|☪ Cᴀᴘ. 058 ☪| ᴘᴇʀᴅɪ́ ᴀ ᴍɪ ғᴀᴍɪʟɪᴀ ✔
|• JEON JUNG KOOK •|
—No me digas, ¿Estás así por la insípida esa? —Habló Nayeon por quinta vez, mientras mis padres hablaban animadamente entre ellos y sus amigos ignorando nuestra presencia.
—No estoy de humor como para hablar contigo, Nayeon, por lo menos no ésta noche —Hice una pequeña reverencia e intenté retirarme.
—Señora Jeon para ti —Rodé los ojos al escuchar sus insignificantes palabras.
Como desearía quitarte el honor de tener mi apellido en tu estúpido nombre.
Mis padres habían armado una especie de reunión con sus amigos más cercanos, ¿Motivo?, Porque su supuesto nieto nacería en pocos meses y estaban emocionados de conocerlo, pero lo que más yo quería era salir corriendo de ésta pesadilla, no estaba de humor como para fingir que era feliz con mi esposa y el vientre falso que llevaba a todos lados.
Salí del gran salón para subir las escaleras y meterme en mi gran habitación, nadie podía terminar de arruinar mi día o levantar mi estado de ánimo en aquel lugar tan privado para mí. Cerré la puerta al llegar y desaté el nudo de mi corbata aventandola por algún rincón de mi habitación, lo mismo pasó con el saco y la camisa formal que tenía, me quité los zapatos e iba a continuar con el pantalón, pero la puerta se abrió.
Aqui era donde me echaba la culpa por no ponerle seguro a la misma.
—Debemos hablar de lo que te pasa, Jung Kook —Ingresó a mi habitación sin permiso y me terminé de quitar el pantalón, quedándome en mis bóxers azules marino— Cariño, si querías seducirme, lo estás consiguiendo —Rodé los ojos y me acosté boca arriba de la cama con fuerza, prácticamente me dejé caer en ella.
No respondí a su invitación a tener sexo con ella, porque no era precisamente lo que quería, sólo quería que Jules apareciera por esa puerta, se acostara a mi lado y acariciara mi rostro, entrando en un transe de tranquilidad y paz infinita, pero sabía que eso no iba a ocurrir ni en mis sueños.
—Nayeon, sólo quiero que salgas de mi habitación —Pedí amablemente.
—No, te recuerdo que estamos casados.
—Y fue un maldito error —Ella se acercó a mi cama y se sentó en ella con cuidado, justo en una esquina.
—Sé que no ha sido el mejor matrimonio de todos, pero ¿Por qué no intentamos llevarnos bien una sola vez en la vida? —Se deshizo de su vestido, de sus tacones y del vientre falso para gatear en ropa interior hasta mi, se subió en mi regazo y acercó su rostro para besar mis labios.
Desvié la cabeza y ella terminó besando mi mejilla furiosa, se levantó un poco y se quedó sentada en mi regazo con los brazos cruzados, analizando mi rostro de pocos amigos.
—Lo menos que quiero es tener una amistad contigo, se supone que estamos casados y somos felices, que tendremos un hijo dentro de pocos meses y que además lo presentaríamos ante nuestro pueblo, pero adivina, no sé cómo le harás para lograr aquello —Hablé sin despegar el contacto visual.
Ella solita se había metido en ese gran problema y ahora le toca afrontar las consecuencias.
—No puedes dejarme sola en esto, tú sabías desde un principio que era falso, ¿Por qué no me detuviste y seguiste con la mentira? Esto es tanto culpa tuya, como culpa mía —Rodé los ojos, no sólo debía mentir, si no también debía fingir que podía ser capaz de embarazar al amor de mi vida nuevamente.
Sí, tenía intenciones de recuperarla, no sabía si en esta vida, en la otra o justo cuando ambos estemos ancianos, pero el punto era que me convencía a diario que debía estar con ella y era estúpido, porque el que decidió dejarla echa nada y con el corazón roto en aquel aeropuerto fui yo.
Nadie me obligó a hacerlo, sólo mis pensamientos.
Si no pude protegerla y menos a mi cachorro, ¿Quién me garantiza que en un futuro pueda hacerlo?, Nadie, pero también tenía que entrar en la nueva realidad, sería incapaz de tener hijos a lo largo de mi vida, ni con el mejor tratamiento que existía podrían hacer que el flujo de espermatozoides aumentara.
❝—Señor Jeon, lamento ser yo el que le dé ésta noticia, pero lo que le hicieron en Estados Unidos fue una más que una venganza, fue una condena —Sabía exactamente a lo que se refería— Es usted estéril —Tragué saliva e intenté no desmoronarme, era el líder y rey de todo Seúl, no podían verme débil.
—Gracias, Miliang —Forcé una sonrisa y me levanté de aquel asiento frente a su escritorio, dentro de su consultorio.
—Pero no se desanime, Alfa, algunos métodos pueden ser quizás efectivos en usted, no todos responden de la misma forma a los métodos —Negué.
—No me des esperanzas en donde no las hay —Toqué el picaporte de la puerta dispuesto a salir, pero enseguida el doctor activó sus sentidos y se puso de pie para tocar mi hombro convencido.
—Tu novia no podía salir embarazada y lo estaba de tí, ¿Qué te cuesta creer que los milagros existen? —Me erguí y solté lo único que no quería decirle exactamente.
—Y por culpa de ello, la hicieron sufrir como a nadie —Sonreí falsamente y terminé de abrir la puerta.
—Rendirse es para los débiles, señor Jeon —Soltó segundos después de trancarle la puerta en la cara.❞
—En primer lugar no debí casarme contigo, me convencí que el amor no era para mí y me dejé llevar por una ilusión, tú te acostarías con los que quisieras y yo estaría con todas las mujeres que quedaban en mi lista de espera, pero... —Me interrumpió frunciendo el ceño.
—¡Llegó esa niña a arruinar nuestros planes! —Alzó la voz. Alguien podía escucharnos si ella volvía a alzarla.
—No grites, créeme que no tengo problemas auditivos —Rodé mis ojos— y no hables así de la mujer que amo —Sus ojos habían cambiado de color cuando escuchó aquello.
—¿Amar? —Se burló sin perder el contacto visual— Si ella te amara, te hubiese dado un hijo como tu padre quiere.
¿Desde cuando importa más lo que mi padre quiere para mi vida que, lo que yo quiero para la misma? Cuando hubiese decidido tener un hijo lo tendría porque sentiría que fuese el momento, claro que ahora ningún momento lo sería.
—Asesinaron a nuestro hijo —Solté sin siquiera pensarlo dos veces más y sabía que había echo mal.
—¿Cómo que lo asesinaron? ¿Ella podía quedar embarazada? Según los rumores que rondaban en la universidad, ella no podía estar en cinta jamás —Abrí mis ojos como platos.
—¿Quién te ha dicho eso?
—Lo escuché de unas chicas que hablaban de Jules y... —La interrumpí.
—¡¿Y por qué no me lo dijiste?! —Nadie debió atraverse a hablar de las cosas más privadas de Jules.
Lo lamentará.
—¡Porque estabas con tu cara larga y de sufrimiento! —Hizo una pausa buscando que se yo dentro de su mente— ¡Eras capaz de lanzarte sobre la pobre beta!
—¡Nadie debe atraverse a contar la vida privada de Jules como si fuese de su incumbencia! —Mañana mismo haría algo al respecto.
—Jung Kook, cálmate, estamos gritando y nadie debe escuchar nuestra conversación —Exhalé con furia, juro que salía humo de mis orejas y nariz— Aún no me has contestado la pregunta, ¿Cómo lo asesinaron? —Cerré mis ojos cuando terminó de hacer la pregunta.
—Yo estaba encarcelado y ella dió su vida para salvar la mía, aceptando casarse con el hijo de Dimitri, —Ella abrió su boca formando una "O" con sus labios— pero tanto ella como yo sabíamos que no podía quedar embarazada y al enterarme que la habían echo abortar, me enfurecí y lo maté de un sólo manotazo.
—¿A-A tu primo? —Asentí.
Cuando llegué a mi reino aquel día, junto a Ho Seok y Seok Jin, mis padres y "mi esposa" me bombardearon de preguntas sobre mi repentina desaparición, le había contado todo lo ocurrido, pero me ahorré ciertos detalles y mencionar que Jules me había salvado, que arriesgó su vida y que además asesinaron a nuestro cachorro, no era algo tan sencillo de decir en voz alta, porque simplemente no fui capaz de proteger lo que llamaría mi familia.
—Sí, imagínate, era de mi familia, no querrás saber lo que podría hacer si no lo fuera —La oí tragar saliva y sentí su corazón acelerarse.
Miedo. Lo podía oler a kilómetros.
Lo tenía listo, pero olvidé subirlo anoche🤷 espero que les guste🤧
GRACIAS POR LEER💕
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