J. Jung Kook;

     Regresar a la manada después de un largo día en la universidad era agotador, incluso afecta a un gran Alfa como yo. Tuve que demostrar que era el mejor, más rápido, más fuerte... Más inteligente que todos aquellos alfas que querían las tierras del gran reino de los Jeon.

     —Por fin llegas, Alfa —Hizo Seok Jin una reverencia al verme entrar al gran palacio.

     A mi hogar.

     —Fue un día agotador, ¿Sabes en donde esta mi padre?, Dijo que vendría para planificar unas cosas de la boda —Pregunté aflojando mi corbata, pero lo hice con tan poca delicadeza que terminé rasgandola— Mierda —Murmuré guardando el pedazo de tela en mi bolsillo.

     Seok Jin tenía un manos libres que siempre estaba encendido, bueno, los alfas que trabajan para mi deben tener uno obligatoriamente, así podrían comunicarse entre ellos y mantenerme informado de todo lo que pasaba.

     —Su padre lo espera en la sala de reuniones —Asentí y caminé directo a un pasillo, era amplio y muy fino.

     A veces pienso que el olor de Seok Jin es muy fuerte e invade mis fosas nasales cuando quiere, para mi buena suerte el olor del café no es desagradable.

     Los abuelos de los abuelos de mis abuelos hicieron un gran trabajo manteniendo a este pueblo oculto, un manto mágico que fue hecho por el mismísimo Merlín nos brinda la mayor protección, creando una especie de espejo fuera del domo, nadie que no sepa de este lugar lo podrá encontrar.

     Entré a la habitación en donde se hacían las reuniones, esas en donde los grandes alfas se reúnen para agregar o eliminar reglas que todo lobo que vive bajo nuestro mando debe cumplir, pero el mayor líder o rey era yo, los otros eran como mis ayudantes, discípulos o como ellos quieran verlo.

     Una invasión de olores fuertes atacaron mis fosas nasales, el embriagador aroma a lavanda de mi madre, el aroma cítrico del limón de mi padre y el olor a durazno de mi futura esposa, Nayeon.

     —¡Hijo, por fin llegas! —Dijo con tanta emoción que, no podía creer que ese era mi padre.

     Hice una reverencia y Nayeon correspondió la misma. —¿Tenían tantas ganas de verme?

     —¿Tú no estás emocionado, hijo?, Se casan en menos de dos meses —Intenté no girar los ojos, ya la desición estaba tomada.

     —¡Claro que lo estoy! —Fingí una gran emoción que pasó desapercibida— Hola, mi loba —Me acerqué a ella y besé su mejilla rosada.

     Era una diosa, a puesto a que sus padres la hicieron con tanto amor y dedicación como para que saliera algo tan precioso como ella, labios gruesos, rosados y extremadamente suaves, al igual que su piel blanquecina, ojos grandes cafés y una figura de modelo, pero ojalá su mente e interior fuesen hechos de la misma forma.

     —Hola, mi alfa —Posé una mano en su cintura, acercándome más a ella.

     —¡Hacen tan linda pareja! —Chilló mi madre.

     —Debo decirles algo —Solté aquello que tanto cargaba, quería liberar esa carga que tanto pesaba.

     —Espero y sea algo bueno —Dijo mi padre con una gran sonrisa en su rostro.

     Aquí se viene la decepción.

     —Quiero atrasar los preparativos de la boda unos meses más, siento que hay muchas cosas por hacer antes de casarnos —Y como si sus ojos se fueran a salir de sus órbitas, me miraron confundidos.

     —¿Atrasarla más?, ¡Es suficiente, hijo! —Habló mi padre firme.

     —Soy su Alfa y si lo que quiero es atrasarla por unos meses, eso es lo que se hará y no está a discusión —Gruñí, mi lobo estaba de acuerdo con mi decisión.

     Todavía no estaba listo para casarme con ella, me gusta su olor, su cuerpo, sus besos, pero podría vivir sin ellos.

[☪]

M. Jules Hee;

     Entré al salón de clases, era la cuarta vez a lo que vamos de mes que llego tarde, dedicarme a Jun me consume casi todas las noches. Jeon me recordaba a cada instante que, él era el que mandaba aquí, que mis llegadas tardes tienen sanciones o expulsiones, ¿Qué pretendía el jodido Jeon? Jamás logrará pisotearme, estaba cansada de que me repitiera la mismo, una y otra vez.

     Me ha dejado en claro que soy una de sus peores alumnas, que si no me concentro en el próximo mes va a sacarme de la universidad aunque mi padre la esté pasando, ¡Pero he aprobado todos mis exámenes!, ¿Ahora por qué se empeña en dejarme atrás?, Soy lo suficientemente capaz de soportar aquello y se lo demostraré.

     Mala idea.

     —Espero y hayan estudiado para su prueba sorpresa de hoy —Rió al ver las caras de los estudiantes— Esta vez no seré gentil con ustedes —Rió aún más alto.

     Su sentido del humor apesta.

     El profesor ya estaba entregando varias hojas dando su típico discurso de apoyo moral o se verá en la necesidad de expulsarnos si no aprobabamos la prueba.

     —¿Quiere decirle algo a la clase, señorita Min? —Todos me miraron fijamente, al igual que Taehyung junto a Hara.

     Mierda, debo pensar en voz baja o sólo dejarlo en pensamiento.

     —No, profesor Jeon, puede seguir entregando las pruebas—Dije como toda una maldita sumisa, ¿Por qué no le dije a la cara que sus clases aburren a cualquiera?

     Bufé, una y otra vez.

     Después de dar las pruebas, la tortura empezó, el profesor era muy bueno explicando, pero no todo era color de rosa, él era un aburrido por su conducta recta, autoritaria y solitaria, ¡Por el amor a Dios, es muy joven para ser así!

     A veces soy idiota, lo sé, él siempre debe estar erguido, mostrando una conducta recta, capaz de intimidar a los estudiantes, a los habitantes, a todos en general o no le tendrían ese respeto que todos dicen tenerle.

     Las clases habían terminado y era hora de irme a casa, mi lindo y futuro novio ha de estar esperándome afuera en su auto, ¿Ya mencioné que siempre va a buscarme sin falta a mi casa?, ¿No?, Pues ahora lo digo, es todo un amor hecho persona.

     —Señorita Min —Esa voz, giré lentamente mi cabeza por encima de mi hombro y lo ví detrás de mí, mientras guardaba las cosas dentro de mi bolso— ¿Podemos hablar en mi oficina? —¿De nuevo? Asentí.

     ¿Qué más podía hacer?, No quería problemas.

     Caminé detrás de él casi cinco minutos hasta llegar a su amada oficina de rector, pero no era igual a la otra, ¡Esta era diferente, pero habíamos ido en la misma dirección!, Era mucho más grande, con dos puertas más adentro, una era para un baño y la otra, ¿Para qué podía ser?, ¿Qué habría detrás de ella?

     —Es una habitación —Respondió él sacándome de mi transe, cerrando la puerta detrás de nosotros.

     —¿Cómo sabe que pensaba en ello?, ¿Lee las mentes ajenas? —Pregunté con mucha intriga.

     A veces siento que pienso como una niña de diez años.

     —Porque miraba con poca discreción hacia esa puerta, sólo lo deduje y la saqué de sus dudas, señorita Min —Sonreí falsamente.

     Tonta, tonta. Eres muy tonta, eso estaba más que claro.

     —¿Por qué me citó de nuevo en su oficina?, ¿Tanto me extraña que no puede vivir sin verme o dirigirme la palabra? —Fui al grano. Irritar a este hombre era mi pasatiempo favorito.

     Lo ví caminar hasta su asiento y se puso cómodo. Imité su acción y me senté en una de las sillas que habían adentro de la gran habitación, cruzando mis piernas.

     —¿Vino a seducirme? —Abrí los ojos tan grandes que se saldrían de mis órbitas, se los juro.

     No otra vez.

     —¿Otra vez con lo mismo?, ¿Cómo le hago entender que no quiero nada con usted?, La única relación que tendremos es de profesor a estudiante —Escupí haciéndome la ofendida, estaba cansada que jodiera con lo mismo, ¿Cómo le explico que no hay faldas disponibles de mi talla?, Porque se encogen en la secadora, no es mi culpa.

     —Hace unas semanas atrás traías una falda más larga y adecuada, ¿En dónde está? —Hizo una pausa y volvió a hablar— Disculpe si la ofendí de nuevo, sólo quería asegurarme que no tuviese esas lagunas mentales en donde la alumna se acuesta con el profesor para subir sus notas, porque no soy ese tipo de hombre, señorita Min, pero al parecer las tiene muy claras —Sonrió y puso las manos entrelazadas sobre su escritorio

     —¿Y cómo le hago entender que es la misma falda larga?, Se encogió en la secadora —Él sólo negó.

     —¿Y la de repuesto? —Preguntó fríamente.

     ¿Cómo este señor puede ser tan frío, cruel y no tener remordimiento alguno de sus palabras o actos? No lo sé, tal vez sufrió en el pasado y lo convirtió en esta horrible persona.

     Me quedé callada pensando, ¿Debía decirle?

     —¿La dejé sin palabras, señorita Min? —Rió y sacó su bolígrafo para firmar una especie de papel que estaba encima de la mesa o estaba escribiendo algo en el.

     ¿Qué escribía allí?, No lo sé, tal vez consejos de como hablar o defenderme, eso no estaría tan mal; ya que no puedo decir todo lo que pienso, sé que se lo tomaría a pecho, los seres humanos somos muy rencorosos.

     —No, se equivoca. El sabio calla —Fueron mis últimas palabras.

     —¿Entonces, no responderá mi pregunta? —Y sigue insistiendo el perro arrepentido.

     —¿Qué acaso no escuchaste? —Negó y bufé— La de repuesto es más corta que esta —Respondí poniéndome de pie, no quería seguir con esta absurda conversación.

     —¿A dónde vas? —Preguntó.

     —A casa, debo ver a Jun —Dije y el asintió, como dándome permiso de retirarme.

      —Toma —Me extendió la hoja, que estaba doblada por la mitad— Ahora puedes retirarte.

     Hice una reverencia y salí lo más rápido que mis pies junto a mis piernas podían, ¿Qué dirá tal nota?, Al cerrar la puerta detrás de mi, abrí el papel doblado decidida a leer su contenido, dejándome algo perpleja.

“Aléjate de MinSeok o sufre las consecuencias”

     Analicé tales palabras, ¿Jeon era gay?

He estado muy inspirada el fin de semana y escribí unos cuantos capitulos, asi que pensé sobre publicar dos y eso hice, espero les guste💕

NOS VEMOS EL JUEVES❤️

GRACIAS POR LEER😍

CORREGIDO: 12/05/2020.