|☪ Cᴀᴘ. 032 ☪| ¿ᴀ ϙᴜᴇ́ ᴠɪɴɪsᴛᴇ? ✔
La miré fijamente a esos hermosos ojos y analicé mi siguiente jugada, aunque era cierto lo que ella decía, no podíamos hacerlo con Kai aquí y menos acostado en la cama.
—Quiero arreglar las cosas contigo y más a mi manera, yo la regué y te toca disfrutar, además de obedecer —Ella me miró confundida— Te quiero boca abajo en cuatro en el suelo, con las manos a la espalda —Tomé una almohada y la acomodé en el suelo para que pudiera estar más cómoda.
—Jung Kook —Se cruzó de brazos, sin acatar mi orden.
—Prometo que lo vas a disfrutar —La escuché bufar, pero luego obedeció satisfactoriamente.
La tenía a mi merced. Busqué una corbata en mi armario y regresé a ella para atar sus muñecas, nada fuerte, sólo quería que no se moviera de esa posición. Acaricié cada centímetro de piel de sus piernas, sus hermosos glúteos, tenía la piel más suave que había tocado y sin poder aguantarme más azoté uno de sus glúteos, resonando en toda la habitación, escuchando un gemido de su parte, le había gustado.
Sin detenerme, seguí azotando sus glúteos hasta dejarlos como a mi realmente me gustaban, rojos y con mis manos marcadas en ellos.
—¿Te gusta? —Pregunté sobando sus glúteos.
—Me-Me encanta, Pero aún sigo molesta contigo —Lo que dijo me hizo reír, ¿Cómo le hacía está mujer para sacarme una sonrisa en el momento menos esperado?
Con dos de mis dedos empecé a acariciar sus labios inferiores, subiendo y bajando a un ritmo lento, y pausado, mientras mi otra mano hacía su trabajo, estimulando su clítoris, podía ver cómo retenía sus gemidos.
—Vamos, amor, quiero escucharte gemir mi nombre —Dije con una sexy voz de excitación, pero no hizo caso— Usted es una niña muy mala —Paré con mi grandioso trabajo, acerqué mi rostro a su mojada intimidad pasando mi lengua cálida por toda su entrada, lamiendo cada centímetro de ella, con ayuda de mis dedos, separé un poco sus labios para simular embestidas con mi lengua.
—¡Ahhg, Kook! —Gimió desesperadamente.
—Sin duda eres la más deliciosa —Dije contra sus labios menores.
El timbre comienzó a sonar, interrumpiendo nuestro hermoso acto y a todas éstas me pongo a pensar en porque Jules reprimía sus gemidos, era para no despertar a Kai, pero el timbre que no era tan fuerte hizo aquello.
—Kook, ve a ver quién es, mientras yo calmo a Kai —Dijo Jules intentando zafarse, pero no quería, necesitaba estar dentro de ella.
—Jules, por favor no me hagas esto —Desamarré la corbata dejándola libre.
—Prometo que cuando Kai se duerma continuaremos con todo, ¿Te parece? —Asentí sin ganas, quería penetrarla.
Salí de la habitación para abrir la puerta, encontrándome con la persona que menos deseaba ver.
—¿Querido y esa erección?, ¿Estabas pensando en mi? —Ella mordió su labio inferior y se acercó a mí, cerrando la entrada de mi apartamento a su paso— Yo también te deseo, Jung Kook —Comenzó a bajar un tirante de su vestido, alarmado me acerqué y lo subí dejándolo en su lugar.
—Esto no es por ti —Señalé a mi miembro— Es por... —Mis palabras quedaron en el aire al ver como Jules salía en toalla de la habitación.
—De verdad que comienza a fastidiarme tu presencia —Soltó Nayeon, viendo con el entrecejo fruncido a Jules.
—Que lástima, —Simuló estar indignada— pero deberías agradecerme, un pajarito me contó que ya tu futuro esposito no tiene ninguna erección cuando te ve a ti —Tapó su boca con gracia.
—¡Te voy a matar! —Nayeon corrió hacia ella, pero fui más rápido y la tomé por la cintura— ¡Suéltame, la dejaré sin un cabello rubio que lucir!
—Ni se te ocurra tocarla o la que va a estar diez metro bajo tierra se serás tú, Nayeon —Dejó de removerse al escuchar mi amenaza.
—Suéltame —Dijo más calmada y precedí a hacerlo.
—¿A qué viniste? —A mi me empezaba a molestar su presencia.
—A ver al mocoso, ¿A qué más? —Se cruzó de brazos resaltando más sus senos, pero no producían el mismo efecto que con Jules.
—¿Y en serio querías tener hijos con esa mujer? —Jules se dió la vuelta ingresando nuevamente a la habitación.
—Dime el porque, el de verdad —Ella rodó los ojos y lo soltó.
—Tu madre me llamó para avisarme que vendría dentro de una hora, quería asegurarse de que todo estuviese bien y como buena persona que soy, vine a fingir que lo habíamos pasado de maravilla cuidando al mocoso, pero jamás imaginé que estuvieras con esa beta —Lo último lo dijo con cierta cara de repulsión.
—Esa beta será la madre de todos mis cachorros, ya lo verás y con respecto a lo otro, si no lo hacías, no te iba a pagar —Alcé los hombros sin importancia.
—Si, como digas —Hizo una pausa— ¿Cachorros?, Sólos los Alfas y omegas pueden —Dijo bastante obvia.
—Saca tus propias conclusiones.
[☪]
|• MIN JULES HEE •|
Nayeon no podía durar con Kai más de dos minutos sin hacerlo llorar, parecía que odiaba su voz, su presencia, a ella en general, tanto como yo la odiaba a ella, Kai se parece tanto a mi.
—¡Por Dios, no es tan difícil! —Estaba comenzando a frustrarme, la mamá de Jung Kook llegará en cuestión de minutos y ella no lograba el cometido.
—Jules —Jeon acarició mi mejilla, él estaba sentado a mi lado, respiré profundo y tomé las cosas con calma.
—¡El pequeño demonio no ayuda! —Alzó la voz Nayeon haciendo que Kai llorara con cierta desesperación, él abría sus brazos llamando mi atención.
—Ven, yo te salvo de esa horrible mujer —Estiré mis brazos y tomé al pequeño que casi salta en mi dirección justo a mis manos.
—Cuida tus palabras —Me señaló Nayeon amenazante.
—¿O qué? —Acurruqué al pequeño en mi pecho.
—No vivirás para contarlo —Reí.
—Dime algo sin mentir —Jeon nos miraba con el ceño fruncido.
Parecíamos perro contra gato.
Estábamos teniendo un duelo de miradas hasta que mi teléfono empezó a sonar, haciéndome desviar la mirada a la mesa de centro que había delante de mi. Le entregué a Jeon al hermoso bebé y desaparecí de sus vistas para atender la llamada.
—Hola, amor —Era MinSeok quien llamaba.
—Hola, mi amor, ¿Cómo estás? —Pregunté con una sonrisa.
—Extrañándote, ¿Y tú? —Se escuchaba voces al fondo.
—Muy bien, yo también te extraño, ¿Por qué no salimos esta noche? —Estar en el departamento de Jeon me gustaba, podía imaginarme una vida junto a él, pero él no quería aquella vida y MinSeok sí.
Debía salir de aquí cuanto antes.
—No puedo, amor, estaba fuera de tu casa, pero tú hermano me dijo que no estabas, quería despedirme, estoy en el aeropuerto, iré a vigilar la empresa dos semanas y luego volveré —Aquello me cayó como un balde de agua helado.
—Lo lamento, mi amor, estoy trabajando —Mentí, sólo ayudaba al gran Líder.
—Lo sé, tu hermano me dijo, pero si te casas conmigo tendrás todos los lujos que tanto te mereces —Sonaba tentadora la oferta, pero quería casarme por amor, no por cuanto posee en su cuenta bancaria.
—Sólo han pasado dos días, ni siquiera me has dejado pensarlo —Caminé nerviosa de un lado a otro de la habitación de Jeon.
—Lo sé y dije que no iba a presionarte —Hizo una pausa escuchando lo que anunciaban por el parlante— Debo irme, pero a penas me baje del avión voy a llamarte, te quiero —Sonreí inconscientemente.
Siempre tan bello.
—Yo te quiero más, cuídate y compórtate, MinSeok, nada de otras mujeres que no sean yo —Soltó una carcajada.
Me sentía mal por estar engañando a un chico maravilloso y a Jeon, cada día que pasaba me sentía peor.
—Lo que mi princesa diga —Sin más colgó la llamada, dejándome una hermosa sonrisa en el rostro, que se desvaneció al escuchar voces afuera, ya había llegado la señora Jeon.
Cambié mi ropa por una más adecuada, un vestido pegado al cuerpo con unas sandalias bastante elegantes, era la señora Jeon, no cualquier persona. Abrí la puerta con cuidado y salí con una sonrisa radiante, viendo como Nayeon cargaba a Kai y la señora Jeon miraba anonadada la escena, pero estropeé todo cuando el pequeño me vió, alzando sus manitas con insistencia.
—Jules, que sorpresa verte —Dijo la señora Jeon con sorpresa. Hice una reverencia y le sonreí.
—Siempre es un placer verla —Kai seguía llamando mi atención y la de todos, pero no podía interferir, no ahora.
—¿Y qué haces aquí? —Me preguntó, mientras me sentaba en el sofá que estaba solo.
—Necesitaba unas clases particulares para la prueba de mañana, debo aprobar para salir de vacaciones con tranquilidad —Expliqué, claramente estaba mintiendo, no le diría “Su hijo me llamó con desesperación porque su nuera lo dejó solo con el pequeño y simplemente él no sabía que hacer”.
—Espero y mi hijo te haya explicado de lo mejor, es un cerebro en esas cosas —Asentí convencida, él ya me había comprobado que si.
—Mamá —Soltó Kai con su voz dulce alzando sus brazos en mi dirección, haciendo que una sonrisa saliera de forma inconsciente— Mamá —Volvió a repetir, no pude aguantarme y me acerqué al pequeño tomándolo en brazos, acurrucandolo en mi pecho.
Todos veían la escena con sorpresa y yo con orgullo, ¡Kai acababa de llamarme mamá!, Estaba muy feliz por eso y podría comérmelo a besos en este mismo instante.
Estoy súper inspirada💕 Si algo no está bien o no cuadra en la historia, pueden dejarme un comentario justo en esa parte❤️
GRACIAS POR LEER😘
De corazón se los agradezco, me gusta escribir esta historia, bueno, todas las que tengo, pero ésta es mi favorita😍
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