Una Noche de Pensamientos
En la Tierra de las Tinieblas en la fortaleza de Salem, Emerald Sustrai está sentada en el suelo mientras Mercury Black entrena alrededor de la habitación con puñetazos y patadas.
-Odio que me mantengan en la oscuridad de esta manera... – La mujer estaba mostrando su calar disconformidad con la situación actual. Es más, se puede sentir el como estaba tratando por todos los medios no pensar en eso, pero era imposible dado que...
-Sí, Cinder era un fastidio, pero al menos nos mantuvo informados. – Mercury siguió con su entrenamiento, dado que, si la oportunidad se daba de tener que pelear de nuevo contra los Megaman, no quería acabar de una manera tan patética como la última vez.
-¿Puedo preguntarte algo? – Mercury no contradijo a Emerald y dejo que lo haga mientras él seguía con lo suyo. - ¿Por qué viniste con nosotros la noche que Cinder y yo te encontramos?
-¿Por qué preguntas...? – Se mostraba que estaba incómodo a la pregunta.
-Solo responde la pregunta. – Y ella se puso más firme.
-Simplemente tiene sentido.
-¿Tiene sentido? ¿Qué tiene sentido?
Mercury dejó de entrenar, para luego pasar a ver a Emerald, quien no entendía de que estaba hablando. Ella estaba en esto, porque se lo debía a Cinder, a la vez que sus emociones pueden ser un peso en la situación. Pero de Mercury, lo duda... Él se ve más como el tipo que solo lo va a hacer porque si. No más, no menos...
-Toda mi vida, mi padre me entrenó para ser un asesino, un asesino como él. Y luego, momentos después de que lo maté, ustedes dos aparecieron buscando a alguien con mis mismas habilidades. Me sentí como si estuviera destinado a ser.
-¿Es eso todo? – la chica se mostró sorprendida. ¿Eso era todo? No puede creer que...
-¿Qué más esperaba que te dijera?
-Quiero decir, tiene que haber algo que quieras de esto, ¿verdad? – La chica sentía que todos los que estaban aquí, tenían eso... una meta. Si él dice que solo estaba aquí por eso, es que...
-Salem nos prometió todo. Si ganamos esto por ella, seremos los mejores en su nuevo mundo. ¿Qué más quieres?
Emerald no sentía que... eso ya valga. ¿Los mejores de un mundo nuevo? ¿Y eso que gana para ella? Nada. Solo estaba aquí porque Cinder.
El solo pensar en ella, solo le daba dolor. Más al ver que ella más jamás la quiso como espero o como pensó. La siguió, le dio de todo y...
-Mira Mercury, sea cual sea tu razón... no puede ser solo eso. ¿Qué más es lo que ganas? Yo no le veo el sentido.
-¿Y tu razón de hacer todo esto por Cinder lo tiene más que la mía?
Eso si la molestó, pero no dijo nada. Solo se quedó en silencio, pensando que es lo que puede decirle. No solo ello, tenía la clara certeza de que...
-En fin... el hecho que tengas problemas con tu padre no me da razones suficientes para que quieras hacer todo esto. Me parece una excusa más que mala.
Y eso bastó para que Mercury la viera con rabia.
-¡No sabes de lo que estás hablando! ¡Puedes creer que no tenías nada y que yo sí, pero yo tenía un padre que me odiaba!
Emerald se cruzó de brazos y esperó a que suelte su frustración. Veamos que tiene que decir.
-¡Él nunca fue fácil conmigo! Cada día de entrenamiento era una paliza. ¡Y cuando obtuve mi Semblance, él la robó con la suya! "¡Esto es una muleta!" "¡Esto te hace débil!" Me dijo que podría recuperarlo cuando fuera fuerte. ¡Así que me hice fuerte, pero nunca lo recuperé! He tenido que trabajar más duro que nadie para llegar a donde estoy. Puede que no te guste estar aquí sin Cinder, ¡pero creo que estoy justo donde se supone que debo estar!
-¿¡Así!? ¡Pues deja que te diga algo, pedazo de animal! ¡Crees ser el único que sufre abusos de sus padres! ¡El único en todo este mundo, que fue entrenado para ser un arma! ¡No! ¡Eres un número más en los miles de niños y jóvenes que se vuelven mercenarios solo para vivir un día más! ¡Y me importa un carajo que tu padre te haya odiado o demás, al menos tenías un techo y comida para vivir! ¿¡Y yo que tenía!? ¡Nada! ¡Ni siquiera alguien para verme morir si eso pasaba! – Emerald lo empujó, haciendo que él gruña. - ¡Llora todo lo que quieras por tu papitis para lo que me importa! Si la razón por la que haces todo esto, tiene que ver con el odio a tu padre... entonces no vales nada Mercury. ¡Así como yo! ¡Ya no sé ni por qué estoy aquí!
Mercury miró a la chica, mostrando que estaba molesto por su comentario. Pero al final, no dijo nada. Ya que no sabía que responderle a la chica, quien...
-... Al final, ambos somos un par de idiotas que no saben ni donde caerse muertos.
De repente, los dos escuchan una cierta risa. Tyrian Callows sale de las sombras con su nueva cola de escorpión metálica.
-Jajaja. LA niña tiene más huevos que tú, mocoso. Al menos ella entiende que tus razones de odiar al mundo, son.... Niñerías.
-¡¿Cuánto tiempo has estado parado ahí?! – Fue lo que Mercury gritó, a la vez que...
-Todo lo que aprendiste fue dolor y violencia, y ahora tienes demasiado miedo para dejarlo. Tal tragedia.
-¡No me conoces!
Mercury intenta patear a Tyrian, pero él lo esquiva y le devuelve la patada. Tyrian lo sujeta al suelo manteniendo su cola a una corta distancia de la cara de Mercury.
-¡Ya basta! – Emerald sabe que este no es el momento y que Tyrian es un desquiciado. - ¿¡Qué quieres!?
- Shh, shh, shh, shh, shh. Quiero contarles a ambos un pequeño secreto. Tu pregunta está completamente equivocada.
-¿Qué?
-"¿Qué quieres de esto?" Niños, por favor, si no están amando lo que están haciendo, entonces están en el campo equivocado.
-¿Entonces que? ¿Estás diciendo que deberíamos irnos? Sabes que nos matarían si lo hacemos y no dudo que tú serás el primero en la fila.
-Oh, no, no, no, no. ¡No puedes hacer eso! ¡Aunque si, yo sería el primero en matarlos si la oportunidad se da! ¡Jajajaja!
Sadico psicópata de mierda. Eso fue lo que Emerald pensó. Pero no le quedaba otra más que callarse y esperar a que se deje de reír para que se digne en decir que es lo que quiere.
-Entonces, ¿a qué viniste aquí? – Mercury hizo la pregunta, a la vez que...
-Para decir adiós. Ha habido un cambio de planes. Su Gracia debe actuar con rapidez si queremos prevalecer. Si el general Ironwood entra en razón y pide ayuda a Vacuo, ¡todo puede estar perdido para nosotros! Y así, el buen doctor y yo seremos enviados a Atlas... para prepararnos.
-¿Prepararse para qué?
-¡Tyrian! - Se puede ver a Arthur Watts al final del pasillo que conduce a la habitación. - Es hora.
Tyrian se baja de Mercury, quien vuelve a ponerse de pie.
-¿Hacer lo que nos hace felices, niños... por favor? Te lo ruego... Eso es una estupidez. – La sonrisa maliciosa les dio cosa.
Tyrian sostiene amenazadoramente su nueva cola, con veneno líquido púrpura goteando de la punta del aguijón. Tyrian se aleja hacia Watts dejando escapar una risita. Emerald y Mercury lo ven irse con miradas disgustadas.
-... Es un puto loco.
-Si... - Emerald le dio la razón a Mercury.
Ambos saben que si Tyrian estaba metido en esto, puede ser algo peligroso.
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A su vez, Salem estaba viendo por la ventana de su habitación, tratando de ver algo más allá de estas tinieblas en las que se ha visto, tantos años.
-El mismo día... la misma imagen. – Soltó un suspiro triste. – Creo que ya miles de años en esto, debería de haberme hecho a la idea de que...
Alzó la mano y su energía creo una imagen que sólo ella veía en su... soledad. La imagen de su familia. Las niñas que mató en medio del combate con Ozma. Las niñas que... eran lo único bueno que tenía en el matrimonio.
Salem sentía que estaba... entendiendo varias cosas. Así el como su matrimonio falló... ella y Ozma eran muy diferentes. ¿Cómo es que se casaron y vivieron juntos tantos años sin matarse? Ese de por sí, es un milagro a toda ley.
Pero a su vez, sentía que algo más estaba ahí. Y no sabe que es, lo ha tratado de recordar estos días. Pero es imposible. Es...
-Mi Lady. – Salem deshizo la imagen de sus hijas de sus manos y se giró a ver a...
-¿Qué pasa Hazel? ¿Ya se han ido Watts y Tyrian? ¿O acaso debemos evitar que se maten de nuevo?
-No esta vez. Tyrian está feliz con... lo que Watts le dio. – Hazel fue sincero. Jamás había visto al Faunus Escorpión tan feliz... y eso le daba cosa. – Pero vine por algo más personal.
-... Si no tiene nada que ver con algo que irrumpe nuestros planes. Adelante. Dime... - Salem sabe que de los que están presentes en este grupo, sólo Hazel estaba aquí por una razón... más creíble. Su odio a Ozpin. Y eso es algo que ella puede entender.
-Quisiera su permiso para ir y matar a Ozpin, cuando la oportunidad se dé.
-Je. Hazel, la oportunidad la tuviste. Pero un mocoso barrio el suelo contigo. No pensé que tenías deseos de ir de nuevo contra él. – Salem se burló un poco, dado que el tipo volvió a la base en un pésimo estado.
Sonrió más al sentir su rabia. Quizás ese era de los pocos placeres que le quedaban en esta vida, el ver como la gente se hunde en su negatividad.
-... Me confíe. No pasará de nuevo.
-No pasará, porque el chico los matará bien los vea. No creo que sea el tipo persona da la oportunidad dos veces, no tras como ustedes casi matan a una de sus personas más importantes. Los que son como él, harían arder el mundo, por proteger lo que tienen... a la gente que le importa. – Salem mostró nostalgia en sus facciones. -...Curioso. Siento que no es el primer tipo de persona que veo siendo así.
-¿Mi Lady?
-No me hagas caso. – Salem movió la mano, mostrando que lo suyo no tiene importancia. – Si deseas hacer eso, Hazel, no tengo razones para decirte no. Solo te digo esto, no hagas algo que atente contra nuestros planes. ¿entiendes?
-Si. – Hazel se giró para darse la media vuelta. – Mi Lady...
-¿Qué...?
-¿Por qué se ve tan melancólica? – Salem no mostró su sorpresa. - Desde el día que regresamos, ha estado así.
-Y eso, a ti no te incumbe. Largo. Y procura que el Megaman Azul no te mate.
-Tendré cuidado con el Megaman Modelo X.
Hazel se empezó a retirar, para dejar a la bruja sola. Pero...
-... ¿Qué dijiste...? – Ya estando en la puerta, Hazel oyó la voz de Salem. Se giró a verla... - ¿Cómo llamaste al Megaman Azul?
El hombre vio... desconcierto en la mirada de Salem. Como si algo más estuviera pasando por su cabeza.
-Megaman Modelo X. Así es como se llama en verdad, Megaman Azul es para simplificar. Lo he oído de gente que estuvo en Vale y... es lo que sé. Algunos lo llamaban Megaman X, para no tener que...
-Ya vete. – Salem lo dijo para girarse y seguir viendo la ventana. – Quiero estar sola.
-Mi Lady...
-¡Que te largues! – Era una orden. Y Hazel sabe que desobedecerla, es muerte segura. Y no estaba para querer morir.
Salió, dejando a Salem. Quien tenía una expresión de desconcierto en su cara, como si la simple mención de la letra X, le hubiera sacudido todo su ser.
Se agarró la cabeza y sintió que algo aparecía. Un nombre... Quiere el nombre de la figura borrosa que ha estado atacando su mente estos días. Quiere... quiere respuestas.
Pero era... imposible. Como si una fuerza externa la estuviera deteniendo de lograr lo que se propone.
Aún así, ella no se iba a rendir. Tenía una nueva meta, esta vez personal...
Encontrarse con el Megaman Modelo X, cuando la oportunidad se le presente.
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Y aquí estaban, en el interior de la casa de Pyrrha.
La chica estaba algo apenada en como es que su madre estaba hablando de ella y de todos sus logros.
Aún en la cena...
-Y así, fue como mi pequeña logró superar su miedo a los bichos.
-Mamá~. – Esto era humillante. Ahora entiende a Blake y Jaune, no puede esperar a que la tortura acabe. Al menos no ha sacado el álbum de fotos.
Oscar reía, se sentía el amor que la mujer le tenía a su hija. Así como todo lo que ha logrado, la enorgullece. Y más de lo que da cabida, por el tono de voz con el que habla.
Vent solo escuchaba el relato. Si algo ha visto, es que Alysa es una Pyrrha más suelta y que no duda en actuar como una mujer normal. Muy al contrario de Pyrrha, ¿así sería su amiga de no haber sido entrenada domo Cazadora?
Ilia por su lado...
-Con que... por eso te daba cosa acercarte a Queenbee y estabas a una distancia.
-¡Gah! ¡No debías de decirlo así!
-... Y yo decía que era porque no podía atacar a distancia.
Pyrrha desvió la mirada al ver como Vent la acusaba con sus ojos. Demonios.
Alysa sonrió al ver como su hija tener amigos. Recuerda lo tímida que era de niña. Como tras ese incidente hace 10 años, es que se centró más en sus entrenamientos, que perdió... mucho. Y también, se volvió el centro de gente que no la quería conocer a ella, sino a la chica invencible que habían creado para la imagen de su hija.
Le alegraba que tiene amigos...
-Bueno. Dejemos de lado que mi hija aún le teme a los insectos....
-¡Mamá!
-Y díganme algo de ustedes. Veo que ustedes visten el mismo estilo de mi hija. Solo que con colores diferentes. ¿Es una nueva moda? – Ella notó la mirada de su hija y sus amigos. - ¿Qué pasa...?
-... Mamá, yo... yo sé que le pasó a papá hace 10 años. – Alysa abrió los ojos con horror. – No fue un accidente.
-¿Qué estás diciendo...? Claro que lo fue... ese ataque de Grimms fue una casualidad que...
-No lo fue. Fue planeado. – Pyrrha sabe que esto será difícil. Pero como ella, su madre merece cerrar ese capítulo. Y sólo lo hará, sabiendo la verdad tras la muerte de su padre.
Pyrrha recibió la mirada de confirmación de Vent. Saben que los Megaman son algo secreto, que solo les han dicho a unos pocos, porque se han metido en esto.
Y así, es como la pelirroja le contó a su madre lo que ha estado pasando. Lo que han vivido. Así como lo que pasó en Vale de verdad. Y lo que ella hizo para evitar que las cosas no sean peores. Qué... no haya más víctimas como su padre.
Tras terminar su relato, Pyrrha vio como su madre se quitó los lentes y sus ojos derramaron lágrimas. De dolor, de frustración y de odio.
-Un sacrificio... ¡lo mataron a él y miles para eso! ¡Maldito Serpent! ¡Y tuvo el descaro de darme el pésame cuando fue el funeral! ¡Sólo porque respetaba a tu padre por los trabajos que habían hecho...!
Eso no lo sabían. Pyrrha estaba muy dolida para recordar esos días. Pero que Serpent haya tenido la cara dura de venir hasta aquí. Su odio a ese hombre creció. Y eso era algo que pensó que no podía pasar. Pero aquí estaba. Tratando de calmar a su dolida madre.
-Por eso no pude volver mamá. Tengo que hacer esto... para evitar que haya más gente como papá.
Alysa vio a su hija. Y pudo ver el cambio en ella. Ya no veía esa mirada de resignación, de que esto era lo que la gente de ella. Qué es lo único que puede hacer. Ahora estaba la mirada de una persona que sabe que debe de hacer con el poder que tiene. Y si bien aún ve dudas, es sólo cuestión de tiempo y experiencia en que...
Tomó las manos de su hija. Asintió varias veces, dado que sabe que tiene razón. Y que no importaba que más pasara, ella tiene que apoyarla. No sólo ello, tiene que demostrar que...
-Ok. Entiendo lo que has hecho estos meses. Y que esos dos... son como tú. – miró a Vent e Ilia. – Pero este chico...
-Oscar... tiene una situación diferente. No sé si deba...
-Pyrrha Nikos, me acabas de contar que tienes el poder de uno de 7 guerreros legendarios en tus manos. Y me has dado las pruebas. – Dijo ello, señalando al Modelo Z en la mesa. - ¿Qué más crees que me puede afectar?
Los tres Megaman se vieron las caras. Pues... eso no era algo que no habían pensado bien. Y puede que sea difícil.
-Yo... yo le puedo contar. – Óscar habló con seguridad. – Has sido sincero con tu madre, Pyrrha. Es justo que... yo también lo sea. No quiero secretismos. Ya hemos tenido suficiente de ello.
Alysa alzó una ceja al no entender. Pero escuchó con atención el relato de Óscar hasta el final. Y eso la hizo ponerse de pie, ir a un mueble, sacar una botella de lo que parecía ser whisky. Unos vasos, volver a la mesa... Verter líquido en el vaso que tenía más cerca y beberlo de golpe.
Una vez puso el vaso en la mesa de nuevo...
-... Que mierda...
-¡Mamá!
-¡No seas puritana Pyrrha! ¡Qué tú eres más lisa! – La chica se sonrojo. – Un inmortal... un objeto que tiene la voluntad negativa de los Dioses... ahora el Maestro de Mistral es el que está tras algunas cosas... perdonen que necesite un trago. Pero es necesario. No soy de refugiarme en el alcohol, eso jamás ayuda. Pero me permite pensar un poco mejor, sin saturarme. ¿Quieren?
-Ahm. Yo no... - Óscar se quiso negar, dado que era muy joven para beber.
-Querido. Acabas de descubrir algo horrible que te está pasando. Estás en todo tu derecho de ahogar las penas. Y eso lo digo por todos. – Alysa notó la mirada de los Megaman.
Sonrió y vertió el líquido en los vasos. Ilia no lo dudó y bebió de golpe en Whisky, soltando una tos.
-Agh... está fuerte. – La Faunus soltó una tos. - ¿qué...?
-Whisky que mi familia me regaló hace años, para cuando Pyrrha sea mayor de edad. Y ya lo es, no importa lo que diga el registro de nacimiento. – Alysa sonrió al decir ello. - Créanlo o no, mi familia viene de un largo linaje de... gente que ha hecho de todo. Tenemos comerciantes, marineros... ustedes digan. Claro... - Alysa se sirvió más. – Los años pasan y las relaciones se cortan. Al final, sólo quedaba yo y mi prima.
-No sabía que tenías una prima. – Pyrrha tomó el vaso y se lo llevó a la boca. Y... - Agh... mierda... que fuerte.
-¡Mala palabra!
-¡Púdrete Ilia!
La Faunus rio al ver la cara de Pyrrha, a la vez que Vent negaba con la cabeza y bebía del vaso sin ningún problema.
Oyó la tos de Óscar, quien había bebido el líquido de golpe. Le dio varios golpes en la espalda, a la vez que...
-A menos que estés acostumbrado, no lo bebas de golpe. – Vent sabe que es, dado que hasta hace poco, él tampoco bebía. Pero con todo lo que ha pasado, siente que a veces es necesario desahogar las penas.
-Si... *Cough* oh diablos.
-Bienvenido al mundo adulto pequeño. Una montaña rusa de dolores que pueden derrumbar a uno. No sólo ello, a veces te dan ganas de tirarte al abandono. Todo adulto lo ha sentido.
Alysa sirvió más del líquido, a la vez que notaba la mirada de todos.
-... Puede que no lo hayas visto Pyrrha, pero la muerte de tu padre... me derrumbó. Tu padre era mi amigo, mi compañero y confidente. El amor de mi vida... - Alysa miró el interior del vaso con whisky con tristeza. – Su repentina muerte, mató una parte de mí. Pero estabas tú... te tenía a ti. No podía.... Derrumbarme. Porque me necesitabas. Por eso me mostré fuerte ante ti. Ante todos... aunque me estaba muriendo por dentro.
Alysa bebió del vaso. Y los demás hicieron lo mismo, Óscar mostrándose mejor en este intento y no estarse muriendo por el ardor en la garganta.
-Todos tenemos algo que nos aqueja en nuestros corazones. Nadie es infalible. El que dice serlo, es un mentiroso. A más creces y vives, más carga hay en ti. Más... y más. Y eso es lo que hace que la vida sea... complicada con los años. Pero el truco, es entender que no importa lo que pase, vivir no es huir. No puedes huir de los problemas o de lo que está pasando. Afróntalo... aunque sea difícil. Aunque te derrumbe. Porque sólo así, podrás levantarte y avanzar.
Alysa notó la mirada de todos y...
-Cada uno tiene sus problemas. Lo sé. No me lo digan a mi. Díganselo a ustedes... digan lo que tengan que decir. A veces, es mejor eso que... sólo callarse. Hallen maneras de soltar sus frustraciones, griten, golpeen algo, escriban lo que sienten en una carta y quémenla... hay miles de maneras de mostrar tu dolor. Esto... - Ella alzó la botella de whisky. – No es la solución. Se los digo, porque he visto gente derrumbarse en esto y no es fácil. No es lindo. Es... un camino horrible y de desesperación del que no puedes salir.
Ella vio como todos simplemente se quedaron en silencio. Ella...
-Beban hasta hartarse el día de hoy. Porque lo necesitan. Pero no es la salida. Callarse... no lo es. Contenerse, no es la solución... puede que tengan una carga grande. Pero aún son personas y eso... es algo que deben de entender.
Oscar fue el primero en beber, dado que sentía lo que estaba pasando. Qué... al final, un día, él ya no será solo él. Será una mezcla de las vidas pasadas de Ozpin y... eso lo asustaba.
Alysa vio al chico derramar lágrimas de frustración, así como que estaba asustado. Ver el como Vent le daba palmadas en la espalda y demás, demostraba que lo entendía.
-Nunca quisimos esta carga. – Ilia sintió que la voz de le quebró. – Tratamos de ser fuertes. Cuando supimos la verdad de Salem... estábamos más asustados que el resto. Todo depende de nosotros, los Megaman... pero ¿Qué significa eso para nosotros? ¿¡Qué significa en verdad!? – Ilia golpeó la mesa y soltó lágrimas. - ¡Yo no quería esto! ¡No quiero pasarme la vida peleando una pelea eterna! ¡Pero sé que tengo que hacerlo! ¡Porque así podré emancipar todo el mal que he hecho!
Pyrrha abrazó a su amiga, quien estaba llorando. Y ella misma no estaba mejor. Ya que...
-Somos diferentes al resto. Somos algo que no entienden. Y aún cuando tratan, no pueden ver lo que nosotros. Si nos desesperamos, ¿Quién más puede quedar para luchar? Debemos ser fuertes, aunque nos estemos muriendo del miedo y... Duele. Duele tener que tener esa máscara todo el tiempo. Quiero tirarla. Ya no quiero seguir así... ¡Pero debo de hacerlo! ¡Porque es lo que tengo que hacer! ¡Aunque ellos entiendan!
Alysa asintió, ver a su hija así... sólo le hacía ver qué el ser un Megaman, era una carga que uno no puede entender. Puedes verlo, pero no lo entiendes. Jamás lo harás
Pasó a ver a Vent, quien parecía ser el más callado. Pero parece que se quiere sincerar.
-Yo.... No sé qué estoy haciendo. No sé ni a donde estoy yendo, ni sé quién soy en verdad. Lo único que sé, es que si vacilo, todo lo que hemos pasado y vivido, sería en vano. Y eso es lo que menos deseo. Por eso nuestro ser fuerte, pero la verdad... estoy tan perdido como el resto.
Alysa pudo ver que el chico no era de llorar. No. Quizás se había forzado a si mismo en creerse que llorar no le iba a solucionar nada.
Era triste que un chico tan joven piense de esa manera. Y eso es lo que la hizo pensar, que el mundo en el que viven realmente estaba desesperado. Porque no era justo que ellos carguen tanto. Qué la gente espere tanto de ellos... y que al final, ellos sean los que sufren más.
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La noche siguió y en la casa de la familia Cotta-Arc, Saphron estaba lavando los platos. Habían cenado... sólo el equipo RWBY, Neo y los dueños de casa habían estado presentes en la cena.
Ya que nadie del equipo de su hermana había bajado a cenar. Y eso la hizo fruncir el ceño.
-¿Desea ayuda? – Yang apareció con unos vasos. – Digo...
-Me vendría bien. – Saphron apreció la oferta. - ¿Cómo están...?
-Mejor... más ahora que... bueno, las cosas ya salieron a la luz y... lamentamos todo esto.
-Mi padre me hizo la observación. Me hizo... prepararme para lo que puede venirse. Puede que jamás lo haya dicho, pero mi padre sabe que estos son tiempos difíciles. Así como...
-Lo sé. Yo pienso igual. Y eso es algo que me hace....darme cuenta de lo mucho que he cambiado desde que...
-El cambio jamás es malo. Sólo es difícil de tratar o aceptar. Porque te hace ver que debes de dejar de lado cosas que antes te gustaban. O también, te hace aceptar que... hay cosas que tienes que entender a la mala.
Yang lavaba un plato y lo puso a un lado.
-Dime... - Alzó la mirada. - ¿Pasó algo con Vent para que estés así? Se ve que te preocupa, pero...
-Lo acusé de mentirnos. De... - Yang bajó la mirada. – Y ahora pasa esto... no he podido hablarle y decirle que lo siento. Al diablo mi orgullo, no puedo estar así.
-Quizás lo mejor sería que sea así. Qué estén separados unos días. El chico parece necesitar poner sus ideas en orden. Y no creo que ayude el hecho de que puede tener problemas amorosos en la ecuación.
-Es que yo...
-Se nota que eres nueva en esto. – Yang no entendió. – Nueva en lo que es tener las emociones en el pecho, queriendo salir. Pero no sabes cómo hacerlo. Si, así es el amor. Una montaña rusa de emociones. Buenas y malas. Yo pasé lo mismo con Terra. Dios, hasta rompimos un tiempo...
-Yo no quiero...
-No digo que eso vaya a pasar. – Calmó a Yang, al ver la cara de espanto de la chica. – Pero entiende, que lo que está pasando... afecta todo. Hasta las relaciones. Y la que tú y tu equipo tienen con él, será la que deberá de afrontar el reto mayor. Porque ese chico, no es alguien normal. Por más que lo quieran creer, él... es diferente. Tenlo en cuenta.
-... ¿Qué puedo hacer?
-... Estar ahí para él. Esa es la mejor solución que te puedo dar. El resto, es cosa tuya. – en eso, la puerta sonó. – Oh, parece que Jade volvió.
Yang la vio irse y solo pudo soltar un suspiro. Sabe que no es sencillo, pero... tiene que ser fuerte. No quiere estar aún peleada con Vent. Con Ruby y Blake ya hizo las paces y... sentía envidia. Mucha...
-¿Por qué debo ser tan cabezota? – Se llevó la mano mecánica a la cara, odiaba esto.
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En la sala, Weiss y Blake estaban viendo las noticias. Nada que sea interesante para ellos. Aún. Pero si puede que aprendan algo.
Ruby estaba por su lado, en el jardín, con María. Tratando de vaciar su mente.
-¡Ow!
No era tan sencillo por lo que oyeron. Weiss hizo una mueca de dolor al ver como su amiga recibía un golpe en la cabeza por parte de María.
-Y son momentos como estos que me alegra no tener poderes especiales.
-En eso te doy la razón. – Blake seguía viendo las noticias. - ¿Y Neo?
Weiss señaló hacia un lado, notando como era ella misma como era la misma ex ladrona la que estaba tras Ruby y grababa los golpes que María le daba. Sonriendo al ver la cara de la menor.
-... Claro. Puede que sea nuestra amiga, pero no hay que olvidar que Roman la crio. – En eso le tiene que dar la razón. – Weiss, ¿estás...?
-Estoy bien. – negó con la cabeza. – Solo que la actitud de esa mujer, me hace pensar que yo actuaba así hace tiempo.
Blake no quiso darle la razón. Se vería más. Por lo que se calló. Y...
-Blake... dime, ¿Crees que llegar a Atlas ayude en algo?
-... No lo sé. Dios. No lo sé en verdad. Pero solo tengo la certeza, de que si no hacemos esto... Nadie más lo hará. Y lo digo porque... ya estoy harta de que todo lo que nos está pasando, sea solo saber verdades que nos hunden más. Y no quiero eso. Ya no.... Sólo...
-Lo sé. Yo también. Aunque también me debo de disculpar con Vent. No lo he hecho aún. Y eso no está bien.
-Dejemos que los humos se bajen. Ahora está con Pyrrha en la casa de su familia. Quizás es lo que necesita... tiempo. Así como Óscar. La reacción de Jaune es entendible, pero no por eso debía de tratarlo de esa manera.
-Está desesperado. Como todos... de todos modos. Hay que centrarnos en lo que importa. Y eso es...
-Albert. Y el Modelo V. Lo sé. Espero que Terra halle algo... no me siento segura de irme de Argus sin saber que rayos está planeando Albert.
Weiss le dio la razón a su amiga Faunus, al mismo tiempo que...
Se oyó el timbre. Parece que Jade volvió. Saphron salió de la cocina para ir a abrir la puerta. En unos instantes, Jade ingresó a la casa con...
-Hey. ¿Y esas caras? – la rubia vio la expresión de las dos Cazadoras. - ¿pasó algo...?
-Se puede decir... Ngh...
-El sentimiento es mutuo, gata. – Aile estaba con Jade, vistiendo ropas más cómodas. Pero que no perdían el estilo. Y eso era algo que jamás ibas a ver una cantante del calibre de ella. – Hey Weiss.
-Aile... ¿Qué estás...?
-Jade me sacó de mi casa. Es un desastre. – Aile se cruzó de brazos. – Desde que cancele mi compromiso, mi familia están como locos. Sin contar que también, la familia de Aelous han estado preguntando como locos donde está. Como si lo fuera a saber. ¿qué no entienden que tras romper un compromiso, lo menos que unos desea es saber del ex en cuestión?
Ese es un buen punto. Y no le podían reclamar nada.
-Por cierto. ¿y Vent? Quería verlo para ver cómo está y... ¿Por qué esas caras? – si bien sabía que él había estado herido... - Casi parece que se ha muerto alguien.
-No te alejas tanto de la realidad. – Yang apareció desde la cocina. – Hubo una discrepancia en el grupo.
-¿Por qué...? ¿Tiene que ver con los Modelos V o con Salem? – Jade, quien no sabía nada tampoco, preguntó.
Saphron, quien llegó a la sala, se giró y subió las escaleras. Para que puedan hablar. Ok, esto será algo molesto.
....
-... Inmortal. Debe de ser una broma. – Jade no lo creía. - ¿Cómo se supone que...?
-Creo que... lo que debemos de tener ya en cuenta. Es que si bien tenemos un ser inmortal como enemigo... - Aile calmó a Jade. – Tenemos que preocuparnos por lo que importa ahora. Y eso es, Albert.
Aile tenía razón. Y hasta Blake se la debía dar. Pero...
-En este tiempo que tenemos de espera para ver que es lo que podemos hacer. ¿Por qué no tratamos de averiguar más de que si este es el lugar donde Vent nació?
-Ya lo he ido viendo desde que llegué. – Aile miró a Yang. – He usado contactos de mi agente, para poder hacer unas llamadas y... verán que pueden hallar. No les di el nombre de Vent, pero si su edad. Así podrán saber que hacer.
-¿No cumple años el 1 de Noviembre?
-Bueno... eso es lo que la matriarca le dijo. Pero quién sabe... - Aile se encogió de hombros a la pregunta.
-Puede que sí. Pero es en base a lo que Summer Rose dijo. Bien pudo dar una fecha falsa, para ocultar a Vent. Mejor prevenimos que lamentamos.
Era una buena observación. Y si bien era molesto pensar que eso es lo mejor que pueden hacer... era lo que les quedaba.
-¿Y te vas a quedar en tu casa o...?
-... Mi familia está siendo molesta. Quieren que busque nuevo pretendiente. ¡acabo de terminar una relación! ¡Ngh! A veces odio que me hayan adoptado en la alta sociedad.
-Y yo nací en ella. Dímelo a mí. – Weiss negó con la cabeza. - ¿Así que...?
-Por algo traje maleta. No me voy a quedar en casa, hasta que me dejen en paz. Al menos Jade fue amable conmigo...
Jade había visto lo que había pasado en la tarde y... no era algo que fuera agradable. Entiende el porque de las cosas. Pero volviendo a lo que importa.
-Llevare a Aile al cuarto donde estoy. Creo que debemos descansar todos. Ha sido un día largo.
Nadie dijo nada. Dejaron que la rubia lleve a la castaña a donde podrá descansar estos días. Vaya que estaba siendo tedioso todo esto.
-... Me gustaría que las cosas no fueran tan difíciles. – Weiss sabe que eso es lo que todos esperan. Pero... no es así.
Blake le dio una palmada en el hombro a su amiga, a la vez que Yang tomaba su Scroll y timbraba el número Qrow. Tras unos segundos, no había respuesta.
-Voy a... ir por Qrow. No me tardo.
-¿Sabes dónde está?
-Solo hay tres bares en la ciudad. No será difícil.
Blake la vio irse, soltando un suspiro. La idea de beber un trago era tentadora. Y mucho.
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En las calles, Yang optó por seguir buscando a su tío. A la vez que oía a la gente hablar de varias cosas. Sin importancia.... Pero lo que si estaba claro, es que había un tema que todos tenían en mente.
La situación rara del CCT. Y eso era algo que llamaba la atención.
Por lo que oye, en pedazos, es que la gente nota lo extraño que es esto. Qué él CCT de este lugar, que ha estado funcionando a la perfección, se viera dañado de la noche a la mañana.
Y aún con todo el esfuerzo de los técnicos, no eran capaces de arreglar lo que sea que estaba teniendo en esta situación a la Torre.
Eso era más que preocupante. Pero a ella lo que le importaba, era hallar a su tío.
Este era el último bar. Debe de estar aquí. Sino... ya no sabe dónde más buscar.
-Con tal que no esté en un prostíbulo... - Yang entró y... - Bingo.
Lo vio ahí, echado contra el mueble del bar y con varias botellas a su lado.
Caminó hacia él, ignorando la mirada de los hombres presentes. Como si no hubieran visto nunca a una chica.
Llegó con su tío y el que le había estado sirviendo, el barman, la miró expectante.
-Dime que te lo vas a llevar.
-Ese es el plan. ¿Cuánto ha bebido? – vio las botellas y... - ¿eso?
-Que va. Es solo la mitad de lo que ha bebido en realidad. Pagó todo por adelantado, con tal que no lo moleste mientras bebía. Mira dónde estamos... y la hora. Este tipo es un caso... perdido.
-... Si. Algo así. – Yang no tuvo manera de decir lo contrario. – Dígame si consumió más de lo que debía...
-No. Sólo llévatelo. No quiero tener que estar en problemas solo porque este tipo...
-Si, no se preocupe. – Parece que deberá de ser la responsable aquí. – Qrow... vamos. – lo sacudió para que puedan irse, pero nada... sólo se quejaba de que no lo molesten. – Puta madre, Qrow. No es el momento de... Ngh. Esto es una mierda. Y lo sabes.
La chica alzó a su tío con fuerza bruta y lo llevó a rastras afuera del local. Esta será una larga caminata.
...
Y aquí estaba, la bomba sexi de Beacon, como ella fue conocida en sus días de la escuela, así como la chica más bella de Patch, cargando a su tío ebrio.
Y eso era... un dolor en el culo, que de verdad, es de esos que lo quiere matar. Y eso es decir mucho. Ella no estaba para estas cosas. Para nada. Mierda...
-Y aquí estoy, cargando a mi tío... ebrio... en una ciudad a la que llegue recién el día de ayer. – Yang estaba refunfuñando, dado que ya llevan así un rato y nada. – Peor aún, estoy peleada con mi novio. Quien parece tener un trauma con las agujas, que fue mordido por unos Grimms, que se fue para estar lejos de nosotros dado que necesita tiempo para él. Peor aún... descubrimos que tenemos un enemigo Inmortal, sólo porque a cierto mago no se le ocurrió ser sincero. Y para ser justos, la idea de tener que arreglar el desastre por lo que vi, es el divorcio más horrible de la historia, no es como quería pasar mi vida. Si Raven sabía esto, ya veo porque decidió no tener más que ver en esto. Y... ¡estoy harta de estar así, hablando sola como una perfecta estúpida! – Yang se hartó y al llegar al parque, tiró a su tío a la banca que tenía más cerca y... - ¡despierta! ¡no voy a cargarte un maldito segundo más Qrow!
Yang se sacudió el cabello y las ganas de llorar no le faltaban. Ver a su tío así, era doloroso. Pero estaba más molesta con él. Porque se estaba tirando al abandono. No sólo ello, los estaba dejando a su suerte.
¿Era así lo que puede pasarle a ellos si es que pierden la voluntad de luchar? Apretó los dientes y negó con la cabeza, se niega a ello. Se niega a ser así.
Ella había jurado avanzar. No importa lo que pase. Había llegado muy lejos y sacrificado mucho para darse la media vuelta o esconderse como una cobarde.
Se tomó el brazo derecho, ese que era robótico. Y no estaba nada feliz con hacerse a la idea, de que... todo se tire a la basura.
Cada uno tenía una razón por la que estar aquí. Todos. Pero era este momento en el que se da cuenta de la verdad de las cosas. Solo ellos pueden detener a Salem... a Albert... al Modelo V.
A... todo. Y eso era lo que la hace ponerse de pie. Porque esta vez el deseo de pelear no nace de algo mundano... puede hacer algo. Puede... debe de hacerlo.
Miró a su tío y tomó una decisión. Si él no desea hacer nada, no le obligará. Es su decisión. Pero ella peleará... tras todo lo que han pasado. Es lo que le queda. Y Dios sabe que es lo que tiene que hacer.
Lo tomó de nuevo en sus brazos y caminó... caminó... avanzó y avanzó. Ir hacia adelante. Es todo lo que puede hacer ahora.
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Al llegar a casa, Yang logró ver que los que estaban en la sala eran su equipo, Neo, Terra y Saphron.
Pero cuando notaron el estado de Qrow...
-Genial. A los vecinos les encantará esto. – Terra se tapó la cara, al imaginarse las cosas que se pueden sacar de esto.
Saphron le dio un ligero codazo, dado que no era el modo de decirlo.
-No. Está bien... sabemos que es penoso. – Ruby fue a donde estaba su hermana y... - ¿Cómo estaba...?
-Mal. Prácticamente gasto todo su dinero en alcohol.
La menor de las dos dio un suspiro de decepción. Ahora era capaz de ver las deficiencias de su tío. Y eran horribles. Antes no lo veía o si lo hacía, lo dejaba de lado ya que admiraba mucho a su tío y sentía que esas falencias eran pasables. Pero no lo son. Más en esta situación en la que se encuentran. Ellos saben muy bien que si no hacen algo en estos momentos, la oportunidad que tienen se perderá...
-... Hay que llevarlo arriba y que duerma.... No creo que podamos contar con él para lo que se viene...
-¿A que te refieres? – Yang notó la mirada de su hermana.
-... Terra puede haber encontrado algo de un laboratorio de Albert. Mañana iremos por Vent y los demás. Deben de saber esto... Lo más gracioso, es que el Laboratorio está muy cerca. Es un Laboratorio que se usaba para ciertas investigaciones legales...
-.... Eso lo hace todo peor...
-Lo sé...
Y Ruby temía lo que estaban por descubrir.
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Ya a la mañana siguiente, se puede ver como Pyrrha se levantó, se tomó la cabeza y se quejó. Agh, pensó que tras tomar alcohol en el pasado, esto sería mejor. Pero no es así. Se puso de pie y...
-Oh, buenos días hija. Veo que eres la primera en despertar de tus amigos.
Alysa estaba con ropa aún más cómoda, dado que parece haberse levantado no hace mucho. Y no solo ello, parece que de verdad estaba contenta con lo que estaba viendo.
-¿Cuándo...?
-Se acabaron la botella y se quedaron dormidos en el lugar donde están. Y eso es decir mucho, al menos no están vomitando como pensé, dado que bebieron bien cada uno. – Alysa le mostró lo que era... - ¿Deseas que te sirva un café?
-Por favor. – Pyrrha asintió y fue tras su madre, quien ya tenía todo listo. Notó el como sus amigos estaban dormidos aun. Y eso era algo que le sacaba una risa.
-El más joven de ustedes fur el que bebió más. Creo que necesitaba desahogarse. Todos, pero dejemos de lado ello y centrémonos en una cosa hija... ¿Te peleaste con tu equipo?
-Pues... Si. Diferencia de opiniones. Yo... No podía soportar el trato que mi compañero le estaba dando a Vent, como soltando toda su rabia en él, cuando...
-Ya veo. – Alysa bebió de su café. – Creo que era de esperarse... Se enteraron de algo grande. Y que me lo hayas dicho, es más porque sabes que si hay un secreto, hay más. Y que yo sé guardarlos.
-Yo...
-Hija, no es el primer secreto que he guardado de gran magnitud. Mi prima me contaba secretos y yo los guardaba, dado que su familia era muy estricta.
-Jamás me dijiste de esa prima tuya. – Pyrrha estaba interesada. - ¿Cómo es que no la he visto jamás?
-Ella murió hace 20 años. – Alysa respondió como si no fuera la gran cosa. – Creo que me atrevo a decir, que pronto será el aniversario de su muerte. Pero ella tenía muchos secretos... tantos, que de verdad era algo tedioso. Y solo me dijo unos pocos... Como que ella estaba trabajando en algo revolucionario, era científica.
-Wow. Cuando dijiste que nuestra familia tiene variadas alternativas de trabajo, no bromeas.
-Para nada. Pero mi prima era la mejor en su campo y eso es algo que siempre puedo decir con orgullo. Claro... Sería mejor que estuviera viva...
-¿Cómo murió?
-En un accidente en su Laboratorio. Dicen que fue eso, pero quien sabe... hace 20 años, las cosas eran muy diferentes. Me atrevo a decir que había de todo y eso incluye... cosas ilegales. Quien dice que ella no se enteró de nada y...
-... ¿Lo dijiste?
-Claro que no... en esos días tu padre estábamos haciendo una vida, preparándonos para tener un hijo. – Ella sonrió al oír ello. – Había mucho riesgo y tu padre no se quería ir de aquí, orgullo Nikos decía él. Ustedes los Nikos son... testarudos.
-Jajaja. Ya lo creo. – Pyrrha bajó la mirada. – Mamá... ¿Alguna vez papá ha sentido envidia?
-¿En que sentido?
-... Ya sabes... si una vez sintió celos de alguien por ser mejor que él... Ahm...
-Jajaja. Digna hija de tu padre. – Pyrrha se apenó un poco. – Tu padre era un hombre orgulloso, como la mayoría del género masculino... son idiotas orgullosos y eso incluye lo que sería lo que sería el orgullo de sus habilidades. Y si, tu padre le tuvo envidia a una persona que era mucho mejor que él... Serpent.
-... ¿De verdad?
-Serpent fue un gran Cazador en su momento y trabajo con tu padre más de una vez. Y tu padre detestaba admitirlo, pero Serpent era mejor que él y le tenía envidia. Mucha. Que entrenaba sin descanso para poder superarlo... Pensar que él sería el responsable de....
Pyrrha pensó, que quizás por eso, es que Serpent se le acercó ese día de la fiesta. Porque conocía a su padre. No lo sabe... Pero no quita que él es el responsable de que su padre haya muerto y eso jamás se lo iba a personar. Jamás...
-... ¿Por qué la pregunta hija? – Pyrrha miró de reojo a Vent y... - Ah. Ya veo. Ese chico... ¿Es tan hábil como me haces creer?
-Solo lleva un año peleando con nosotros y es más fuerte que yo... - Alysa se sorprendió al oír ello. – Vent es un genio y eso me hace ver que...
-Entiendo. Pero te sientes mal de tener celos...
-Deje que estos salgan una vez más y me comporte mal... Obviamente, al final no pasó nada. Pero no puedo quitarme esa idea de la cabeza, que un día... Pues... No quiero pelear con él... Menos por algo tan tonto.
-No lo es. Pyrrha, has pasado una vida entrenando para ser la mejor. Obvio que te sientas así. Eres humana... no eres perfecta. Olvida eso. Ahora me doy cuenta que no debí... de dejar que las cosas se salieran de control con esto de la fama hija. Lo lamento... Al final, es tu vida. Y lo que la gente piensa, no debe de afectarte a ti. – Pyrrha asintió. – Ahora, dime... ¿Hay alguien especial en tu vida? La última vez que hablamos, era un tal...
-Jaune ... Si... Si... Ahm... - Genial, esto era incómodo a más no poder y... - Puedes decir que hemos peleado....
-¿Y? Eso es lo normal en una relación. Que no haya peleas, es una ilusión. Siempre hay diferencias de opiniones. Siempre. Y eso es lo que siempre debemos de entender. Nadie, piensa al 100% como el otro. No creas que las relaciones son como los cuentos de hada. Eso de la mujer en la Torre, es una gran mentira que suena bonito. El amor a primera vista, no es real. Aprendes al conocer a la persona y eso hace que el amor surja... porque son sus defectos, los que no hace ver lo humanos que son, pero cuando los afrontan y los superan, es lo que nos puede enamorar.
Pyrrha asintió. Ella sabe que al inicio, solo tenía interés en Jaune porque él no la conocía. Podía ser ella ante él, pero el tiempo pasó... el ver como trataba de superar sus debilidades y trataba de ser mejor, la hizo verlo como algo más. Si, ve los defectos... pero siente que esos solo hacen que él sea más... real para ella. Sonrió al recordar el día que la ayudó a tomar una decisión. Y...
-... Deben de hablar Pyrrha. Esa es la clave. No creas que todo es sencillo o se resuelve por magia. No es así. – Pyrrha asintió con su cabeza y Alysa la acarició. – Ya eres una mujer hecha y derecha. Lo que decidas, es cosa tuya. Pero jamás olvides que tu vida es tuya... solo tuya. Y que pase lo que pase, yo siempre estaré orgullosa de ti.
Pyrrha sonrió, solo para recibir un beso en la frente por parte de su madre. Quien se puso de pue y vio la hora.
-Ok. Ya son las 6. Es hora... - Ella sacó algo que Pyrrha reconoció... un silbato.
-Ay no...
Se tapó los oídos, en el momento que su madre sopló el objeto, sacando un sonido que hizo que todos se levanten de golpe. Más asustados que otra cosa...
-¿¡Qué pasa!?
-¡Nos atacan!
Vent y Oscar se pusieron de pie de inmediato, Ilia fue la que se cayó de donde estaba dormida, cayendo de cara al suelo.
-¡Por la pu-!
-¡Arriba flojos! – la voz de mando de Alysa hizo que todos se pongan tensos. - ¿¡Hasta cuando piensan dormir!?
-Ahm...
-¡Nadie dijo que hables! – Vent se calló. ¿¡Que pasó con la mujer amable de antes!? - ¡Ya son las 6, deben de aprovechar el día! ¡Y eso será entrenando!
-¿Perdón? – Ilia recibió una mirada... - ¡Eeep!
-Pondrán sus cosas aquí. – Mostró una bolsa. – No dejen nada... Solo usaran sus cuerpos para entrenar.
-¿Ahora...? Pero acabamos de...
-¡A más se tarden, más van a sufrir! - ¿Esa es la manera de motivar a uno...?
Pero sirvió, dado que los 3 entregaron sus cosas, dado que la mirada de la mujer les daba miedo. Pyrrha sabe que ese es el modo de entrenador infernal de su madre, por algo era instructora y...
-¿Hmm? – Vio la bolsa frente a ella. - ¿Qué cosa?
-Ponlo.
-¿Poner qué...?
-Pyrrha, no te hagas la graciosa conmigo. Entrega tus cosas, para que te pongas a entrenar.
-¿¡Yo también!? ¡Pero... acabo de volver! ¿No puedes hacer una excepción...? Ya sabes, por el amor maternal hacia mí...
-Pyrrha Nikos, no me hagas repetir lo que dije. Hazlo... o te haré obedecer a nalgadas.
... Pyrrha no pudo decir nada. Soltó un suspiro y puso el Modelo Z ahí, solo para unirse con el resto de sus amigos. Sabe lo que se le viene. Y estaba asustada.
-¡Ahora, vamos al coliseo y me corren 100 vueltas!
-¿¡QUÉ!? - ¿¡habla en serio!? ¡Eso es inhumano!
-¿¡Quieren que sean 200!?
No perdieron el tiempo y corrieron al coliseo, siendo seguidos por Alysa, quien sonreía al ver lo que estaba pasando. No ha perdido el toque.
Puso la bolsa a un lado, sabiendo que si quiere que esos 4 tengan la mente en otro lado... un buen entrenamiento no es malo. Es más, quiere divertirse un poco con ellos.
Solo para que de la bolsa, los Biometales salgan flotando tras ver que...
-...Sabes Modelo Z. La madre de tu elegida es una entrenadora del infierno...
-Ya lo vi. – Le debía de dar la razón al Modelo A. Pero esto era... - ¿Qué hacemos Modelo X?
-Podemos aquí, esperar y no hacer nada... O, podemos ir. Ver como sufren esos 4 y darles palabras de aliento a la distancia.
-En pocas palabras... burlarnos.
-¡Correcto!
-Ustedes son infantiles en verdad. – el Modelo Z vio la mirada de sus amigos y... - Aunque no es que yo pueda decir lo contrario. Vamos.
Los 3 Biometales flotaron para poder ver que es lo que le deparaba a esos 3 en este entrenamiento del infierno. Parece que será algo divertido de ver... sin duda alguna.
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