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Tʀᴇs

-Como sé que vienes de una familia que conserva ciertas culturas-dijo, dándole un sorbo a su batido-, creo que deberíamos decirles que estamos comprometidos.

Inmediatamente, casi me atraganto al escuchar aquello, cosa que le dió gracia.

-¿Estás bien, pequeña?-lo fulminé con la mirada y una sonora carcajada salió de sus labios.

-Respétame, que soy mayor que tú.

-Sólo por dos años...no hay mucha diferencia. Además de que físicamente aparento ser mayor que tú, claro-se burló de nuevo.

Desde aquel último ataque de risa que habíamos tenido después de que la mesera saliera corriendo avergonzada, nuestros pedidos habían llegado.

Y llegaron con una linda sorpresa.

El batido de leche de plátano de JungKook, presentaba adornos con la forma del número veintitrés, como dibujitos, galletas...¡Ah! Y también una servilleta que decía:

Para el chico de 23

Mi batido de chocolate tenía lo mismo, solo que con los números veinte y cinco, y la nota decía:

Para la chica a la que le quitaronn cinco años de encima.

La mesera, al parecer, había alterado un poco la decoración de los batidos.

Pero ya íbamos por el tercer batido, cada uno, además de haber comido unos sándwiches. Era poco pasado el mediodía y con unos simples batidos, por muchos que sean, nadie se llena.

Hasta aquel momento, JungKook y yo habíamos quedado en que: Éramos amigos en la universidad, nos sentíamos atraídos y nos volvimos novios (típico), y que ahora vivíamos juntos, y...bueno, JungKook acababa de agregar un compromiso.

-Eso estaría bien-dije luego de unos segundos y JungKook asintió.

-¿Qué le diré a tu familia si me preguntan con exactitud cómo te propuse matrimonio?-la seriedad en sus palabras, acompañada de la duda, hizo que mi cerebro comenzara a recrear varios tipos de escenas clichés, típicas de toda propuesta de matrimonio.

-Hum...-apoyé mis codos sobre la mesa, y mi cabeza sobre mis manos-. No sé. Estoy pensando. Ponte a pensar tú también-le ordené, y él rió antes de ponerse en la misma posición que yo.

-Piensa en algo cliché-lo miré-. Como es algo que siempre "pasa"-hizo comillas con sus dedos para después volver a adquirir su antigua posición-, la gente ya supondrá lo que supuestamente sucedió entre nosotros, y así no tendremos que dar tantas explicaciones...o al menos eso creo ¿Que crees?

-Estoy totalmente de acuerdo-asentí-. Pero no se me ocurre nada.

Luego de un par de segundos, JungKook me miró emocionado.

-¡Ya sé!-exclamó.

-Sí, ya sé que ya sabes.

-Aguafiestas-murmuró.

-Sí, sí, sí. Lo que digas.

-A ver ¿Qué te parece esto?-hizo una breve pausa-. Te llevé a cenar a uno de los restaurantes más caros de toda China, luego te llevé a la azotea del mismo edificio del restaurante, y con un ambiente de esos, tipo película, con el suelo lleno rosas, velas por todos lados, y todo eso, me arrodillé y te pedí matrimonio...¿Qué tal?

-Creo que te has quedado vacío con esa idea-reí y él me miró serio. Era más que claro que me estaba burlando de él-. Pero me parece perfecta.

-¿Sabes? Tanto que hemos hablado, reído y coordinado, y aún no sé a qué hora es la boda-hizo una pausa para volver a beber de su batido-. Créeme, es necesario que lo sepa.

-La boda es a las cuatro de la tarde.

-¡Bien!-aplaudió-. Si queremos aparentar ser una pareja normal deberíamos, no sé, al menos tener fotos de nuestras supuestas citas-comentó un tanto apenado-. Ya sabes, fondos de pantallas con las fotos de cada uno, y eso...Para que sea más creíble.

-Tienes razón-asentí-. Mi familia materna es un tanto chismosa, y estoy segura de que querrán muestras de que lo que decimos es cierto...Y también es común entre las parejas tener fondos de pantalla con la fotos de cada cual.

-¿Te parece bien si empezamos hoy mismo?

»»»

-¡Vamos, Lucy!-llamaba él, caminando unos pasos más adelante.

-Ya va, ya va-murmuré, intentado seguirlo.

-A ese paso que vas, creo que llegaremos de madrugada al dichoso parque de diversiones-se burló.

-Tampoco es que estemos muy lejos-dije, aumentando la velocidad de mis pies hasta llegar a él.

-Se te sale lo vieja-siguió burlándose y le golpeé el hombro-¿Sabes?-dijo de repente, y yo lo miré, esperando a que continuara hablando-. Hemos sacado confianza rápidamente-afirmó.

-Así es-apoyé.

-Eso está bien-asintió-. Llevándonos bien vamos a lograr engañar con mayor facilidad a tu familia.

-Eso es cierto...

De un momento a otro ya estábamos dentro de aquel parque, montándonos en todos los aparatos que se nos antojara, y tomando muchas selfies.

-Oye, oye...-lo llamé agitada-. Basta ya de montar tantos aparatos. Son las ocho de la noche.

Realmente el tiempo pasó volando...o tal vez se debía a que aquel parque de diversiones había sido el último lugar al que iríamos para tomar fotos de "nuestras citas"...aunque también lo hicimos por mero gusto. De veras que la pasamos bien.

-Vale, vamos a sentarnos-dijo rendido, tomando mi mano, guiándonos hacia un pequeño banco donde nos sentamos y solté un suspiro de alivio al sentir mi trasero caer sobre el duro asiento y mis pies aliviarse-. Vieja-se burló mientras se sentaba a mi lado.

-Sólo dos años mayor que tú. No hay mucha diferencia.

-Por cierto, se me ocurrió una idea para los fondos de pantallas-muy lindo él, ingorando mi comentario. Mas lo dejé pasar al ver el sonrojo en sus mejillas.

-¿Acaso no bastan todas las fotos que hemos tomado? Son como mil-fruncí mi ceño y él asintió.

-Esas las usaremos para cualquier cosa e incluso algunas debemos emnmarcarlas en tu casa ya que se supone que vivimos juntos...Pero la foto de la que te hablo, estoy seguro que no dejará duda de que somos "pareja"-hizo comillas con sus manos.

-Bien ¿cuál es tu idea?-lo miré a los ojos, pero aún así pude notar como aumentaba su sonrojo.

-Ah...-soltó un suspiro-¡Hey, amigo!-llamó la atención de un muchacho que pasaba justo en frente de nosotros junto a su, juzgando por sus manos entrelazadas, novia-. Hola-habló, una vez se hubo acercado a ellos y sacó su celular-¿Les molestaría tomarnos una foto a mí y a mi novia?-me señaló, los muchachos me miraron y les sonreí gentilmente.

-No hay problema-el chico asintió sonriente, tomando el celular de JungKook.

Cabe destacar que, a pesar de ser coreano, maneja muy bien el idioma chino.

-Sólo sígueme el juego ¿sí?-susurró para mí y yo asentí-. Siéntate sobre mis piernas-ordenó una vez se hubo sentado a mi lado y yo, un poco confundida, obedecí sentándome de lado sobre sus muslos, rodeando sus hombros con uno de mis brazos-. Ahora, sólo cierra tus ojos y corresponde al beso.

¿Beso?

Iba a protestar, pero sus labios moviéndose sobre los míos me impidieron formular la pregunta.

Dejándome llevar, cerré mis ojos, y correspondí aquel beso, siguiendo el ritmo marcado por JungKook, y llevando una de mis manos a su mejilla.

~FLASH~

Varios sonidos de una cámara tomando fotos llegaron a mis oídos, y JungKook rompió aquel (jodidamente delicioso) beso.

Me miró medio burlón, alzando y bajando ambas de sus cejas, y con un bufido, me bajé de su regazo para volver a tomar asiento en mi lugar en lo que él iba en busca de su celular.

-Muchas gracias, amigo-hizo una reverencia, al igual que los muchachos lo hicieron, primero con él, y después conmigo, a lo cual respondí con un asentimiento-. Tengan linda noche.

-Ustedes igual-dijo la chica antes de dar media vuelta junto a su novio e irse.

-¿Y bien?¿Cómo quedó la foto?-pregunté en cuanto JungKook estubo nuevamente a mi lado.

-Debo admitir que fue una de las mejores ideas que se me han podido ocurrir-sonrió mientras me mostraba la foto.

Era de noche, y todo estaba bastante oscuro, por lo que el flash de la cámara incidiendo sobre nuestros cuerpos le daba un toque especial a la foto.

Enseguida me sonrojé al posar mi vista sobre nuestros labios unidos.

En serio había disfurtado de ese beso.

-Yo también disfruté del beso-confesó, y estaba segura de que mis mejillas estaban sonrojadas-. Besas bien, pequeña-comentó, esta vez revolviendo mi cabello.

-¡¿Cuántas veces tendré que decirte que soy mayor?!-exclamé golpeando repetidas veces su hombro.

-¡Ya, ya!¡Cálmate!-rió...y yo no pude evitar seguirlo. Su risa era muy contagiosa.

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