duda era muy eficiente en su trabajo.

Salíamos de la oficina, iba tan rápido que casi choco de frente con un chico. Frené a tiempo evitando caerle encima pero su cara quedó a milímetros de la mía. No pudo evitar perderme en la mirada del chico que tenía unos ojos azules tan intensos como el mar. Su nariz rozó con la mía y me alejé retrocediendo unos pasos.

-Hola, Kara Marie Ferguson—dijo el chico formando una curva en sus labios.

-¡Woaah! ¡Que rápido eres! Solo han pasado unas horas y ya tienes mi nombre con todo y apellido. Tengo que reconocer que tienes habilidades.

-No fue difícil, tu nombre anda en las redes sociales, eres la noticia del día por haberle dicho a Liara James Wishburn que no cagaba y que tenía el culo tapado. Creo que va a ser muy divertido tenerte aquí—soltó una risita breve y luego se quedó mirándome.

¿Por qué rayos me mira de esa forma? Mis hormonas tienen una fiesta dentro de mí. Creo que empezaba a ruborizarme, sentía que mis mejillas se calentaban mientras más lo veía.

Se escuchó entonces un carraspeo a mi costado y recordé que Isa estaba presente, dejamos de mirarnos y el saludó cortésmente.

-Disculpa, soy Patrick.

-Isabel—Estrecharon las manos.

-La chica latina que no quiso darle paso a Liara.

-Esa misma—Dijo Isa orgullosa con la cabeza erguida.

-Bueno, ya nos vamos. Tenemos cosas que hacer.

-¡Espe...

No dejé que Patrick nos detuviera, tenía que arreglar lo de mi uniforme lo antes posible. Debía estar listo para el día siguiente.

-¡Está buenísimo! –Dijo Isa mientras caminábamos por los pacillos. Pero esa expresión la dijo en su idioma natal, español, por lo que no entendí nada.

-¿Qué dijiste?—arrugué en entrecejo.

-Dije que se ve bien, es apuesto, sexy, candente...

-¡Ah! ¡Uuff! Si, está que arde—mordí mi labio inferior—. Ahora tenemos que confirmar si en verdad tiene cerebro o si solo está fingiendo—Ella rió y yo me contagié de su risa, que un chico sea lindo o sexy no quiere decir que no sea un patán, imbécil o descerebrado.

.......

Estaba entusiasmada con lo que iba a hacerle al uniforme pero Isa estaba preocupada, seguía creyendo que era una mala idea, por eso optó mantenerse al margen y solo observar lo que estaba haciendo, trataba de persuadirme para que no me metiera en problemas pero aun no éramos tan cercanas como para que le hiciera caso. Por otro lado también era becada, así que debía mantenerse lo más lejos posible de cualquier problema. Yo entendía eso pero estaba segura de lo que hacía, así que continuaba adelante con mi plan. Leí el reglamento completo y en ninguna parte dice que no puede hacer lo que hacía.

Gracias al curso de costura y bordado que mi abuela me obligó a hacer cuando tenía doce, pude hacer que mi uniforme luciera más como yo, único e irremplazable. No puedo esperar a ver la cara de los demás cuando me vean con él puesto.

Me fui a la cama y tardé más de media hora en dormir, no podía evitar pensar en él...en mi...mi padre. Encontrarlo fue una de las razones por la que acepté venir a este internado en Londres, si no hubiera hecho todo un drama para no venir a esta cárcel.

Ahora entenderán a lo que me refiero...

Flashback:

Estaba que botaba chispas cuando mi abuelo me dijo que me enviaría a un internado en Londres. Como siempre quedábamos en un acuerdo de cumplir un castigo, las amenazas de mandarme a esa prisión juvenil disfrazada de escuela donde estaba mi primo se esfumaban. Pero ahora no lo podía creer, esta vez si iba enserio, hasta me mandó al cuarto a recoger mis cosas porque me iba al día siguiente ¡Al día siguiente! ¿Enserio? Ni siquiera me daban tiempo para despedirme de mis amigos. Solo me escapé a una fiesta, cualquier adolescente lo hace. Bueno, ya era la octava fiesta a la que iba sin permiso en ese mes, pero que querían que hiciera si siempre me negaban el permiso.

En fin, lo que empeoró todo el asunto fue una redada que hubo en la fiesta. Alguien informó a la policía que menores de edad se emborrachaban y se drogaban en ese lugar. Sí era cierto, pero eran otros chicos estúpidos, no yo, ni mis amigos. Nosotros solo tomamos algunas cervezas y bailábamos. Cuando llegó la policía yo estaba en el baño y por eso no pude escaparme, estaba en un décimo piso y era imposible que me lanzara por la ventana, ni que fuera suicida.

Era la primera vez que veía a mi abuelo tan decidido, cuando se ponía así lo mejor para mí era darle una fuerte dosis de niña buena y arrepentida. Ya tenía preparadas mis lágrimas para pedirle perdón y que no me enviara a ese internado.

Pero justo antes de entrar a su cuarto escuché una conversación que hizo que mis pensamientos cambiaran radicalmente.

-¿Estás seguro que quieres mandarla a Londres? Ella podría encontrarse con su padre ¿No has pensado en eso?

La frase "Ella podría encontrarse con su padre" en la voz de mi abuela resonó en mi cabeza como eco en la montaña. Mi cuerpo se paralizó y sentí un escalofrío recorrerme por todo el cuerpo. Ellos, mis abuelos, nunca quisieron hablarme de mi padre, incluso cuando mi madre murió, nunca, nunca me hablaron de él, ni si quiera su nombre.

Y ahora estoy escuchando a mi abuela decir que podría encontrarme con mi padre en Londres.

-Eso no pasará, ella no sabe ni siquiera su nombre. Además es una ciudad muy grande, no existen muchas probabilidades de que se encuentren.

-¡Pero las hay! –mi abuela alzó la voz notablemente alterada—Cariño, no quiero arriesgarme a perderla, sabes que si él llega a encontrarse con ella la alejará de nosotros—disminuyó el volumen de su voz. Ahora parecía estar llorando—Va a odiarnos, si se entera de todo—se ahogó en llanto.

¿Qué rayos significa todo esto? ¡Enserio, esto es muy complicado para mí!

Mis piernas se debilitaron, mi cabeza estaba algo aturdida y tuve que pegarme a la pared para no caerme. Seguí escuchando lo que decían y cada vez comprendía menos ¿Por qué mi padre me alejaría de mis abuelos? ¡Se supone que me abandonó! O eso pensé toda mi vida. Alguien que nunca quiso ni buscó a su hija no tiene ningún derecho a alejarme de mis abuelos.

-¿Alejarla? ¡Pero si eso es lo que estoy haciendo yo mismo! La estoy alejando de aquí. No quiero hacerlo pero es necesario. Solo espero que en ese lugar aprenda a ser más disciplinada y que madure de una vez. No lo entiendo, no sé en qué momento todo se salió de control. Antes era una niña adorable.

Cierto "era" adorable... Todo cambió desde ese día en aquel recital de ballet. Pero eso es otra historia...

Seguí escuchando y de nuevo habló mi abuela con tono de angustia.

-Llamaré a Kate, ella debe estar al tanto de todo. Tampoco quiero que vaya a decirle que su padre vive en Londres.

Fin de flashback

Y así señores, es como decidí venir a Londres. Quiero y necesito saber todo acerca de mi padre, sobre todo saber por qué mi abuela dice esas cosas.



////////////////////


Esos ojos azules de Patrick me matan (Foto de Patrick en multimedia) 

Hola chicas...y chicos...

Estoy muy emocionada con esta nueva historia. Espero poder mantener la originalidad y evitar los clichés...Siempre espero leer lo que opinan, sus suposiciones acerca de la historia, lo que piensan de los personajes, etc.  No tengan miedo !Anímense a comentar algo!

 PD: Tengo sueño y tengo trabajo mañana...

Att. Leny :p




Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro