—¿Segura que es la mejor opción para tí? —Hablaba mi padre por teléfono con un tono de angustia.

     —Sí. Renté un apartamento amueblado y con los lujos necesarios para vivir cómodamente con mi embarazo —Le aseguré sacando las llaves de mi bolso de mano, el de la recepción acababa de dármelas.

     —Hubiese preferido que te quedaras con tu madre, Jules. —Soltó un suspiro bastante fuerte— Eres igualita a tu padre de terco —Comentó como sí él no fuera mi progenitor.

     —Ni que lo digas. —Bromeé con él, bajando la tensión de la situación— Hablamos después, voy a desempacar, apenas acabo de llegar.

     —Me llamas por si necesitas algo, así sea algo tonto, no importa, tomaré el primer vuelo a Miami para verte —Sonaba como un padre sobreprotector, pero sólo se estaba preocupando por mí.

     —Te amo, papá.

     —Te amo más, hija.

     Colgué la llamada y terminé de entrar al hermoso, cómodo y moderno apartamento que había alquilado en el avión, fue un increíble y rápido servicio. Muebles de cuero color negro adornaban la sala junto a una mesa moderna negra con el centro de cristal, una alfombra de color crema adornaba el piso de madera natural y un pantalla plana de vayan a saber ustedes de cuantas pulgadas, que estaba instalado justo en frente.

     Al caminar un poco más, encontré el comedor y la moderna cocina con gabinetes blancos, detalles en plateado (Acero inoxidable) y electrodomésticos del año. Un pasillo conectaba las habitaciones con los espacios principales; la habitación principal contaba con una enorme cama matrimonial, mesitas de noche color madera natural, igual los armarios y una cajonera, también había un baño privado moderno, ambos espacios tenían buen tamaño.

     Perfecto para la cantidad de ropa que había traído conmigo.

     Me tiré en la cama sin cuidado, el viaje había sido bastante agotador. Mañana sería otro día donde me tocará encontrar un trabajo con el cual pueda mantenerme y al ser que venía en camino, que crecía con mucha rapidez dentro de mi vientre.

[☪]

     Dos meses habían pasado desde que llegué a Miami, lejos de la ciudad donde se encontraba mi madre actualmente; hablando de ella, se había enterado que estaba embarazada y quería verme, pero no se lo había permitido por el comportamiento tan inadecuado que tuvo cuando... Jung Kook fue a su casa.

     Jung Kook, no sabes cuanto te extraño y nuestro cachorro también lo hace. No ha querido moverse desde que te fuiste.

     —¿Cuándo me dirás? —Sook estaba emocionada, ella veía mi gran vientre en aquella videollamada con felicidad.

     Volví a tierra de forma forzada, a veces me perdía tanto en mis pensamientos que no escuchaba a la otra persona que me hablaba justo delante de mis narices.

     —¿El qué? —Pregunté desconcertada.

     —No te hagas, Jules. —Rodó los ojos con cierta molestia— El sexo de tu bebé, no quiero ser la última en enterarme, no de nuevo —Comentó como si eso fuera cierto.

     —¿Última? Siempre eres la primera en enterarte, Sook —Solté una risita y rodé los ojos divertida, el embarazo le hacía creer otras cosas.

     —Jules... No ignores mi pregunta —Recordó con insistencia.

     —Es niño —Solté finalmente, luego de un suspiro.

     Ni mi padre sabía cual era el sexo del bebé, sólo inventaba cualquier excusa o sacaba otro tema de conversación para evitar decirlo, todos sabrían que pasaría si se demostraba que el bebé era de Jung Kook y lo próximo que le harían sufrir.

     —Diablos... —Expresó con sorpresa.

     —¡Sook, deja esas expresiones! —Gritó Seok Jin a lo lejos, sacándome una carcajada.

     —Jinnie no acepta que el embarazo me haga hablar de esa manera. —Se quejó divertida— Él hubiese amado que fuera una niña, ya que no tendría que preocuparse por ser un líder —Aquello no me dejaba más tranquila, ya sabía que significaba.

     —Lastimosamente, no podré decirle que nuestro bebé es un sano y fuerte niño —Sook contrajo su rostro, la partida de su hermano nos había dejado un gran hueco en nuestros corazones.

     —Lo sé, pero estará orgulloso de su pequeño desde allá arriba, junto a la Diosa Luna. —Miré un punto fijo que no era la pantalla de mi tablet, pero su voz llamó nuevamente mi atención— Ve el lado positivo, podrá jugar con mi pequeña Soora.  —La miré enternecida.

     —Por fin le pusieron un nombre —Agregué con sorpresa, era un hermoso nombre.

     A Sook sólo le faltaban dos meses para tener a su pequeña Soora entre sus brazos, su vientre estaba muy abultado, sus senos habían aumentado e irradiaba con su belleza al mundo.

     —Con Seok Jin no fue fácil escogerlo —Su sentido del humor había aumentado al 100%, no fue fácil disimular que quería soltar una carcajada.

     —¡Te oí! —Soltó Seok Jin nuevamente, metiéndose en nuestra conversación mientras trabajaba desde casa para estar con Sook.

     Tras la muerte de Jung Kook, él decidió buscar un empleo de publicidad y marketing, ya que tenía un gran título y excelentes comentarios al respecto. Aquel trabajo le daba la disponibilidad que necesitaba para estar con Sook en todo momento, sin descuidar su empleo.

     —Ni me lo imagino —Quizás en el fondo yo necesitaba a alguien a mi lado como lo tenía Sook, a veces me ponía a pensar lo diferente que hubiese sido si Jung Kook estuviera vivo.

     —¿Tu ya tienes pensado un nombre para mi sobrino? —Acarició su gran vientre con cariño.

     Asentí.

     —Jung Kook —Solté sin pensarlo.

     Sus ojos se abrieron de par en par, no podía creer lo que le estaba diciendo.

     —¿Jung Kook? —Su rostro de confusión era gracioso.

     —Sí, quisiera recordarlo siempre.

     —No creo que a mi hermano le hubiese gustado mucho que su hijo tuviese su nombre —Acotó con seguridad.

     —En ese caso, también pensé en otro, Seung.

     Ese nombre se me vino a la cabeza dos semanas después de la muerte de Jeon y por ende quisiera llamarlo de esa forma, era un gran motivo para ponérselo a nuestro cachorro.

     Jeon Seung.

     —¿En serio? —Asentí convencida, ese sería su nombre— Me gusta ese nombre.

     El timbre de mi nuevo apartamento comenzó a sonar como si quisieran reventarlo, quizás era el de la recepción con un cheque que llegaba de forma mensual a mis manos.

     —Debo dejarte, Sook, alguien toca el timbre. —Me despedí con la mano abierta agitandola al mismo tiempo— Los quiero un mundo —Lancé varios besitos, mientras Sook imitaba mi acción.

     Terminé la videollamada y bajé de la cama, poniéndome las pantuflas acolchadas para caminar con prontitud hacia la puerta. Tomé las llaves y le quité el seguro para saber quien era, además del porque quisieran reventar mis oídos y el timbre a la vez, al observar de quien se trataba me quedé con la boca abierta, ¿Cómo había llegado hasta aquí? ¿Quién le había dicho sobre mi paradero?

     —¿Qué haces aquí? —Pregunté enojada.

     —¿Así es cómo recibes a tu hermano? —Abrió los brazos para que lo abrazara. Sin pensarlo caminé hasta él, viendo sus maletas a los lados de su cuerpo— No podía dejar que mi hermanita tuviera un embarazo sola, ¿Qué tipo de hermano sería si lo hubiese hecho? —Hizo aquella pregunta cuya respuesta salió de su parte— El peor de todos —Su abrazo era cálido y sus intenciones sinceras.

     —¿Y Jimin? Creerá que quiero arrancarte de su lado —Dije sintiéndome pésimo, cada quien debía empezar a tener su vida por separado.

     YoonGi se separó de con cuidado y acarició mi mejilla derecha con su pulgar, mientras una sonrisa adornaba su rostro.

     —¿Creerías... Que... Me quedaría? —Hablaba de forma entrecortada, como si hubiese corrido una maratón.

     —¿Qué le pasó? —Pregunté antes de que se desplomara en el piso delante de la puerta de mi apartamento.

     —Apostamos y el que perdiera tendría que subir los once pisos corriendo, ya podrás darte cuenta quien ganó la apuesta —Negué con mi cabeza, mientras mi hermano se creía el rey de las apuestas.

     —YoonMin por siempre —Susurré enternecida.

     —Ni se te ocurra volver a llamarnos así. Es sólo mi novio, nada más —Mi hermano no había dejado de ser aquel idiota.

     —A mí me gusta —Opinó Jimin desde el suelo.

     Sí, aquel aterrador brujo que podría ser el más despiadado del mundo entero parecía un lindo y tierno niño que estaba enamorado de un gato gruñón, por no decir de un perro con pulgas.

     —Agradezcan que tengo dos habitaciones adicionales en las cuales pueden quedarse, si no, les tocarían esos cómodos sofás —Señalé detrás de mí con ímpetu.

     —Yo agradecería... Un vaso... Con agua —Todos los presentes comenzamos a reírnos por las palabras tan poco coherentes de Jimin referente a la conversación.

     —¿Podemos pasar? —Preguntó mi hermano ignorando a su amado.

     —Sí, claro.

     Aquello que admiré fue de películas o cuentos de hadas. YoonGi había cargado a Jimin tipo princesa hasta el sofá del interior de mi apartamento, se notaba que el pobre estaba muy agotado.

     El amor que se tenían, no eran sólo palabras bonitas.

¡Holaaaa!

Se que no se esperaban ésta actualización tan seguida... Pero como algunos saben, mi cumpleaños es el domingo, 11 de abril y tenía pensado publicar ese día... Pensándolo mejor, llegué a la conclusión de publicarlos antes o podría atrasarme nuevamente con ellos y no sería la idea... Disfruten de éstos capítulos.

Los quiere, la Srta de Im.

Gracias por leer❤️