☪ Cᴀᴘ. 022 ☪| ᴀᴍᴀʀɢᴏs ʀᴇᴄᴜᴇʀᴅᴏs ✔
Maratón 4/5
A todas éstas había olvidado la presencia de Minha, mientras Jung Kook y yo nos comportabamos como unos adolescentes enamorados frente a ella, y no lo decía exactamente por mí. Jeon me miró divertido y me cargó en su hombro como si fuera un costal de papas, dejándome totalmente fuera de base, desentendida y algo ida de este planeta.
—¡¿Qué haces?! —Pregunté alarmada removiendome en su hombro volviendo a tierra.
—¿Qué crees que hago? —No sentía el suelo y me daba una perfecta vista de sus trabajados glúteos— Te llevo a mi oficina, tenemos cosas que hablar, al igual tú, Minha, vamos a mi oficina —Soltó en voz de mando.
—S-Si, señor —Respondió ella con un patético tartamudeo.
Él comenzó a caminar, pero podía sentir el aire colarse por adentro de mi falda.
—Se me va a congelar el trasero, ¿Sabías? —Dije fingiendo estar molesta, cuando realmente no era así ya que, el aroma a chocolate con menta era aún mejor de cerca.
—Tienes razón —Sin más colocó su mano en mi trasero— Tienes un lindo trasero, ¿Lo sabías? —Sentí mis mejillas arder.
—¡Quita tu mano de allí! —Chillé.
—¿Por qué?, Sólo evito de que te dé frío y sobre todo que, los estudiantes de esta universidad vean tu hermoso trasero —Estabamos a nada de llegar a su oficina.
—Si, claro, ¿Ahora quieres cuidarme? —Reí, era muy bueno para ser verdad.
—¿Y si se callan?, Me importa una mierda que se lleven tan bien —Ambos callamos, ni me acordaba de ella.
Jeon abrió la puerta de su oficina y los tres entramos en ella, en los próximos segundos él me dejó en el suelo dejando que arreglara mi falda y se sentó en un abrir, y cerrar de ojos en su escritorio, mostrando las sillas que estaban frente a él para que nos sentaramos.
—¿Quién inició el problema? —Me senté al lado de Minha, pero en sillas diferentes, claramente.
—¡Ella! —Me señaló Minha molesta.
—¿Algo que decir? —Me Preguntó Jeon juntando sus manos por encima del escritorio.
—Sí, que tu pene es mío y al parecer no le cayó nada bien la noticia —Jamás me había sentido tan bien diciendo aquellas palabras, la cara de Minha era todo un poema.
[☪]
—¿Te gustó amanecer al lado del irresistible de Jeon? —Hye Min no dejaba de perseguirme.
—¿Qué quieres, Hye Min?, No necesito otro problema con una de las tantas amantes de Jeon —Frené en seco y ella caminó más rápido para quedar frente a mi— ¿Y cómo sabes eso?
—Porque fue mi plan, necesitaba crear un rumor para hacerlo útil en mi beneficio —Giré los ojos, mientras sus ojos brillaban, ¿Qué tendrá entre manos?
—¿Tu fuiste la que me metiste a la habitación de Jung Kook? —Ella asintió orgullosa, como si su plan malévolo hubiese triunfado— ¡¿Te volviste loca?!
—Ya, ya, no seas tan dramática, admite que te gustó verlo sin camisa —Abrí mis ojos como platos.
—¿Sin camisa?, Por tu culpa le ví sus formados glúteos, ¡Dios, todo es tu culpa! —Ahora era ella la que tenía los ojos abiertos como platos.
—¡No puede ser! —Se tapó la boca con una de sus manos por su asombro— ¡Salió mejor de lo que esperaba! —Exclamó muy contenta con el resultado.
—¿Entonces, me dirás qué es lo que quieres?, Porque debo entrar a clases y además, debo evitar a Jeon, me dejó como una idiota frente a tu amiga —Hice una pausa analizando su rostro, pero nada— Como su ex-novia te debió doler verme en esa cama con él, ¿No? —Sonreí ahora victoriosa, ya debía olvidar lo que pasó con Minha hace una hora.
—Mira niñita extranjera, sé tú más grande secreto y me encantaría pagarte por ello —Y todo se fue al carajo.
La tomé por una de sus muñecas y nos alejamos un poco del pasillo principal para meternos en el baño de damas, mientras ella se quejaba en todo el camino.
—¡Ya, suéltame, me duele! —Se quejó y yo solté su mano al estar dentro del baño, cerrando la puerta del mismo con seguro.
—¿Quién te lo dijo? —Negó divertida, pero para mí no lo era, esa etapa de mi vida la quiero cerrar para siempre— ¡¿Quién te lo dijo, pelirroja teñida?! —No quería alterarme, pero ella me sacaba de mis casillas, desde el primer día que pisé el estacionamiento de la universidad.
—Un investigador privado habló con el rector de tu anterior universidad, le contó todo con lujos y detalles lo que su ex-esposa había hecho, en parte me sorprendió y quisiera esa ayuda —Reí amargamente.
—¿Y te despertaste del sueño?, Porque eso no va a pasar, ya dejé ese mundo —Ella con su dedo índice lo movía de un lado a otro, negando con el.
—No querida, pero si no quieres que la universidad entera, tus padres, tu hermano y ahora tus nuevos amigos lo sepan con quien perdiste tu virginidad, deberás colaborar y yo con gusto lo hago pagandote una gran suma, tranquila —Buscó algo dentro del bolsillo de su pantalón y sacó un papel de el, parecía un cheque.
—¿Qué es eso? —Me lo extendió.
—Una gran suma de dinero, sólo quiero que enamores a Jung Kook y lo alejes de la víbora de Nayeon, luego de que lo enamores le rompas el corazón y yo saldré corriendo a sus brazos para consolarlo, lo conozco desde hace años y sé cómo hacerlo a la perfección. Quiero volver con él —Rodé los ojos, pero no quiero que mi pasado arruine todo.
—Pero con una condición —Dije cruzándome de brazos.
—¿Cuál es?
—Me dejarás en paz, mientras trabajo —Sonreí de forma fingida y me di la vuelta dispuesta a salir del baño.
—Trato hecho y dejaré que seas feliz con tu novio —Asentí y quité el seguro de la puerta, saliendo por la misma.
[☪]
Salí casi corriendo del salón ignorando los llamados de Hara y mi Tae Tae, solo quería conseguir lo más rápido que puedo a Jung Kook ya que, había ideado un plan mientras el profesor hablaba, seguiría a Jung Kook a donde quiera que vaya, tropezaré con él y actuaré como si todo fuera mera casualidad que nos encontramos, era lo mejor que tenía en mente para acercarme a él, saber que le gusta o no, porque hablar de él mismo, no es su tema favorito.
—¡Jules! —Gritó Sook, haciendo que me detenga en seco.
Casi lo logro.
Me giro lentamente y le sonrió falsamente. —Hola, Sook, ¿Pasa algo? —Ella arquea una ceja y se cruza de brazos.
—No me mientas, no soy estúpida, sé que tenemos sólo unos siete meses conociéndonos, pero tú no eres así, ¿Pasa algo? —Me seguía con sus orbes cafés. Esperando una respuesta.
—Y-Yo... Sólo —Suspiré pesadamente— MinSeok tiene una aventura con alguien más y... —Vamos, piensa en algo más convincente— Voy directo a su casa, necesito que me lo explique todo, porque... Duele —Dramaticé, intentando hacerlo muy real, como si realmente doliera.
Sus ojos se abrieron, al igual que sus brazos sólo para abrazarme, acariciando mi cabello en el mismo instante.
—No llores, él no te merece... —Hizo una pausa— Ahora todo tiene sentido, al igual que su ausencia de hoy —Asentí— Ve a hacer lo que tengas que hacer y si las cosas se complican me llamas, porque si te digo que vayamos juntas me dirás que no e inventaras una excusa —Rompió aquel abrazo y me miró directo a los ojos— Suerte.
—No merezco tu amistad —Fue lo único que pude decir antes de correr por aquel pasillo al cual intentaba aproximarme, quería saber si Jeon todavía se encontraba en la universidad.
Me acerqué a esa puerta y pegué mi oreja a ella, quería cerciorarme que aún estuviese adentro.
—Sí, papá, voy enseguida —Un silencio, supongo que su padre hablaba en la otra línea— No, iré solo, dile a Sook que vaya a casa —Otro silencio— Nos vemos después —Finalizó al igual que la llamada.
Era mi momento de actuar. Me alejé de aquellas puertas para correr en dirección al estacionamiento, me metería en mi auto y esperaría a ver el auto de Jeon saliendo de la universidad para seguirlo a donde sea que vaya, quizás era algo sospechoso porque él ya conocía mi auto, pero espero tener la suerte suficiente para que él esté tan apurado y concentrado en llegar a ese sitio que ignore mi presencia.
Subí al auto y esperé a verlo, pero los minutos pasaban y él no llegaba, quizás estaba esperando a que todos los alumnos se vayan para irse él también, realmente no lo sé.
—¿Seguro que no quieres que vaya? —Era la voz de Sook y estaba hablando con alguien.
—No, hermanita, ve a casa y nos vemos mañana, debo estar al tanto de todo —Era la voz de Jeon, ¡Por fin salió!— ¿Qué clase de hermano sería si dejo que vayas?
Valió la pena la espera.
—El mejor —Se escuchó su linda risa— Nos vemos mañana, cuídate mucho, hermanito —Escuché una puerta de un auto cerrarse y ahí supe que debía prepararme para ponerme en marcha, no podía perderlo.
GRACIAS por LEER❤️
CORREGIDO: 05/06/2020.
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