Esᴘᴇᴄɪᴀʟ ᴅᴇ Mᴀʀᴀᴛᴏ́ɴ:
🎉Cᴜᴍᴘʟᴇᴀɴ̃ᴏs ᴅᴇ Jᴜɴɢ Kᴏᴏᴋ🎊 (ᴘᴀʀᴛᴇ#1)

|• MIN JULES HEE •|

     Salí de clases hace unos treinta minutos y esperaba a mi futuro esposo en la entrada de la universidad, justo como habíamos acordado, pero no llegaba y sólo decidí no preocuparme más de lo que debería. Me crucé de brazos y bajé la falda del uniforme, comenzaba a hacer viento a las cinco y treinta de la tarde, me abracé a mi misma y me dí un poco de calor, rezando que no me haya dejado plantada, porque no había traído mi auto.

     Escuché pisadas detrás de mí y por instinto me dí la vuelta, viendo la nada y la soledad en la que me encontraba.

     “No debiste confiar en él” —Habló mi loba casi como un reproche.

     Es nuestro Alfa, debemos hacerlo, quieras o no —Aunque sabía que ella tenía razón, no iba a ceder para dársela.

     Aquellas pisada se hicieron más frecuentes y no pude evitar ver hacia los lados, como una completa paranoia, pero no veía a nadie detrás de mí, ni a los lados y menos al frente, no quería decirlo y admitirlo, porque yo era una presa fácil, sola, vestida con un diminuto uniforme y además, desprendía miedo, aunque mi loba estaba muy alerta de todo lo que pasaba. Era muy difícil distinguir algún olor y más uno desconocido para nosotras, cerré los ojos y solté un largo suspiro.

     Lo siguiente que sentí fue un pecho duro tras mi espalda y una mano en mis ojos. Mi piel se erizó y mi cuerpo tembló, ¿Qué era todo esto?, ¿Quién era él?, Pero sin decirme nada, comenzó a caminar, obligándome a hacerlo.

     —¡No iré a ningún lado contigo! —Solté molesta, intentando zafarme, pero era inútil.

     Era fuerte.

     Sentí su rostro acercarse a mi mejilla y besó una de ellas con delicadeza, pero no dijo nada. Retiró su mano de mis ojos y con su otra mano me mantuvo inmóvil, ¿Cómo? Ni yo misma sabía, sólo mi cuerpo no reaccionaba y correr no era una solución viable. Un trozo de tela cubría mis ojos y otro ataba mis manos, sentí su aliento en mi cuello y luego un beso en el, era delicado y se sentía muy bien.

     Pensamientos impuros.

     —Por favor, déjame ir —Pedí con voz tranquila o eso quería aparentar, pero nada salía de su boca.

     Me guió a un lugar que claramente no veía, ya que todo estaba oscuro y la puerta de un auto se abrió, tragué saliva y me tensé, ¿A dónde pensaba llevarme? Me ayudó a subirme y mi loba insistía de que le siguiera la corriente, mientras yo tenía en mente que quería escapar. Estaba lo suficientemente traumada como para no querer hacerlo.

     Cerró la puerta sobresaltandome y luego escuché la puerta del piloto abrirse, en definitivas cuentas él iba a llevarme muy lejos y me haría cosas no muy bonitas que digamos.

     —Jules, no haré daño —Habló encendiendo el auto.

     Esa voz... Esa maldita voz.

     —¿Por qué haces esto? —Era estúpido preguntar aquello y no preguntar que habia hecho con mi bolso, él me lo había quitado para amarrar mis muñecas.

     —Porque necesito que tengamos un tiempo a solas, sólo tú y yo en donde nadie más sepa —El auto comenzó a moverse y mis ganas de matarlo aumentaron.

[☪]

     Horas y horas llevaba conduciendo, no sabía a donde íbamos o si acaso habíamos salido de Seúl, pero de una cosa estaba segura, estábamos lejos de mi casa y eso me aterraba, ¿A dónde huiría después?  El auto se detuvo y la atadura de mis muñecas se aflojó, dejándome retirar el trozo de tela que cubría mis ojos y la luz chocó contra mis retinas, de ver todo en negro y de repente llegue mucho color a tu vista, provocaba un gran mareo visual.

     Miré el interior del vehículo y al piloto, estaba furiosa porque tenía la mínima esperanza de que mi secuestrador no fuera él.

     —¿Qué hacemos aquí? —Pregunté con el ceño fruncido y él soltó el volante para verme a los ojos.

     —Yo sólo intento reconquistarte —Hizo una pausa, buscando algo dentro de su cabeza— y tampoco sé en donde estamos —Eso no me dejaba muy tranquila que digamos.

     ¡Él era de Corea del Sur, ¿Cómo no sabía en dónde estábamos?!

     —¡Lo sabía! —Estaba segura de que él sólo quería raptarme y hacerme oír lo que no quería. Sus malditas disculpas— Por eso conducías en círculos, ¿No es cierto? —Sí, me había percatado que la dirección que tomaba no tenía sentido.

     —¿Y cómo sabes eso?, Tenías los ojos vendados y sólo buscaba el lugar indicado para llevarte, justo a donde no había traído a ninguna mujer —No me dejaba más tranquila aquella explicación.

     —Lo podía sentir, Jeon, pero nada de lo que me digas me hará cambiar de opinión, ni el hermoso paisaje, ni palabras cursis —Alcé los hombros sin importancia.

          Bajamos del automóvil y subimos unas escaleras que daban a una linda azotea, el sol estaba por esconderse y aunque debía negarlo, no podía, el paisaje era muy hermoso.

     —No confiaré en las palabras de Kyo —Lo ví moverse inquieto de un lugar a otro luego de que subimos, él no sabia que hacer y me ponía nerviosa.

     —¿Quién es esa? ¿Una de tus conquistas?, Porque no me extrañaría que lo fuera —Solté una risa burlona.

     —Es mi secretaria, señorita Min —Dijo con algo de inseguridad.

     —Si, claro, Jeon y yo me chupo el dedo —Dejé de mirarlo y me enfoqué en como el sol se metía para darle paso a la noche, en donde dejaría que las estrellas brillaran más que nunca junto a la luna.

     —Me podrías chupar otra cosa —Me guiñó un ojo de forma seductora.

      Tragué saliva con dificultad, ¿En dónde estaba el Jung Kook tierno y nada pervertido?, Aunque pensándolo bien, este me gustaba y ganas no me faltaban.

     —Por Dios, Jung Kook, ¿Qué ha hecho esa mujer contigo?, Jamás habías hablado de esa forma —Dejarme llevar por sus encantos era su táctica y la mía era no caer en ellos.

     —Nada, pero para que estés satisfecha, me gusta más tu trasero, es grande y el de mi esposa es algo inexistente —Me sonrojé, ¿Qué demonios me haces, Jeon Jung Kook?

     Hablar sucio, sólo me ponía más roja de lo que debería estar. Tenía un rubor natural.

     —Cállate, Jeon —Tapé mi rostro avergonzada— Sólo tú podías decir eso cuando se supone que estamos teniendo un momento algo romántico —Murmuré contra mis manos.

     —¿Preferirías que te dijera que mi esposa lo tiene más grande que tú? —Rodé los ojos ante su estúpida pregunta.

     —Prefiero no hablar de tu esposa, ni de mi trasero.

     —Sólo quería recordarte que me gusta tu trasero —Intenté no sonreír, porque a mi me gustaba todo de él y amaba el lunar en su cuello, bajo su labio inferior y su manera de volverme loca.

     Hasta su pene era hermoso.

     Rodé los ojos y le dí la espalda, sintiendo segundos después como sus brazos rodeaban mi cintura y dejó caer su cabeza en mi hombro, quedandonos en silencio admirando por un momento la hermosa vista que teníamos de la ciudad. Las personas se veían como hormigas desde ésta altura. Incluso podía ver algunas estrellas en el cielo, ya que estábamos lejos del suelo.

     —Sigo enamorado de tí —Soltó.

     Ni siquiera sabía porque debía sentirme mal, él me dejó y yo me comprometí con alguien más, ¿Por qué tenía que hacer todo tan complicado?

     —Y lamento que lo hagas —Solté sin pensar en nada más. No iba a correr de nuevo a sus brazos luego de que me abandonó y me haya lastimado.

     Aún dolía.

     —Jules —Recuperó su postura y me giró para verlo a los ojos— Lo lamento, jamás quise dejarte, pero quería que estuvieras a salvo y lejos de mi lado. Sabía que estarías bien sin mí, mira lo que has logrado, vas a casarte con alguien más y me alegra, pero jamás pensé que yo estaría en la miseria sin ti. Me siento perdido y es difícil para mí decirte todo esto, más cuando estamos en un lugar que desconozco, pero es realmente hermoso... Como tú —Unas cuantas lágrimas cayeron de sus ojos y sólo se me ocurrió quitarlas del hermoso arte que tenía en frente, porque eso era Jeon Jung Kook para mi... Una hermosa obra de arte.

     —Podíamos manejarlo los dos, tú y yo. Siempre juntos, pero preferiste dejarme e irte de nuevo con tu esposa. Decidiste lastimarme y alguien más llenó aquel vacío que dejaste —Mentí, MinSeok jamás llenaría ese enorme hueco, porque no lo amaba.

     —Te amo, Jules —Y fue lo único que bastó para romperme de nuevo.

     —¿Qué logras con eso? Entiende que voy a casarme con alguien más que no eres tú —Insistí con lo mismo, no quería sufrir, no otra vez.

     —Quiero reparar el daño y demostrarte que puedo ser mejor, que quiero ser mejor por ti, que tú debes estar a mi lado y no de ese... —Lo interrumpí con todo el dolor de mi alma.

     —Ya no te amo, Jung Kook. —Lo miré a los ojos, tratando de convencerlo— Por favor, llévame a mi casa.

🎉Jamás olvidaría el cumpleaños del amor de mi vida🎊 (Mamá espero que no leas esto, gracias).

Quería esperar a terminar este capítulo, que me ha costado escribir más que cualquier otro y todavía no me gusta del todo, pero espero que a ustedes les encante. También quería publicarlo desde ayer, pero el no tener internet ha sido peor de lo que esperaba.

No importa cuantos años tenga, siempre será un bebé hermoso para todos nosotros.

Los demás capítulos serán publicados a lo largo de la semana, porque no sólo se debe celebrar su cumpleaños una vez al año, si no toda su jodida existencia🤧😊

Gracias por leer💕