|☪ Cᴀᴘ. 069 ☪| ᴜɴᴀ ᴄᴇɴᴀ ɪɴᴏʟᴠɪᴅᴀʙʟᴇ ✔
—Vaya, vaya, estás hermosa —Jeon estaba recostado en su nuevo auto, nunca lo había visto con el.
Me había puesto un vestido de lentejuelas plateadas con escote en "V" y corto, a la mitad de mis muslos, los tacones y accesorios eran de color rosado fluorescente, maquillaje casi natural, sólo resaltaba mis ojos azulados verdes y por último, el cabello suelto en ondas.
—Tú no estás nada mal —Le guiñé un ojo y guardé mi teléfono en el bolso de mano rosado, junto a mis llaves.
—Tenía tiempo que no salía a una cita —Quedé helada ante sus palabras, ¿Cita? ¿Desde cuando no tenía una?
—¿Cita? Ya enloqueciste —Rodé los ojos y me acerqué a él, estaba muy guapo con ese traje clásico negro con camisa blanca, le dí un beso en la mejilla y él me abrió la puerta del copiloto para que me subiera en el auto.
Todo un maldito caballero.
—Para tí, estar enamorado de tí hasta lo huesos es estar loco —Rodé los ojos y me senté en el asiento, esperando a que cerrara la puerta.
Él subió al auto y lo puso en marcha de nuevo a un rumbo desconocido, pero por lo menos tenía los ojos descubiertos y podía ver el camino, si salíamos de Seúl o no. El restaurante que se asomaba en mi vista era muy lujoso y sobre todo costoso, podía apostarlo, un señor me abrió la puerta y me ayudó a bajarme del auto, luego Jeon tomó mi brazo con delicadeza y me guió hasta la entrada, todo en dorado y que brillara era bastante alucinante, las luces y lo fino que era, hasta la forma de caminar de las personas que salían de ahí, me dejaban sin habla, ¿En dónde demonios me has traído, Jeon?
—¿Es tú novia? —Un jóven, quizás menor que Jung Kook, le habló de forma informal.
Era alto y tenía una encantadora sonrisa, era el chico que guiaba a las personas a sus mesas.
—No, idiota, es mi hermana y luego al salir de aquí pienso follármela —Abrí mis ojos como platos, aunque sabía que era sarcasmo y una broma.
O eso esperaba.
—Si es tu hermana, está bien buena —Jeon frunció el ceño y el chico tragó saliva nervioso por sus imprudentes palabras— Su mesa está lista, señor Jeon, síganme —Asentimos al mismo tiempo y fuimos detrás de él.
Todos nos veían sorprendidos, claramente sabían quien era él, pero no tenían ni la mejor idea de quien era yo. Suspiré sin ser notada y fingí una sonrisa, no era normal que todos los que disfrutaban de sus deliciosos platillos te vieran como si fueses un bicho raro o la amante del líder de todo Seúl.
—Llegamos —Anunció el chico y Jung Kook abrió mi silla para que me sentara en ella, no quería que estuviese parada con unos tacones tan altos.
Ni siquiera me molestaban.
—Gracias —Fue lo único que pude decir, ya que Jeon se acercó a él y yo sólo veía al chico avergonzada, ¿Tenía que hacer un espectáculo?
—Ni te atrevas a verla de nuevo con otro ojos, ¿Entendiste, Hanson? —Él chico asintió e hizo una reverencia para despedirse de ambos.
Se acercó a la mesa y se sentó en frente de mí, negué con la cabeza, los hombres me podían ver todo lo que quisieran.
—¿Era necesario? —Alcé una ceja, mientras esperábamos el menú.
—No quiero que te vean más de la cuenta —Jeon hizo unas señas con sus manos y una chica vino corriendo con unos menús entre sus brazos.
—Eres un caso perdido, Jeon —Tomé el menú y lo abrí en la entrada.
—Hablemos de otra cosa mejor —Hizo una pausa y tomó una de mis manos, mi corazón empezó a acelerarse, ¿Qué significaba?— ¿Cómo te fue con tu vestido de novia, es igual de hermoso que tú?
Fue inevitable no sonreír de oreja a oreja, ese hombre era encantador y más cuando usa su voz gruesa, dejando a sus hermosos labios rosados juntos al terminar su pregunta y sólo quería pegar mis labios contra los de él, para que no se sintieran tan solitos y así probaría de nuevo lo que alguna vez fue mío.
—¿Vinimos aquí para hablar del vestido de novia o del porque me has invitado a cenar en un restaurante tan fino? —Alcé una ceja y mordí mi labio inferior.
—Ya te lo dije, estamos en una cita.
[☪]
La velada fue perfecta, risas inundaron la mesa y todos los otros comensales nos miraban furiosos, estábamos perturbando su paz. Entré a la casa y saludé a la señora Jessy, era una señora de cuarenta años con un cuerpo bastante bonito, era rubia y más baja que yo, me había tratado como siempre cuando entré y me avisó que había traído a su hija, tenía prácticamente mi edad y se llamaba Cassie, no era la primera vez que la traía y para ser sincera, no me molestaba en lo absoluto.
Subí a mi habitación y me quité todo lo que había usado ésta noche, no quería que MinSeok se diera cuenta que salí con Jeon, aunque estaba segura que la señora chismosa Jessy le diría, me guste o no, le incumba o no. Regresé a la cama con un conjunto corto de pijama de flores y me acosté en ella para llorar, si, leyeron bien, no me sentía cómoda estar con un hombre, mientras estaba enamorada de otro, pero no es tan sencillo interrumpir todo por algo que sabía que no iba a funcionar desde un principio.
La puerta de mi habitación empezó a sonar, estaban tocando del otro lado de la puerta, ¿A ésta hora? ¿Qué querrá la amargada de Jessy?
—Pase —La puerta se abrió y una figura masculina se asomó por la puerta.
Me senté de golpe y eliminé cualquier rastro de lágrimas, no quería ninguna evidencia y todo eso pasó mientras él cerraba la puerta. Caminó hacia mi cama y se sentó delante de mí, para observar mi cara hinchada y roja.
—¿Kook, qué haces aquí? Si alguien te vió, le dirán a MinSeok y no quiero pelear con él —Tragué saliva y Jeon extendió su brazo para tomar una de mis manos, uniendolas.
—Somos uno, Jules y sabía que después de dejarte tú no estarías bien, lo sé desde hace días y me preocupo por tí —Nuestras manos estaban entrelazadas y lo miré a los ojos.
Suplicaba para que lo abrazara o siquiera le contara que me pasaba, pero eso no iba a funcionar y menos aquí, si MinSeok llegaba todo terminaría muy mal y la palabra desconfianza debía desaparecer de la relación que tenía con él.
—Pero no puedes estar aquí y sé que no te irás si sólo te lo pido —Solté un suspiro y al mismo tiempo alejé mi mano de la suya— ¿Qué tengo que hacer para que te vayas de aquí? —Sólo protegía a MinSeok de la realidad.
—Sólo dos palabras y me iré —Atónita era poco, era sencillo.
—¿Cuáles son esas palabras? Necesito que te vayas, alguien puede entrar.
—Te A-mo —Dijo sonriendo y se acostó en mi cama sin permiso.
“En tus bragas también se introdujo sin permiso” —Se burló mi loba y no era gracioso.
Si no me vas a apoyar, quédate calladita.
“Siempre me callas” —Me mostró sus dientes y me dió la espalda.
—¡Estás loco! —Dije casi gritando— ¿Sabes qué?, Mejor llamaré a la policía para que te saquen de aquí.
Busqué mi teléfono que estaba tirado a un lado de mí en la cama y lo desbloqueé para llamar al número de mi padre.
—Espera, espera —Volvió a sentarse con rapidez— Tú no te atreverías a hacer eso —Él quería terminar detenido por intrusión a una propiedad privada, ya lo sabía.
—¿No? —Me reí por lo bajo— ¿Tú crees en serio que no lo haré?, No me retes, Jeon —Advertí.
—Si, esta bien, hazlo y diles —Se acercó con precaución a mí— que tu futuro esposo está tan loco, —Se detuvo para unir nuestras frentes— que se arriesgó a subir a tu habitación, porque está loco de amor —Su aliento chocó contra mis labios y las palabras no quería salir de mi boca, la corriente eléctrica que había sentido en mi cuerpo me había dejado sin habla.
—A ver, espérate, Jeon —Nos mirábamos a los ojos y me sentí de mil formas— ¿Mi que? —Confusión abundaba en mí.
—¿Todavía no lo entiendes, muñeca? —Se alejó un poco y explicó— Yo no vine a cobrarme por haberme roto el corazón en esa azotea, no vine a comerte a besos. Si vine aquí es para... —Tragó saliva— pedirte que te cases conmigo —Terminó de decir arrodillandose frente a mí y tomó mi mano, casi simultáneo.
—¿Casarme contigo Jeon Jung Kook?, ¿Sabes siquiera lo que estás diciendo? —-Necesitaba que abriera los ojos, ahora era imposible.
—¿Tú crees que yo arriesgue mi vida al subir a tu habitación, para otra cosa? Necesitaba decirte lo que realmente quiero contigo —Iba a desmayarme, ¿Esto era real?
—Tú definitivamente estás más loco de lo que yo pensaba, estás demente o me estás gastando una broma muy pesada —No lo comprendo, si me amaba tanto como dice, ¿Por qué me abandonó?
—¿No es lo que querías?
—Sí, pero no cuando estoy comprometida con alguien más y estamos a punto de casarnos.
—Podemos arreglar eso, podría pelear con él sólo por tí, muñeca —No, eso jamás, no dañaría a MinSeok— Entonces, ¿Que me vas a decir? ¿Te vas a casar conmigo? —Se puso de pie y se acercó para besar mis labios, claro desvié mi cabeza.
No tan rápido vaquero.
—Por supuesto que no —Besó mi mejilla y bajó a mi mandíbula, dejando pequeños besitos.
—¿No? —Soltó una sonora risa y besó una de las comisuras de mis labios, la del lado izquierdo, poniéndome nerviosa.
—No —Respondí seria.
—¿Por qué no me paras la trompita? —Sin importarle que dijera, tomó mis labios entre los suyos.
Era un tramposo.
¡Holaaa de nuevo!
¡Si ven algún error me avisan, no me dió ni tiempo de revisar😥!
Gracias por leer, en el capítulo anterior olvidé ponerlo🤧
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