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Capítulo 13-Final de la búsqueda.


Capítulo 13

Este capitulo va dedicado a Jokagaff por apoyarme y haberme insistido en seguir escribiendo. 



Llamar o no llamar...He ahí el dilema.

.-Kara Ferguson.



Allí estaba yo encerrada en mi cuarto, atiborrada de libros y papeles. Tenía que hacer un reporte de lectura para entregarle al maestro Wesley, la tarea de matemáticas que postergué hace una semana y un resumen de historia que debo terminar antes del viernes, o sea mañana. Pero eso no es todo, también tengo que hacer la tarea de Adam y encima de eso limpiar sus zapatos. Eso sin contar que tuve que acompañarlo dos veces al orfanato esta semana.


-¿Me vas a decir qué clase de apuesta perdiste para que ahora seas la esclava de Adam?


-Ya te dije, Isa. Aposté que Kael no duraría un día en ballet y perdí. Ya vez que lleva casi una semana—. Limpiaba los zapatos tirada en el suelo. Estaba toda sucia de lustrador de zapatos, parecía indigente.


Isa insistía en saber la verdad. Ella no se traga el cuento de la apuesta en su totalidad. Solo espero que al igual que los demás termine por creérselo. No quiero que nadie más se entere que bailo ballet.

Ah, por cierto, se me olvidaba contarles sobre Kael y su primera experiencia en el ballet.

Mi querido primo ha pasado toda la semana adolorido. Nunca pensó que el ballet fuera tan difícil. Al final de cada día tiene que ponerse hielo encima de los músculos y tiene los dedos gordos de los pies llenos de ampollas. Debe ser terrible para él. Sin embargo, no parece querer retirarse. Dice que ha conseguido más chicas después de integrarse a las clases de ballet.






Abrí mis ojos y lo primero que vi fue el hermoso rostro de Patrick. El azul de sus ojos estaban más intensos que nunca y me sonreía de manera dulce. Levanté mi cabeza y también le sonrió.


-Hola, preciosa—Me dice.


-Hola—Respondí con timidez.


-Despierta.


-¿Qué?—Pregunté confundida.


-Despierte señorita Ferguson. No es hora de dormir.


Y así su rostro se fue transformando en la cara del maestro Wesley.


Terminé de abrir mis ojos totalmente y me di cuenta de que me había quedado dormida en la clase de literatura del maestro Wesley. Todos reían y se burlaban de mí hasta que el maestro les lanzó una mirada fulminante a todos para que siguieran en lo suyo.

Al salir de clases no faltaron las burlas de Liara y sus lacayas, Hinga y Gerga, quienes lucían más delgadas. Ambas querían entrar a la agencia de modelaje de la mamá de Liara y para eso se sometieron a una dieta. Si siguen así van a desaparecer.

No le di importancia a los comentarios de ninguna de ellas y salí del salón con Isa.



Andaba como zombi por los pasillos y me dormía en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso en el almuerzo. Había pasado toda la noche haciendo mi tarea y la de Adam.


Estando en la hora del almuerzo mientras trataba de dormir un poco, sentí que alguien se sentó a mi lado. No era Isa ni Chanyeol porque ambos estaban en el patio ensayando una obra de teatro, y mi primo Kael estaba en otra mesa con el idiota de Adam y unas chicas de cuarto año.

Solo quedaba la posibilidad de que fuera...

Patrick...


Cuando sentí que acariciaban mi rostro suavemente abrí los ojos. Él estaba mirándome atentamente y sonreía cálidamente.

Quisiera ver esa cara cada vez que despierte...

Me encantan sus ojos. Son tan lindos...Su sonrisa es tan linda...Y sus labios... ¡Oh, Dios!


-Oye, luces cansada. No debiste hacer esa tonta apuesta. Además te dije que ese tipo no es de fiar.


-¡Auch! –Levanté mi cabeza y sentí un terrible dolor en mi cuello.

Esta vez si era cierto. Él estaba frente a mí.


-¿Qué pasa?—Preguntó.


-No es nada importante, solo me duele un poco el cuello.


-Eso te pasa por dormir sobre la mesa...Tampoco deberías dormirte sobre los pupitres o en la escalera.


-Un momento ¿Me estas vigilando?


-Digamos que tienes un admirador secreto—Sentí mis mejillas calentarse e hice el intento de cubrir mi rostro con mi cabello y recuperar mi compostura.


-Si me lo dices ya no es secreto—Sonreí.


-Me has descubierto. No me quedó de otra—Se encogió de hombros y luego se relamió los labios. Acto que me hizo desear apoderarme de ellos en ese momento.


Sacudí mi cabeza para quitarme ese pensamiento de mi mente.


Volví a sentir dolor y llevé mi mano hacia mi cuello.


-Oye, deberías ir a la enfermería y tomarte algo para el dolor.


-Creo que sí debería ir—Continuaba sobándome el cuello cuando de repente él se me acercó, tanto que podía sentir su respiración sobre mi rostro.


¿Este chico piensa matarme o qué? Estando tan cerca es más difícil controlar mis impulsos.

Era inevitable no ver como se movían sus labios al hablar. Detuve mi respiración y mis músculos se paralizaron. Solo lo miraba a él. Me había olvidado de los demás chicos que estaban ahí.


-¿Te digo un secreto?—Me susurró. Hice un esfuerzo sobre humano y le contesté.


-Te escucho—También le susurré para seguir su juego.


-A veces finjo que me duele la cabeza, voy a la enfermería y me quedo allí toda la tarde acostado en la camilla— Me guiñó un ojo, se levantó y se fue.



Si me preguntan que pasó durante la tarde no podría decirles. Se habría quemado el internado conmigo adentro y yo ni me enteraría. Pasé toda la tarde en los brazos de Morfeo. Y déjenme decirles algo, la camilla de la enfermería era muy cómoda. Me salté las clases de arte y las de educación física.


Después de cenar me reuní con Kael en la terraza. Seguíamos buscando a mi padre en internet. Mi primo buscó en todas las redes sociales usadas en el mundo pero no encontrábamos nada.



-Es inútil, no lo encontraremos. Debe de haber cientos, tal vez miles de tipos con ese nombre en el mundo—Me eché para atrás en el sofá grande.


-Aquí está lo que me pediste. Ahora debes de conseguirme una entrada a la premier de Star War como prometiste–me levanté al instante. Un chico delgado de aspecto algo fúnebre le pasó una hoja de papel a mi primo y luego se fue.


-¿Quién era ese? Parece un muerto viviente.


-Ese, mi rubia e impulsiva prima, es Arnold. Es un mago en tecnología.


-Ah, un hacker—Dije sin interés.


-Es más que un hacker. Es lo que le sigue a un hacker. Y...le pedí que investigara el paradero de tu padre—Abrí mis ojos al máximo.


-¿Qué hiciste qué? ¿Estás loco? No quería que nadie se entere de esto.


-Kara, ya no tenemos que seguir buscando—Me mostró lo que contenía la hoja. Era una fotografía de una licencia de conducir. Lucía más viejo pero estaba segura de que era él.


Robert Hamilton...


Ese hombre puede ser...mi padre.


Desde que Kael me mostró esa hoja no podía concentrarme en nada. Estaba perdida en mis pensamientos.


-¿Qué harás ahora, Kara?—Recordaba la pregunta que me hizo mi primo.


¿Qué debo hacer? ¿Lo busco? ¿Lo llamo?


Necesitaba aclarar mi mente. Mi cabeza estaba hecha un lió. No podía dormir y me levanté de la cama.


No tenía permitido deambular por los pasillos, así que pensé en un lugar donde podía estar sola sin que nadie me molestara, el teatro abandonado.

Ya había ido allí varias veces durante la semana cuando salía de las clases de arte y por eso no me perdí en el camino.

Llegué y me puse las zapatillas de ballet.

Daba vueltas y vueltas tratando de no pensar en nada. Me detuve cuando de pronto escuché que la puerta se abría. Pensé que era uno de los guardias.


-Ah, eres tú.


Él frunció el ceño, seguro no esperaba verme ahí a esa hora de la noche. Aunque la verdad es que yo tampoco esperaba que él estuviera allí.


-¿Qué haces aquí a esta hora?—Preguntó. Tenía en sus manos un cuaderno y llevaba puesta una sudadera rojo vino. Bajó las escalinatas trotando.


Esa noche hacía un poco de frío. El otoño ya había llegado y el calor se estaba yendo. Sin embargo yo no lo sentía, el dar vueltas y saltos mantenían la temperará de mi cuerpo cálida.


-Yo también podría preguntar lo mismo—Le dije mientras buscaba otra canción para bailar.


-Vengo aquí a veces. Nadie te molesta.


-Lo mismo pensaba yo antes de verte llegar—Ironicé con una risa seca.


-No tengo ánimos para discutir ahora. Me sentaré aquí y tú puedes seguir dando saltitos y caminando en puntitas ¿Bien?—Me encogí de hombros.


-Bien, pero ¿Y tú que harás mientras tanto? No me digas que vas a grabarme otra vez.


-¿Te crees tan importante? –Levantó una ceja.


Un minuto después estaba bailando de nuevo. No me molestaba que Adam estuviera ahí. De hecho me daba lo mismo. Él ya sabía mi secreto.


Mientras hacía un pas bourrée en couru noté que Adam me observaba y me detuve.


-¿Por qué me miras así?


-Me preguntaba cómo es que una chica que se come una hamburguesa doble como si fuera un camionero puede bailar ballet. Es algo curioso ¿No crees?


Rodé los ojos—Y yo me pregunto como un idiota como tú aún sigue con vida. Curioso ¿No crees?—Hice una mueca—¿Y qué es lo que hacías? ¿Estabas dibujando?


-¿Yo? Naah, solo hacía garabatos.


Repentinamente Adam se levantó del asiento y después de despedirse con un "Buenas noches, bebé" y un "Que sueñes conmigo" se fue.







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Había pasado la mañana entera sin ganas de hacer nada. Isa me preguntaba que me sucedía y yo solo le decía que estaba cansada. Chanyeol y Patrick también me hicieron la misma pregunta y obtuvieron la misma respuesta.


Por un momento pensé contarle todo a Isa. Ella había demostrado ser una buena amiga y por lo que he podido ver también es confiable, pero al final no le contaba nada. Hablar de mi padre era algo que me afectaba mucho y aun no estaba lista para confiárselo a ella.


Por suerte estaba Kael. Él me ofrecía todo su apoyo y se ofreció a acompañarme cuando me decidiera a llamarlo o buscarlo.


En la tarde después de clases miraba mi teléfono. Tenía un debate en mi mente entre llamar o no llamar a Robert Hamilton—Mi posible padre—. Kael estaba a mi lado. Él estaba tirado en el sofá grande mientras que yo me balanceaba en el mueble colgante.


-¡Hazlo ya! ¡Me desesperas!—Me gritó de repente haciendo que me sorprendiera. Generalmente yo soy la desesperada e impulsiva.


-No me grites. Esto no es sencillo para mí.


-Está bien, discúlpame... ¿Quieres que lo haga por ti?


Lo miré con ojos de borrego a medio morir –¿Lo harías?—Asintió y presionó el botón de llamar.


Sentí mi estómago revuelto. Estaba muy nerviosa.





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!Hola, minion-lectores!


:)

!Graciaaaaaaaaaaaas!!! ya son mas de 1K   y estoy feliz. Todo debido a ustedes que se molestan en leer.


Por eso me pareció justo publicar este capitulo. 


Love you all  :3


!BANANAAAAAAAA!


Att. Leny.

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