Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Especial 1k •Embarazo

—¿Entonces...?— Intenté formular mi pregunta mirando al doctor.

—El tratamiento funcionó, oficialmente la señorita Hopper está embarazada.— Abrí la boca con sorpresa y me quedé pasmada.

Escuché la risa burlona de El.

—Cierra la boca, amor.—

—Eh... Es que... ¿No miente cierto?— El doctor rió.

—No, no miento. Así que, felicidades!—

—Gracias.— Respondió El.

—Saldré unos minutos para darles privacidad.— Asentimos.

Miré el vientre de El y sonreí.

—¿Lo puedes creer?— Murmuré.

—Es muy irreal.— Dijo ella tomando mi mano.— ¿Estás bien? Desde hace unas semanas que te veo algo perdida.—

—Es solo... Yo nunca he cuidado un bebé. Realmente no sé que hacer ni como hacerlo bien, ¿y si lo arruino?— Suspiré.

—¿Tú? ¿La Súper Zanahoria? Dudo que arruines algo así. Te amará así como tú lo amarás o la amarás.— Sonreí.

—Amo cuando me llamas así.—

—Amo llamarte así.— Besé su frente.

—¿Estás lista para soportar los ascos, antojos y dolores innecesarios?— Rió.

—¿Estás lista para soportarme a mi?—

—Todo el tiempo.—

---

Mes 3

—¿El? ¿Estás lista? Tus padres ya están esperando.—

No recibí respuesta. Fruncí el ceño caminando hacia la habitación.

—¿El?— La llamé.

Escuché un quejido proveniente del baño. Abrí la puerta y ahí estaba, maldiciendo con su reciente mal humor, sentada en el suelo con la cabeza en el retrete.

—Odio tener que vomitar.— Murmuró con fastidio.

—Es temporal...— Me hinque junto a ella y acaricié su cabello.— Y valdrá la pena.— Sonrió.

—Si que valdrá.— Me miró.— ¿Es hora?— Asentí.

—¿Estás nerviosa?—

—Un poco... No sé si se van a emocionar o me mandarán al carajo.— Reí.

—De cualquier forma Will llorará.—

—Asegurado.—

---

—¡Max! ¡El!— Gritó Will al vernos entrar en la casa de los Hopper Byers.

—¡Willy!— Saludó mi esposa.

—¿A qué se debe su visita?— Preguntó abrazándonos.

—Mamá nos invitó a cenar y decidimos tomarle la palabra.—

—¡Que genial!— Sonrió ampliamente.— Pasen, seguro que papá se muere por verte.— Nos acercamos al comedor.— Por cierto El, no es por ser malo pero creo que haz engordado un poco.— Comentó riendo.

Hice todo mi esfuerzo para no reír.
El había estado preocupada por su figura a pesar de decirle que era lo más normal del mundo.

En una discusión así terminó gritandome. Y dormí en el sofá.

—¡Déjame!— Se quejó.

—Solo decía.— Hizo un puchero.

Al llegar al comedor mi querido suegro (que odia que le diga así) nos sonrió con amplitud.

—El.— Dijo emocionado para después abrazarla.

Los miré con una sonrisa. No los habíamos visitado desde hace meses, no porque no quisiéramos, sino para no levantar sospechas sobre su embarazo. Se supone que hoy lo anunciaríamos.

Hopper me miró con seriedad. Sonreí con inocencia.

—Hola sue- digo, señor Hopper.— Frunció el ceño.

—Hola Maxine.— Respondió cortante.

—Papá, ya hemos hablado sobre esto, no molestes a Max.—

—No la estoy molestando.— Replicó haciendo un puchero.

—Jim, deja a las niñas en paz.— Habló Joyce acercándose a nosotros.— ¿Vendrán los otros chicos?— Preguntó mirando a El con una sonrisa.

—Steve, Robin y Billy. Dustin y Lucas están fuera de la ciudad.— Joyce asintió.

—Anden, pueden dejar sus bolsos en tu antigua habitación.— Nos sonrió con emoción.

—Claro, vamos.— Dijo El tomando mi mano.

—¿Qué? ¿Van a ir a tu habitación? ¿Solas?— Preguntó Hopper.

—No, yo las acompaño papá.— Respondió Will empujándonos hasta las habitaciones.— Muy par de inútiles, no me mientan. ¿Qué esconden?— Preguntó una vez habíamos entrado a la habitación.

El suspiró ignorándolo y recostándose en la cama.

—¡No me ignores y levantate.— Se quejó.

—Es cansado estar de pie cuando estás embarazada, idiota.— Reí sentándome junto a ella.

—Ah, eso si.— Dijo sonriendo.— Espera.— Su sonrisa se borró poco a poco y sus cejas se levantaban con sorpresa.— No me jodan...—

—Sorpresa.— Dijo El despreocupada. Sabía que los zapatos la estaban fastidiando.

—Trajiste otro par de tenis?— Pregunté mirándola a los ojos.

—No...—

—¿¡Cómo por qué no me dijeron!?— Gritó Will.

—¡Joder William Byers puedes guardar puto silencio!— Volví a reír.

—Lo siento Will. Son las hormonas del embarazo, espero que lo entiendas.— Hizo una mueca.

—Ya... Son crueles por no decirlo pero lo entiendo.— Me miró.— Apuesto a que ha estado insoportable.— Reí.

—Me acostumbré.—

—¿Cómo que te acostumbraste idiota?— Preguntó mi esposa frunciendo el ceño.

—S-solo bromeo.— Escuché una carcajada por parte de Will.

—Quiero ver la cara de papá cuando le cuenten.— Sonrió maliciosamente.

—En unas horas lo sabrás.—

Pasamos unos minutos más charlando y tonteando. El parecía haber cambiado de humor de nuevo, ya que al escuchar las voces de Steve, Robin y Billy sonrió y nos hizo bajar al comedor.

Joyce propuso salir al patio para charlar. Aprovechamos eso para dar la noticia.

—Hey Max. Desde hace meses que no las veo.— Dijo Steve acercándose.— ¿Se fueron de viaje o algo?—

—No, solo hemos pasado todo el rato en casa, ya sabes, descansando.— Mentira no era.

—Lo entiendo. Se la pasaban haciendo cosas para adultos.— Me atoré con el agua que bebía.

—¡No idiota!— Escuché a El reír junto a nosotros.

—En realidad si.— Dijo ella.

—¡El!— Me quejé.

—Ya decía yo...— Steve rió y se alejó de nosotras.

—No tenías porque decirlo.— El rió.

—Mentir es malo, Max.— Sonreí.

—¿Estás lista?— Pregunté.

—Estoy nerviosa.— Murmuró.

—Todo estará bien. Confía.— Tomé su mano besé el dorso de ésta misma.

—Bien...— Susurró tomando aire.— Escuchen.— Dijo en voz alta llamando la atención de todos.— Max y yo tenemos algo que decirles.—

—Dime que se van a divorciar y dejarás de pervertir a mi hermanita.— Habló Billy con una sonrisa.

—¡Apoyo lo del divorcio! Pero es Max quien pervierte a El.— Contraatacó mi suegro.

—¡Déjenlas terminar!— Gritó Will.

—No nos vamos a divorciar, ni hoy ni nunca.— Dije con determinación. Jim y Billy hicieron un puchero.

—Lo que pasa es... Bueno, hace ya un tiempo Max y yo planeamos tener un hijo y... ¡El caso es que estoy embarazada!— Terminó, reí por su desesperación.

El silencio se apoderó del lugar hasta que Robin y Steve soltaron un grito de emoción.

—¡Que lindo!— Gritó Robin corriendo hacia El para abrazarla.— ¡Tendrán una niña y se llamará Robin! ¡Yo seré la madrina!—

—¿De qué hablas? ¡Se llamará Steve!— Gritó Steve.

—Yo merezco mis créditos por ser el primero, así que ese niño se llamará William Junior.— Hice una mueca de asco.

—Prefiero que se llame Pancrasio.— Billy se acercó a mi.

—No sé como puedes vivir con esa loca embarazada, pero te felicito hermanita, ya se habían tardado...— Reí abrazándolo.

—¿Seré tío?— Preguntó Jonathan con una gran sonrisa.

—¿Seremos abuelos?— Preguntaron Joyce y Hopper.

—¡Oh por mis estrellas! ¡Seré abuela! ¡Seré abuela!— Canturreo Joyce con felicidad.

Hopper se acercó a mi inexpresivo.

—Felicidades Mayfield, a pesar de no quererte mucho sé que serás una gran madre. Ahora abrazame antes de que me arrepienta.— Sonreí.

Lo abracé con fuerza.

—Seguiré fingiendo odio hacia ti, pero en realidad te aprecio.— Sollocé.

—¡Usted es tan lindo!— Lloriqueé. Se separó de mi con una mueca.

—No me digas lindo.—

—No señor.— Limpie mis ojos.

---

Mes 7

—¡No estoy gorda!— Gritó El lanzándome un zapato.

—¡No dije que estuvieras gorda! ¡Dije que tu panza es adorable!— Recibí otro zapatazo en la cara.

—¡Incinuaste mi gordura!— Gimoteo.

—¡Yo te amo así como estás!— Soltó un hipido.

—Eres muy linda.— Lloriqueo sentándose en el sillón. Suspiré.

Sus cambios de humor solían ser algo extremos en ocasiones.

Me senté junto a ella y acaricie su cabello.

—Amor, no llores.— Besé su mejilla.

—Soy una mala persona contigo.— Murmuró haciendo un puchero.

—No es así, es normal sentir que cambias de humor tan repentinamente, el doctor dijo que era algo común.— Se recargó sobre mi pecho.

—Lamento haberte gritado, soy consciente de lo molesta que puedo ser ahora.— Rió con suavidad.— Es difícil pero tan lindo al mismo tiempo. Sentir que hay vida dentro de mi es perfecto.— Murmuró.

—¿Haz pensado algún nombre?— Pregunté acariciando distraídamente su vientre.

—Me odiarás pero quiero que se llame William.— Reí.

—Siendo sincera yo también quería llamarlo así.— Me miró sorprendida.

—¿En serio?—

—Tu hermano puede ser un dolor de culo pero le tengo mucho cariño.— Rió.

—Es mi hermano favorito.—

—Pobre Jonathan, es muy irrelevante.— Soltó una carcajada.

—Me crié más con Will que con nadie, Jonathan nos apartaba mucho por ser mayor pero mira, el karma hace que nadie lo tome en cuenta.—

—Amo que seas tan malvada.— Besé su frente.

—Amo todo de ti.— Tomó mi mano.— ¿Estás lista para tomar esta responsabilidad?—

—Mientras sea contigo, haré cualquier cosa.— Sonrió.

Lo que sea con ella.

<><><><><><><><><>

-2

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro