Esᴘᴇᴄɪᴀʟ ᴅᴇ Mᴀʀᴀᴛᴏ́ɴ:
🎉Cᴜᴍᴘʟᴇᴀɴ̃ᴏs ᴅᴇ Jᴜɴɢ Kᴏᴏᴋ🎊 (ᴘᴀʀᴛᴇ#5)

     Dejé a JaeBum muy cerca del hotel en el que se estaba hospedando, confundida y con preocupación conduje de vuelta a la casa en donde estaba mi hermano, era fin de semana y hacer algo en su idioma era “Dormir todo el día”.

     —¡Hija, por fin te acuerdas de nosotros! —Reí por la emoción que tenía mi padre al verme.

     —Sólo ha pasado una semana, papá —Me acerqué y lo abracé con todas mis fuerzas.

     La vida en pareja era distinta a una familiar.

     —Lo sé, pero te extrañamos aquí en casa, tanto Jun como YoonGi, pero más tu hermano mayor. Ha entrado varias veces en tu habitación y lo he visto hablando solo, pensando que tú estabas ahí escuchandolo —Mis ojos se cristalizaron, ¿Desde cuándo YoonGi no puede vivir sin mí a su lado?, Era mi hermano, jamás me iría muy lejos de él.

     —¿Está en su habitación? —Papá se alejó de mí y limpió las lágrimas que habían salido sin permiso.

     —Estará feliz de verte —Asentí y le dí un beso en la mejilla.

     —Gracias, papá.

     Me separé de él y caminé hacia las escaleras, subí de dos en dos los escalones y llegué a su puerta, sin tocar la abrí y observé un cuerpo enrollado en una gran sabana. Cerré la puerta sin hacer ruido y me senté al lado de él encima del colchón, me acerqué a su rostro y acaricié su mejilla con cuidado, sabía cuanto le gustaba dormir y lo malhumorado que se ponía cuando lo despertabas de su gran siesta.

     —¿Jules? —Habló con voz adormilada— ¿Qué haces aquí? —Se giró un poco y me vió con sus hermosos ojos.

     —Vine a ver a mi hermano, ¿Acaso no puedo? —Dije divertida.

     —Pero nos vemos en la universidad —Por algo mi hermanito le dice Elsa, la de Frozen, es frío.

     —Lo sé, pero es nuestro primer fin de semana separados —Besé su mejilla y él me acariciaba la espalda con cuidado.

     El gesto más lindo que había hecho.

     —Tienes un olor diferente, ¿Con qué alfa estuviste? —Alcé mi rostro de su mejilla y Alcé una ceja, ¿JaeBum había dejado au olor impregnado en mi piel? Iba a matarlo.

     —Estuve con un amigo...

     —¿Un amigo llamado Jeon JaeBum? —Me interrumpió sin dejarme terminar y asentí— Oh, Jules, jamás debes pasartela con ese tipo —Se sentó de golpe en la cama y desordenó su cabello aún más con una de sus manos.

     —¿Por qué?

     —Porque una vez quiso matar a Jung Kook sólo para quedarse con el trono —Sus ojos se oscurecieron más de lo normal y me preocupé.

     —No te creo. Si eso fuera cierto, ¿Por qué evitó que me asesinaran? Es decir, soy importante para Jeon y claramente, si muero él también lo haría —YoonGi me miraba sin ninguna expresión en su rostro y tomó una de manos, con algo de fuerza y luego la retiró.

     Sí, soy real y no un espíritu que te atormentará toda la vida.

     —¿JaeBum siendo bueno? —Soltó una risa amarga— Ya te convenció con sus palabras, ¿No es así? —Rodé los ojos y dejé de verlo al rostro.

     —No, pero ahora responde una pregunta —Cerré los ojos con fuerza, convenciendome de que estaba haciendo lo correcto— ¿Recuerdas a un tal Park Jimin? —Al abrirlos lo miré a los ojos de nuevo.

     Él bajó su cabeza, mirando un punto fijo y relamió sus labios con toda la calma del mundo.

     —Eso no dice que JaeBum sea bueno, Jules. Él nos quiere a todos muertos —Expresó y negué con rabia, ¿Por qué no responde la pregunta? Era sencilla.

     —Responde, ¿Recuerdas a un tal Park Jimin? —Insistí y sólo ví como se removía en la cama, buscando una posición cómoda.

     —Tengo recuerdos vagos sobre él —Fue lo único que soltó con voz más seria de lo normal, su lobo y él tenían una batalla interna, podíamos sentirla.

     Y yo pensaba que era la única que tenía una gran reminiscencia.

     —¿Qué recuerdas? —Insistí.

     De una u otra forma quería ayudar a ambos alfas, a Jimin para que esté con el amor de su vida, algo muy adentro de mí me decía que YoonGi también lo amaba antes de que le borraran la memoria y a Jung Kook para que no muera por una gran herida en su corazón.

     —Que era un enano de cabellos amarillos, buen bailarín y cara angelical. No mucho, en realidad —Alzó los hombros sin importancia.

     —Es el amor de tu vida —Mi hermano soltó la carcajada de su vida.

     —Jules, no soy gay, me gustan las mujeres —Confirmó, pero él realmente no sabía que le gustaba en verdad.

     —¡Escúchame, joder! Tú eres el amor de su vida, es tu Omega y antes estuvieron juntos con muchos recuerdos, pero tu memoria fue borrada —Frustrada me levanté de la cama— Sé que puedes recordar más que eso...

     —Hago el intento, Jules, pero no hay nada —Me interrumpió con algo de dolor en sus ojos.

     —Sé que puedes, YoonGi —Él cerró sus ojos, intentando concentrarse, pero nada llegaba a su mente, lo veía en su rostro— Lo siento, Jules —Soltó con voz apagada.

     —Si no recuerdas, estaré muerta —Dije tomando el picaporte y al mismo tiempo lo presionaba con algo de fuerza.

     No quería morir bajo la magia de un gran mago.

     —Jules...

     —Mi vida depende de tí —Abrí la puerta y desaparecí de su habitación.

[☪]

     Veía la hora emocionada, faltaban cinco minutos para que MinSeok llegara a cenar a casa, me había puesto un vestido bastante ajustado de color negro en corte de corazón y el largo más arriba de mis rodillas, junto a unos tacones de agujas plateados, con el cabello suelto y unos accesorios en plateado, y como olvidarlo, un poco de perfume caro.

     Mi teléfono comenzó a sonar con desesperación y mi corazón se aceleró, me había esforzado tanto en cocinar el bistec encebollado con ensalada de lechuga, tomate y otros vegetales con una excelente vinagreta, papitas fritas y un costoso vino tinto, que además, había preparado un delicioso flan con fresas y coco, execelente para el postre.

     —¿Si? —Sabía que era MinSeok y la emoción se notó en mi voz.

     —Hola, cariño —Habló con la misma emoción que yo había utilizado.

     —¿Estás llegando? —Pregunté arreglando uno de los platos, la presentación lo era todo.

     —Sobre eso, cariño, no podré ir a casa, me necesitan más tiempo en el banco y en la empresa de los Jeon, lamento no poder ir —Mi sonrisa se desvaneció por completo.

     —Tranquilo, amor —Fingí que no pasaba nada y sólo acepté la realidad.

     —Te amo.

     —Yo te amo más.

     Dolida, tranqué la llamada y deje el teléfono en el mesón de la cocina. Suspiré y dejé todo como estaba, ni siquiera me daban ganas de comer y menos sola. El timbre de la casa resonó en todo el lugar y bufé, no quería atender a ninguna de las vecinas, porque las que teníamos siempre pedían algo, como si nos vieran cara de tener todo en casa.

     Me acerqué a la puerta y la abrí con esperanza de que sea MinSeok haciéndose pasar por una de nuestra vecinas, pero cualquier esperanza se esfumó al ver a ese hombre parado frente a mi puerta.

     —¿Jung Kook, qué haces aquí? —Elevé una ceja, mientras él me veía impresionado.

     —Quería verte y por lo que veo llegué en buen momento —Amaba su voz ronca y más su exquisito olor.

     Controlate, Jules.

     —Estás loco —Negué, ¿Por qué seguía insistiendo? Déjame en paz.

     —Pero por tí —Solté una sonrisa burlona.

     Sorry, not sorry.

     —No, ¿Cuándo vas a aceptar que no siento nada por tí? —Golpe bajo para su persona, pero no pareció afectarle.

     —Cuando tú misma creas que eso es cierto, porque quieras o no, lo seguiré intentando —Mirarlo fijamente a los ojos, con el ceño levemente fruncido no era de gran ayuda, quería sonreír por sus palabras.

     —Y yo pensaba que mi ex era un dolor de cabeza —Susurré muy bajito.

     —¿Puedo pasar? —Miró hacia el interior y luego a mí, total, no tenía nada más que hacer.

     No respondí y sólo le dí un espacio para que entrara a mi casa. Cerré la puerta después de que entró y lo descubrí detallando descaradamente mi casa con una sonrisa en su rostro, ¿Qué estará pensando ese ser tan dañino?

     —Es linda.

     —Lo es —Dije orgullosa, aunque tuviese muy pocos muebles.

     —Huele muy bien, ¿Qué cocinaste? —Olvidar que un Alfa tiene un gran olfato era fatal y mas cuando no quería explicar porque aún tienes la comida servida.

     —No mucho —Dije siguiéndolo hasta la cocina, rodeandome con los brazos, como si me estuviese abrazandome a mi misma.

     —¿No mucho?, ¡Parece un banquete! —Expresó viendo la comida encima de la encimera de la cocina— Y se ve delicioso —Su rostro sorprendido me hubiese gustado verlo en MinSeok, pero eso no pasará.

     Miré hacia un lado, ignorando de pronto todas sus palabras, como si él realmente no estuviera ahí, ¿Y si era un producto de mi imaginación?

     —Soy muy real, Jules —Lo miré de inmediato y él me ofreció su mano— ¿Comemos?, Realmente tengo hambre —Una pequeña sonrisa se asomó en mis labios y tomé su mano gustosa.

     —Sigo diciendo que estás loco —Hablar sin pensar era lo mío.

     —Y yo que jamás dejas de sorprenderme —¿Cómo no enamorarse?, Era un jodido caballero.

     Me ayudó a sentarme y él se acomodó a mi lado, ambos disfrutábamos de la compañía del otro y de la deliciosa cena, no era por alardear, pero me había quedado deliciosa.

     —¿En dónde está tu prometido?

     —En su trabajo —Tomé todo el contenido de la copa de vino.

     —¿Segura? —No, Jeon, te estás metiendo en terreno peligroso.

     —No me harás dudar de él —Aseguré cruzándome de brazos y con la silla giratoria, quedé frente a él.

     —No lo haré, pero hay un loco que quiere asesinarme o a mi familia más cercana y para tú desgracia, MinSeok es de mi familia —Él imitó la acción de la silla y estábamos cara a cara.

     —Lo sé, pero todo esto es tu culpa —Lo acusé.

     —¿Mi culpa? —Asentí— ¿Por qué? —Su cara de no saber de lo que hablaba era épica.

     —No dejaste que Park Jimin estuviese con mi hermano, ¿Qué esperabas, que él saliera con una sonrisa en su rostro y no tuviese ganas de matarte? —Alcé una ceja, estaba muy seria y tensa— Lo apoyo, pero no debería sufrir al igual que tú, yo no le hice nada —Su ceño se frunció.

     —¿Quién te dijo todo eso?

     —Tu hermanastro —Escuchaba sus dientes crujir, no estaba muy contento y los apretaba con fuerza.

     —¿JaeBum estuvo contigo?— Asentí— Voy a matarlo —Todos querían matar a ese pobre muchacho y aun no sabía exactamente el porque, Jung Kook estaba vivo y tenía a su palacio.

     —Me salvó, Jimin me estaba siguiendo —Salvaría a JaeBum de las garras de su hermanastro.

     —¿Por qué yo no estaba al tanto de ello?

     —Porque no puedes estar en todos lados y protegernos a todos del mismo mal, tu familia es primero —Negó una y otra vez.

     —Si puedo —Ahora yo negaba.

     —No puedes, pero tranquilo, estaré bien —Aseguré. Tenía a YoonGi de mi lado.

     —No, yo puedo...

     —Estaré bien —Lo interrumpí, sabía que no era cierto.

     —No quiero perderte —Sus ojos se perdieron en los míos y acerqué una de mis manos para acariciar su mejilla.

     —No lo harás —Su piel era tan suave y brillosa.

     —¿Lo prometes? —Me acerqué a él y podía sentir nuestros labios rozandose, pero no podía hacerlo.

     —Lo prometo —Dejé un beso en su mejilla y nos miramos detenidamente a los ojos, estábamos muy cerca del otro.

     —Tienes los ojos más hermosos que he visto —Sonrojarse era mi segundo nombre.

     —Y tú tienes el ego más grande que he visto —Seguí su juego divertida.

     —También tengo otra cosa que es la más grande que has visto y te extraña —Los colores se apoderaron de mi rostro.

     ¡Que vergüenza!

     —Jeon... —Reprendí viendo mi regazo

     —Te amo, Jules.

     El nudo en mi garganta se hizo presente y responderle no estaba en mí, quería hacerlo y lanzarme a sus brazos, decirle lo mucho que lo amo, pero no pude.

Sé que han estado aburridos, pero se pondrá mucho mejor, nuevos dramas, nuevos personajes y ¡A llorar!

Gracias por leer💕