-Cuéntame lo que pasó.

La ayudé con sus maletas y su bolso de mano, tenía todo el maquillaje corrido y ni hablar de las ojeras que aquella casi inexistente capa de base no pudo tapar, además, tenía una vestimenta deportiva, cuando Hara era una mujer que le gustaba vestir muy femenina, muy sensual.

-Gra-Gracias por recibirme... Y-Yo no sé qué hacer -Se desplomó en el sofá de mi sala y unas lágrimas comenzaron a salir de sus ojos nuevamente.

Me alarmé y me senté a su lado, demostrandole que no estaba sola y que se podría solucionar sea lo que sea que haya pasado, todo debía tener una explicación, pero con Taehyung a miles de kilómetros lejos no resolvería mis dudas, ni respondería mis preguntas.

-Hara, por favor cálmate, debe haber una explicación -Le pedí acariciando sus espalda de arriba a abajo, dándole confort.

-¿Ex-Explicación? El muy hijo de perra me dejó plantada, ¿Sabes qué es eso? -Me miró directamente a los ojos, rogándome con ellos que la entendiera, que la ayudara con su dolor.

-No... -Dije casi en un hilo de voz, sólo había experimentado la muerte de un ser muy cercano a mí y que sólo fue un truco de magia.

-¡Me dijo que me amaba! -Gritó frustrada, con el rostro rojizo y enfurecido- A-Ahora debe estar revolcandose con otra, mientras yo estoy aquí sufriendo como nunca... Me ilusionó -Limpió las lágrimas que salían a borbotones de sus ojos, cayendo en su regazo.

-Hara, Taehyung no es así, de seguro pasó algo y no pudo llegar, ¿No lo has pensado? -Le aseguré.

Él era mi amigo más cercano, mi mejor amigo y podría poner mi mano en el fuego por él, pero Hara también era mi amiga y creer ciertas cosas no era fácil para mí.

No estaba de parte de ninguno de los dos, sólo quería resolver el malentendido.

-¿Y no contestaría su teléfono? Por lo menos, podría haber dejado un mensaje, pero ni eso, Jules -Ella estaba convencida de la traición de Taehyung y nada de lo que decía ayudaba, ella tenía una respuesta para todo.

-Cierto, pero ¿Y si tenía las manos ocupadas? -Excusarlo no era lo mejor, pero ¿Y si eso fue realmente lo que pasó?

-Tocando a otra. Claro, ¿Por qué no se me había ocurrido? -Sollozó con fuerza, derramando lágrimas en vano, alarmandome de nuevo.

-No, no era eso lo que quería decir... Hablaba de estar conduciendo a alta velocidad. -Intenté con otra palabras y situación diferente- ¿Y si los policías lo detuvieron? -Aquella era una posibilidad, nadie estaba con él como para corroborar si dejó plantada a mi amiga o no.

-¿En serio crees que tu padre detendría al Alfa de Seúl? -Hara me sorprendió ante su pregunta... ¿Acaso ella sabía que Taehyung era un Alfa? ¿Un licántropo?

-¿Un Alfa? -Me hice la desentendida, ¿Quién le había aportado esa información?

-¡Sí, un ser que se transforma en lobo! -Dijo casi sobresaltada, como si no fuese a creerle... Yo también podría transformarme en lobo y revelarle tal información no sería conveniente- ¿Puedes creerlo? Él piensa que no lo ví luchando contra el padre de Jung Kook... -Tragó saliva al nombrar a Jeon, recordando por el dolor que había pasado meses atrás- Lo siento tanto, Jules. Soy una tonta, tú tienes que convivir con tu propio dolor, un bebé sola y yo sólo aparezco para amargarte la vida... Lo lamento tanto -Se disculpó tomando mi mano con las suyas.

-No te preocupes, Hara. El ser mamá me ha hecho muy fuerte -Me justifique, no le diría que Jung Kook estaba vivo y menos que estaba en mi habitación escondido junto a nuestro pequeño.

-¿Cómo le haces para olvidarlo tan fácilmente? -Sorbió por la nariz y relamió sus labios, pidiéndome con sus ojos que le diera la cura para el dolor.

-Lo recuerdo con cariño y lo feliz que me hizo en su debido tiempo -Expliqué con simpleza, pero por su expresión, ella no había quedado conforme con mi respuesta.

-¡¿Cómo puedo olvidar a ese bastardo de esa forma?! -Se levantó deprisa, ella tenía los nervios de punta, cualquier respuesta de mi parte podría alterarla a tal punto de hacer algo de forma intencional- ¡Quiero borrarlo de mi mente! -Gritó caminando a unos centímetros lejos de mí.

-¡Suficiente! -Jung Kook pareció usando su voz de mando, como si en Hara fuera hacer la diferencia, sólo la asustaría.

Hara tragó en seco y abruptamente todas sus palabras, quedándose callada y sorprendida al ver a un Jeon vivo frente a ella. Sin poder creerlo se alejó unos centímetros del lugar que estaba, retrocediendo casi hasta donde estaba yo con los ojos abiertos de par en par.

Esto era lo que me faltaba.

-¡Jung Kook, prometiste esperar para decirle a Hara que estabas vivo! -Lo reprendí poniéndome de pie, algo me decía que todo iba a salirse de control en cualquier momento.

-Es-Estás vi-vivo... ¿Por qué? -Hara casi no podía hablar, sus palabras salían entrecortadas y no era para menos, yo estaría confundida y creería estar alucinando como ella.

-Es una larga historia... -Tragué saliva con una sonrisa nerviosa en mi rostro- Iré por un calmante, te hará dormir mejor y ya no tendrás esas bolsas violetas bajo tus ojos... Una mujer tan hermosa no debería desvelarse sólo para llorar.

[☪]

Después de darle un calmante a Hara la llevé a una habitación de invitados y la acosté, entregándole antes un poco de fruta picada y unos panqueques, no dejaría que tuviera el estómago vacío tanto tiempo, no sería bueno para ella, además de un poco de jugo para que no se me deshidrate. Salí cerrando la puerta detrás de mí y dejé salir un suspiro al ver a Jeon sentado en el desayunador de la cocina.

-Eres un idiota, ¿Cómo se te ocurre hacerle eso? -Lo reprendí con la mirada, fue estúpido de su parte.

-¿El qué? Ella estaba hablando mal de mi mejor amigo, ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué me quedara callado? Yo conozco a Taehyung como a la palma de mi mano y que estuviera peleando con mi padre me pareció extraño, podría apostar que le hizo lo mismo que a mí -Explicó, pero quizás si hubiera esperado un poco más hubiese encontrado la forma de defender el nombre de Taehyung, pero ni eso me dejó.

-¿Y eso te da razones para aparecerte frente a ella muy vivo? Se supone que estabas muerto, Jung Kook -Me crucé de brazos, esperando una disculpa de su parte.

-Lo sé, pero no quiero estarlo más.

La batalla de miradas había empezado, pero no quería perder mi tiempo discutiendo con él.

-¿Sabes qué? Mejor haré la cena para nosotros, aquel calmante que le dí a Hara la dormirá por un buen rato, hasta el día siguiente. Por favor, acuesta a Seung en su cuna y pon la mesa -Pedí pasando detrás de él, sacaría el tazón donde mezclaría todo.

-Mejor no me agregues a tu cena, porque no comeré aquí -Soltó de repente, tomándome por sorpresa, pero no se lo hice saber.

-Perfecto -Le devolví su jugada maestra.

-Tampoco me esperes en la cama porque dormiré en el sofá -Contraatacó.

Estaba peor que el Titán de Ataque de Eren, destruyendo todo a su paso.

-¿Por qué mejor no te vas a dormir fuera de casa? -Le sugerí, dándole la espalda para sacar los ingredientes de la nevera.

-¿Estás hablando en serio, Jules? Tú no dirías eso -Creyó por un momento que yo no podría jugar su propio juego.

-Hablo muy en serio, Jung Kook -Relamí mis labios y me quedé firme ante mi decisión de seguir en su juego.

-¡Bien! -Soltó con molestia y se levantó del asiento a pasos agigantados, podría escuchar cada uno de sus pasos sonar contra el suelo.

Se adentró a nuestra habitación enojado, cerró la puerta con fuerza; apostaba que iría a cambiarse para salir y no me importaba lo más mínimo que se fuera, ya no iba a llorar más por él. Suspiré y tomé una gran bocanada de aire, haría unas ricas tortillas para la cena junto a un rico jugo natural, quería cuidar mi figura, sentía que estaba engordando por estar metida sólo en el apartamento.

Saqué unos cuantos huevos de gallina de la nevera y los puse al lado del tazón que había sacado, ahí los mezclaría junto a otros ingredientes para darle sabor y un rico toque a mis tortillas.

Una manos se aferraron a mi cintura con posesión sin previo aviso, sobresaltandome un poco, no lo había escuchado llegar, ni siquiera lo había oído salir de la habitación. Me dió la vuelta y mi trasero golpeó los cajones de la cocina.

Alzó mi rostro con su mano derecha, viendo sus ojos color avellanas suplicantes, pidiéndome que lo comprendiera.

-Lo siento tanto, no quise actuar como un hombre inmaduro, debí esperar y no precipitarme -Se disculpo deslizando sus manos por cada costado de mi cintura, subiendome a la encimera con maestría, abriendo mis piernas de inmediato para ponerse en medio de ellas.

-Jung Kook... -Solté como reprimenda, pero sonó como un gemido alargado.

Acarició los interiores de mis muslos y dejó un casto beso en mis labios, deseando por más... Ansiaba nuevamente su toque, ni siquiera sabía que significa lo mucho que deseaba que me tocara.

-No digas nada, Jules, sólo déjate llevar -Mordió su labio inferior con morbo, dejándome frustrada mentalmente.

-Mi hermano y mi cuñado no tardarán en llegar... Jung Kook... -Había aprovechado de besarme y fundir sus labios con los míos, humedeciendo mis bragas con tan sólo un beso.

¡Holaaaaa!

Gracias de todo corazón por esperar éste capítulo, se me había hecho imposible escribir por mi trabajo, pero ya estoy de vuelta.

Gracias por leer❤️

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