6.- Manifestación.
El día se presenta complicado, así que adelanto mis clases y a las diez ya he terminado con todo. Estoy muerta y solo quiero volver a la cama, pero tengo un compromiso y no fallo nunca a mi palabra.
Alex prometió pasar a por mí a las once y media, a penas son las once y ya estoy lista. Me gusta estar preparada con antelación, por cualquier imprevisto que pueda surgir.
Acierto de pleno, Barney entra en mi cuarto y mira mi atuendo confuso.
-¿Dónde vas? -pregunta. Le sonrío con cariño.
Es cierto que no suelo vestir así, pero me siento bien y cómoda. Llevo un top rojo que solo cubre mi pecho, parece incluso deportivo, y unos pantalones cortos vaqueros de tiro alto, y cuando digo cortos, digo cortos. Es muy informal en comparación a lo que usualmente me pongo.
-A una manifestación, Barney. Si preguntan mis padres -hago comillas- les dices que me ha comido un perro.
-Heather, ellos se fueron esta mañana a Chicago.
Siento una punzada de dolor y trato de ignorarla, le sonrío y hago un gesto con los hombros, restándole importancia al asunto.
-Mejor así.
-Ten cuidado, dicen que esos sitios son peligrosos.
-Se cuidar de mi misma.
-¿Irás solo con Alex?
-No -no quiero mentirle- su futuro novio también ira, ya sabes como es. Y dos chicos más.
-Señorita -dice con sorna, ahí vamos- ¿tiene usted novio?
Siempre que me trata de usted lo hace con burla para picarme y golpeo su hombro con mi puño sin hacer fuerza realmente.
-Sabes que no, no quiero a un idiota que trate de cohibirme, ¿por?
-Porque si yo fuera tú, y me gustaran los hombres, ya estaría ahí abajo. Un chico te espera.
¿Será Paul?
-¿Te ha dicho su nombre? -inquiero. No me gustaría llevarme sorpresas, y no sé por qué, la imagen de Connor llega a mi cabeza. Me hizo una amenaza y parecía ir en serio.
-Dice que es tu príncipe tatuado.
-¿Si te pido que le mates lo harías?
-Señorita, creo que usted es capaz de hacerlo por sí misma.
Río y beso su mejilla tras coger una pequeña mochila y colgarla a mi espalda. Obviamente no voy a llevar el bolso, no busco ir guapa, sino cómoda y esto es lo más cercano que tengo para estarlo.
Bajo las escaleras casi corriendo y freno cuando me doy cuenta de que solo es Ares quien espera abajo, nadie importante. Pienso en que ya lo sabía, y en que ni siquiera recibo así a Alex. Entonces, ¿por qué..?
Cuando llego a él está mirando distraído cada centímetro de la mansión. Para criticar continuamente mi forma de vida, parece bastante acostumbrado a ésta, no admira mi casa, solo la analiza. Es un misterio Ares Brown.
Lleva una camiseta negra pegada a su cuerpo y unos pantalones del mismo color de chándal, pero que en el tobillo quedan ajustados. Le queda bien su estilo simple que siempre lleva.
-Así que mi príncipe tatuado -digo y le sorprendo.
-Me gusta hacer grandes entradas.
Ruedo los ojos y me despido de Barney con la mano, él solo me guiña un ojo y consigue que le saque el dedo del medio. ¡Ya vale de tonterías!
Camina en silencio hasta su coche. No entiendo que hace, no había pensado ni siquiera que hacía aquí, había quedado con Alex y Paul en que vendrían a buscarme.
-Yo espero aquí a tu hermano -digo completamente decidida.
-Ellos han ido antes, ya te contará tu amiga. Hoy soy yo tu chófer, nena.
Observo con gracia como me abre la puerta del copiloto para que entre. Alzo unas ceja y hago una rara y patética reverencia antes de entrar al vehículo, siguiendo su juego. Inmediatamente, el sube por su lado correspondiente y arranca.
El día es extremadamente soleado, y agradezco haberme puesto algo de protección solar antes de la crema humectante y de maquillarme. No planeo acabar como un cangrejo hoy.
-¿Sabes de qué es la manifestación? -pregunta y niego con la cabeza- es para evitar una nueva ley que dicta que las mujeres que sufren maltrato doméstico y no lo denuncian, es porque están a favor.
-Me gusta saber que tu hermano lucha por la igualdad.
-Si, lo eligió Paul.
Por sus gestos dudo que sus palabras sean ciertas, pero no me apetece contradecirle. Total, tampoco le conozco lo suficiente para saber si miente o no, así que me reservo mis absurdas dudas.
El trayecto lo realizamos en silencio. Él no parece interesado en acabar con este, y yo, menos aún.
Por lo que me comentó esta mañana Alex, el lugar se encontraba a una hora y pico de mi casa, pero gracias a la velocidad a la que conduce Ares, en media hora ya estamos aquí. El lugar está absolutamente lleno de gente, pero no nos resulta complicado encontrar a nuestro grupo, ya que los tres se encuentran subidos en el capó del coche de Paul a varios metros de nosotros.
Alex se baja y camina rápidamente hacia mí y me abraza efusivamente.
-Gracias por venir -me susurra al oído- siento que te halla traído Ares... Pero si esperábamos un segundo más, Paul se echaría para atrás. No le gustan estos sitios.
-Pero si fue él quien dijo de venir -recuerdo las palabras de su hermano.
-¿Qué? No, Heather. Es Ares, le van este tipo de cosas, manifestarse y eso, Paul dice que es el mayor defensor de los derechos de una mujer...
Dejo de oírla y miro a Ares, quien no puede disimular ni por un segundo que está en su salsa, ha sacado una pancarta del maletero y son Tyler y Paul quien la llevan. Es discreto hasta para demostrar que le gusta algo.
Nos acercarmos a ellos, saludo a Paul con dos besos pero cuando Tyler intenta hacerlo, le empujo.
-De ti ni la hora, majo.
No le he perdonado el lío en el que estoy metida por él. Aún no me ha traído consecuencias, pero no dudo que puedo tenerlas en un futuro. Nunca me había visto involucrada con gente así y no sé ni que esperar de ellos.
Todos menos él y Ares ríen, me da igual si se ofende Tyler o no, de hecho, quiero que lo haga. Sus actos deben tener consecuencias y no seré yo quien le perdone así sin más.
Nos mezclamos con la gente, pero sin separarnos en ningún momento. Hay cantos que riman, mujeres con el pecho al desnudo y mi mejor amiga, que tras una hora ya se ha bebido seis cervezas que habían traído, comienza a tener ocurrencias.
-¡Heather, hagamoslo! -grita. Abro los ojos como platos.
-¿Qué? Ni de coña.
No soy yo quien ha respondido, miro a un muy sonrojado Paul y río con ganas. Si se cree que va a prohibirle algo a mi amiga, lo lleva claro.
-Alex, escuchame...
-Te esssscucho... -su aliento a cerveza echa para atrás.
-¿Recuerdas cuando en la piscina de tu barrio se te cayó el sujetador del bikini y pasaste vergüenza?
-Zi.
-Zi, dice... -repito con sorna- pues esto es lo mismo, solo que hay más gente.
-¡Por eso quiero hacerlo! -grita entusiasmada.
-¡Dejar a la pelirroja hacer lo que quiera coño, que amargada estás rubia! -oigo que gritan unos chicos que, por su cercanía, obviamente han escuchado nuestra elocuente conversación.
-¡Te echaba un polvo que te quitaba toda la amargura! -añade su amigo.
Alex les mira y se echa a reír como una desquiciada, todos -nuestro grupo y los dos idiotas- la miran extrañados. Ella deja de reír y sonríe.
-Os habéis metido con la rubia equivocada -canturrea y les saca el dedo del medio.
Quiero golpearla por ser tan dramática. En su lugar, desato mi rabia con los causantes de ella. Me acerco rápidamente, y soy consciente de que Alex me ha quitado la mochila para que esté más cómoda.
-Ay, chicos -me río sin gracia- ¿sabéis cual es el problema? Que realmente que queráis vernos las tetas no me sorprende, ya que lo más cerca que habéis estado de tocar unas era de bebés y os dieron biberón. Que tú -miro a uno en concreto- quieras echarme un polvo, bueno, confía en mí si te digo que hacen falta ocho como tú para ser lo suficiente para mí. Estáis en una manifestación por los derechos de la mujer, ¿cuántos creéis que accederían a ayudarme con solo guiñarles un ojo y echaros a hostias de aquí?
-No te tenemos miedo, rubia.
Siento una presencia corpulenta a mi derecha, no me hace falta girarme para saber que se trata de Ares. Siento como pasa su brazo por mis hombros y algo en ese gesto me hace estremecer.
-¿Le decíais algo a mi chica?
¿Mi chica? Alto ahí, me detengo unos segundos. Sé que lo hace por defenderme tanto a mí como a Alex, pero me toma por sorpresa.
-Controla la boca de tu perra, amigo -dice uno de ellos, concretamente, uno moreno.
-Cierra tu puta boca antes de que te la parta, imbécil.
-Tío, vámonos... -dice su amigo y tira de él hasta que cede y se van.
Me revuelvo incomoda y Ares quita el brazo de mis hombros. Puedo parecer desagradecida, y aunque me da igual, pero me parece demasiado íntimo ese gesto en concreto. Tal vez porque las únicas personas que pueden tocarme sin intimidarme son Alex y Barney y ellos aún así respetan mi espacio la mayor parte del tiempo.
-Vaya carácter, Heather -dice Paul con una amplia sonrisa en su rostro. ¿Y este por qué sonríe tanto?
-Es mi mejor amiga por algo -le responde Alex- ah, sí... También porque evita que enseñe las tetas, y que bese a desconocidos, y que vendiera mi virginidad, y que...
-Callate.
-Y que hable de más -concluye. Paul la mira casi asustado. Vaya futuro les espera.
Ares está aún muy cerca de mí, siento como contrae cada músculo. No se siente del todo cómodo, y me lleva a preguntarme si ha sido por lo que ha sucedido o por algo más.
No rechazo la cerveza que Alex en ese instante me ofrece.
-Mmm... Tyler, Alex -les llama Paul- ¿os acordáis de la chica que me pidió el número el otro día? Está ahí.
No me involucro en el tema ya que ni me han mencionado ni sé de que hablan. Mi mejor amiga, siendo discreta, ha tirado su cerveza por los aires y va directa hacia una chica poco agraciada físicamente. Tyler y Paul la siguen de cerca.
-¿Sabes? -dice Ares, mirándome fijamente- no me gustaba Alex para mi hermano por ti. Me pareces la típica amiga que jode las relaciones de sus amigas solo porque tú realmente jamás serías capaz de hacer lo que ellas -hace una pausa- enamorarte. Ya veo que no. Ahora si puedo decirle a mi hermano que le pida una cita formal.
-Tenía razón Alex, eres un completo idiota.
-¿También tenía razón en lo de que soy sexy?
Si espera un "si, besame" se equivoca de chica.
-Ya quisieras, Ares, ya quisieras.
Palmeo su hombro de modo conciliador y el frunce el ceño. Se acerca a la bolsa y coge una cerveza, mientras bebe su contenido, admiro sus gestos. No sé como un chico tan atractivo no está a estas alturas maniatado por su pareja, si es que tiene. Aunque quiero pensar que no.
Miro por encima de su hombro y me asombro con lo que veo. No me lo puedo creer: Mario y Óscar Golberg. Son primos hermanos, por lo que comparten apellido. Así mismo, también son el ex novio de Alex y mi primer beso.
¿Qué hacen aquí? Me sorprende ver más a Óscar que a Mario, ya que cuando el primero dejó a mi mejor amiga, lo hizo con la excusa de que se mudaría muy lejos y que no era viable una relación. Alex lo pasó verdaderamente mal por él, Paul es el único en el que ha confiado después de Óscar. Si le ve, recaerá. Se que lo hará. Y tengo que evitarlo como sea. Ambos se dirigen hacia Alex.
-Ares, -llamo su atención. Me mira- ¿harías cualquier cosa por tu hermano?
-Sí -su respuesta es seca y frívola.
-¿Lo que sea? -asiente- cierra los ojos.
Frunce el ceño y niega con la cabeza, vuelve a mirar a la manifestación e ignora lo que le he dicho por completo. Golpeo su hombro para que me haga caso, lo necesito.
-¡He dicho que cierres los ojos!
-¿Si lo hago te callarás?
Ruedo los ojos y asiento. Cierra los ojos con fuerza y se encoge de hombros. Entonces, atrapo entre mis manos el borde del top y siento una multitud de miradas en mí.
N/A: Hoy soy más Alex que Heather. Siento que todo puede conmigo y refugiarme en mi novela sigue siendo la mejor opción.
Gracias a todos los que estáis pendientes de las actualizaciones, que comentáis en cada capítulo, votáis o a los que solo leéis, lectores fantasmas, también tenéis un lugar en mi corazón y memoria aún sin saber quienes sois.
A veces me agobio pensando en como puedo hacer que la novela sea mejor y que no os decepcione, cada letra, cada palabra debe tener repercusión en el futuro de la novela o en una segunda parte. Y es lo más complicado, hacer que todo colisione.
Pero... Anoche soñé con el final. Realmente era un sueño cualquiera, pero que he logrado ajustarlo a las novela. Creo que puede funcionar.
Aún queda mucho para que leáis eso así que os dejo tranquilos, seguir disfrutando de la lectura :)
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