Maratón 1/5

     Un brazo estaba encima de mi, su mano se aferraba a mi cintura, prácticamente no dejaba moverme y el frío se estaba colando por mis huesos, desde los pies hasta mi cabeza y necesitaba de ese gran calor humano.

     —MinSeok, amor —Dije tocando su brazo tonificado con las yemas de mis dedos.

     Su cabeza estaba contra la almohada, dejando su cabello totalmente rebelde sobre la misma viéndose tan tierno, pero no se movía, me causó tanta ternura que no me resistí y pasé mis dedos por su sedosa cabellera castaña clara, estaba tan embobada hasta que su olor característico se hizo presente.

     Un exquisito aroma a chocolate con menta.

     —Cinco minutos más, cielo —Dijo con voz adormilada.

     Aquella voz hizo que mis ojos se abrieran de golpe, era gruesa y rasposa, pero no era la de MinSeok, si no la de Jung Kook...

     —Mierda, mierda —Susurré intentando zafarme de su agarre, esto no estaba bien, ¿En dónde estaba MinSeok y cómo terminé con Jung Kook?— ¡Quítate! —Chillé al darme cuenta que no tenía mi vestido puesto y mucho menos mi ropa interior.

     Si MinSeok se entera, jamás me perdonará.

     —Tranquila, hoy no hay trabajo, Nayeon —Dijo levantando su rostro de la almohada para verme, pero aún tenía los ojos cerrados.

     —¡Abre los ojos, idiota, no soy Nayeon! —Dicho y hecho, él abrió los ojos sorprendido al igual que yo— ¡Quítate! —Su mano se alejó de mi cuerpo, mientras yo en un movimiento rápido tomé una sábana que estaba enrollada a un lado para taparme.

     —¡¿Qué haces aquí y en mi cama?! —Gritó algo alterado. Pues no sé, tú dime.

     —¡No lo sé, espero que no hayas metido tu pene en mí, porque no lo recuerdo! —Dije alterada, acomodandome en la cama, quería salir corriéndo.

     —No, no, no —Dijo pasando sus manos por el rostro, eufórico— Espero que nadie nos haya visto o mi imágen se irá a la mierda —¿Sólo le importa su imagen?

     —¿Eres idiota? —Él me miró confundido— ¡No veo ningún condón!, ¡¿Y si te veniste dentro de mí?! —Me miró pensativo y se levantó de la cama, dándome una vista de sus glúteos desnudos, ¡Estaban al aire!

     Joder, él si estaba desnudo, justo como Dios lo trajo al mundo y yo tenía una gran vista desde aquí.

     —¡Jung Kook, tápate! —Dije y él frenó en seco, sin hablarme o siquiera mirarme y se dió la vuelta sin pudor alguno, no tenía ni la más mínima intención de taparse— Exhibicionista —Susurré detallando su cuerpo desnudo.

     Tragué saliva, sentía mi garganta seca, pero otra parte de mí comenzaba a mojarse.

     —¿Disfrutando la vista? —Preguntó y subí mi vista, topándome con sus ojos cafés, me había atrapado, tampoco era muy discreta.

     Al momento de contestar, un sonido de afirmación de la puerta se hizo presente, alguien había ingresado a la habitación resonando sus tacones en la misma, lo segundo que se escuchó fue la puerta cerrarse y lo tercero un gran suspiro.

     —Kookie, Jules no aparece desde anoche y MinSeok la está buscando como un loco —Hizo una pausa— Como tu eres el alfa, ¿Qué deberíamos hacer? —Sus pasos se aproximaban a nosotros, pero no sabía que hacer.

     Podía correr hacia el balcón y quedarme en el por varios minutos, mientras mi mejor amiga, la hermana de Jung Kook, terminara de hablar con él y lo segundo sería saltar de el, pero eso jamás pasará.

     —¿Qué opinas... —Se quedó perpleja viendo la escena de Jung Kook desnudo, tapando su miembro justo en frente de ella, mientras yo estaba en la cama tapándome con la sábana como una idiota— ¡No puede ser! —Dijo con ¿Emoción?

     —¿Qué te parece tan emocionante? —Preguntó Jeon con su típica voz de mando.

     —¡Durmieron juntos! —Lo que faltaba, que alguien más que no fuera nosotros lo supiera.

     —Nada es lo que parece, Sook —Me levanté con los nervios de punta de la cama junto a la sábana en busca de mi ropa que yacía en el suelo.

     —¿Crees que esa —Me señaló— y yo dormimos juntos? —Soltó una gran carcajada— Eso nunca pasará.

     —Que rápido cambias de opinión y decir que antes me rogabas —No me podía quedar con esas palabras y guardarlas en mi interior, ellas debían ser libres.

     Sook nos miraba de brazos cruzados, ella no estaba muy contenta por nuestras palabras, pero si por lo que vió al entrar sin avisar, ¿Qué cosas, no?

     —Te veo afuera, Jules, en tu habitación debe de estar la ropa que trajo tu hermano para tí, en unos diez minutos nos vemos en recepción —Sin más se dió la vuelta y caminó en dirección a la puerta.

     —¿Y a mí me vas a dejar solo? —Preguntó Jeon con voz aniñada.

     —Ve a buscar a tu prometida, quizás tengas suerte y no se está revolcando con alguien más —Abrí mis ojos como platos, ¿La prometida de Jeon le era infiel?

[☪]

     —Jules Hee— llamó y enfoqué mi mirada perdida en ella.

     —¿Si? Disculpa, estoy algo distraída —¿Distraída?, Mi cabeza daba literalmente vueltas buscando algún tipo de explicación de cómo llegué a la habitación de Jeon.

     Unos minutos después estábamos en frente de una hermosa cafetería, bastante moderna y acogedora a la vez; Sook estacionó el auto en frente y ambas bajamos. Un caballero nos abrió la puerta del pequeño local y ambas ingresamos a el, segundos después apareció una chica y nos guió hasta una mesa "preferencial", sorprendida, sólo la seguí sin demostrar a plena luz mi gran asombro.

     He de suponer que es por la presencia de Sook.

     —En seguida les traigo el menú del día, pónganse cómodas —Sonreí y Sook le dió las gracias.

     Nos sentamos en una mesa junto a la ventana, podíamos ver los hermosos autos pasar, al igual que aquellas grandiosas edificaciones.

     —Tomen —La chica llegó con los menús o cartas que nos entregó a cada una en nuestras manos.

     La tomé agradecida y lo abrí para ver que me apetecía. Lo primero que ví fueron los waffles, los amaba con todo mi ser, podía vivir sin muchas cosas, pero dentro de las cosas con las que no podía vivir entraban los waffles, con sirope de chocolate y dos porciones de helado de vainilla, y chocolate.

     —Por favor, a mí me das dos waffles con sirope de chocolate y dos porciones de helado, sabor vainilla y chocolate —La chica asintió y empezó a anotar en su pequeña libreta lo que había pedido— Con un café con leche, por favor y muchas gracias.

     —En seguida —Hizo una pausa y miró a Sook— ¿Y a usted?

     —Lo de siempre —Respondió Sook. La mesera salió disparada en dirección a la cocina.

     —¿Eres dueña de este local? —Pregunté de repente. Me daba la impresión que si lo era, además de que tenía curiosidad, más de la que debería.

—Sí. Al principio pensaba que era una mala idea tener una cadena de cafeterías que tuviera el apellido Jeon, pero salió de forma gratificante —Sonrió— Te tengo una pregunta y espero que me respondas con la verdad —Asentí como una niña chiquita— ¿Te gusta mi hermano? —Abrí mis ojos como platos, ¿Cómo me pregunta semejante cosa?

—¿Disculpa? —Reí a carcajadas— Sook, ya me conoces y ni en un millón de años me llegaría a gustar tu hermano —Hice una pausa analizando mis respuestas, no quería ser irrespetuosa con respecto a su hermano— Se nota desde lejos que es una persona que le gusta ver el sufrimiento de otra —Ella abrió los ojos como platos.

     Ella sabía a lo que me refería. Sus ojos me lo decían todo. Supongo que su hermano no puede controlar ciertas acciones y eso a mi no me funciona.

     —¿Te volvió a tocar? —Negué— ¿Entonces?

     —Las palabras también son dagas que van directo a la yugular y al corazón, son igual de dolorosas, —Sonreí de lado— pero no le des importancia, siempre he creído que a las personas le pasan cosas malas o buenas por quien son, no me extrañaría que su prometida lo engañara —Sook tragó saliva.

     —Hablando de eso la ví salir de los baños de damas con el hermano de Taehyung, mientras se besaban —Abrí los ojos como platos nuevamente, ¡Pero si él era un bebé para ella!

     —¿Cómo puede ser eso posible? —Ella alzó los hombros, no tenía la menor idea.

     —No lo sé, supongo que Tae Tae tampoco sabe de su relación a escondidas —No quisiera estar en el lugar de Jeon- Aunque así es mejor, su matrimonio es arreglado, según porque ella es una chica fuerte —Bufé, ¿Qué padres le hacen eso a su propio hijo?

     —Que horrible debe ser eso. Si mis padres lo hicieran, yo huiría del país y empezaría otra vida muy lejos sin que nadie me diga que debo hacer o no —Mis acciones son muy diferentes a los de esta familia, ¡Pero es sentido común!

     —No es así de fácil, Jules.

     —¿Por qué? —Yo y mi gran curiosidad.

     Al momento de responderme la mesera llegó con nuestros pedidos en manos.

     —Disculpen por molestarlas —Puso el plato correspondiente enfrente de cada una de nosotras— Espero y lo disfruten —Hizo una reverencia y se desapareció de nuestra vista.

     Esto era el cielo. Se veía realmente delicioso; al llegar a mi casa deberé empezar el gym nuevamente, porque si no rodaré y el café tenía un corazón muy bien hecho con crema. A Sook le trajeron unos beagles con una malteada de fresa.

     —No puedo decirte el porque exactamente, pero está prohibido y la consecuencia por apenas intentarlo, es la muerte —Forzó una sonrisa, para que estuviera tranquila y no entrara en pánico.

     Y ahí descubrí que la curiosidad si mató al gato.

Disculpen la demora, no tenía internet... Pero habrán varios capítulos por el atraso de la publicación de esta historia❤️

Gracias por leer😘

CORREGIDO: 14/09/2020.