Maratón 2/6

|• JEON JUNG KOOK •|

     Jules se veía muy afectada, ¿Cómo no iba a estarlo? Si mis hermanos no supieran quien era en su vida, posiblemente me pusiera incluso peor que ella. Ellos eran mi vida, aparte de ella.

     —No debí confiar en tí —Repetía Jules, una y otra vez sin parar.

     Se sentía culpable.

     —Tranquila, muñeca —La abracé.

     Su pecho estaba contra el mío y sentía como sus pequeñas lágrimas empapaban mi camisa, sus sollozos se hicieron aún mas presentes y mi corazón se detuvo por un momento, me partía el alma verla de esta forma tan rota, dolida y débil, ¿Qué podría hacer para levantarle ese ánimo? Me sentía inútil, no tenía los poderes de Jimin para hacerle olvidar algo tan doloroso como era perder a su hermano delante de sus ojos.

     —Era broma, Jules. —Dijo YoonGi poniéndose de pie y todos miramos al idiota, ¿Era en serio?— Descubrí que me amas más que nadie —Ella soltó un gran gruñido, se le estaba haciendo costumbre hacerlo y se veía jodidamente atractiva.

     —¡Eres un imbécil! —Limpió el resto de sus lágrimas del rostro con rabia, pero aún sin soltarme— Entonces, ¿Por qué Jimin llora?

     —Porque perdí mucho tiempo y más sin estar a su lado —Me sentía culpable.

     —¿Eso quiere decir? —Hablé sin entender a qué se refería el afectado.

     —Que Jimin sigue siendo mi omega y el amor de mi vida —El alfa que había estado siempre para mí, sonaba seguro, como si nada hubiese pasado.

     YoonGi se levantó del sillón y caminó en su dirección, sin pensarlo dos veces unieron sus bocas en un dulce beso, que si soy sincero, no era capaz de ver, no por ser homofóbico, si no para darle su espacio y así aprovechaba para besar a Jules en la frente.

     —Oigan, ¿Y JaeBum? —Preguntó Jules de la nada ¿Él también estaba con ellos?

[☪]

     Despertar solo era de lo más deprimente. El vacío al lado de mi cuerpo recién levantado reflejaba lo vacío que me sentía por dentro; Nayeon no era la mejor esposa y para ser sincero, jamás lo sería, sólo esperaba que la descubrieran con uno de los tantos tipos con los que salía para deshacerme de ella, pero ese día no llegaba y me hacía maldecir por lo bajo por lo cobarde que era.

     —¿Estás despierto? —Se asomó una Sook por la puerta de mi habitación.

     Hoy dormía en la casa de mis padres y también era su último día en casa, se iría a vivir al palacio a partir de hoy y aunque no le haya dicho a mis padres que estaba embarazada, ni el porque de su ida, comenzaría una nueva vida al lado del hombre que ella amaba.

     —Sí.

     La puerta se cerró detrás de ella y entró con pasos cuidadosos, me senté en la cama y miré como se sentaba frente a mí con una sonrisa en su rostro.

     —¿Y tu esposa? Pensé que estaría contigo —Dijo en tono burlón y era cierto, nunca amanecía con ella.

      —Debe estar con el hermano de Taehyung, no lo sé, Sook.

     —No hagas como si te importara, ¿Qué más necesitas para declararte a Jules? ¿Un aplauso o un fuerte golpe en la cabeza? —Negué divertido. Ahí seguía mi hermana la agresiva.

     —No sé, se ve tan agusto con MinSeok, que sería acorralarla contra la pared con mis sentimientos —Era cierto, ¿Quién era yo para sacarla de esa felicidad?

     —¿Eres ciego o idiota? Porque es probable que seas ambos —Soltó un suspiro y tomó una de mis manos con ambas de las suyas.

     —Sook...

     —Sólo no te rindas, ¿Qué acaso no te das cuenta que yo no me rindo gracias a tí? Tú me enseñaste a no rendirme aunque el camino esté obstruido y mírate aquí, solo y acabado por un obstáculo —Su mirada era suplicante y sincera, ella me quería ver feliz.

     Al parecer era la única que me quería ver feliz.

     —Tengo miedo.

     —¿De qué te sirve tener miedo? Sólo da todo lo que tengas y has lo necesario, hermano —Se acercó y besó mi mejilla, dándome ánimos.

     —Gracias, hermanita.

[☪]

     Bajé del auto y saludé al portero, Jhon siempre llega temprano a la empresa y era admirable lo que una persona hace por necesidad o por vocación, por lo que sé él amaba su trabajo y no tenía queja alguna de ello.

     Saludé a las recepcionistas cuyos nombres he olvidado y subí al ascensor, iría a mi oficina luego de unas cuantas semanas de olvido. Llegué al piso y saludé a mi secretaria Choi Kyo, hoy llevaba un vestido más corto de lo normal e ignorarla fue más sencillo que de costumbre, era más fácil cuando tenía a alguien metido en el corazón y aún más cuando sabía que Jules tenía un mejor trasero que ella.

     Mi omega era una diosa.

     —Señor Jeon, el señor Park llamó y quería preguntarle sobre el anillo, ¿Aún lo va a querer?

     Ella sostenía el teléfono con una mano y me detuve a pensar por un momento, ¿Sería lo correcto? ¿Debía hacer lo que había planeado? ¿Debía tener miedo de hacerlo y no esperar el resultado esperado? Negué con la cabeza, no me sentía seguro y ella habló con el joyero, explicándole la situación. Era una pieza bastante costosa y reflejaba lo eterno, algo que no pude cumplir ni un momento.

     Me senté en el asiento de mi escritorio y evalué todas las cuentas, estaban correctas y al cerrar el programa, una foto de Jules apareció en mi fondo de pantalla en el computador, ¿Cómo pude dejar pasar una oportunidad que jamás volverá? Maldecir y echarme la culpa de por vida, no era una solución.

     Las palabras de Sook vinieron a mi mente: ❝Sólo da todo lo que tengas y has lo necesario.❞

     Tomé el teléfono de mi solitaria oficina y marqué el número de mi secretaria, esperé a que repicara y contestara.

     —¿Desea algo, señor Jeon?

     —Choi Kyo, haz la llamada. Dile al señor Park que pasaré por el anillo en quince minutos, ni un minuto más ni un minuto menos —Estaba haciendo lo correcto, sólo me faltaba una última cosa.

     —Como usted diga, señor Jeon.

     La llamada finalizó y apagué el ordenador, saldría como un cohete disparado hacia la joyería.

[☪]

     Volver de la joyería a la casa de mis padres fue repentino, pero no dejaba de pensar en una sola cosa y era la palabra que empezaba con “H” y terminaba en “S”, sí, la palabra correcta era hijos y sólo una persona de mi familia podría ayudarme con aquel problema.

     Toque la puerta de la habitación de mi hermano y él con su cara ansiosa me dejó entrar. Niño curioso.

     —¿Qué necesitas? Es raro que requieras de mi ayuda —Me acompañó hasta la cama y ambos nos sentamos a gusto en ella.

     —Necesito que me hagas un favor, hermano —Sus ojos se iluminaron y sentí mucha vergüenza.

     Estaba loco, mejor dicho, neurótico.

     “Pero por ella y eso era lo importante” —Habló mi lobo y sentí apoyo de su parte.

     —Suelta la bomba, Jung Kook —Este niño era capaz de sorprenderme.

     —Dóname un poco de tu esperma —Quizás no salió como lo había ensayado en todo el camino, pero el resultado sería el mismo o eso esperaba.

     Saqué un depósito para la orina y se la extendí, era un envase alargado con tapa.

     —¿Quieres que eyacule aquí? —Asentí— ¿Por qué te daría de mi semen? —Quería tragarme la lengua y no tener que responderle, pero era mi hermano.

     —Porque quiero tener hijos con la mujer que amo y claramente no puedo porque soy estéril, Jung Hyung —Expliqué de forma simplificada.

     Esperaba alguna burla o siquiera lastima de su parte, pero parecía serio.

     —¿No es más fácil que tenga sexo con ella y ya? —Su tono era relajado y despreocupado.

     Quisiera no hacer escuchado esas palabras de su parte. Mi lobo salió a la defensiva y gruñó como si de rabia se tratase.

     —¡No!, ¡¿Qué te pasa?!

     —Sólo decía... Es que Jules está muy buena —No era necesario saber que mi hermano quería tener relaciones con la mujer que amaba más que a mi propia vida.

     —Quiero tu vista lejos de mi futura novia, ¿Entendiste?

     Me miró con fastidio y bufó, aunque parecía más una cara de decepción.

     No enano, ella era mía.

     —Pero ¿No puedo ni tocarla aunque sea un momento? —Negué rápidamente.

     —Jung Hyung... Si no quieres morir todavía, te recomiendo que no lo hagas —Le aseguré que no dudaría ni un momento en arrancarle la cabeza.

     —Está bien, está bien. Te donaré de mi esperma.

¡Holaaaa!

Yo no sé ustedes, pero me daría vergüenza pedirle algo así a mi hermano...😂

Gracias por leer❤️