Sinceridad
En la casa Cotta-Arc, se podía ver como todos estaban esperando el regreso de los demás.
María leía un libro que Saphron le había dado. A su vez que Jade y Aile jugaban con Adrián
-Oh. Es tan lindo. Ya quisiera tener yo uno.
-No creo que a tus fans les guste eso, Aile.
La castaña rodó los ojos a las palabras de Jade, quien rio. Pero le debía de dar la razón. Los fans pueden ser algo... extremistas en algunas cosas. Y eso que ya se ha hecho a esa idea hace años. Pero de todos modos, estaba segura de que un día, ella va a tener que hacer su propia familia.
Alzó la vista, para ver que Qrow bajaba. Y el tipo tenía un aspecto terrible.
-¿Dónde están los demás...?
-Se fueron a investigar un Laboratorio que parece fue de Albert. – María le respondió sin mirarlo. – Tratan de hacer algo útil.
La indirecta estaba, a la vez que Qrow daba un chasquido con la lengua. La anciana lo vio bajar en su totalidad y cómo fue a la cocina, de seguro para beber agua. Es lo primero que deseas tras haber pasado una resaca.
-Vaya, al fin te dignas en mostrar la cara. – la voz de Saphron se oyó desde la cocina. - ¿Y ese milagro?
-Agua...
-.... Bien. Ten. – Saphron sonó rendida. La mujer parecía rendida, pero comprensiva de cierta manera. Y eso decía mucho.
María vio al hombre volver, a la vez que se notaba el como mucho esto tenía afectado al adulto. Pero que no sabía cómo afrontarlo, que estaba ahogando sus penas en el alcohol.
Ella negó con la cabeza. ¿Cuál es esa maña de la gente de querer beber para olvidar? Es absurdo. Totalmente. De todas maneras, ella estaba segura de que...
-¡Lo logré! – el grito de Terra hizo que todos den un salto, a la vez que la mujer bajaba con una terminal portátil en mano. Se le veía toda desaliñada y que no había dormido nada. - ¡Al fin lo logré!
-... ¿Qué cosa...? – Jade la miró con duda, a la vez que algo de miedo.
-¡Logré hacerme de otro punto de importancia! Fue difícil, ¡Pero logré hacerlo!
-... Sé que no es de mi incumbencia... pero, ¿Cuánto café ha bebido...? – Aile veía los síntomas de una sobredosis de cafeína.
-No lo sé. Perdí la cuenta tras la taza 7. – Ok. Eso explica mucho... - ¡Pero lo logré!
-¡Entendimos! – dijeron las presentes, hasta Adrián dio unos sonidos de bebé, ya que veía a su madre actuar como una loca.
Saphron salió de la cocina y vio a su esposa en el estado en que estaba. Alzó una ceja, miró la terminal en sus manos y...
-Café...
-Perdió la cuenta tras la taza 7.
Saphron soltó un suspiro ante las palabras de Jade. Pero sabe que su esposa es así. Se le acercó y la hizo sentarse en el sillón, mientras que...
-Terra, amor. Tienes que descansar...
-¡No puedo descansar! ¡Tengo que seguir investigando! ¡No falta mucho para que logre descubrir el punto final y...!
-Terra Cotta-Arc. – El timbre de voz de Saphron denotaba que no había... punto a reclamo. – O descansas... o te juro que dormirás sola esta noche.
-.... Bien. Aguafiestas. Todos. – Terra hizo un puchero, al ver que estaba siendo tratada de manera peor que un niño. Ella ya era una adulta hecha y derecha.
Todos rieron al ver ello, dado que se veía lo mucho que Terra podía de ser de infantil. De todos modos, eso llevó a que todos la pasen a ver cómo se acomodaba en el sillón.
-Ya es algo tarde. Me pregunto si los demás ya están de regreso. – Saphron miró el reloj y ya marcaban las 6. – Han estado medio día fuera.
-El lugar de acceso no era sencillo. Es de esperarse que estén así las cosas. – María tenía que ser clara y concisa en lo que estaba pasando y lo que... - Ya deben de estar por regresar.
Y eso era lo que todos esperaba. No sólo ello, estaba segura de que si las cosas iban a buen ritmo, no estaban...
Oyeron el sonido de la puerta abrirse. Vieron a Alysa entrar, ya que había salido para hacer algo...
-Bueno... es oficial. Deseo matar a esa anciana llamada Cordovin. Se nota que nadie se la ha tirado en años. – Todos vieron a Alysa con sorpresa. – Algo tengo que hacer para calmar mi rabia.
-Recuerda que hay un bebé presente...
-Eres hija de Juniper Arc. ¿Crees que no sé que ella era peor y que tú puedes ser similar?
Saphron abrió la boca para negarse, pero se vio incapaz de ello. Porque de verdad, su madre había sido así con ellos. Y tenía la boca más lisa de la familia. Siendo ella un segundo lugar...
-... Ok. Buen punto...
-¿Qué pasó para que digas eso? – Terra cambió de tema, a la vez que...
-... Seré sincera, la ayuda de Atlas es imposible. Más por órdenes de Thomas que del mismo Ironwood. – Todos la miraron con duda. – Thomas es el gran Maestro de Atlas. Muchos lo consideran un genio militar con gran renombre. Él es la principal razón de la militarización de varias cosas en Atlas.
-Habla oído de él. Pero jamás lo he visto. – Aile, quien había asistido a varios eventos en Atlas por el trabajo de sus padres, no había visto jamás al hombre en persona. – Tengo entendido que es un hombre muy cerrado.
-Es un paranoico de primera. – María alzó la mirada. - ¿De dónde creen que el General Ironwood sacó su paranoia? Thomas fue el que entrenó a Ironwood para ser su sucesor en el ejército, mientras él de postulaba como Gran Maestro.
-Jamás supe cómo se elige un Gran Maestro. – la pregunta de Jade era buena.
-Un Gran Maestro de un reino, es elegido solamente cuando el anterior ya es incapaz de seguir sus funciones. O renuncia, que fue el caso del predecesor de Thomas. No pudo soportar todo lo que había dejado de marca la gran Guerra de hace 80 años. Pero de todas maneras... - María siguió su relato. – El Gran Maestro puede ser elegido por votación o emergencia. Pero es el Consejo que permite ello. Sin consejo, la votación no se puede hacer. Ellos ven a los candidatos que tienen, por recomendación o porque han aplicado al puesto. Y eligen en relación a sus logros.
-Ya... pero eso no explica porque Vacuo no tiene Gran Maestro.
-Porque Vacuo no acepta el poder de su propio gobierno. – Qrow apareció, haciendo que Aile lo vea con duda. - ¿Qué es lo primero que ves al... ir a Vacuo?
-Ahm... Cazadores. Muchos en verdad. – Recuerda cuando estuvo ahí y... vaya que había cazadores para decir basta.
-Correcto. Lo único que tiene poder en Vacuo, es la misma academia. Muchos dicen que la misma gente confabulo para matar al Gran Maestro y a los del Consejo. Algo probable, si me lo preguntas.
-... Eso no suena bien...
-Vacuo es un reino que se jacta de su gran cantidad de Cazadores y que sus leyes hacen que sean mejores. Pero la verdad, es que me he visto con Cazadores de Vacío y no son mejores que simples caza recompensas. – Qrow bebió del agua. – Pero volviendo al tema de Thomas... el tipo es un militar hecho y derecho. El viejo Jimmy dice que no puede ir contra las palabras de Thomas, dado que es superior a él en varias cosas.
-... ¿Crees que le esconda cosas a Thomas?
-Es probable. James no es muy diferente a Thomas en algunas cosas, de esperarse, dado que son de la misma tela. Pero James tenía a Ozpin para... balancear las cosas. Ahora... no lo sé. Sin contra que lo que pasó en Vale y Beacon lo debe de haber afectado. A nivel emocional y mental.
La verdad, eso era posible de verse. Y también, era posible de que...
-¿Crees que Ironwood esté haciendo algo indebido? – Fue la pregunta de Terra a Qrow. Quién sin en el trago de nuevo en su sistema, su cabeza estaba pensando mejor.
-No lo sé. Sólo queda esperar. Y ver qué sucede. Y que James no haya perdido la cabeza estos meses. Dios sabe que antes era paranoico, ahora lo sería más.
-Primero vamos a centrarnos en lo que es importante aquí. Albert y sus laboratorios. – María pidió que vuelvan al asunto central. - ¿Qué dijo Cordovin de nuestras sospechas?
-Que son estupideces y que yo, soy una idiota por creerle a unos niños que son peor que el estiércol. Sólo le dije algo que de merecía y se quedó callada. Pero sabía que me quería lanzar a sus guardias. Pudo intentarlo.
-Todo el mundo sabe que usted no fue una gran guerrera por nada. – Jade le sonrió a la mujer con cierta gracia. – Solo se habría humillado más.
-No lo niego. – Alysa asintió, satisfecha de que crean eso. – De todas maneras, no me agrada esto. Si pasa algo, y espero que no sea así, Argus estará desprotegido o nada preparado.
-Sin contar que debemos de proteger esto. – María mostró la lámpara donde estaba Jinn.
-... Yo aún no me creo que esa lámpara que se mencionan en los cuentos exista.
-Saphron, reacciona. – Terra devolvió a su mujer a la realidad. – Aunque no puedo decir que no te entiendo. De todas maneras, hay que...
En eso, se oyó la puerta abrirse de nuevo. Esta vez, mostrando al grupo que había ido al laboratorio.
-¡Que bueno que regresan, justo...! – Alysa pudo ver algo en la mirada de todos. - ¿Qué pasa? ¿Por qué esas caras?
Todos parecían haber visto algo horrible o de haberse enterado de algo que... cambió su modo de ver la vida.
Pero era la mirada de Vent, la que la preocupaba más. Se le veía apagado, además que se notaba que había llorado hasta hartarse. Y eso jamás era bueno.
El chico mostró un disco duro y una memoria, las puso en la mesa antes de ir hacia María y quitarle la lámpara. La anciana no pudo decir nada, ya que el chico se fue hacia arriba.
-¡Espera...! ¿¡Que vas...!?
-Por favor... - El hombre pasó a ver a Yang y se notaba la expresión de ella, tan dolida... tan horrorizada. – Déjalo... por favor...
-¿Qué...? ¿Qué ha pasado...? – Jade le dio su sobrino a Aile, quien lo recibió y se mostró preocupada. - ¿Por qué están así? ¿Qué vieron...?
-... Lo peor posible. Y que Albert no merece el perdón de nadie. – Nora habló con odio, casi escupiendo el nombre del hombre.
-Eso que Vent les dio, tiene la verdad... de lo que Albert hizo. Pero... - Jaune se rascó la nuca. – No queremos verlo de nuevo.
-Descansaremos un rato....Y luego les decimos todo. – Ren optó por ser el que diga ello. – Lo merecemos. Pueden ver todo lo que está ahí... si quieren. Pero... no dejen que Adrián lo vea. No lo recomendamos.
Sin más que decir, uno a uno se fue al piso de arriba. Ruby fue la última en quedarse ahí, hasta que alzó la mirada. Sus ojos estaban apagados y su tío tuvo el deseo de abrazarla y darle apoyo. Pero ella se giró y subió las escaleras.
Dejando a todos en silencio...
-... ¿Qué es lo que...?
-Es como dijeron. Todo está en la memoria. – Óscar era el que se quedó y... - Yo iré al jardín. Tengo algo que deseo leer. Lleven a Adrián a su cuarto para que vean lo que vimos. Así lo entenderán.
Sin más que decir, el chico salió. Su mirada también era diferente.
Saphron al no entender nada, hizo lo que Óscar les recomendó. Tomó a Adrian en sus brazos, lo llevo a su habitación. Al mismo tiempo que Terra tomaba el Disco y la memoria.
-El Disco tiene data incompleta, pero puedo irla... descifrando luego. Lo que podemos ver son lo que está en la memoria. Y por lo que veo, son archivos de texto y videos. ¿Qué serán...?
-Habrá que verlos. – María simplemente se puso de pie. – Anda chica, conecta esa terminal al televisor. Hay que ver que pasa....que ha pasado para tener a esos chicos así.
Terra asintió, a la vez que empezaba a hacer la conexión correspondiente, Saphron bajó. Ella...
-Se encerraron en sus habitaciones. Todos y Vent está en el ático. – La mujer dijo eso, porque estaba empezando a preocuparse.
Y en eso, Terra ya hizo la conexión correspondiente. Ok, era hora de ver que había pasado.
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En el ático, Vent estaba sentado sobre el colchón que había usado para dormir. El Modelo X flotaba a su lado.
-¿Le vas a preguntar algo?
-No. Quiero cerciorarme de algo. Es todo...
El Modelo X no dijo nada. Sabe que nada de lo que diga, calmará la molestia de su Elegido. Estaba dolido por la verdad... dolido y asqueado de que su vida, es posible por la muerte de varios. Y eso era lo peor.
-... Jinn...
Y al decir esas palabras, el ente de piel azul emergió de la Reliquia. Jinn se vio en un tamaño que uno puede llamar normal. Ya no la cubría el humo azul de antes. Por lo que se podía ver que estaba totalmente desnuda. Ella miró el lugar...
-Pensar que me llamarías en un lugar cerrado para que tome mi tamaño humano. – Jinn sonrió. - ¿Deseas que haga algo por ti? ¿Algo muy privado e íntimo? – le dio una sonrisa seductora, pero Vent no cambio si expresión.
-No es el momento de tus bromas...
-¿Quien dice que bromeo...?
-¡Jinn! – Alzó la voz, haciendo que ella dé un salto. – Basta.
La mujer parpadeó al oír ello. Era extraño. Caminó hasta estar a su lado y se sentó en el colchón con él a su lado.
-¿Qué pasó? – lo dijo en un tono que denotaba que estaban preocupada.
-... Sé la verdad de mi nacimiento. – Jinn abrió los ojos con sorpresa. – Y quiero corroborar unas cosas. Es todo.
-Ya veo. – Jinn asintió. Dado que... - Ok. Puedes hablar y yo te responderé. Recuerda...no preguntas.
-... Mi madre era una científica que trabajaba ahí.
-Si. Su nombre era Iris. Una Faunus lobo que... bueno, era diferente a la mayoría de su gente. Ella buscaba igualdad, en... otros caminos.
-El cruce de especies.
-Juntar genes humanos y Faunus es... difícil. Dada la diferencia que hay entre ellos. De seguro sabes la leyenda del Dios ese que los creó. Bueno, decir que cuando los Faunus se crearon, su ADN fue... hecho de manera diferente al humano, pero similar. Por eso se pueden juntar, pero jamás son ambos. O eres uno o el otro... y eso lo digo por el camino natural.
-Lo sé. Albert dijo lo que logró. Se jactó de ello... Pero Iris le dijo que no era el padre.
-Cierto de nuevo. Iris hizo algo con su trabajo, que hizo que su óvulo fuera especial. Cuando Albert quiso usar su ADN para... tener su hijo con Iris, pues... el ADN sólo sirvió para generar la separación celular y una cosa más. Pero de ahí, nada... el ADN jamás se mezcló con el de Iris. Por lo que no, no eres hijo de Albert. Sólo de Iris y de una persona X.
Jinn lo miró y suspiro... parece que sus sospechas son ciertas. Aún no sabe toda la verdad. Pero no se la puede decir.
-Albert creó a Prometheus y Pandora... en base a lo que me hizo. Pero ellos no... no son como yo.
-No. Ellos son... Megaman creados por Albert para seguir su voluntad. Y son sus hijos, si es que te lo preguntas. Ya que usó su ADN para crearlos. Obvio, no les tiene el más mínimo aprecio a esos dos. Ya debiste de verlo.
Vent le quiso preguntar de qué habla. Pero sabe que sólo les queda una pregunta. Y no la puede gastar... no puede ser tan egoísta.
-Je. Se puede ver que a pesar de saber de tu origen, tu esencia es la misma. Y es de esperarse... Summer fue una mujer que dio todo de sí para tenerte a salvo. – Vent desvió la mirada. – No creas que hizo lo que hizo, por obligación... no olvides ello.
-... Fácil de decir.
-Obvio. No es que puedas olvidar lo que ha pasado. Vent... no eres una máquina, aunque en el fondo creas eso. En el fondo, eres tú... porque Summer hizo lo que hizo. Lo entenderás, una vez sepas toda la verdad.
-¿Toda...? No. Ya la sé... Yo...
-No la sabes. Sabes un 70% de la verdad. Te falta una pieza... sólo una pieza, para poder saberlo todo. Y yo te pueda decir todo al fin, sin necesidad de... estar atada a ese juramento que los Dioses me hicieron hacer.
-... No hablas bien de los Dioses.
-¿Quién lo haría? Los que son como yo, los detestamos. Ambrosius es algo más... imparcial. Dado que solo le gusta crear cosas, pero al final, los cuatro odiamos la idea de... habernos quedado aquí. Encerrados en las reliquias... perdiendo la libertad que teníamos.
Se sentía que había más en la historia de los entes de las reliquias, de lo que pensó. ¿cuál es la verdad de la creación de las reliquias y que pensaban en verdad los Dioses al crearlas?
-Por tus palabras, se nota que hay más como tú.
Jinn sonrió al ver que lo captó. El chico era astuto y era de esperase.
-Eres como él... - Jinn dio una sonrisa melancólica, mientras miraba al Modelo X. – Si, en cada reliquia hay seres que están ahí... encerrados. Nuestra meta es guiar a la gente para que cuando el día del juicio de los Dioses llegue, sean recompensado. Bah, los Dioses jamás les importó eso. A ellos, sólo les importaba una cosa. Y era ver a dónde iban sus experimentos.
-Hablas como si supieras lo que ellas pensaban.
-Jejeje. Puedo ser quien representa el conocimiento, pero hasta yo no sé lo que piensan esos dos. Quizás, sólo esos 7 lo sabían a ciencia cierta. Pero hasta ellos dudaban de sus planes en ocasiones. Los Dioses.... No eran lo que esperabas. Eran muy... infantiles en algunas cosas. Dios... si que eran tontos.
Vent sonrió al oír ello. Y Jinn hizo lo mismo. Ella pensó en sincerarse un poco.
-Si no fuera porque estoy atada a esta... cosa, podría decirte todo. Pero no puedo. Porque las ataduras son... fuertes.
-Pensé que eran... adornos. – Trató de no mirar tanto a Jinn, quien sonrió algo burlona. Ya se imaginó lo que quería decir.
-Jaja. De adornos no tienen nada. Son... como lo dirías tú, cadenas. Hacen que esté atada a la reliquia cada día de mi existencia hasta que sea el día que el juicio se haga.
-... Deseas libertad....
-Quiero ser libre de... esto. Estás cosas. De la voluntad de los Dioses. No quiero vivir eternamente sólo siguiendo algo que se me dijo que hacer. Tú ahora debes saber que es eso. – Vent bajó la mirada. – Perdón... soy brutalmente honesta y...
-No. Está bien. Yo lo entiendo. Ahora lo entiendo... - Vent sabe a qué se refiere. – Hallaremos la forma de que tú y los otros sean libres.
Jinn volvió a sonreír. Soltó un suspiro y se tomó el pecho. El recuerdo no se iba... ahí estaba. Aún tras miles de años.
-Jejeje. Gracias. Pero no exasperes en eso. Céntrate en lo que debes de hacer en estos momentos. Lo de Albert. Ah y lo de tus chicas.
-... No sé de que hablas.
-Ajá... Se te nota en la cara. Tienes la idea de alejarte de ellas, solo porque sabes tu origen. Porque temes que al final, solo las acabes lastimando.
Jinn sonrió al ver la cara de Vent, parece que si se dio cuenta... y eso la hizo reír.
-Chico, ellas sufrirán peor si solo cortas las cosas con ella. Más ahora que sabes que las amas. Y pecas de obvio. Que ellas no lo vean, es porque ya están acostumbradas a que las veas de la manera en que las ves. Y si lo que tengo entendido... ellas desean estar a tu lado. Sin importar que... ¿verdad?
-... No las merezco...
-¿Y quién dice que debe de ser así? Ustedes los mortales y esa idea rara del amor. Te aman... Listo, se acabó. Buscar razones, no sirve de nada. Y eso lo digo, porque como mujer que soy... sé que es amar.
-... Amaste a alguien...
-Aun lo hago. – Jinn miró de reojo al Modelo X. – Pero las cosas no fueron sencillas. Decir que al final, solo tuvimos que centrarnos en otras cosas.
-No sabes las ganas que tengo de hacerte preguntas. No en relación a lo que sería cosas personales, sino en relación a... el pasado. Los Dioses...
-Bueno. A menos que tengas el código maestro no puedes. Y eso solo lo sabe uno, pero justo no recuerda ello... Así que... Que mal. – Vent rio un poco y Jinn... - Solo habla con ellas. ¿Si? No huyas. Eso que tienes así, ese dolor... Solo lo puedes afrontar con alguien. No solo... El fuerte no es el que afronta todo solo, sino el que sabe que necesita ayuda y la pide. Eso es lo que hace a ustedes los mortales, capaces de muchas cosas.
Vent asintió, agradecido un poco con Jinn, quien le dio un beso en la mejilla antes de regresar a la Reliquia. Soltó un suspiro, a la vez que se recostaba en el colchón. El Modelo X voló hacia él y alzó la mano para tomarlo.
-.... No importa lo que pase Vent. Sabes que estoy aquí contigo.
Lo sabe... y lo agradece. Cerró los ojos, para poder dormir... Dado que mañana será un día pesado.
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Y los que estaban en la sala, al terminar de ver todo es que...
-... Oh Dios... - Saphron se llevó las manos a la boca. – Oh por Dios...
-Eso lo explica... porque jamás halle registros de él... - Terra solo... - Que horrible.
-Maldito Albert. – Aile apretaba los puños con fuerza. – Es un monstruo... ¿Cómo pudo...?
-Tenía el poder. Lo tenía y lo uso... - Jade contuvo sus ganas de llorar, dado que eso era horrible. – Hasta Atlas estaba metido.
-Es de esperarse. Hace 20 años, es que Atlas empezó a hacer sus movidas y que.... Bueno, ya se dan una idea. – María bajó la cabeza. – Eso explica el talento del muchacho... lo hicieron así. Y es una pena... Destinado a algo antes de siquiera respirar el aire del mundo.
Qrow intuía que esto... era más de lo que Raven sabía. El ver a Summer hacer eso, demostraba que ella si estaba bien metida en esto y que... Con que esa era Iris, la científica de la que tanto oyó en sus investigaciones por el origen de Vent.
-... Ella era... - Alysa solo trataba de... - Iris...
-¿La conoce? – Saphron miró a la pelirroja, quien parecía querer llorar. – Ahm...
-... Es mi prima... Iris es mi prima. – Todos pasaron a verla con sorpresa. – Oh Dios... si Vent es su hijo... entonces él es primo segundo de Pyrrha.
-... Ok. Eso si es una gran coincidencia. Pero... ¿No es Iris Faunus?
-En mi familia no hay discriminación. Mi tía era una humana que se casó con un Faunus Lobo y Iris nació... Lamentablemente, muchas cosas pasaron. Iris se quedó sola, claro que se quedó conmigo y mi madre, pero...
-A ver... veamos. Antes que nada... ¿Qué es lo que hizo que ella haga esto...? Debió de tener una razón para este gran proyecto y ella dijo que esto era lo que llevaba esperando años.
Alysa no sabía que decir, dado que eso era muy personal... Ella sabía porque Iris quería eso. Pero...
-... A Iris... la atacaron de niña. – El silencio que hubo era palpable, por el horror. – Fueron.... Unos tipos que odiaban a los Faunus. La atraparon y... - Alysa negó con la cabeza. – El daño fue severo para ella... la golpearon y... su útero quedó inservible. A pesar de que hay medios para tratar eso en humanas, en las Faunus... por la discriminación, no hay gran avance y...
-... Ya veo. – Terra abrazo a Saphron, que era la más horrorizada por lo que oyó. – Ese proyecto, era su oportunidad para tener un hijo... y Albert lo usó para eso... Maldito.
-Con eso podemos ver la clase de monstruo que es. – María sabe que si las cosas hubieran seguido, fácilmente habrían tenido un ejército de seres poderosos en el mundo y eso no era bueno. – A Albert no le importaba el mundo, sólo él... y debe de ser detenido.
-La pregunta es cómo. – Qrow habló por primera vez. El asco que sentía, le había quitado todas las ganas de beber algo. – No sabemos dónde está.
-Quizás... - Terra tomó el disco duro que le dieron. – Si logro acceder esto y triángulo las cosas. Pueda...
-Seria cosa que se hicieran con otro disco duro. – María sabe que eso significa. - ¿tienes otra ubicación?
-La tengo. No está lejos, a decir verdad. Esta más cerca de la anterior. Pueden ir caminando.
-La pregunta es que si querrán ir. – Jade dijo eso con un tono dudoso. – Están afectados por lo que vieron. Y Vent...
No dijeron nada. Alysa sobre todo, aún de estaba haciendo a la idea de que ese chico era en si, el hijo de su prima. Vaya giros de la vida.
-Lo mejor es descansar el día de hoy. Mucha información para todos. – María se puso de pie. – Ya mañana decidimos que hacer.
Y nadie dijo nada más. Nadie...
Empezaron a irse a descansar, pero solo quedó Aile... ella....
-¿Pasa algo? – ella pasó a ver a Jade, quién... - Se te ve ida.
-Lo de Vent. Aún no puedo creer que él...
-Si. Yo menos. Pero explica muchas cosas...
-Él siempre aprendió rápido. Siempre. Y jamás se enfermaba, a lo mucho le daba una gripe que le duraba unas horas. Ahora todo tiene sentido... Y era que... Oh Dios... - La chica se llevó las manos a la cara. - ¿Qué puedo hacer para que...?
-Aile... sabes que no podemos hacer nada.
-¡Podemos! – La castaña lo dijo con firmeza. - ¡Sé que podemos, sólo...! Sólo hay que averiguarlo. Esas 4 deben de estar pensando lo mismo. Y por más que lo deteste, estoy de acuerdo con lo que vayan a hacer.
Jade sonrió al oír ello. Parece que sí, puede que poco a poco Aile se esté haciendo ya a una idea. Y ella también. Pero no era el momento... aún no.
...
Oscar por su lado, siguió leyendo el diario de Iris. Habían varias entradas y todas hablaban de ella y su vida en el laboratorio. Así como...
-Parece que de verdad ella no sabía nada. Sus dudas estaban ahí. Sólo que confió en Albert de manera ciega. Y eso la condenó. – Óscar pasó de página. – No habla jamás de quién puede ser el padre de Vent. Sólo menciona algo revolucionario. Pero no más. ¿Por qué?
Parece que el misterio aún no se ha resuelto. Y eso era algo que lo ponía de malas.
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En la habitación del equipo RWBY, las cuatro estaban echadas, viendo el techo. Con las luces apagadas.
-... Hey... - Yang habló a sus amigas. - ¿Cómo se sienten...?
-De la mierda Xiao Long... de la mierda.
Weiss respondió, su cabello suelto y algunos mechones en su cara. Era una sensación rara, que la hacía sentirse... mal. Enferma.
-No se van... saben. – Blake estaba con un brazo sobre los ojos. – el llanto de esos bebés. No se va...
La Faunus pareció quebrarse, a la vez que trataba de obviar el recuerdo.
Y Ruby estaba igual. Estaba llorando mientras miraba el techo en silencio. Lo que vio, lo que ahora sabe... ¿Cómo puede existir alguien así?
Y peor... su madre lo sabía. Ella sabía el origen de Vent. Se lo calló. Ella siempre...
-... Será por eso que... siempre lo vigiló. Dado que sabía que era...
-No... tu madre lo amaba. – Weiss respondió cansada. – Bien lo tuvo en sus brazos, lo amó. Esa mirada era la de una madre... je. Desde pequeño él ya sabía ganarse el corazón de las chicas.
-Reiría... pero no tengo fuerzas. – Yang miró su mano mecánica. – Creo que en momentos como estos, me alegra tener sólo... esto. Y no haber pasado por... - No pudo seguir, dado que sentía asco de hacerlo.
Ruby cerró los ojos y las imágenes no se iban. Estaban ahí... No sé iban y eso la frustra. Quería dormir... pero tiene miedo de ver eso en sus sueños.
Volvió a mirar el techo y...
Se levantó. Caminó a la puerta, siendo vista por todas. Ellas... pensaban lo mismo. Así que la siguieron.
...
En su descanso, Vent estaba tan cansado, que no hubo sueños esta vez. Quizás era lo mejor que ha tenido en meses. Al fin dormir sin que la subconsciencia lo moleste.
Pero claro, algo vino. Sintió que algo o alguien se ponía a su lado. Luego otro, luego dos más.
Abrió los ojos, molesto de que irrumpan su sueño. Sólo para verse con... un cuerpo desnudo abrazándolo.
-¿¡Que miér..!? – Y vio que no era uno, sino cuatro. El equipo RWBY. - ¿¡Chicas...!?
-No... - Yang lo abrazó de la cabeza, poniendo esta entre sus pechos. – por favor. No te muevas.
-No podemos dormir. – Blake lo abrazaba del cuello, su cuerpo pegado al suyo. – Queremos... estar aquí.
-Por favor... - Weiss abrazaba su brazo, derecho. Estaba temblando. – Deja que sintamos tu calor.
-... No te vayas. No nos dejes... nunca. – Ruby era la que si lloraba de manera abierta, mientras abrazaba su cadera y...
Vent soltó un suspiro. Él sabía que quizás, ellas eran más afectadas aparte de él. Dado que... ellas eran las que deseaban estar a su lado.
Quiso decirles algo... que no deben de cargar su peso. Que ya no deben de estar a su lado. Pero no pudo.
Por primera vez en años, se sintió egoísta. Sintió que... el mundo se puede ir al demonio una vez. Que lo único que desea en esta vida, es tenerlas a ellas cuatro a su lado.
Ellas son lo único que él ha elegido por cuenta propia. No por un destino que ya lo tenía marcado desde niño. Ellas... eran lo más importante para él.
Y aún si el mundo se lo quiere negar, las quiere a su lado.
Alzó la mano libre y tomó la sábana, y los tapó con ella. Para que no sientan frío. Y cuando hizo eso, oyó los sollozos de las cuatro. Dolidas por ver algo así, por ver qué el mundo es cruel... pero sobre todo, porque lo era más con la persona que ellas amaban. Y aunque él ya no quisiera llorar... ellas lo harían por él.
Porque estarían con él hasta el fin de sus días.
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El dormir no fue sencillo para nadie. Más cuando pensaban en lo que habían visto.
Nora durmió abrazada a Neo, para que no sientan miedo de que las imágenes vuelvan. Ren usó su Semblance en él y Jaune para que duerman, sin que las emociones los afecten.
Pyrrha e Ilia eran las que estaban mejor. Ambas viendo el techo de la habitación.
-Hey... - Ilia le habló a su amiga.
-Mmm. – Pyrrha no dijo nada más.
-... Tenías razón en una cosa. No era justa con Vent cuando lo conocí...
-... Creo que nadie lo fue del todo.
Ambas saben que sea lo que les pasa a ellas, ahora no importa. La verdad de lo que saben, no las dejaba.
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A la mañana siguiente, se puede ver como Vent despertó bien temprano. El cansancio era tal, que quedó dormido lo necesario... pero también el cuerpo le pedía que se mueva. Que no se quede en cama.
Y de mala gana, se debía de levantar. Miró que las chicas aún estaban abrazadas a él. Debía de levantarse. Deben de levantarse.
-Chicas... arriba. – oyó la queja de las cuatro. – Debemos de desayunar.
-No... quedémonos aquí todo el día. – Yang murmuró, mientras abrazaba más su cabeza.
Quizás antes se habría puesto nervioso, dado que tiene los pechos de Yang en la cara. Pero ahora... ahora solo quería moverse..
-No... arriba. Chicas. Tenemos que hablar.
Y fue ese, tenemos que hablar, lo que las puso tensas. Si algo es sabido, es que esa frase jamás es algo bueno.
Una a una se separó de él, para poder sentarse. No les importaba mostrar su desnudez a él... ni fueron por las ropas que tiraron bien llegaron al ático. Se sentían tan mal, que dormir a su lado sin nada fue lo que les nació. Como un deseo de que sepan que... estaba aquí. Él estaba aquí.
Ahora estaban asustadas.
Vent soltó un suspiro. Quizás mal uso de palabras. Vaya, se notaba que el Megaman Definitivo era malo en la socialización. Je, que gracioso.
-... Antes que nada. Estoy mejor que ayer. Gracias por preocuparse. – Weiss quiso decirle que era obvio, pero se calló. – Y... lamento todo el dolor que siempre les doy.
-Vent...
-No es justo. Saben... que sólo yo les dé este dolor. Ustedes simplemente podían estar con alguien que no les dé estás cosas. Alguien que es normal. Que ya sabe que es y quién es. Yo no soy eso... antes no sabía nada. Y aún sabiéndolo. Estoy perdido. No sé ni a donde estoy yendo. Ni a donde iré. – Vent soltó un suspiro. – y una parte de mí, las quiere alejar para que estén a salvo de lo que soy o lo que puedo traerles.
Y eso hizo que las cuatro se tensen... ¿Estaba... terminando las cosas con ellas? Su primera reacción iba a ser gritarle que no sea idiota. Pero las palabras quedaron en sus bocas. Dado que estaban en shock y dolidas en parte... que él piense eso. Que los ojos se les llenaron de lágrimas.
Ruby por su lado, cerró los ojos en espera de que él termine lo que tiene que decir.
-Pero la parte más fuerte de mí... desea ser egoísta al menos una vez. – Ellas lo pasaron a ver con sorpresa. – Cuando me quebré... entendí que solo estando ustedes ahí, era que no caería en la desesperación. Que... no debía de actuar como alguien invencible. Quizás ese fue mi error... el que traté de vivir de cierta manera, olvidando que soy tan vulnerable como el resto. Que... puedo mostrar debilidades y que tendré gente a mi lado. Y lamento haber sido tan complicado de tratar estos días. Pero jamás he estado con tanta gente a mi lado, para hacerme a esa idea. Y... - Tomó aire. – Quiero ser egoísta... quiero por una vez, elegir algo por mi cuenta. Y que no sea el mundo o algo que no conozco, lo que lo elija.
Pasó a verlas, notando que la luz del día las bañaba. Podían verlas como eran. Las cuatro tan bellas por fuera como por dentro. Y eso lo hizo sentirse mal... ya que sabe una vez lo diga, las condena... porque sabe lo que sienten. Si jamás dijo esas palabras, era porque tenía miedo de atarlas a él. Porque sin decirlas, ellas no debían de sentir una obligación a él... pero ahora...
-El día que me hice un Megaman, quizás fue un destino que lo sea. Mi destino como el Megaman Definitivo. Pero ese mismo día, creo que también elegí una cosa más... y es lo que más me alegra. Y fue haber hablado con ustedes. Que... - se sacudió el cabello. – Lamento si les parece raro lo que diré, pero ya no sé qué más decir.
Las cuatro lo miraron, se miraron. Lo volvieron a mirar. Asintieron. El estado en el que ella están no les molesta... porque si Vent estaba siendo sincero con ellos, hasta soltando lo que guarda en su corazón. A ellas mostrar su desnudez es nada...
-Yang... - la chica se tensó. – Cuando te vi por primera vez, admito que me quedé tonto por tu belleza. Eras lo que muchos de mi edad matarían por tener en sus brazos al menos una noche. Pero yo... yo sólo pude ver con los días, que eras más que solo esa masa de alegría o energía que mostrabas. Vi a una chica de carácter, pero sensible. Torpe, pero muy amorosa. Una chica que ocultaba su debilidad ante los extraños, pero que brillaba con los que quería. Nunca te lo dije Yang, pero eres como el sol. Y a tu lado, siento que puedo caminar hasta en el camino más oscuro.
La chica trató de decirle algo, pero la emoción le ganó y solo pudo sonreír con unas lágrimas.
-Blake. Cuando supe que eras Faunus, que fue bien te vi, me dije que era... peculiar. ¿Por qué ocultar lo que eres? Y cuando lo supe, entendí. Entendí que estabas dolida... que solo deseabas mejorar el mundo para que otros no pasen lo que tú. A su vez, entendí que aún con toda esa seriedad... eres quizás la más emotiva de las cuatro. Que no importa lo que pasa, siempre estás ahí para todos. Quizás, eso hizo que mi lado Faunus se apegara tanto a ti... y luego yo. Que el día que bailamos, supe también que no hay otra Faunus que desee a mi lado.
Blake rio un poco, dado que ella pensaba lo mismo. Pero se limpió las lágrimas, dado que eso le estaba nublando la vista.
-Weiss... lo diré claro. Me parecías una chica fría al inicio. Pero con el tiempo, me trague esas palabras. Pude ver a alguien quién tiene siempre sus emociones a flor de piel. Que siempre quiere mostrar lo que siente. Que... a pesar del legado manchado que carga... pelea. Pelea para ser mejor. Al final, eres lo que muchos quisieran ser. Determinada en lograr su sueño y su meta. Y es verdad.. eres Snow Angel... pero para mí, creo que solo me basta que seas mi Ángel.
Weiss hizo un puchero al inicio, sólo que mientras él seguía, ella solo pudo ensanchar su sonrisa y asentir al apodo que él le dio. Le gustaba.
-Y Ruby... seré directo. Te vi y juré ver a Summer. Misma expresión y ojos, pero con el tiempo, vi que no era así. Eras.. diferente. Verte cada día, como actuabas, como mostrabas ese positivismo... sólo hizo que te mire cada día más. Hasta que me di cuenta, que solo te seguía con la mirada. Fue esa pureza, que me hizo ver que este mundo no está podrido aún... que puede ser mejor. Y... que al final de todo... eres lo que más deseaba proteger. Esa pureza... siempre lo fuiste.
Ruby trató de decirle algo. Que él era eso para ella también, pero las palabras no le salieron. Sino unos sollozos.
Y no era porque estén tristes. Sino porque por primera vez, Vent se estaba sincerando con ellas en su totalidad. Como si...
-Soy un desastre de persona. Soy...no, tal vez no soy ni eso. No nací como tal. Soy un experimento... así de simple. Nacido para ser un arma. Y quizás eso soy. Quizás ese sea mi destino. Pero si hay algo que puedo elegir por mí... es que las quiero a mi lado. Hasta el día en que ya no pueda seguir más en este mundo. Claro... si es que ustedes aún desean estar al lado de un desastre andante como yo... que sólo les da problemas a los que conoce.
Vent tomó aire y supo que era el momento. Ya de aquí, no hay vuelta atrás. Y las chicas parecían saber eso, ya que...
-Ruby, Weiss, Blake, Yang... las amo. A las cuatro. Son lo único en mi vida que jamás me arrepentiré que me hayan pasado. Y yo... sólo quiero que sean felices. Pero mi lado egoísta desea que sean felices a mi lado. Que en la oscuridad en que estoy, son lo único que me alumbra e impide que pierda la cabeza. Así que... si, eso es todo básicamente. Lamento si no es la confesión del siglo, pero...
No terminó de hablar, dado que las cuatro se le lanzaron encima. Él se golpeó la cabeza, a la vez....
-No... No sabes lo mucho que esperamos que digas eso.
-Siempre....siempre hemos deseado que tú...
-Teníamos miedo... de que no....no sintieras lo mismo.
-Y callábamos. Porque... no queríamos presionarte. Pero...
Yang, Blake, Weiss y Ruby estaban llorando mientras lo abrazaban. Él sólo pudo soltar un suspiro, vaya que se sentía mal saber eso.
-Lo siento...
-Deja de pedir perdón tonto. – Yang le dio un beso en la mejilla. – Ya no importa. Nos amas. Nosotras te amamos. ¿Qué más podemos pedir?
-Ahm... ¿significa que seguimos juntos...? – Claro, él aún es idiota...
-Vent, no arruines el momento. – Blake lo miró con advertencia.
Él sonrió nervioso. A lo que se empezó a erguir para estar sentado. Y...
-Ok. Creo que... es justo que lo diga cómo se debe entonces.
Las cuatro se irguieron también. Una cosa era que lo diga a las cuatro, pero una a una... eso desean oírlo.
Miró a Yang primero, quien se puso nervios de repente. Oh Dios, el corazón le late a lo loco.
-Yang...
-¿Si? – su voz salió algo aguda, algo que le sacó una risa a los demás y a ella una vergüenza. Demonios...
-Te amo. – Pero eso bastó para que ella deje de lado su vergüenza.
-Yo también te amo Vent. – La rubia le dio un beso en los labios, mostrando que no mentía.
El chico paso a ver a Blake, quien sintió sus orejas de gato moverse. Se mostraba nerviosa.
-Blake...
-¿Hm? – ella trató de mostrar su aura seria de siempre, pero...
-Te amo. – Pero cuando oyó eso, su sonrisa no se pudo contener.
-Y yo a ti Vent. – La Faunus lo beso en los labios, a la vez que ronroneaba un poco.
De inmediato, Weiss sintió la mirada de Vent. La chica se cubrió un poco el pecho, dado que ahora sí le estaba dando vergüenza. Pero por alguna razón, su mirada la hizo sentirse... bien. Que ya no le importaba.
-Weiss...
-Dime... - ella trató de sonar indiferente, pero...
-Te amo. – Se tuvo que morder los labios para no soltar una risita de alegría.
-Yo también te amo, tonto. – Weiss le dio un beso rápido, dado que aún se sentía apenada un poco.
Y para acabar, pero no menos, Ruby vio como él la miraba. La chica tragó saliva. Se sentía desnuda ante esa mirada, aún estando ella sin ropa... era más cosa de su alma que se sienta así... ante los ojos verdes de Vent. Y sólo con él deseaba estar así.
-Ruby... - ella le sonrió y ahora recuerda esa misma sonrisa de hace un año. Esa que lo cambió todo. – Te amo.
-Y yo a ti Vent... - la chica derramó unas lágrimas. – Hasta el final de los días.
Y ella lo besó, tratando de dar en ese gesto simple... todo lo que sentía. Y cuando se separó de él, ella...
-Esperar valió la pena, si es que... me siento así.
-... Sabes que aún están desnudas, ¿no? – Vent hizo la observación, algo rojo.
Las cuatro se vieron y... se sonrojaron. Es verdad, habían olvidado ese detalle.
-... ¿Por qué...?
-Porque como tú te mostraste ante nosotras, sin capas... sentíamos que debíamos hace lo mismo aquí, cuando nos necesitabas y... y... ¡Fue una mala idea! – Weiss se tapó con sus manos sus partes intimidas, dado que le daba pena.
-... Bueno. No es nada que no haya visto...
-Vent. No digas nada. – Blake se mostraba apenada. – Solo hacemos esto por ti.
-Lo sé. Y si bien me alegra la vista que tengo. – las cuatro se apenaron. – Hay algo más importante que hacer. Y es detener a Abert.
-Y lo haremos amor. – Yang sonrió decidida. – No dejaremos que haga lo que quiera.
-Y estaremos a tu lado hasta el final. Porque no estás solo.
Y las palabras de Ruby, sólo hizo que el resto asienta. Era verdad, no estaba solo. Eso ya lo tenía claro. Lo que lo ayudaba a entender que, ellas eran lo que lo hacía ser él. Nadie más.
Puede ser un ser creado por un experimento. Pero al menos, puede elegir... le costará, no lo niega. Lo que hará que pueda afrontar las cosas mejor.
El Modelo X vio todo y se sintió feliz. Al menos su elegido tenía personas a su lado. Aún siente el dolor en Vent, es de esperarse. Pero a la vez, lo ayudará a ser más fuerte.
Porque lo necesitará...
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Ya en el primer piso, todos estaban esperando al equipo RWBY y Vent, eran los que faltaban.
-No bajan...
-Es de esperarse. – Ren sólo hizo la observación, a lo que Nora hizo un puchero. – Quizás hay que dejar que duerman...
-No es necesario. Aquí estamos. – Yang fue la primera en bajar, mostrando una gran sonrisa. Se le veía mejor que ayer.
Y cuando quisieron preguntar qué pasaba, es que vieron al resto del equipo RWBY bajar, con la misma sonrisa y energía. Parecían brillar. Como si les hubieran dado la noticia de sus vidas.
-¿Y a ustedes que les pasa? – Ilia hizo la pregunta a Ruby, a lo que ella solo rio de una manera que la hizo alzar una ceja.
-... ¿Qué pasó anoche...? No, ¿Qué hicieron...? – Pyrrha los miró de manera acusatoria.
-... No hicimos nada... malo. – Weiss dijo eso con una sonrisa.
-Solo hablamos y... las cosas están bien. Al final, todo está mejor que antes...
Las palabras de Blake los confundió. ¿Mejor que antes entre ellos?
-... Me sincere. – Vent soltó un suspiro. – Con ellas... y creo que también debo de hacerlo con todos. Creo que saber que eres, ayuda a darte cuenta de algunas cosas.
-No es necesario... - Saphron no le veía la necesidad. Pero...
-Debo de... hacerlo. Sólo así tendré mi consciencia tranquila. Ya deben de saber que soy. Al final, solo soy un experimento de Albert. Un arma viva. No soy más que eso... al menos eso es lo que creí al inicio. – Él tomó aire. – No digo que estoy bien. Pero si me pongo a llorar y lamentar las cosas, no cambiaré las cosas. Usaré estos poderes que tengo, para algo bueno. Y el primer paso, será detener a Albert. Pase lo que pase. No dejaré que más sean como yo o terminen como los que murieron para que yo viva...
Las palabras de Vent eran intensas. Se sentía el peso, el dolor de lo que sentía. Pero a su vez, había convicción. Mucha. Quizás, era porque en el fondo...
-Je. Sabía que sería así. – María se acercó a él y le dio un golpe en la cabeza con su bastón. – Tonto y noble hasta el final.
-Oiga...
-No digo que sea malo. Quizás eso es lo que le falta al mundo a veces. Y tú, muchacho, eres el ejemplo claro de ello.
El chico se sobaba la cabeza mientras la oía. Puede que sea cierto y eso no lo puede cambiar, pero...
-... Dejando eso de lado, les agradezco que... se queden conmigo a pesar de todo. Sé que no están obligados...
-¡No digas eso! – Nora fue hacia él y lo abrazó con fuerza. - ¡eres nuestro amigo Vent! ¡te queremos!
-Gracias... Nora... - sentía sus costillas crujir.
-Nora. Necesita aire.
-Uy, Perdón. – la chica lo soltó y Ren prosiguió.
-No olvides que estamos de tu lado Vent. Hasta el final. – el chico asintió.
-... No importa si es que eres diferente. Eres nuestro amigo. Y lo prometimos, juntos hasta el final.
Jaune le sonrió a su amigo, quien hizo lo mismo. Parece que las cosas entre ellos se arreglaron. Que diga eso, basta para saber que cuenta con su apoyo.
Neo sólo fue con él y le dio abrazo, gesto que bastó para que ella diga todo. Vent le devolvió el gesto hasta que sintió como ella le dio un beso en el cuello y se separó de él. La chica le dio un guiño y él se sonrojo. Ok... eso fue...
-Y también cuentas conmigo. – Todos pasaron a ver a Óscar, quien vestía diferente. Ahora llevaba una gabardina verde.
-Wow. Oscar, ¿Y ese cambio? – Nora admite que se ve bien.
-... Quiero mostrar que estoy listo para que lo debo de afrontar. Tal vez no pueda ir contra el destino que me tocó... pero puedo ayudarlos el tiempo que tengo siendo yo, hasta que los recuerdos se mezclen. Y... que no estás solo en tu lucha Vent. – Óscar se puso serio. – Debemos de detener a Albert y a Salem....estoy dispuesto a luchar como tú y los demás harán hasta el final.
El Megaman sonrió al oír ello. Eso le alegraba. Miró a todos y supo que... puede que el mundo haya sido cruel con él cuando nació y antes de eso, pero ahora... lo agradece. Porque los tiene a su lado...
Qrow miró eso y recordó un poco a Summer. Ella también reunía gente a su lado. Ese chico... quizás sea como Jinn dijo, los Megaman son la clave. Él es la clave. A todo...
Alysa sólo por su lado, a pesar de ver la linda escena, miró el diario de su prima en sus manos.
Parece que... hay cosas que su prima no dijo. Y ahora las sabe, hace que tenga sentido la razón de su secretismo.
Pero viendo a su hija y al hijo de su prima, en una pelea que puede cambiar el destino del mundo... entiende que ella debe también estar aquí. Era su pelea...
Por algo, Iris lo salvó. Lo entregó a Summer, porque sabía que ella era la mejor para esto. Y no se equivoco...
El destino del mundo, descansa en las manos de los amigos y del hijo que ella.... Salvó.
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