|☪ Cᴀᴘ. 010 ☪| ᴇsᴛᴜ́ᴘɪᴅᴀ ᴄᴏsᴀ ✔
Min Jules Hee;
Después de salir de la oficina nueva del rector o eso me pareció ver, caminé hacia el estacionamiento en donde siempre MinSeok me espera para llevarme a casa, pero hoy era la excepción, no estaba su auto o algún otro, estaba totalmente vacío y eso me preocupó, ¿Cómo me iré a casa?, Queda más de unas horas caminando y tomar un taxi no era una opción, menos a esta hora.
—¿A quién espera, señorita Min? —Su voz hizo que se me erizara la piel, también que me sobresaltara, ¿Qué logra con hacerlo?
—A ti no —Dije mirándolo para darle la espalda.
—¿Segura que no quieres que te lleve a casa? —Sentía que estaba muy cerca, más de mi espalda y mi oído— Será la única vez que lo haga, no pierdas tu oportunidad —Mordí mi labio inferior. No quería volver a casa caminando.
—Sólo porque no traje mi auto iré contigo —Soltó no una risita, si no varias carcajadas y pasó por mi lado buscando su auto en el otro estacionamiento.
Lo seguí y caminé hacia la puerta del copiloto sintiendo su vista fija en cada una de mis acciones, ¿Me estará evaluando?
—Cuando quieras quitas los seguros —Dije sin despegar la vista de la puerta del auto, tomando la manija con una de mis manos.
—Ya puedes subir o te puedes quedar ahí, no tengo problemas con ello —Efectivamente, el hombre es un bipolar.
Abrí la puerta del auto y subí a la velocidad de la luz, quería descansar y ver a mi pequeño hermanito, ya lo extrañaba; me puse el cinturón de seguridad y él subió justo después mi, imitó mi acción y encendió el auto. Por alguna extraña razón no me preguntó en donde vivía, sólo condujo y en menos de lo que canta un gallo por las mañanas, estábamos frente a mi casa, bueno, la casa de mi padre.
—Llegamos —Anunció estacionandose al lado de la acera.
—Si no me dices, no me entero, señor Jeon.
—Debemos aclarar un par de cosas —Dijo serio mirándome con el entrecejo fruncido.
—¿Cómo qué? —Ahora no entendía tal situación, desde que llegué él me ha tomado un odio anormal.
—No quiero que incumplas más las reglas de la universidad, ¿Crees que no me canso de verte en mi oficina? —Te encantaría tenerme todos los días en tu oficina.
—¡No es mi culpa! —Bufé— Como tienes tanto dinero y poder, porque simplemente no me compras millones de faldas —Él sólo bufó y rodó los ojos.
—Ahora mi hermana insinúa que quiero algo contigo —Ya no quería seguir escuchando, sólo quería bajarme del auto.
Dirige mis manos al cinturón de seguridad con mucha rapidez, pero por alguna extraña razón no podía, el cinturón sólo decidió estar de su lado en vez del mío, sería lógico porque es su auto.
—¡Vamos, estúpida cosa! —Susurré captando la atención del caballero, nada caballeroso que estaba a mi lado.
—¿Pasa algo? —Preguntó viendo mi frustración, deteniendo sus palabras, aunque ya no las estaba escuchando.
—Eso no te incumbe — Después de mis intentos fallidos, se notaba mi cara de frustración.
Sé que te burlas de mi, Jeon.
—Déjame ayudarte, así no podrás sola.
—Primero muerta —Mi esfuerzo fue en vano.
—Te ayudaré, te guste o no—Se inclinó hacia mí y acercó sus manos a donde se había atorado justo en donde estaban las mías, intentando sacarlo— Está algo atorado —Sonrió y yo imité su acción con disgusto, su cercanía me ponía nerviosa, bueno, la cercanía de cualquier hombre y eso me enojaba.
Cuando logró desatorar el cinturón, sonrió muy cerca de mi rostro y como si fuera poco, se acercó lentamente, no podía descifrar que hacía así que sólo lo dejé y sin deducirlo, besó mis labios, ¡ME ESTABA BESANDO! No sé cuál sea el motivo por el que me dejé besar, pero cerré mis ojos al sentir sus labios en contacto con los míos, como si fuera poco, nuestras bocas encajaban a la perfección, pero era mi profesor, ¿Qué demonios estaba haciendo?
Bruscamente lo separé de mí y por un impulso abofeteé su rostro. Él sólo me miraba confundido, supongo que malinterpretó la situación, sólo porque me dejé llevar por su exquisito aroma, sus dulces y carnosos labios, más el de abajo que el de arriba y para darle más rabia, limpié mis labios.
—¿Qué crees que haces?, Te dije que no era ese tipo de alumna, ¡Estás casado! —Él sólo negó— ¿Por qué lo hiciste? —Volvió a negar— ¡Contéstame!
—Jules Hee, yo lo siento, eso no debió pasar, fue solo un estúpido impulso— ¿Un estúpido impulso? Iba a estallar.
—¿Un estúpido impulso? —Reí de forma irónica— Eres un imbécil —Me giré para abrir la puerta del auto, pero adivinen, tenía los seguros puestos.
—¿A dónde ibas? —Rió soltando unas grandes carcajadas.
—Claro, te acuestas con media universidad y ahora quieres conmigo, pero así no son las cosas por lo menos no de donde vengo —Me crucé de brazos. Él me miró confundido, pero no iba a engañarme.
Quizás mentí, antes si me acostaba con los profesores, pero no era por un aumento de notas, era sólo por un trabajo por el cual me pagaban muy bien.
—¿De qué hablas? —Hizo una pausa— Yo no mantengo relaciones con mis alumnas y mucho menos con las personas con las que trabajo —Bufó— ¡¿Quién te metió esa basura a la cabeza?! —Empezaba a alzar la voz.
Claramente, estaba un poco en alerta, no sé cómo podía actuar él en este tipo de situaciones, no conocía nada de él, ¿Y si era un hombre violento o un violador?
No tenía escapatoria.
—Quita los seguros, quiero bajarme —Señalé mi puerta y él negó— Señor Jeon, por favor.
—Jules con respecto a lo otro —Empezó diciendo, ignorando aquello— dime quién te dijo eso y te dejo salir, es así de simple —Reí junto a sus palabras.
—¿Crees que soy estúpida? —Reí— No soy una Barbie sin cerebro, que mi aspecto de muñeca no te confunda, ahora quita los seguros, por favor, Señor Jeon.
No se movió, ni se inmutó, sólo me miraba directo a los ojos y luego bajó su mirada a mis labios, volvía a mis ojos y así estaba, confundiendo de sobremanera. Minutos después, quitó los seguros junto a una estúpida sonrisa en su rostro. El sin cerebro Jeon, era un hombre muy estresante, se los puedo asegurar. Con rapidez, abrí la puerta del auto y cuando iba a bajarme para salir de un buena vez de esta pesadilla, él tomó mi mano y me miró a los ojos.
—¿Te he dicho que eres la mujer más hermosa que he visto? —Negué. No sabía que pretendía con esas palabras— ¿No?, Ahora lo sabes —Me soltó poco a poco el brazo y bajé rápidamente.
Me zafé de su agarre y cerré la puerta con toda la fuerza, rabia y prepotencia que tenía encima, caminé a pasos agigantados a la casa, saqué las llaves de mi bolso para introducirla en la cerradura y abrir la puerta de una buena vez.
—¿Cómo te fue? —Aquella voz me hizo sobresaltar. YoonGi estaba sentando en el sofá del salón con la luz apagada, por eso no lo pude divisar antes.
—¡YoonGi! —Chillé poniendo una mano en mi pecho, juro que se me iba a salir el corazón— Me fue horrible —Tiré el bolso al suelo y caminé hasta él para tirarme en el sofá a su lado.
—¿Horrible?, ¿Por qué? —Tomé un cojín y se lo lancé ¿Seguro que es hermano mío?— ¡Oye! —Exclamó.
—Jeon me dijo prácticamente que me alejara de MinSeok, ¿Puedes creerlo? —Reí— Odia la competencia y cree que caeré en su red, como todas aquellas mujeres, pues no —YoonGi me miraba serio, más de lo normal— ¿Pasa algo?
—¿Te hizo algo?
—¿A qué viene esa pregunta? —Alcé la ceja.
—Responde, Hee —Su semblante estaba más que serio. Mi hermano daba miedo cuando se molestaba o cuando lo despiertabas.
—Me besó —Ese fue el detonante de la bomba. Se levantó de golpe y caminó hacia la puerta, buscando en la mesa del recibidor unas llaves— ¿A dónde vas? —Me aproxime para abrazarlo por la espada.
—Lo mataré, él jamás debió tocarte, no, a ti no —Consiguió las llaves e intentó introducirla en el cerrojo.
—YoonGi —Susurré— Lo golpeé, tranquilo. Tu hermanita sabe defenderse —No me despegué de su espalda, estaba aferrada a ella.
—Él obtiene todo lo que quiere y lo convierte en su trofeo, pero cuando no lo necesita lo desecha y no quiero que eso te pase, que te haga tocar fondo y que después no puedas subir a la superficie —Su voz empezaba a quebrarse.
—YoonGi, jamás podré verlo con otros ojos, es mi profesor y yo su alumna, no hay ninguna relación fuera de esa —Lo intenté calmar. Acarició mis brazos que lo rodeaban— Y que lo intente, él a mí no me conoce y no sabe exactamente de lo que soy capaz.
—Lo sé.
[☪]
Mesía a Jun quien empezaba a dormirse en mis brazos, me ha costado más de lo normal dormirlo, no sabía si era por el cansancio que tenía o simplemente las ganas de torturar a Jeon podía más que yo, ni el señor Tony el oso de peluche pudo ayudarme a lograrlo, pero luego de cantarle un rato sus pequeños ojitos comenzaron a cerrarse.
—Por fin —Susurré acostandolo en su cuna.
Mi padre la trajo el día que lo prometió y la instaló en mi habitación ya que tenía bastante espacio en ella. Sentí unas vibraciones en uno de mis glúteos haciéndome estremecer un poco, cerré los ojos imaginando que MinSeok me tocaba, luego caí en cuenta que era mi teléfono el que vibraba, abrí los ojos y tomé la llamada sin ver quién era.
—¿Si? —Mi corazón estaba muy acelerado, ¿Y si era mi mamá?
—Hola, Hee —Esa dulce voz me tranquilizó.
—Hola, Sook, ¿Cómo estás? —Pude respirar tranquilamente.
—Bien, ¿y tu? —Iba a responder, pero ella habló nuevamente con otra persona— ¿Kookie, por qué llegaste tan tarde?, No es usual en tí —Yo tenía esa respuesta.
—Te amo hermana, daría mi vida por salvar la tuya, pero no te metas en mi vida —Fue algo insensible de su parte, su hermana no tiene quince años, tiene veintiuno.
—Pero Kook, a veces siento que no eres mi hermano —Bufó y pegó de nuevo el teléfono a su oído, ya se escuchaba con más claridad— Disculpa, Jules, es que Jung Kook es un aburrido —Rió nerviosa.
—Tu hermano me besó —Solté sin pelos en la lengua, era prácticamente mi mejor amiga, la más pegada a mí, la que ha mostrado interés en conocerme, defenderme y a la ves quererme.
—Buena broma, Hee —Soltó una carcajada.
—Por eso llegó tarde, MinSeok me dejó plantada, por primera vez en semanas —Dejó de soltar carcajadas.
—¡Mientes! —Chilló— ¡Yo tenía razón! —Dijo feliz.
—¿Tenías razón?
—No se casará con esa insípida, eso me deja más tranquila —Dijo más que feliz dejándome confundida, perpleja y con más nudos en mi cabeza.
—Estás loca —Reí falsamente a través del teléfono.
—Bueno, a lo que venía —Aclaró su voz— Quería invitarte a una pijamada en mi casa, nunca he hecho una, pero me han dicho que es divertido que se pintan los uñas, se cuentan chismes, ven películas y duermen en la misma casa, no sé qué dices, el viernes Jung Kook no estará en casa y será más fácil, cómodo y perfecto para que vengas, podríamos cenar, hacer las cosas que te dije y te quedarías a dormir en una de las habitaciones —Hablaba emocionada.
—¿Solo yo?
—Sólo tu, a mis padres no les gusta recibir tantas personas y menos chicos, dicen que debo llegar virgen al matrimonio y entregarme al correcto —Escuchaba voces de fondo, pero no podía identificar de quien era o que decía.
¿Sus padres tienen el poder sobre ella?, Ella puede hacer lo que quiera con su vida, nadie tiene que imponerselo.
—Me encantaría.
—El viernes a las siete paso por ti, usa ropa elegante y te llevas un bolsito con tu pijama.
—Cuenta con ello.
GRACIAS POR LEER MIS AMORES💕
CORREGIDO: 12/05/2020.
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