Una Cita en Patch
Era un nuevo día en Patch. Nuestros amigos habían decidido que el día de hoy, sería para descansar. No entrenamientos, no planes, nada. Solo ellos, sus momentos de relajo y nada más.
Claro, eso era para la mayoría.
En las afueras de la casa, siendo ya las 6 de la mañana, se veía como Vent estaba usando el Modelo X para tratar de analizar las diferencias de sus poderes, tras haber creado el Modelo ZX.
La primera vez que uso la armadura tras esa batalla, se sintió algo fuera de lugar. El poder era mayor al que estaba acostumbrado en el Modelo X. No era superior o se acercaba al del Modelo ZX, pero si bastó para sacarlo de cuadro.
Segundo, sus armas siguen ahí, así como las formas elementales. Pero la diferencia sería que ahora ya no necesita cambiar de color con las armas que ganó de los 4 enemigos que derrotó antes de esos 8 Grimmroids con trozos del Modelo V, así como esas armas ya parecen estar integradas en su forma normal.
Solo le hacía pensar, que en verdad había cambiado algo en sus poderes tras la creación del Modelo ZX. Y no estaba listo aun, para intentar de nuevo esa forma. No porque no crea que la necesita, sabe que puede ser necesaria un día, sino porque no desea quedarse en cama una semana más.
Soltó un suspiro y trató de usar de nuevo su Aura. Vio la energía azul envolverlo, pero a la vez, la sentía diferente a la pelea con Serpent. Esa vez, la usó para pelear, para moverse como no lo había hecho jamás. Pero ahora, solo al sacarla, no sentía nada. Era como si, en sí, el Aura no le sirviera de nada.
Y eso era raro. Solo la podía usar estando en su forma Megaman. En su forma normal, no la podía usar. No era capaz de activarla y no lo curaba de las heridas o lo protegía como debería de hacerlo.
Lo que llevaba, a que Weiss pensara que, como el Aura despertó como un Megaman, de seguro es la razón de todo esto. No lo sabe. En estos momentos, no le interesa saberlo. Ya habrá tiempo para ello.
Lo que necesita pensar, es el como llegarán a Mistral.
No importa las rutas que tomen. Si con lo que han planeado y pensado, cada ruta deja un promedio de 4 meses de viaje. Dado que, al lugar donde piensan ir antes de Mistral, el barco que los llevaría al dichoso reino, no sale en un mes tras la llegada de ellos.
Bueno, lo puede ver como una alternativa para que...
-... Esta complicado en verdad. – Vent se llevó las manos a la cara, viendo la nieve en el suelo. – No quería volver a Mistral.
Ese reino, le daba recuerdos encontrados. Si, ahí vivió en el orfanato, donde lo trataron bien, para lo que él cree, es posible. Pero a la vez, es un reino que no le dejó muchas opciones, debido a su estado de huérfano.
Caminó hacia las escaleras en la entrada y se sentó... el frío no era molesto. La armadura lo cubre de este. De todos modos, no puede dejar de lado todo lo que ha pasado. Lo que ha vivido. Y en parte, lo hace ver... que en verdad, sigue siendo ingenuo en algunas cosas.
Pero, ¿Qué es lo que debe de cambiar de él, para poder ser mejor y estar listo para lo que sea que el mundo le vaya a lanzar? Porque sabe, que no importa lo que pase, quizás encuentren seres como Serpent en lo que sea que harán para poder ir a Mistral. Saber quien es exactamente esta Salem. Y de paso, destruir todo Modelo V que vean en el camino.
Será algo largo, difícil y a la vez, que los puede cambiar de modos que no esperan. A él ya le estaba pasando. Jamás se había puesto a preguntar tantas cosas de su futuro. En lo normal, se ponía a pensar que era el trabajo que haría al día siguiente, más no esto.
-... La verdad, las cosas ya no son como antes.
-Eso es un hecho.
Se giró al oír esa voz. Era Ruby. la chica vestía su pijama, pero a la vez, llevaba un abrigo que la protegía del frío. Ella se sentó a su lado, soltando aire en sus manos para calentarse.
-¿Qué haces despierta a esta hora?
-Escuché como abrías la puerta. No eres el único que tiene el sueño ligero ahora. – Ruby le sonrió un poco. – Aun tengo pesadillas.
Lo que pasó en Beacon, las peleas con los Grimmroids y las muertes que pasaron en esos días. Eso debe de bastar para que uno tenga su ración de malos recuerdos. Él los tiene, la verdad. Dormir no era algo que sea tan pacifico. Sabe que todos tienen eso. Pero si duermen de largo, es porque no quieren mostrar debilidad o en verdad están cansados.
-Lo siento...
-No lo hagas. – Ruby alzó la mano. – Llevas diciendo lo siento más veces que antes. Es raro verte así.
Vent notaba como la chica lo analizaba con la mirada. Sentía que no le podía mentir.
-.... Si bien he dicho que quiero protegerlos a todos.... A ustedes... No quita que tengo dudas de lo que vamos a hacer Ruby. Lo que sea que vayamos a enfrentar, no será sencillo. Sumado al Modelo V y quienes los tenga, van a estar Cinder y sus aliados. Además, que lo que sea que esté por pasar en Haven, de seguro es algo que no podemos dejar de lado.... Yo...
Ruby lo vio soltar todo lo que pensaba. Si, ella lo sabía. Vent era de los que, deciden algo, pero que a la larga, piensan mucho en que deben de hacer. Si es que esta decisión en la correcta. O si en verdad, deben de hacer esto y no lo otro. Se veía que el chico dudaba mucho, que lo llevaba a pensar en diferentes escenarios en su cabeza. Pero cuando se determinaba por uno, en verdad que lo seguía con una determinación envidiable.
Ella alzó la mano y le tapó la boca, para que deje de hablar. Él la miró, con una ceja alzada. La chica soltó una risa y...
-En serio Vent. No debes de pensarlo tanto. – Ruby bajó la mano. – Si bien puede ser algo que nos cueste hacer, creo que podemos hacerlo. Llegar a Mistral, buscar a nuestros enemigos y los Modelos V. Ah, además de hallar el Biometal ese que parece estar aún oculto.
-... Quizás... Es solo que...
-¿Qué te tiene tan asustado Vent? – Ruby sabía que él estaba asustado, de seguro más que los demás. – Has demostrado ser capaz de muchas cosas.
-Y temo que no baste. – el Megaman se vio las manos. – Si, puedo hacer cosas increíbles con un poder y una habilidad, que me dan miedo. Yo... Quiero creer, que a la larga, no seré yo quien se vuelva la amenaza. Que no me volveré como ellos... Ya que, por primera vez en mi vida, he notado el lado horrible que hay en mí....
Ruby sabe de que habla... Cuando se enfurece, parece otro. Pero a la vez, siente que eso se debe a que es parte de él. Y a la vez, no le gusta... Ella sabe lo amable que él puede ser, su lado pacifista. Pero el ver como al entrar en un ataque de rabia, cambia a alguien calculador y frío para acabar con su oponente de la manera más eficaz posible.
No le gustaba ver ese lado de él.. No era él... No era la persona que aprendió a conocer los meses antes. Y ella...
Vent sintió como Ruby tomaba su mano. La miró y notó su... miedo.
Eso era lo que menos quería que ella piense. No quiere que ella piense que todo lo que hace, lo que no hace... es por temor a lo que sea que le pase a él en la cabeza. Si, está asustado de él mismo... Pero no quiere transmitir ese miedo a ellos.
-Todos tenemos algo malo en nosotros Vent. Hasta yo... - Ruby lo miró con seriedad. - ... Jamás le desee el mal a nadie. Aun a mis enemigos... Aun a Roman, jamás les desee el mal. Ni siquiera la muerte. Pero... - La chica dudó. Sus labios temblaron. – Pero cuando vi lo que Serpent le hizo a esas personas... Lo que planeaba y como... En verdad le desee lo peor. Que sufra.... Que donde sea que este ahora, que sufra por lo que hizo... por... - la chica contuvo las lágrimas que quería salir. - ¿Eso me hace mala persona?
-¡No! ¡No lo hace! – el chico tomó con fuerza la mano de la chica. – Es normal que sientas eso Ruby... eres una persona. Muy amable y...
-... Entonces... no sientas que ese lado tuyo, te hace ser horrible. No lo eres... Vent. Yo sé, que jamás serás como esos sujetos. Que jamás dejarás que el odio te domine. Y si veo que estas en ese camino, yo misma te detendré.
Ruby le dio la misma sonrisa de siempre. Pura e inocente a pesar del dolor que sabe, que carga por lo que vio. A pesar de todo, puede ver en sus ojos, ese optimismo que él a veces pierde. Sentía que, con ella, puede lograr grandes cosas. Sonrió al notar, que estaba siendo tonto. Que no debe de pensar de ese modo. AL menos, no ahora...
Alzó su brazo y acercó a la chica a él, quien sintió el tacto con su armadura. El calor que esta le daba, se la dio a ella también. Era como... estar pegado a una fogata en medio de una ventisca de nieve. Ruby se acomodó y puso su cabeza en su hombro izquierdo, disfrutando de la sensación y de la vista de la nieve que estaba por todo el lugar.
-... Sabes. Me gustaría que volviéramos a esos días... en Beacon. – Ruby cerró los ojos y pensó en esos días tan tranquilos. – Había oído el dicho, no notas lo que vale un momento, hasta que se va para siempre.
-Si... Lo sé. No era un estudiante ahí, pero la vida era tan tranquila. Pensar que no veremos eso, de nuevo.
Vent sabía que, lo que saben, lo que desean hacer, es algo que los llevará lejos de la vida de un estudiante o de un trabajo normal. Los llevará, a hacer algo que jamás, imaginaron. Pero era su elección. Ellos saben en que se meten, al menos eso desean creer.
-... Solo espero, el día que acabemos esto, que podamos volver y decir, que logramos nuestra meta. – Ruby deseaba eso en el fondo, un día, volver aquí y sentir que habían logrado lo que se propusieron. Puede que les tome años, pero quiere creerlo.
-Un día... Y espero que luego de todo esto, al menos pueda tener una vida más tranquila en un lugar estable... - él lo dijo como algo general, pero...
Ruby abrió los ojos, presa del shock. ¿Vida tranquila? ¿Lugar estable? ¿¡No trata de decir que desea tener una familia!? Si es así... ¿¡La imagina a ella como...!?
Su imaginación paso a la de la chica, unos años mayor, atendiendo a unos infantes, que justamente eran una mezcla de ella y Vent. Él volviendo a la casa, yendo a sus habitaciones con los niños dormidos... Solos para...
Vent sintió a Ruby temblar, solo para ver como la cabeza de la chica era una masa roja de la que el vapor, salía con una fuerza increíble. Tanto, que como si fuera una tetera, este salió al ambiente.
-¡Vent! ¡Aun no estoy lista para ese paso!
-¿¡AH!? – OK, ya lo confundieron. ¿¡Que dijo de malo!?
-¡Es más, no debemos olvidar a Blake y...! – Ruby ya no sabía que estaba diciendo, su cabeza era un mundo. - ¡Es más, debemos de tener más citas y...!
-Cita... ¡AH! – Recordó algo... - Es verdad, hoy tengo una cita con Weiss. Tengo que prepararme para... ¡Ow, ow, ow! – Sintió como la mano de Ruby, le estaba apretando el antebrazo izquierdo con tal fuerza, que a pesar de la piel metálica, le estaba quitando la circulación de dicho brazo. - ¿¡Ruby!? ¡Eep!
Ver como los ojos de la chica se tornaron algo vacíos, para luego ponerse a sonreír de modo dulce, solo hizo que se arrepienta de haber abierto la boca.
-... ¿Qué cita con Weiss? – Ruby no quería sonar celosa... No era celosa. Para nada. Pfft. Ella era la chica más relajada del mundo. Sabe que por su situación, Vent no puede evitar atracción a más de una chica. Lo sabe. Blake y ella acordaron eso... Pero... - Vent... ¿Por qué tienes una cita con mi compañera? – Pero le molesta que Vent, tenga una cita con Weiss... ¿Por qué?
Simple... ¡Porque él no dijo nada sobre un interés en Weiss cuando acordaron que él diría algo! ¿¡Que tiene que decir en su defensa!?
El Megaman Modelo X al ver esos ojos plata, sintió que... metió la pata.
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Weiss era una chica que sabe lo que tiene. Ella sabe que es deseada. ¿Que? ¿Creen que es el tipo de chica que piensa que no es linda y que los chicos no la miran? Por favor... No sean ingenuos.
Era la heredera, al menos cree que eso es aun, de una gran compañía. De un gran nombre como lo es Schnee. Ha tenido gente ir tras ella desde que tiene 14 años. Su padre siempre buscaba el como aumentar el poder que tenía con sus contactos. Que no le sorprendía, tener citas con hijos de grandes empresarios, gente de poder o incluso con personas algo mayores que ella. Al final de todo, ella era solo un medio para un fin. Como lo era toda la familia para él.
Weiss miró el vestido que se iba a poner... No era el mejor, era algo que la puede cubrir en este frío. Además de que debe ponerse un legging. Unas botas y demás... Sonrió al pensar, que sería su primera cita en un buen tiempo. Y la primera con alguien que le gusta en verdad.
Si... Eso suena a algo triste, ¿no? Pero es lo que le ha tocado. La verdad, jamás pensó llegar a esto. Pensó llegar en que tendría algo similar a su madre, quien...
... ¿Cómo estará su madre? Es decir. ¿Cuándo habló con ella por última vez? De seguro antes de la batalla en Beacon, pero a la vez trataba de no hablar con su padre y...
La culpa de que su madre este preocupada por ella, es grande. Weiss no era tonta. Sabe el estado de su madre. De como pasa el tiempo y de como es que soporta la vida que tiene ahora. Todo por culpa de una persona que...
Miró su Scroll, el nuevo que recibió del Gran Maestro. Este tenía un sistema que reseteó todo el historial de ella, un nuevo contacto. Por lo que su padre, no tiene el medio para comunicarse con ella. Pero a la vez, no puede correr el riesgo de llamar a su madre, sabiendo que él estaba ahí.
No quiere darle problemas a nadie. Si, Vale no acepta entradas de nadie. Ni siquiera de los que son poderosos, dado el caos que hay. Pero Patch es diferente. Aquí, han entrado varios y ella no va a traerle caos a este lugar tan tranquilo. No lo hará. Solo le quedaba, seguir en el anonimato. Al menos, Winter sabe de ella y donde estaba, gracias al general Ironwood. Espera que eso baste por ahora.
Se miró al espejo, se acomodó los mechones que quería salir de su cabello bien peinado. Solo para soltar un suspiro. Ya casi era la hora.
... ¿Era normal sentir como que el estómago tiene mariposas? Si es así, esto es nuevo para ella. No era nada a sus citas pasadas y menos, su relación con Neptune.
Hablando de Neptune, apenas se despidieron. Siente que fue lo mejor, dado que, si bien lo poco que duró su relación, fue tenso y nada maravilloso, como lo pensó que sería dada la primera impresión... Al menos no acabaron tan mal. Mejor ser cordiales, que arrancarle los ojos con una cuchara.
Es más, le parecía gracioso... ¿Cómo fue que se terminó interesando en Vent? Si, recuerda que cuando lo conoció, pensó mal de él. Es decir, pensó que era... un chico que en verdad, no vería de nuevo en su vida luego de esa misión que tenían, donde él le debía de dar algo a los de la base donde llevaban el Modelo X.
Luego paso lo del tren, la pelea... Vent usando el Modelo X para volverse un Megaman y varias cosas, que le cuesta creer que pasaron hace unos meses atrás. Y la verdad, era increíble que con solo una cosa, su vida cambiara tanto. Y que la persona que pensó era simple y aburrida, resultó diferente a lo que ella veía a menudo. Nadie muestra esa pureza de emociones como él. Si esta feliz, lo muestra. Si esta arrepentido, es claro como el agua. Si está preocupado, puedes verlo en sus ojos... Pero si está furioso...
Weiss tembló al recordar los ojos de Vent cuando peleó con esos dos... llenos de ira y de odio. Nunca pensó que ver unos ojos, le daría tal pavor. Pero a la vez, la hizo entender que ese no era el chico que conocía. El que simplemente llamó su atención, con una mirada pura de preocupación. Algo que ella jamás recibió de nadie... al menos hasta ese día.
Y el ver como a pesar de todo, de lo que puede hacer... en el fondo, es tan vulnerable como todos, la hizo entender que él, quizás, es el que más necesita apoyo. No porque sea débil, sino que tiene tanto poder, que él mismo teme caer presa de este.
Por ello, es que hace esto también. Para que se relaje y se olvide un poco de las cosas que lo tienen tan estresado. Lo ha visto memorizarse las rutas que deben de tomar, para poder iniciar su travesía. Bueno... ya verán, eso luego.
Alzó la mirada, ya es casi la hora. Si desean aprovechar el día, deben de salir ya. Espera que esté listo. Odia que la hagan esperar.
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Estaba muerto... muy muerto.
Vent estaba sentado en el sillón, con ropas para salir en este frío, pero temblaba, no del frío, sino de la presión que estaba recibiendo.
Alzó la mirada, notando que Ruby y Blake lo miraban con seriedad, pero a la vez una frialdad que le hacían creer, que el hielo de Lurerre era cálido. Giró la mirada, notando a Neo sentada, pero estaba con una mirada entrecerrada, Yang estaba apoyada a una pared, con los ojos cerrados. El equipo JNPR, no queriendo ser parte del fuego cruzado, estaban lejos de él.
-Sabes, yo debería estar ahí... - Ah no. Eso no. ¡No lo vas a dejar solo en esto Modelo X!
-Así que... una cita con Weiss... - La voz de Blake hizo que sienta un escalofrío en la espina dorsal. - ¿Cómo es que no nos enteramos de esto? Digo, sabía que Weiss tenía el plan de pedirte esa cita. Pero... ¿Qué no nos dijeras que ya te lo pidió?
-Pues... Ahm... - alzó la mirada, solo para quedarse mudo al ver los ojos de la Faunus. ¿Han pensado una vez como un tigre mira a su presa para luego degollarla con sus colmillos? Pues esa es la mirada que ella tiene. Y le da miedo...
-Si. Vamos Vent. ¿Cómo fue que no nos dijiste de eso? – Ruby estaba con Zwei en sus brazos, acariciando su cabeza mismo estilo un jefe de la mafia, antes de mandar a la pobre víctima a que duerma con los peces. – Creo que es una pregunta sencilla de responder. Vamos.
-.... Weiss... Pensó que sería bueno para relajarme. Dice que estoy estresado... - Sonrió un poco, pensado que eso las calmaría.
-.... Uy sí. Ice Queen relajando a la gente. Viva. – Yang apretó con fuerza la botella de agua que tenía. Su brazo robótico hizo que el plástico quede... peor de lo que debería en verdad.
-... Vamos chicas. Weiss de seguro quiere relajarse. Digo... ¿No es como si ella en verdad considerara salir con un chico como yo? – Vent veía un sinfín de fallas en esa lógica.
Ella es linda y atractiva, él es promedio. Ella es de una buena familia, él es un huérfano. Ella tiene dinero, él tiene salud... Saben. En verdad es algo triste ponerse a comparar las diferencias de estilos de vida que tienen. Es imposible que Weiss lo vea a él, como algo más que un amigo. Imposible.
Todos lo vieron como no creyendo que dijo. No puede ser... ¿No lo nota? Hasta Zwei negó con la cabeza. El perro, el mejor amigo del hombre, podía al fin ver a un Densus Idioticus en su hábitat natural. Para que sepan, quiso decir idiota denso, la broma fue intentada.
Ruby y Blake se vieron las caras. Sabían que esto iba a pasar. Siempre lo supieron. Temían que pasara pronto. ¡Pero no tan pronto! Es decir...
Weiss es la BFF de Ruby. Se cuentan todo, la verdad no. Pero las chicas tienen como ese trato, que respetan lo suyo. Y que su BFF, tenga interés en su novio... ¡Es un shock para ella! ¿¡Cómo es que se metió en esto!? Oh si, desde el momento que acepto a Vent como es...
Blake estaba en una encrucijada. Vamos... la Faunus ha tenido sus encontrones de ideales con Weiss, desde el día uno. Hasta una vez casi se arrancan los ojos. Pero la respeta y quiere como amiga que es... ¡Pero le molesta que haya pedido la cita sin pedirle permiso a ellas!
Y no eran las únicas. Yang detestaba la idea de que Ice Queen, Señorita perfecta, la que siempre piensa en su imagen antes que todo... ¡Se esté metiendo en este circo que es ser parte de la vida amorosa de Vent Lucilum! Bueno, no es que ella sea mejor. Pero ya estaba hundida... solo le quedaba seguir.
Neo estaba molesta. ¿Acaso el idiota este no nota lo que hace? Bueno. No es su asunto. No es como si quisiera ser ella la de la cita. Es más... NO es como si quisiera ir a comer algo con él, pasear y luego ir a un lugar a solas para... ¡NO! ¡Atrás pensamientos malignos!
El resto notaba la lucha interna de las 4 chicas. Vent sentía que, puede ser su oportunidad para huir. Puede ir por la puerta y...
-¡Oh, excelente! Ahí estás. – Hablando del fin de su huida que jamás se pudo iniciar.
Weiss apareció con la ropa adecuada para el frío, pero a la vez digna de una dama de su clase. Ella notó como las otras 4 la miraban. Vio a Vent, quien estaba sentado, sin salida. Lo pensó y... sonrió con malicia.
-Vamos Vent. – Weiss lo tomó del brazo y lo alzó. – Hay que aprovechar el día para nuestra CITA.
Ok, eso lo dijo para que arda. Y ardió. El equipo JNPR vio como esos dos se iban por la puerta, Vent despidiéndose y a la vez diciendo que luego explica todo. Las 4 chicas que estaban molestas, estaban en shock.
-.... Wow. No sabía que Weiss fuera así. – Jaune debía admitir que estaba impresionado.
-Bueno... Se nota que quiere ver a donde la lleva esto. – Pyrrha sonrió con algo de pena por Vent.
-... Solo queda esperar que les vaya bien.
-¿Y es bueno dejar que ellas cuatro vayan tras ellos como espías?
Ren miró a Nora, quien señaló la puerta, notando que Ruby, Blake, Yang y Neo salían tras ellos, tras ponerse ropas más abrigadoras. Lo supuso...
Y en ello, Taiyang regresó de la parte trasera y... Vio a las 4 chicas salir, Zwei ladrar, la cara de los demás chicos...
-... Impidan que hagan arder el pueblo.
No lo debía de decir dos veces. El equipo JNPR tomó abrigos para ellos y salieron de ahí, deben de evitar que hagan una locura. Todo mientras que Zwei se rascaba la oreja y Tai pensaba, que este perro tiene una vida en verdad despreocupada, que a veces lo envidia tanto...
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Pero vayamos a lo que nos importa. La cita... Ese momento donde se puede sentir, es una masa de caos a punto de salir. Que puede hacer que las personas pierdan la cabeza y demás. Lo que hace que alguien sepa, si esa persona es buena para ti o un prospecto que puede darte lo que buscas.
SI la cita va bien. Hurra. Level clear.
Si no va bien... Game over. Gracias por jugar.
Al menos eso es como muchos lo toman. Y si, puede que uno esté nervioso... No porque en verdad piense que eso es lo que se va a evaluar en esto. Sino que, según sabe, debería haber traído flores. Pero no tiene ni donde caerse muerto...
Vent soltó un suspiro, para luego sacar su billetera. No tiene mucho efectivo. Quizás deba de usar lo que tiene ahorrado en su tarjeta y... ¿Seguirá esa cosa sirviendo...?
-¿Pasa algo? – Weiss lo sacó de su estado de trance y de pensamiento.
Él parpadeó. Ambos estaban en un café de la zona, dado el frío que había, pensaron que era lo mejor, para tomar algo caliente. No es fan del café, pero, hey, chocolate caliente. Y estos muffins son buenos, para él.
-Solo pensaba en como voy a pagar esto...
Weiss sabía que tenía la idea errada de que en una cita, el chico es el que paga. Y la verdad, eso es lo que pasa o ha pasado en sus primeras citas con esos sujetos que su papá le hacía ir.
-Podemos partir la cuenta. No tengo mucho, pero basta para cubrir lo que estoy consumiendo. – ella notó como él la miraba. – Desde antes de la caída de Beacon, que mi padre me anuló todas las cuentas que tenía. Lo único que tengo, es de la cuenta que si estaba a mi nombre solamente. La de la escuela.
-Oh. Si... Glynda me habló de esa cuenta. Pensar que el dinero se me iría en un mes... - Vent se puso triste. – Digo... ¿Hay algún modo que pueda ganar dinero?
-Bueno. Lo hay. – Weiss le sonrió al chico, quien alzó la mirada. – Cuando estemos yendo por ahí, tratando de llegar a Mistral, apuesto que habrá zonas que necesitan de nuestra ayuda. Algunas personas pagan por los servicios o nos dan cosas variadas. Eso nos puede servir para el viaje.
Ella bebió de su café, dejando que él piense que las cosas no serían tan malas. Además, dormir al aire libre. Lo ha hecho antes. Bebió de su taza y...
-¿Cómo se siente? – él la miró con duda. – Volver al que sería tu hogar luego de años.
Oh. Eso... No lo había pesando mucho en verdad. Weiss notaba que Vent estaba pensando en que decirle. No, estaba tratando de saber, que era lo que sentía en verdad, al tener que volver al lugar donde pasó toda su niñez.
-No lo sé. No le he pensado mucho. Dado que... no ha sido un mal lugar, pero tengo pocos recuerdos memorables de mi hogar allá.
Weiss asintió. Quizás sería buena idea...
-¿Lo quieres hablar mientras caminamos?
Vent asintió. Pensaba que era lo mejor. No desea divulgar estas cosas en medio de un café público. Y mientras se paraban para pagar lo suyo, afuera...
-¿De que creen que hablen? – Yang estaba con el resto de fisgones, afuera, no importaba el frío, viendo que pasaba... Aunque... - ¡Deja de molestarme con esa rama Nora!
-Ay. Deseo que uses tu Semblance. Eso nos calentaría.
-¿¡Me han visto cara de fogata!? – Yang notó que todos miraban a otro lado. – Son unos...
-¡Ssshhh! ¡Ahí salen! – Blake calló a la rubia gritona, haciendo que todos se escondan de nuevo tras la esquina.
Si bien acabar amontonados, demostraba que eran pésimos en las misiones de espionaje, notaron como los dos salieron del café y caminaron hacia otro lado del pueblo.
El pueblo de Patch, era pequeño. Como lo sería un pueblo de pescadores o de marineros, dado que esta cerca del puerto que te lleva a Vale. La nieve se había acumulado en las pequeñas casas y negocios. El invierno estaba en la mitad de su apogeo. La verdad, era que Patch, se sentía frío. Pero a la vez, sobre habitado, dado que muchos que dejaron Vale, estaban aquí.
Las calles estaban con algo de nieve y hielo, caerte era posible. Weiss estaba aferrada al brazo de Vent, dado que no esperó esto. En Atlas, el frío es más fuerte, pero no hay hielo en las pistas que pueden hacer que te caigas.
Weiss siguió caminando, la bufanda en su cuello calentaba en algo su cuerpo. Y aun así, sentía frío. Pero...
-... Mi infancia en el orfanato, era la de cualquiera. – Vent inició su relato. – Lo que recuerdo bien, es que todos en el orfanato, siempre tenían el sueño de que los adultos que los vean, se los lleven de ahí.
-¿Soñabas eso también? – Weiss notó la sonrisa melancólica y como él negaba con la cabeza.
-Una familia humana, busca un niño humano. Los Faunus, un niño Faunus. Esa es la realidad de las cosas. Nadie se fijaría en un híbrido como yo. Así que... dejé de tener esperanza en ser adoptado, cuando tenía 7. Que fue la edad en que empezó a venir Summer.
-¿Sabes por qué iba a ella a visitarlos? – Weiss sentía que era raro. ¿Por qué una mujer, cazadora, se daría el tiempo de ir a un orfanato?
-Nunca dijo el porque. Solo que sentía, que quería dar una alegría a los niños que no tenían familia. Creo que eso es lo primero que me impactó de ella. No solo porque fuera fuerte, sino que se daba el tiempo de... pasar con niños que eran huérfanos.
Vio como él sonreía, mientras se acercaban al muelle. El viento era helado, Weiss sintió un poco de frío, por lo que no se alejó de él. Y aun así, el muchacho se quedó viendo el mar. De seguro perdido en los recuerdos que tenía.
-... ¿Algún amigo en ese lugar? – No sabe porque lo preguntó.
-... Uno. Era una chica de mi edad. Je. Era toda una marimacho, dado como actuaba. Nada femenina, pero muchos chicos le coqueteaban, dado que su personalidad era atrayente. – Negó con la cabeza. – Ella no se mostraba débil o triste, claro, era una máscara. Una que la supo ocultar bien, hasta que...
-Adivino... ¿La viste sin ella? – Weiss sabía que este chico tiene una suerte para meterse con los problemas de otros. – Tu cara dice que es así.
-Jajaja. Bueno, había una razón... A los 15, ya eres considerado un huérfano que no puede seguir ahí. Pero se sabe, que si no te adoptan a los 10, las posibilidades se esfuman con los años que vienen. – Vent se puso serio. – Temía no ser adoptada. Cumplía 10 en un mes y... pues pasó que la vi llorar. Me rompió la nariz al verme.
Weiss tuvo un tic en el ojo al ver como Vent se tomaba la nariz, de seguro recordando lo que pasó. Mujer salvaje. Pero él empezó a reír. ¿Qué le veía lo gracioso?
-Al final, ella empezó a balbucear como loca, al ver la sangre. No sabía que hacer. La calme y... Creo que esa fue la primera noche que hablamos como era debido. Si, éramos conocidos, pero no amigos. Y... No sé, creo que la ayude a olvidar ese miedo, que luego de esa noche, me llevaba a todos lados. Aun recuerdo ese intento fallido de pesca... - Se puso azul al recordar ello. – Y cuando cumplió 10, no se mostró temerosa. Dijo que si se queda, no importaba... porque de ese modo, ambos podríamos seguir con nuestras aventuras. La verdad, ella solo me veía como alguien con quien jugar.
Weiss no sabía si decirle, que ella no lo decía por eso. Pero se mantuvo callada.
-¿Qué pasó al final?
-La adoptaron un mes luego de su décimo cumpleaños. Era una mujer que se había casado de nuevo. El esposo nuevo debía de ser de gran poder, dado que la adopción fue posible. Y ella, a pesar de todo, se fue. Claro, estaba triste de ver a mi amiga irse, pero feliz de que salga del orfanato. No la volví a ver luego de ese día. Y yo, cuando cumplí los 15, me tuve que ir de Mistral. La ley para los huérfanos, es que te unes a una Academia para ser Cazador o trabajas como parte de la fuerza militar de ahí.
-Y tú, el pacifista, no quería tener nada con peleas. ¿No? – ella pensó que era irónico. Al final, acabó en algo grande. El mundo hacía jugadas muy raras.
-Jajaja. Si. ¿Y tú? – Weiss alzó una ceja. - ¿Qué hay de ti y tu vida en Atlas? – Pensó que era una pregunta normal. Pero el ver la cara de ella, solo le hizo creer, que metió la pata. Y en grande.
-.... Mi vida en Atlas, no es lo que uno pensaría, es lo mejor. Si, puede que tenga dinero y demás, pero... - Weiss alzó la mirada, notando el mar y lo vasto que era. - ¿Has pensado en quienes eran tus padres?
-Trato de no hacerlo. – Era la verdad, no quiere pensar en algo que sabe, no pasara.
-... A mí, las cosas no son las mejores con mis padres. Menos con mi padre. – Weiss se mostró firme. – Mi padre, se llama Jacques Schnee, pero él no es el que nació con el apellido. Mi madre, Willow, es la Schnee de sangre, que mi padre se casó para poder hacerse con la familia y su poder. – Vent la miró con sorpresa. - En mi décimo cumpleaños, mi padre admitió que no amaba a mi madre. Sé que se casó con mi madre por el control de la compañía, y lo culpo por el estado actualmente fracturado de la familia Schnee, incluido el descenso de mi madre al alcoholismo como una forma de hacer frente a la farsa de su matrimonio.
-Espera... ¿Solo por eso se casó con tu madre? Eso es...
-Cruel... Lo sé. Más de lo que puedes pensar posible. Antes de todo este drama, mi madre se preocupaba mucho por mí, ya que recuerdo como reprendió enojada a mi padre por perderse mi décimo cumpleaños, lo que llevó a la discusión durante la cual él admitió sus verdaderos sentimientos, algo de lo cual mi madre comenzó a beber... Ya sabes, dicen que las penas las ahoga el alcohol. Mi madre no volvió a ser la misma. Winter, se alejó de la familia dado el ambiente que había y se unió a la milicia, lo que hizo que pierda el apoyo de mi padre. Tengo un hermano menor, con el que no me llevo bien. Todo porque, él respeta a mi padre o eso creo... la verdad, no sé porque me detesta.
-Debe de haber una razón... - Vent pensaba que no era posible, que un hermano odie a otro de verdad. – Pero... ¿Qué es lo que en verdad llevo a tu familia a esto? Por años, oí que la familia Schnee, era la mejor y la más renombrada de Atlas. ¿Tu padre?
-¿Quién más? Desde que se hizo con la familia, él ha usado todo de si, para subir de rangos más y más. No le importa que usar... Hasta los Faunus, los ve como mano de obra gratis. No me sorprende el odio de White Fang hacia nosotros... de los demás Faunus. Si llevo un apellido que hizo sufrir a muchos.
-... No sé que decir en verdad. – Vent la miró, notaba mucho en sus ojos, así como arrepentimientos. Variados. – Se nota que no has vivido en un castillo de cristal, como todos creen.
-Todos tenemos nuestros demonios Vent. Tú.... Yo... Creo que al final, solo depende de nosotros, si es que los afrontamos. Yo lo hice de una manera. Ya que, desde que mi padre se hizo cargo de la Schnee Dust Company, esta ha llegado a una zona gris de moral. Como resultado, decidí que no dejaría que él fuera el fin de la herencia de mi familia, tomando la carrera de Cazadora para redimir el nombre. Si, fue un acto de rebeldía... Pero creo que al final, jamás me liberé de las ataduras de mi padre.
-¿Por qué dices eso? No veo que él te haya dicho que hacer y que no hacer.
Weiss soltó una risa, una que él vio como triste. No era una risa de ella. Sino de una persona, que admitía haber estado encadenada a algo.
-Si. Puede ser... pero siempre tuve el apoyo del dinero de mi padre desde que llegue a la Academia. Una tarjeta con lo que podía sentirme, aun con algo de poder. Pero a la vez, aun atada. Los dogmas de mi padre, me hicieron actuar de una manera, que fácilmente, era odiable. Y yo lo sé. No lo viste, pero de seguro habrías pensado: Que horrible chica.
Vent no dijo nada. Solo caminó al lado de ella, que ya estaba en el muelle, al borde de este. Ella sentía la brisa del mar, era refrescante. Cómoda. Y a la vez, era libre. Lo que ella jamás fue.
Nunca pudo decidir que vestir. Quien era un amigo. Como actuar. Como hablar. Que comer. Se había dado cuenta tarde, que era una esclava en su propia familia. Que la libertad, era algo que ansiaba, pero no luchaba por esta, dado el miedo que tenía de no ganar nada por lo que iba a renunciar.
Sonrió a si misma, al pensar que...
-... Recuerdo que me hablaba a un espejo.
-¿Un espejo? ¿Por...?
-Porque así, creo que no me sentía sola en mi propia casa. No creas mal, tenía un mayordomo. - .... Claro, olvidó que era de familia adinerada. – Que sin duda, era mi amigo. Pero siempre pensé, ¿Qué sería tener un amigo de mi edad? ¿De que hablaríamos? Y eso era lo que le hablaba al espejo. Tanto, que compuse una canción basado en eso... Y todos lo ven como, mágico. Increíble... pero yo lo veo como que estaba sola.
-... ¿Te molesta cantarla? – ella lo vio con sorpresa. – Vamos. ¿Crees que no sé de tus canciones? Ruby me hizo oírlas y en verdad me gustan. Pero... ¿Sería diferente en persona?
Ella no entendía que quería con eso. Pero le dio el gusto. Al menos, de este modo puede hacerle ver que tiene buena voz. Aclaró la garganta y...
Mirror, tell me something,
Tell me who's the loneliest of all?
Mirror, tell me something,
Tell me who's the loneliest of all?
Fear of what's inside of me;
Tell me can a heart be turned to stone?
Mirror, mirror, what's behind you?
Save me from the things I see!
I can keep it from the world,
Why won't you let me hide from me?
Mirror, mirror, tell me something,
Who's the loneliest of all?
I'm the loneliest of all.
Al oírla... supo que en verdad, Weiss solo quería ocultar lo que la asusta. No... Quiere dejar de lado lo que es la soledad. No ser el objeto de las metas de alguien, de su padre. Ella...
Verla limpiarse las lágrimas, solo hizo que él tome su mano. Gesto que la sorprendió a más no poder.
-Vent...
-.... Tengo miedo de volverme como Serpent, Weiss. – ella abrió los ojos con sorpresa. – Miedo de que todo el poder que tengo, se vuelva contra mía. Miedo de que un día, me pierda en lo que sea que está en mí. Jamás me había sentido furioso, hasta el nivel de hacer lo que hice. Yo... No sé que soy. – Ella sintió como él temblaba, su mano lo hacía. – Al final... ¿Serpent tenía razón en lo que dijo? A pesar de lo que le dije mientras peleaba, sé que tenía razón... la oscuridad que tenemos, nos puede volver algo horrible. Y por lo que vi, temo ser ese algo que termine dañándolos a todos ustedes. Yo no... No sé si al final de todo, seguiré siendo yo... Yo jamás quise este poder o esta responsabilidad, pero no puedo huir de ella... No puedo dejarlos a ustedes solos con todo esto. Yo no...
Weiss pudo ver como él estaba asustado. Su expresión demostraba lo que ella, había visto en ese espejo años. Miedo. Miedo de que su temor más grande, sea una realidad. Ella le temía a la soledad que siempre la acompañó... que sea eterna. Pero él... él le teme a sí mismo. No, le teme a lo que se puede volver si va por un camino errado. La chica solo pudo apretar su mano con fuerza.
-... Entonces.... No pienses en ello. – No sabía que estaba diciendo, la verdad... no sentía que fuera un consejo, pero era lo mejor que se le ocurre. – No pienses en lo que te puedes volver, piensa en lo que puedes hacer como eres ahora. Sé que... deseas ayudar a las personas. Ayudar a todos... salvarlos, protegerlos. Puede que sea imposible. Puede que al final, no logremos nada. Pero al final... ¿No somos nosotros los que vemos si eso valió la pena? ¿Acaso no es mejor intentarlo que quedarse sin hacer nada?
Él abrió los ojos con sorpresa. Esas palabras...
-Weiss...
-Sé que no soy la mejor para decir esto. Pero ver como haces las cosas, como has peleado a pesar de que no era tu obligación. Ese coraje me dio la fuerza, de poder venir aquí, poder decidir que quiero hacer. No pienso volver para estar bajo una celda de oro, como lo era antes. Ya no... Y eso es lo que aprendí al ver como vivías. Así que... No pienses en esas cosas Vent. Tengo fe, que jamás nos defraudaras. Y que si caes, podemos ayudarte. Entiende esto... no estas solo. – Weiss le sonrió de la manera sincera posible. – No lo diré jamás en voz alta, pero mi equipo... mis amigos, son mi familia ahora.
El Megaman, simplemente no supo que decir a esas palabras. Estaba en shock. No porque en verdad sea algo impactante, sino que era la sinceridad con que lo dijo, es que, puede ver en verdad, lo que ella trataba de decirle.
Tal vez si lo estaba pensando mucho. Quizás, estaba ahogándose en sus dudas, ya que jamás las había tratado. Siempre, pensó que las cosas serían claras en su vida. Jamás se preocupó por grandes cosas. Ni de su futuro. Ahora, lo hacía. Porque no podía ser el mismo de siempre. No podía ser el Vent que solo buscaba como vivir el día a día. No, tenía que aprender, que ahora... es un Megaman. El peso de algo, estaba en sus hombros. Algo enorme, pero a la vez... que sabe, no es solo suyo.
Quizás, ha estado acostumbrado a estar solo mucho tiempo. Quizás... Deba aprender a ser más honesto con sus dudas, con el resto de sus amigos.
-.... Si es así Weiss. Entonces lo intentaré. Pero solo si, me prometes que la próxima canción que hagas, muestre lo que sientes. Porque dudo que te sientas sola ahora.
Weiss soltó una risa. No estaba sola. Ya no. Tiene amigos. La sacan de quicio, pero los quiere como tales. Tiene una meta, más allá de la banal que tuvo al inicio. Sabe que hay algo más grande, que todos van a pelear y ella no quiere que les pase nada. Peleará al lado de sus amigos. Al lado de todos. Como el equipo que son.
-.... Trato. Solo espero que puedas soportar la idea de que una chica como yo, no se queda corta con lo que hace. Si hago algo, lo hago a lo grande.
-... ¿En que sentido?
Ella rodó los ojos. No lo entiende. No le sorprende. Sabe lo mucho que ha estado tratando de ser alguien en una sociedad que lo considera raro por naturaleza. Oh bueno...
-Sabes... Hay dos razones por la que te traje a una cita. Una, es para hablar contigo y que te des estreses. ¿Lo logre?
-Pues... Si. – él asintió, como diciendo que no estaba mal. Fue bueno no perder la cabeza para variar, como lo ha estado haciendo estos días. – Puedo decir que eso resultó bien. ¿Y cuál es la razón dos?
-Esta.
Sentir como ella tomaba su cara y le daba un beso en la boca, solo lo puso tenso y a la vez, olvidó el frío del ambiente. No duro mucho. Fue veloz, pero sirvió para que se haga a la idea de que...
-Bueno. Con esto, puedo decir que ya deje en claro las cosas. – Weiss sonrió burlona al ver la cara de shock del muchacho. El sonrojo en la cara de ella, era muy confundible con el frío... Pero no era esa la razón en verdad. Ella... - Haré esto claro Vent Lucilum, haré que seas tú el que me bese a la próxima. Así que prepárate.
-... ¿Ah...? – y él seguía en shock.
-Asi que deja de quedarte idiota. No te queda... Cielos, ¿Cómo termine interesada en un idiota como tú? Eso va más allá de lo que pensé que viviría. Oh bueno, la vida te da sorpresas, ¿no? – Weiss le dio una amplia sonrisa mostrando sus perfectos dientes.
Ok... él seguía idiota. Es decir... ¿¡Lo hizo o lo imaginó!? ¿¡Weiss Schnee, le dio un beso!? Es decir, vamos. Todos deben de entenderlo... Ella es fácilmente, de las chicas más codiciadas de todo Remnant. Ella puede simplemente tener a la persona que desea en sus manos. ¿Por qué él...? Es decir... él...
Se sonrojo en pensar, que ella en verdad piense eso de él. No se lo puede creer, claro, es su mente diciendo que es imposible, pero otro lado de él, lo estaba aceptando.
Weiss no estaba mejor. Tomó todo de ella el poder decirle esto. Y el idiota sigue con cara de... idiota. ¿Por qué terminó interesada en él? Muchos matarían por un beso de ella. Pero es cierto, él era diferente. Quizás eso era lo que siempre buscó. Rodó los ojos al no verlo reaccionar. Quizás... deba de mostrarse más firme.
-Bien. Si no me crees con un beso. Entonces deberé de darte otro.
Y justo cuando ella le tocó la cara para hacerlo, sacándolo a él del trance en que estaba y haciendo que se sonroje más...
-¡ALTO!
El grito de 3 chicas, solo hizo que ambos vean para el origen del grito. Eran sus amigos, siendo las demás integrantes del equipo RWBY y Neo, quienes veían todo con rabia.
Weiss soltó la cara de Vent, producto de su vergüenza y también, para verlos con rabia.
-¿¡Nos espiaban!?
-¡Sabíamos que no podíamos dejarte pase libre Ice Queen!
-Pensar que aplicarías esa estrategia Weiss... me confié.
Yang y Blake estaban viendo a su amiga con molestia. Neo asintió varias veces, haciendo gestos con la mano, que intuye, no son algo amable para su persona. Mientras que Ruby...
-... Mi propia BBF. ¿¡Que hice para merecer esto!?
-¡Dejen de ser dramáticas! Es más... ¿Qué tanto oyeron? – A esas palabras, todos se tensaron.
-... Solo desde que ahm... hablabas de tu familia...
-¡NORA!
-... Oyeron todo... - el aura que envolvió a Weiss, solo hizo que todos la miren con miedo. – Eso era privado. Pensar que sus celos y curiosidad, harían esto. Muy bien... - un Glyph apareció en el suelo, emergiendo de este Armas Gigas. – Así que... ¿Quién desea morir primero? – la sonrisa que les dio, solo les dio una salida...
-¡HUYAN!
A las palabras de Jaune, todos los espías empezaron a correr, Weiss gritando como desquiciada, jurando que los va a alcanzar.
Vent miraba todo eso con una gran gota de sudor. Pero no pudo evitar sonreír. Parece que, es como Weiss dice. No estaban solos. Y sabe que ella jamás les haría un daño... permanente.
-Ella tiene razón en una cosa. Está bien preocuparse y tener dudas. Pero pensar mucho y hacer que estas sean parte de ti, no es lo que debes de hacer. Avanza... y podrás al fin, ver el camino que deseas seguir.
Vent sonrió a las palabras del Modelo X. Es verdad... dudas hay. Pero tiene aún un camino que recorrer. ¿Qué le deparara? No lo sabe. Solo quedaba avanzar y verlo.
Miró a Weiss, quien seguía persiguiendo a todos y pudo ver, que el título de Ice Queen, no le quedaba del todo... Si, era una dama de hielo, pero no una que te dé frío. Sino, que a pesar de todo, sabía darle a uno calor si logras verla de verdad.
-Snow Angel le queda perfecto como dijeron en el pasado. Aunque no se lo diré, no quiero perder mi cuello. – Pensaba que ella lo vería como una ofensa, dado el pasado de ese nombre para ella. Un día hallará un apodo para ella, que él solo pueda decir... Pero ahora... - ¡Weiss, no los lances al agua!
Debe evitar que ella mande a todos al agua. Si bien la cita no acabó como esperó, estaba conforme. Y más tranquilo. Ya luego, verán la ruta a Mistral.
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