Charlas en la Granja
-¿Tienes mi información?
Fue lo que Cinder dijo, ya que se encuentra con Lil' Miss Malachite en su taberna.
Y si bien la mujer no parecía nada feliz por como la chica le estaba hablando, sin ningún tipo de respeto... contestó.
-Por supuesto que sí, cariño. Lil' Miss siempre cumple. Aunque, no puedo prometer que estarás complacida.
-¿A qué se refiere? – preguntó Cinder con un tono de clara molestia, ya que no desea perder el tiempo.
-Se dice que fueron vistos abordando el Argus Limited hace unos días. Si bien eso no está exactamente lejos de aquí, Argus rara vez es un destino para la gente. Lo más probable es que vayan directamente a...
-Atlas.
Por supuesto, tienen la reliquia. Y han estado en su meta de querer detener el avance de ellos.
-Hay algo más, esto es algo que extra. Dado el buen dinero que nos has dado... pero hace poco, hubo información de que hay... algo en lo que tú llamarías, la zona abandonada de Argus.
-¿Abandonada? ¿Cómo que abandonada? – fue lo que la chica preguntó con un tono algo extrañado.
-Supongo que no lo sabes. – Lil' Miss le extendió la mano para que se siente. Algo que Cinder hizo de mala gana. - ¿Qué sabes de la revolución genética de hace 20?
Cinder se mostró confundida. Ella no estaba segura de lo que estaba preguntando. ¿Qué tiene que ver esto con lo que ha preguntado?
-... Lo mismo que todo el mundo. Es lo que hizo que la legalización del uso de la genética para hacer que parejas del mismo sexo tengan hijos. – Cinder sabe de ello, dada la revolución que significó en su debido momento.
En la actualidad, el 30% de parejas son homosexuales. Por lo que eso generó una revolución. Una que siguió hasta la fecha. Pero tiene entendido, que el proceso es... dañino con cada generación a la que se le aplica. La única manera de que ese daño se arregle, es que la generación actual tenga hijos de manera natural.
-Oh. Veo que estás bien informada.
-... Puede decirse que conozco a alguien que le interesa eso. – Cinder recordó a Emerald... - Pero a todo esto, ¿Qué tiene que ver esta estupidez con lo que te pedí?
-Simple. La sede central, donde se generó esa investigación, está en Argus. Y justamente, el nombre de una de las investigadoras tiene relación con una de las personas que has pedido.
-... ¿Quién...? – la mujer mostró la foto de la líder del proyecto. Una líder que había hecho un cambio en el mundo, pero no por solo hacerlo. Sino porque ella tenía un anhelo, un deseo. Uno que...
-... Ella es...
-Hay parecidos. Y sé que ella tenía una prima en Argus, dado que es su ciudad de origen. No es coincidencia de que hiciera la investigación ahí. Y también... No es coincidencia que Albert tenga algo ahí.
-¿El Gran Maestro de Mistral? – Cinder la miró con sorpresa. – Es verdad, había oído que desapareció el mismo día que habían pasado las cosas en Haven.
-Pues... digamos que Albert no es un santo. Y que hizo cosas simplemente horribles, todo en el nombre de... su dice ciencia.
-... ¿De que hablas...?
Cinder ha visto cosas horribles y también las ha hecho. Y estaba seguro que esta mujer no es diferente a ella. Pero para que lo diga de ese modo, con un asco y un desprecio...
-Te haré una simple pregunta. ¿Matarías a un infante?
Cinder abrió la boca para decir que eso le daba igual. Pero... recordó su vida. Los tratos que recibió por parte de esa mujer y sus hijas. Se llevó la mano al cuello en reflejo. Su mente sólo la hizo reemplazar su posición con la de un niño o una niña. Qué de nuevo, la humanidad que aún le quedaba... la que ella deseaba con todo su ser aplastar, resurgió.
-... No. – fue lo que dijo tras unos segundos. Y Lil' Miss le creyó. Ya que lo veía en el ojo que ella le mostraba.
Era una asesina... pero aún no había caído tan bajo. Aún le quedaba algo de humanidad.
-Entonces sentirás lo mismo que yo al ver esto. – La mujer le mostró un file. Cinder lo miró con rareza. – Está es la evidencia que los pocos que estaban en ese proyecto, salvaron... estos documentos pueden destruir una generación de trabajos. Es... quizás lo peor que uno puede ver. Hasta a mí me dio asco.
Cinder pensaba que exageraba. Abrió el file... y su ojo se agrando con horror al ver las fotos.
Por instinto se llevó la mano a la boca y contuvo el vómito que pasó por su garganta. Ella tragó para que las cosas no salgan de contexto. Pero... pero eso...
Ella ha matado. Ha hecho cosas horribles. Pero siempre ha pensado que ponía un límite. Mató a seres que se metían en sus planes, a quienes odiaba. Pero siempre... siempre dibujo una línea.
Le gusta el poder. No matar. Ahí ella se diferencia de Tyrian, que solo disfruta matar. Y eso la enferma. Por eso no se llevan...
De por ser él, mataría a infantes y bebés sólo para decir que era un extra. Ella no... no había llegado tan lejos. Y esperaba no hacerlo. Sorprendiéndose de que su humanidad surja... pero tras ver esto, se alegra que sea así.
-Y es sólo la punta del iceberg.
-¿¡Qué!? – Cinder no creyó lo que oyó. - ¿¡Como qué...!?
-Estas son fotos de algo que estaba pasando a puertas cerradas. Una que la misma Encargada desconocía.
-¿Cómo puede desconocer lo que pasa en su propio proyecto? – Para Cinder, era como decir que Salem no sabe lo que hacen los demás... quizás no lo hace. Pero el punto está.
-Políticas. Lo debes de intuir. – la mujer le mostró el documento que era el que le interesaba. – Todos los que ves aquí, son parte de un proyecto. Uno que parecía hacer algo al momento de la fecundación de un óvulo. Y... Lo llamaban el Proyecto 00X-∞.
-¿00X-∞?
-Si traduces esto a la simbología de los números... la X es una variedad que representa mucho. Cambiante... adaptable. Evolución. El ∞ simboliza infinito. Interminable... eterno.
-... Evolución infinita. Eso... - Cinder estaba tratando de entender, aunque... - ¿dice que lo que este hombre trataba de hacer es...?
-Es probable. Pero no sé con certeza ello. Solo te puedo decir, que ellos han ido a ese lugar.
Cinder se quedó en silencio varios minutos, hasta que decidió ponerse de pie.
-No sé para qué me mostró esto. Pero es una información interesante. Quizás me sirva más adelante. – Cinder empezó a caminar para irse de ahí, a mi que la mujer le dijo una última vez.
-Recuerda esto muchacha. Puedes decir que eres mala, pero te aseguro que en este mundo hay gente aún peor que tú. Al lado de ellos, eres solo un cachorro que aún no sabe ni usar los colmillos. Te lo mostré, para que veas que tú... eres en nada en este mundo lleno de maldad. Porque siempre hay uno que es peor... siempre. – Cinder no dijo nada. Sólo... sólo le quedó por salir de ahí y seguir su camino.
Lil' Miss soltó un suspiro. Miró de nuevo el file y recuerda con claridad a la persona que se lo trajo. Pensar que dio su vida para traer esto, en una esperanza de destruir a Albert. Ya de ese día, han sido 10 años. Y se pregunta, ¿Será este el momento?
Dio un chasquido y uno de los guardaespaldas que van con ella, apareció.
-Lleva esto a su lugar. Puede que lo necesitemos pronto.
La chica asintió y se llevó el file al lugar donde pertenece. Y no sólo ello, estaba segura de que las cosas no habían terminado.
-Las arañas también eliminan las molestias que hay en el mundo.
Si bien las arañas son mal vistas por la mayoría, son en verdad, una fuerza que era necesaria en el mundo.
Solo deben de esperar su momento para claves sus colmillos.
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Había una tormenta de nieve en Brunswick Farms, lo que dificulta la visibilidad. Se puede escuchar un aullido de viento. Lo que hace que se entienda la dificultad de la situación.
-No lo entiendo. Las ciudades vacías por las que hemos pasado estaban todas dañadas o sin terminar. Pero este lugar se ve... bien.
Ruby dio su opinión general, dado que es la primera ciudad fantasma que se ve... entera. Y no sólo ello, se veía que no había sido atacada de ninguna manera desde que llegaron.
El equipo RWBY, Qrow, Oscar y María llegan al porche de una residencia, mientras que los Megaman estaban recorriendo un perímetro.
Al ver que no había nadie, sólo les quedó asentir y volver con el resto. Dudan poder descubrir más en esta neblina.
Weiss está temblando mientras la rodea con sus brazos para mantenerse caliente. Vent se le acercó para poder ayudarla con eso, ya que su armadura estaba cálida por el control de temperatura que tiene.
Pero ella se aleja... aunque el gesto en el fondo la conmovía, ella debía de ser fuerte y demostrar que estaba molesta con él.
Él soltó un suspiro, claro... Pyrrha le dio una palmada en el hombro, sabe que debe de darles tiempo hasta que vean las cosas sin estar molestas.
-Tal vez todos se fueron a toda prisa. ¿Antes de que las cosas cambiaran? – Weiss quiso sonar lógica, aunque aún temblaba del frío.
Ella misma se maldijo por no aceptar el gesto de Vent. Pero es que tiene que demostrar su postura. Ella y el resto estaban molestas con él, no tiene que mostrar ningún tipo de afecto o cariño a él, hasta que se disculpe.
Aunque le era difícil... y puede ver que el esto piensa igual. Ya que lo nota en sus miradas, dado que todos vieron el gesto.
... Se sentía estúpida.
María negó con la cabeza. Adolescentes...
-De todos modos, no ganamos nada quedándonos aquí. Hay que entrar. - Qrow intenta abrir la puerta, solo para darse cuenta de que estaba cerrada.
-¿Puedo? – Ilia pidió permiso, poniendo a un lado a Qrow. – Vent, ¿Hay algo dentro?
El Megaman se sorprendió por la pregunta, sólo para cambiar al Modelo PX. Miró el interior del edificio con el sensor de calor y... nada.
-No hay nadie. Pero lo mejor será no confiarnos. – Volvió al Modelo X. A la vez que Pyrrha sacaba su arma.
-Es como dicen. Todos, armas arriba. – A las palabras de Qrow, sacaron armas y... - Cuando desees Ilia. – No se lo debía de decir dos veces.
Ella abrió la puerta de un empujón y apuntó con sus armas a todos lados, al igual que el resto.
Pero no había nadie. El lugar estaba abandonado. Y eso no era agradable.
-¡Cierren la puerta ya! Ya hace bastante frío aquí dentro.
María entra a la casa. Para que luego, Blake y Oscar empujen un cajón cercano para bloquear la puerta. De esta manera, al menos no se morirán de frío.
-Vi una chimenea desde afuera. ¿Tal vez podríamos encender un fuego? – Blake dio la sugerencia, a la vez que notaba a Weiss temblar.
-Te lo agradeceré. Por mi lado, yo buscaré algunas mantas.
-Yang, ve con ella. – Qrow le pidió a su sobrina que vaya con la chica, a la vez que ellos veían el lugar.
-Ok. Vamos Weiss, no deseo tener que descongelarte si sigues a este ritmo.
La peliblanca rodó los ojos, pero no dijo nada. Ambas subieron las escaleras para ver que hallan.
-Creo que lo mejor sería ver qué hallamos. No vaya a ser que haya algo que no nos guste. – Pyrrha dio su sugerencia, no guardando el mango del Z-Saber.
Ruby se queda en el vestíbulo de entrada mientras los demás miran a su alrededor. Se puede escuchar a Oscar abriendo una puerta.
-Parece un estudio. ¿O una biblioteca?
-Esto no me gusta... - Vent se acercó a donde estaba Óscar, viendo el interior. – No hay nada que indique que se fueron con prisa. Todo está en orden.
-¿Crees que hayan abandonado el lugar?
-¿Y cerrar la puerta? No. Eso no tiene lógica. – Vent le dijo al chico lo que pensaba y este asintió.
La casa de campo tenía un gran vestíbulo delantero con una escalera que conducía al segundo piso a la izquierda. Una biblioteca en la planta baja con una chimenea estaba a la izquierda. Justo enfrente había un bar y una gran sala de almacenamiento de comida y alcohol con una puerta de sótano que estaba cerrada con cadenas. Arriba había varios dormitorios. Y eso era lo que habían visto tras unos minutos...
Ruby camina hacia adelante para notar un grupo de fotografías en la pared de la familia propietaria de Brunswick Farms. Blake e Ilia caminan junto a ella.
-¿Qué piensas?
-Algo no se siente bien. – Fue lo que Ruby le respondió a Blake, quien asintió. - ¿qué opinas tú Ilia?
-... Es una sensación extraña. – Ilia cerró los ojos y... - Pero es familiar. Es como esa vez en que...
De repente, se escucha un grito agudo.
-¡Weiss! – Ruby y Blake gritaron al oír ello, a la vez que los tres Megaman dieron un salto para poder llegar al piso de arriba.
Llegaron donde estaban Yang y Weiss, está última la que estaba en shock por lo que tenía enfrente.
Los tres posaron su vista en eso también y también se mostraron horrorizados. No tardó nada en que el resto llegue con ellos... y vean la escena.
Miran sobre la cama para ver un par de cadáveres en descomposición...
Ruby fue con su amiga, quien no se movía. Ella...
-Eso es... - Yang trató de decir algo, pero no podía.
Si, habían visto la muerte a la cara. Pero era la primera que veían cuerpos que ya estaba descomponiéndose. Nunca habían tenido que verlo o jamás habían tenido esa mala suerte... de ver el resultado de la muerte en el cuerpo. Dado que todos los que han visto morir, no dejaban nada... hasta la gente que Serpent mató y ellos fueron testigos de ello.
-... Vamos... - Vent tomó a Yang del brazo. – Hay que bajar. Todos.
Nadie dijo algo para contradecirlo. Es más, se puede ver el como estaban aún tratando de entender que había pasado.
Pero hicieron caso y lo único que Vent hizo, fue cerrar la puerta. Estaba asqueado... pero debe de tener la mente calmada.
Bajó de inmediato con el resto y...
-Hay que ver las demás casas...
-¿Qué? – Blake lo miró con sorpresa. - ¿Por qué...?
-... No creo que sean los únicos que murieron.
Era cruel de pensar, pero Vent tenía razón. Si los que murieron aquí parecían no saber que pasó...
Pyrrha e Ilia asintieron. Qrow se les unió, dejando a las chicas solas con Óscar. Este último pudo notar que...
-Esta horrorizado. – Óscar no pudo negar que... - Y aún así...
-Porque sabe que hay momentos para todos. Les aseguro una cosa. Cuando no haya nadie, él será el primero en soltar el dolor.
-No hablé como si lo conociera anciana.
-Oh... lo hago niña. ¿sabes por qué...? – María le respondió a Yang. – Porque he enterrado a gente como él. Para que te hagas una idea...
El equipo RWBY no supo que decir. Weiss se aferró más a Ruby y ella solo la abrazó. Blake se giró para buscar algo con que hacer fuego, pero su expresión denotaba todo. Yang solo...
-... Mierda. No me haga pensar eso vieja...
-Entonces deja de querer saciar tu rabia con él. – María se sentó, en espera de ver que era lo que los demás iban a hallar.
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Por lo que podían ver, Brunswick consistía en una gran casa de campo de dos pisos, varios invernaderos que flanqueaban un camino de adoquines que conducía a la casa y una puerta de metal roja con un arco con el nombre de la granja encima. También había al menos dos graneros y varias otras casas más pequeñas para trabajadores agrícolas. El pozo estaba alimentado por una red de túneles de agua que pasaban por debajo de la finca.
Por lo que eran capaces de ver, se podía acceder a la granja por un sendero que conducía desde cerca de la vía férrea recorrida por Argus Limited, así como por un camino que conduce a Argus.
Pero los 3 Megaman y Qrow estaban analizando cada zona de la propiedad. Y en cada casa, hallaban lo mismo. Gente muerta no por heridas, sino como si el sueño se hubiera vuelto eterno.
Más de una vez, Pyrrha tuvo las ganas de llorar, dado que era diferente ver gente morir en el campo de batalla, que de esta manera. Se giró y salió de la casa. Debe de ver si hay algo más.
Pero el resultado era el mismo. Siempre era el mismo y eso era algo que molestaba a uno de gran manera. Al final, no había diferencia en ninguna casa. Todos habían muerto de la misma manera.
Ilia fue la primera en regresar al punto medio de la propiedad, su mente pensando en lo que estaba pasando...
Alzó la mirada y se vio con que los demás habían regresado y ella pudo notar la expresión de Qrow.
-Lo mismo... Todos muertos en sus camas.
-... Eso es raro. – Vent no era un experto, pero eso no era normal. Morir mientras duermes, pasa. Pero que todo el lugar haya pasado el mismo destino, le parece más que extraño. Y eso que él era el que trataba de ser el positivo.
-Lo mejor es que hagamos un... perímetro. – Ilia dijo ello, sacando una sorpresa a los demás. – Digo... puede haber un Grimmroid en la zona.
-... No es descabellado. – Pyrrha le debía de dar la razón a su amiga. – Ok, vamos a...
-Lo mejor será que Qrow le diga a los demás lo que haremos y él se quede con ellos. En caso de una emergencia.
La sugerencia de Ilia hizo que más de uno se vea a la cara. Qrow estaba por decir algo, pero...
-... Ella tiene razón. Si hay un Grimmroid, solo nosotros lo podemos eliminar. Cualquier otro enemigo, sé que podemos contar contigo Qrow.
El hombre miró a Vent, para luego solo ir de regreso a la casa central. Y una vez tenían la certeza de que ya no los escucha...
-OK. Dinos que pasa Ilia.
-... Esto lo he visto antes. – Pyrrha alzó una ceja. – Hace años, cuando estaba recién iniciando en White Fang, debíamos de liberar a unos Faunus de una... zona de esclavos.
Vent y Pyrrha afilaron la mirada al oír ello. Claro, era de esperarse que existan esos lugares. No los han visto en sus viajes, pero saben de su existencia.
-¿Y qué pasó? – Ilia tragó saliva al recordar lo que vio, solo que... - ¿Ilia?
-La zona era similar a esta. Recuerdo la sensación de asco y miseria. Recuerdo lo que pasaba y lo que eso significaba para los que estaban conmigo. Al llegar a la zona de esclavistas, vimos solo cadáveres... de todos los que estaban ahí. – Ilia cerró los ojos. – Era... horrible. Como si no fuera a ser feliz de nuevo... No. Como si tomaran tu vida. Claro, ahora que sentí al Modelo V, sé que eso era nada. Pero para una novata como yo en esos días. Era de lo peor.
-... ¿Viste que fue?
-Eso es lo que jamás me dejó en paz. Lo que sea que haya sido lo que mató a esos seres, solo daba gritos agudos. Que parecían perforarte el alma... y los oí de lejos. No los vi... pero sentí pavor. Huimos de la zona para no volver.
Ilia acabó su relato, dejando a los dos algo confundidos.
-... ¿Por qué no se lo dices a Qrow? Puede que sepa que pasa o...
-No está en el mejor estado para esto Vent. ¿No has visto su actitud? No ha notado nada... ni ha pensado en lo del perímetro. Es más, creo que está ebrio. – Pyrrha negó con la cabeza. – Lo vi tomarse todo el alcohol que llevaba consigo en el camino hasta aquí. Y eso no es bueno...
-La situación los está afectando. No digo que a nosotros no... Pero si perdemos la cabeza, las cosas serán peor.
-Vaya Ilia, ¿Desde cuando eres la optimista? – Pyrrha dio una sonrisa a la Faunus, quien rio un poco.
-Creo que desde que empecé a ver que hay gente que ha tenido una vida peor que la mía. Digo, perdí a mis padres y eso me llenó de rabia... Que no estaba viendo las cosas de otra manera. A la vez que hacer esto... Puedo entender que el mundo no se basa solo en lo que uno siente de las malas experiencias, sino de lo que puedes aprender de ella. – La miraron con sorpresa. – No digo que lo de Salem no me afecta. Dios, lo hace dado que es una enemiga a largo plazo... Pero siento que si nos ponemos a pensar en solo lo malo, perderemos... y no deseo eso.
-Cierto... puede que sea porque hemos pasado cosas difíciles y enfrentado seres que en si son oscuridad encarnada, que... Vemos las cosas de otra manera. – Pyrrha asintió. – No es por ser mala onda, pero lo de Salem me preocupa menos... Que lo de los otros Megaman, Albert y los Modelos V.
-Si... nos preocupa más eso, dado que son fuerzas que son peligrosas para nosotros. Salem quizás no... Pero para ellos... el resto del mundo, Salem si es una amenaza. Y una que tiene siglos... Es natural que se pongan así. – Vent suspiró. – Debí decirles mis sospechas...
-No te afliges Vent. Ellas entenderán porque no lo dijiste si se los explicas. – Pyrrha lo quiso animar. – Por cierto, creo que también fue tierno el gesto que has tenido con Ozpin y Óscar. Parece que necesitaban eso.
-... Sabes Pyrrha, si no supiera que estás con Jaune, pensaría otra cosa....
-¡No seas absurda! – Ilia sonrió burlona. – Uno, sería un crimen dado que soy mayor de edad. Dos, yo estoy con Jaune... Tres, no lo vería pasar jamás.
-Jejeje. Ilia solo da una opinión. Quizás Oscar te empiece ver como una hermana mayor.
-... Siempre quise ser una hermana mayor... - A las palabras de Vent, la chica fantaseó eso.
-Oe. Regresa al mundo de los vivos campeona. – Ilia chasqueó los dedos frente a su amiga varias veces. – No olvidemos dónde estamos.
-Perdón... Es solo que nunca tuve la oportunidad. Y aunque yo los aprecio como hermanos, Vent es mayor que yo y tú eres de mi edad Ilia.
-... Siento que es una brocon...
-¿Cómo tú y esos libros BL que compraste en Mistral...?
-¿¡Como!? – Ilia se sonrojo a las palabras de Vent, quien se encogió de hombros. - ¡No te hagas el que no tiene un fetiche!
-Soy adaptable.... – La sonrisa del Megaman hizo que sus amigas pongan cara de asco. – Jajaja. Ustedes preguntaron.
Los 3 Megaman rieron, notando que a pesar de todo, no perdían la esperanza. Quizás era porque saben que aún tiene mucho que hacer o es la experiencia de lo que han pasado, lo que los ha hecho así. De todas maneras...
-... Hagamos el perímetro. Volvamos antes de que sea de noche. ¿Ok?
-SI.
Los tres se dispersaron de manera rápida. Tenían mucho que hacer....
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Ya en el interior de la casa...
Un fuego arde en la chimenea. Weiss lo observa, todavía conmocionada por lo que vio antes. Blake envuelve una manta alrededor de Weiss antes de sentarse en el sofá en el que está Yang. El grupo escucha que la puerta se abre y se cierra. Qrow regresa y se sacude la nieve.
-Es lo mismo en todas las casas.
-¿Qué? – Yang no entendió el enunciado de su tío.
-Cuerpos. Cada cama en cada hogar. Es como si toda la propiedad se hubiera ido a dormir y nunca se hubiera despertado.
Dijo eso con una sensación de asco y también de... algo de pena. Era extraño de ver.
-Entonces no nos vamos a quedar aquí, ¿verdad? – Preguntó Weiss, aún en shock por lo que vio.
Ella y los demás vieron a Qrow acercarse a la chimenea para poder calentarse.
-No tenemos elección. La tormenta afuera solo está empeorando. Moriríamos congelados antes de llegar a alguna parte.
-¿Qué hay de...?
-Fueron a hacer un perímetro. Quieren estar seguros de lo que sea que mato a estas personas, no esté más en la zona. – Qrow respondió a la duda de Ruby, quien asintió algo preocupada. – Y parece que quieren eliminar la idea de que haya sido una de esas cosas. Es lo mejor...
El silencio quedó en el ambiente unos segundos, antes de que...
-Bueno, mejor ponte cómodo. – la anciana fue a una de las estanterías presentes.
-Es una gran oportunidad. – Yang no pudo ocultar sus sarcasmo.
-Bien, entonces, hagamos algo. Si este lugar no estuviera abandonado, aún podría tener suministros que podríamos usar. – Ruby quiso cambiar el ambiente.
Quedarse aquí y maldecir la suerte que tienen, no va a ayudarlos. Solo tienen que ver que pueden sacar de provechoso de todo esto. Y listo.
-Es verdad. Tal vez incluso un coche. En las granjas es común que haya algo así para poder transportar sus productos. – Óscar hizo la observación. Así era su vida antes de todo esto.
-Yo iré a hacer guardia, ya que esos tres están barriendo el terreno. Nadie más va a ningún lado solo. No queremos tener un... inconveniente.
Qrow se retiró hacer lo suyo, dejando a los demás solos.
-Yang y yo podemos buscar vehículos en los otros edificios. – Blake hizo la recomendación, a la vez que trataba de dejar de pensar en lo último.
-Bien, lo que sea que me saque de esta casa. Detesto el ambiente. – Yang no pudo peros a la situación en la que estaban.
Yang y Blake no tardan en irse, con Ruby moviendo el cajón para dejarlos salir. Luego, mira para ver a Weiss en la puerta de la sala de estar con una mirada melancólica en su rostro.
Soltó un suspiro. Sabe que deben de hacer algo más. Si se quedan pensando en eso, no será bueno para nadie.
-La comida siempre me hace sentir mejor. Solo digo. – sonrió nerviosa, dado que era lo mejor que se le ocurría.
Weiss la miró, para luego asentir.
-Cierto...
Las dos salen de la habitación, dejando a Oscar y María solos.
Oscar miró a la anciana, que estaba viendo el libro que tenía entre manos.
-Te diré qué. Mantén ese fuego alimentado... y yo encontraré una historia para leer antes de acostarnos.
María se acomoda en el sofá y comienza a leer mientras Oscar suspira. Vaya manera de acabar un día lleno de revelaciones.
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Afuera, Blake y Yang caminan a través de la tormenta de nieve hacia un cobertizo cercano. Entran y encuentran filas de estantes llenos de suministros y un tractor.
Blake miró la zona con cierta desconfianza. Le parece algo extraño que haya una granja aquí, en medio de la nada... no, le parece raro que alguien hubiera tenido la idea de construir aquí.
Se giró y vio un tractor.
-Algo me dice que eso no es legal en la calle.
-Si... veamos qué más hay. – Yang desechó también la idea.
Los dos continúan caminando por el cobertizo.
-¿Qué crees que pasó aquí? – Le preguntó a su amiga.
-Está ese pozo en la plaza. ¿Quizás la contaminación del agua?
-Sí, tal vez. – Era lógico. Pero de todas maneras... ¿Por qué se siente mal?
Yang se detiene y se pone una mano en la frente.
-Oye, ¿estás bien? – Blake se acercó a ella, preocupada por la expresión que tenía.
-Sí... Quiero decir, no. Pero, no sé. Solo estoy cansada.
-Lo sé... yo también. – Blake soltó un suspiro. – La revelación de todo esto... no sé qué decir.
Yang no dijo nada. Ella tampoco tenía idea. La idea de pelear con un enemigo que no muere, no es de su agrado. Sumado a que tienen que ver la situación de Albert en Argus, los Modelos V y los Megaman enemigos.
Era mucho para ella y ya estaba sintiendo la presión.
-... Quizás estamos siendo muy duras con él.
-¿Qué? – Yang alzó la mirada y pudo notar que Blake estaba.... Algo triste. - ¿Qué cosa? ¿El de reclamarle el no ser sincero con nosotras?
-Si. Creo que lo hizo para que no estemos así... todas desanimadas.
-¡No lo defiendas Blake!
-¡No lo hago! Solo hago ver un punto. – la Faunus soltó un suspiro. – De haber sido yo la que estaba en medio de esto y supiera algo así o lo sospechara... sabiendo que así nos pondríamos... creo que era de esperarse que no dijera nada
-Tsk... - Yang siguió viendo que podían usar.
-¿Qué te molesta de verdad Yang?
-¡Qué no confía en nosotras! ¡En mí! – La rubia pasó a ver a la Faunus con molestia. - ¡Al diablo si era una sospecha! ¡Me hubiera gustado que me la dijera o a ustedes! Pero no, se lo guarda... ¡Y se lo dice a las otras dos!
Blake parpadeó al oír ello... ¿Acaso...?
-¿Estás celosa de que él le haya confiado eso a Pyrrha e Ilia? – Blake preguntó algo desconcertada y que Yang se quede en silencio... - Yang...
-¡Ok, si! ¡estoy celosa! ¡Celosa de que mi novio no confíe en mí y sí en sus dos supuestas amigas!
-¡Porque esos son Yang!
-¿¡Y como lo sabes!?
-¡Por el amor a...! ¡Es Pyrrha, la chica de más moral que una vez conocerás! ¡E Ilia, que sabes que ella es lesbiana! ¡Tus celos no tienen sentido!
-¡No hagas que no tienes celos también!
-¡Los tengo, si...! ¡Pero no hacia esas dos! ¿¡Qué tienes en la cabeza!?
-¡No lo sé! – Yang se apoyó a una pared de espaldas, se dejó caer sin alejarse de la pared y quedó sentada unos segundos. – No lo sé...
Blake se le quedó viendo sin saber que decirle a su amiga varios segundos.
-... Yang...
-En mis relaciones del pasado, siempre... siempre bastaba con algo de contacto físico. Un beso, un abrazo y ya... te olvidas de todo. Se acabó. Porque eso era lo que buscábamos... era suficiente. Pero aquí no. Eso no basta. Y puedes ver qué Vent no es el más expresivo en emociones. – Blake le tenía que dar la razón. – Se lo calla. Dios, todo se lo calla. Sólo cuando las cosas parecen no poder mejorar o que ve que es conveniente, lo dice... y eso me molesta mucho. Porque siento que no confía en nosotras. En mí... - Yang soltó un suspiro. – Y eso duele... jamás pensé que me dolería tanto. Y tengo miedo de que...
-De que no baste. – Blake asintió y se sentó al lado de su amiga. – Yo igual. En mi relación con Adam, jamás le pude decir nada... porque veía la clase de persona que se estaba volviendo. Como el odio lo consumía. Como... como poco se volvía en algo que no podía ver... y si bien traté en su momento de aplicar a su lado bueno. Fallé... ya era tarde. Y quiero ser mejor... por eso soy paciente con Vent. Le pregunto que lo aqueja antes de saltar a conclusiones... y lo veo Yang. Nos lo quiere decir... pero no puede.
-¿Por qué...?
-Porque siempre ha estado solo. Siempre... siempre ha tenido que solucionar todo él. Tal vez de manera inconsciente, cree que esperamos que él sea implacable. Invencible... y no lo culpo. Ha hecho tantos milagros que...
-Eso no me importa. ¿Crees que deseo eso? ¿Qué deseo que siga con esa actitud y un día... un día...? – Recordó lo que María les dijo. - ... No creo soportarlo si eso pasa Blake...
Blake tomó aire y lo soltó de una manera algo temblorosa. Ya que sabe a que se refiere su amiga.
-Yo tampoco... por eso debemos de ser más... condescendientes con él. No podemos pedirle que nos diga todo de golpe. Al menos ha hecho un avance.
-Jaja. Si... - Yang sonrió. - ... Sabes, es por esa actitud tuya que a veces te tenía envidia. Qué puedes oírlo a él, cuando yo salto en conclusiones.
-Y yo envidio el como puedes expresar lo que sientes. Eso me habría venido bien y hace que él entienda que tenerlo todo guardado está mal. – Blake también se sinceró.
Quedaron en silencio...
-Somos unas tontas...
-Lo sé.
Saben que no pueden alejarse de lo que sienten. Y que no importa lo que pase, ellas deben también de ser más fuertes. En todo el sentido de la palabra.
Y si bien entienden a Vent...
-... Esperamos a qué él pida disculpas, ¿no? Para luego pedirlas nosotras por el como actuamos con él.
-Absolutamente. No podemos dejar de lado nuestro orgullo como novias. Así ha sido desde el inicio de los tiempos.
Yang asintió a las palabras de Blake. Eso ante todo... si pierden eso, sería una deshonra.
La rubia se puso de pie, se estiró. Blake hizo lo mismo, sólo que está vez la Faunus soltó una queja.
-Suelo duro... que molestia.
Tras reír por el comentario de su amiga, Yang continúa caminando hacia adelante. En busca de algo, hasta que...
-Oye, encontré algo. – Blake fue tras ella y... - ¿Qué opinas?
-Puede servir. – Admite que es una buena idea...
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De vuelta al interior, Ruby usa la linterna de su Scroll para mirar alrededor. Encuentra botellas de alcohol en los estantes, eso no les sirve de nada.
Por su lado, Weiss usa a Myrtenaster para enviar pequeñas llamas para encender las velas de la habitación.
-Listo. Mejor que estar a ciegas...
Los dos miran alrededor de la habitación. Los estantes están llenos de botellas de alcohol y también se ve un bar.
-Sabes... pensándolo bien, tal vez deberíamos mantener esta habitación cerrada.
-¿Por qué...?
-Es sólo que... estoy segura de lo bien que mi tío se está tomando todo esto.
-Verdad... creo que él es el que está más afectado. La persona en quien confió, le mintió.
Ruby asintió varias veces. Hasta soltó un suspiro. Sabía que...
-Estoy empezando a ver el porque Vent siempre trataba de limitar el alcohol que mi tío tenía en la mano.
-... Ruby. Creo que se acabó lo que él ya...
-Lo sé. Lo sé...
Ambas quedaron en silencio unos segundos, hasta que....
-¡Vamos, nunca llegaremos a Atlas con el estómago vacío! – Ruby quiso sonar positiva, ya que era eso o quedarse así y no hacer nada.
Ella opta por caminar hacia adelante, aunque Weiss se demora y mira hacia abajo con tristeza. Ruby luego abre otra puerta, para ver que hallan esta vez.
-¿Ruby? ¿Realmente seguiremos yendo a Atlas?
Esa pregunta hizo que Ruby mire a Weiss con extrañeza. ¿A qué se refería?
-¿Por qué no lo haríamos? Ya estamos aquí a más de medio camino, no podemos...
-Quiero decir... escuchaste lo que dijo Jinn. Si no hay forma de matar a Salem, ¿cuál es el punto de todo esto?
-Weiss, no puedes hablar en serio. – Si bien la revelación de Jinn también la afectó y la molestó, sabe que no pueden darse la vuelta y hacer que nada pasa. – Si, puede que sea cierto. Pero es como Jinn dijo, es cosa de perspectivas. Tal vez si halla una manera y a Ozpin no se lo dijo, porque no era su trabajo... digo, tenemos de nuestro lado a los Megaman que...
-3 de 7. Eso tampoco es muy alentador...
-¿Qué te pasa? Hemos visto lo que esos tres pueden hacer. ¿por qué dudas...? Han logrado lo imposible antes. Vent... - Ruby le costó hablar de su novio con quién está peleada. – Vent hace lo imposible...
-Lo siento, no sé lo que digo, estoy muy cansada y realmente odio este lugar. – esa era la aclaración del siglo. Se acerca para entrar a la habitación con Ruby, quien estaba muy seria ahora. - ¿Hay algo ahí?
Ruby se da vuelta y usa su linterna para mirar alrededor. Ve más botellas de alcohol dispuestas en un estante en el lado derecho de la habitación. Maldijo por lo bajo...
-Más alcohol... Al menos nunca tendremos problemas para hacer fuego. – Esto era inútil.
Weiss pudo ver la frustración en la cara de su amiga, a la vez que ella sentía lo mismo. Pero en eso, notó algo más...
-¿Qué es eso?
Las dos chicas notan una gran puerta de sótano de metal en el suelo. Sus asas están encadenadas entre sí. Eso parece ser algo sospechoso... ¿Qué tenía ahí para poner cadenas?
-¿Una bodega de vinos? Genial. A este paso, nos bañaremos en vino... a mi madre le gustaría este lugar. Aunque tal vez no sea del agrado de su fino paladar.
Weiss dijo eso con rencor, a la vez que trataba de dejar de lado esa sensación en su corazón.
Ruby pudo notar ello, pero optó por dejarlo de lado. Luego mira hacia su izquierda y deja escapar un grito antes de acercarse.
-¿Qué? ¿Qué es? – Weiss dio un brinco. – Más te vale que sea algo bueno mujer, o te juro que...
-¡Comida!
Ruby sostiene una lata que dice "FRIJOLES TRES HERMANOS: SABOR A CAMARÓN, EXTRA SODIO".
-¿Comida enlatada? – Weiss alzó una ceja al entender que... - No hablas en serio...
-Oh, créeme, le pones suficiente sal a cualquier cosa y sabrá muy bien. Apuesto que si se lo dejamos a Vent... - en eso, ella sintió un... - Oh... es verdad, no le estoy hablando...
-Ruby... - Weiss pudo ver la tristeza en los ojos de su amiga.
-... ¿Por qué no confía en mí...? No lo entiendo... hemos pasado mucho juntos. Qué... ¿Crees que siente que no estoy lista para la carga...?
-Si fuera así, yo debo estar en la misma carga. – Weiss soltó un suspiro. – Ruby, tú estás con él un año entero. Yo solo casi dos meses. Tú debes de entenderlo mejor....
-Y aún no lo entiendo del todo. – Ella dio una sonrisa algo triste, a la vez que sacaba unas latas más para poder llevárselas. – Creo que... a veces se aleja mucho.
-... Si. Creo que sí. Te apuesto que si es para tenernos a salvo, él hasta aceptaría que lo odiemos. Claro, no es que lo vaya a hacer.
-Igualmente. Es... frustrante. Hay días que deseo darle una cachetada y decirle que no haga eso. Qué... deje de ser tan noble por una maldita vez.
-Mala palabra...
-Estoy molesta con mi novio. Es una excepción a la regla.
-¿Desde cuándo...?
-Desde ahora. – Ruby dijo eso con una sonrisa burlona. Lo que llevó a que Weiss ría un poco.
-Creo que... al final también tenemos que ser más... condescendientes con él. No digo que no nos diga. Pero quizás mostrar que puede confiar más en nosotras... no sólo en Ilia y Pyrrha.
-Eso que oí, ¿Fueron celos? – Weiss rodó los ojos. - ¡Estás celosa!
-Lo estoy. No lo niego. Es de esperarse, ya que el idiota ese estaba más que a gusto diciendo sus sospechas a esas dos. Y no a mí... digo, nosotras.
-... Eres celosa a más no poder Weiss. – Ruby sabe que... - Y yo soy igual.
-Ruby...
-No lo he dicho... pero siento lo mismo que Blake. Con Aile... ella lo quiere sólo para ella. Y me enfurece. Ella... ella conoce a Vent más tiempo. Quizás tenga algo más que... yo no. Ella....
-Hey. Hey... - Weiss detuvo el pensamiento negativo de Ruby. - ¿Crees que eso importa? Si, ella lo conoce desde niños. Pero ese niño que ella conoció, no es el Vent que conocemos nosotras. No es con el que hemos pasado un año luchando juntos. No creas que ella es mejor que tú... que nosotras, ni por un segundo.
Ruby tomó aire y asintió varias veces. No niega que estaba algo asustada. Asustada de que...
-Estoy siendo tonta... todo por una diferencia de opiniones.
-Ruby... Vent... sé que él te ama. Y eso pesará sobre una chica que no ha visto en años. Incluso pesa sobre lo mío...
-Él también te ama Weiss. No dudes eso. Lo que pasa, es que es muy malo expresando las cosas. Te lo aseguro.
Weiss sonrió, a la vez que trataba de ocultar quizás ese apéndice de duda que aún hay en ella. Esa parte que le susurra que él sólo estaba con ella sólo por la presión y no por...
Quiso alejar ese pensamiento y...
-Ya luego hablamos con él.
-Lo haré, cuando pida perdón. Y luego lo haré yo...
-... Te lo tomaste muy en serio.
-¡Soy su novia! ¡Es parte de mi trabajo ser firme y no dar mi brazo a torcer hasta qué él lo haga!
-... No digo que no esté de acuerdo. Yo haré lo mismo, cuando pida perdón por ser tan cabezota.
Ambas se quedaron en silencio, para luego reír un poco. Sintiéndose algo mejor.
-Bueno, supongo que tener comida enlatada es mejor que nada.
Los dos comparten una sonrisa. Weiss se acerca y ayuda a Ruby a tomar algunas latas de comida.
-Pero sigo odiando seriamente este lugar... Espero que esos tres no hallen nada.
-Creo lo mismo. Ya hemos peleado mucho el día de hoy. – Ruby le dio la razón, a la vez que pensaba... nah. No puede ser eso.
Las dos salen de la habitación. Y sin que ellas lo sepan, la puerta de metal del sótano se abre ligeramente, antes de volver a cerrarse con un sorprendente golpe...
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Ya unas cuantas horas después..
Ruby mira fijamente a la luna a través de una ventana, sentada en la escalera. La nieve está lloviznando afuera. Ruby revisa a Blake, Weiss y Yang, quienes están sentados en la alfombra y observan el fuego de la chimenea.
Parecen estar mejor que al inicio, pero no quita que estaban en una situación que aún era te tomarse con pinzas. Y eso era molesto de verdad. Al menos para ella.
-¿Dónde creen que estén esos tres? – Fue la pregunta que hizo de manera general.
Nadie supo que decirle. Es más, habían olvidado que estaban sin esos tres.
-Deben de estar viendo bien la zona. No ver algo en estas condiciones y nuestra situación, puede ser letal.
-Sabes mucho de esto anciana...
-Oh niña. No he vivido años en vano. – le responde María a Yang, quien le tuvo que dar la razón.
La anciana solo lee un libro sentada en el sofá y Oscar se pasea de un lado a otro. De seguro es su manera de afrontar la situación. Ella haría lo mismo, de ser posible. Pero tiene que estar alerta.
Tras ver a los demás, Ruby se levanta y camina hacia Qrow. Quién está sentado cerca de la ventana, mirando hacia afuera con los pies apoyados en el cajón.
-¿Alguna novedad?
-La tormenta se aclaró por ahora. Deberíamos poder salir por la mañana. Aunque esos tres todavía no llegan.
Eso tampoco le gustaba a ella, ya han tardado mucho. Se estaba preocupando. ¿Y si les pasó algo? Sintió la angustia de pensar que...
En eso, oyeron la puerta de enfrente ser tocada con fuerza y desesperación, alertando a todos. Se estaban preparando para...
-¡Abran la puerta! ¡Me muero de frío!
Esa era la voz de Ilia. Qrow movió la caja e Ilia entró como alma que lleva al diablo. Buscó enseguida el fuego y se recostó frente a este.
-Ah... volví a la vida...
-¿Qué...? – Blake no entendió que pasó, hasta que oyó una risa. - ¿Quién...?
Todos pasaron a ver a Pyrrha, que estaba muriéndose de la risa, a la vez que Vent la ayudaba a caminar. Aunque él también se parecía divertir.
-¿De que se está...?
-¡Esta amiga desgraciada...! – Ilia se puso de pie y le lanzó un dedo acusador a Pyrrha, quien trataba de retomar la seriedad. - ¡Me tiró a una laguna helada!
-¡Fue sin querer! ¡jajajaja! – Pero Pyrrha se seguía riendo.
Vent la dejó, para que se caiga al suelo y suelte toda su risa. El muchacho dio una tos para ocultar su risa, algo que Ilia vio con rabia.
-... ¿A qué se refieren? – Qrow miró a Vent, quien...
-Pues... lo que pasó es que habíamos terminado de revisar el perímetro. No hay enemigos en la zona, estén calmados. En fin, estábamos regresando cuando vimos un lago congelado no muy lejos de aquí. Pensamos que puede que haya algo, suministros dado que debe de usarse para la pesca o similar en ciertos momentos. No hubo nada... pero...
-¡Pero...! – Ilia alzó la voz. - ¡Pyrrha aquí presente tuvo la grandiosa idea de que vayamos por el hielo para ver si veíamos algo en el otro lado! ¡es su culpa!
-¡No es verdad! ¡yo solo dije ten cuidado con el hielo! ¡Qué se puede romper! ¡y fue una sugerencia! ¡Tú eres la que quiso ir primera!
-¡Mentira! ¡Me dijiste que era una buena idea! ¡Hasta me dijiste que ese camino era seguro! ¡Seguro mis ovarios! – Todos miraba con sorpresa el vocabulario de Ilia. - ¡Bien di el primer paso, el puto hielo se rompió y me caí al agua! ¡no se rían!
Todos veían como Pyrrha parecía ya no respirar y Vent estaba con la cara en la pared para no mostrar su risa. Eso...
-Y lo peor.. jajaja.... Es que el agua se congeló de inmediato... ¡Y no pudo salir! ¡se dio de cara contra el hielo!
-¡Perra! ¡Te ríes porque no eres tú la que tuvo que volverse Chronoforce y esperar a que los dos amigos que tengo se dejen de reír para que me saquen de ahí! ¡Me moría de frío! ¡soy una Faunus Camaleón y soy susceptible a los cambios de temperatura! ¡maldigo mi herencia!
Vent no pudo más y soltó toda su risa, al recordar que...
-¡Lo que más dio risa, fue el vocabulario de Ilia contra Pyrrha! ¡Haría sonrojar a un pirata!
-¡Y contra ti también hijo de...! ¡Púdranse!
Ilia sacó sus armas en un intento de disparar a esos dos desgraciados, pero...
-... ¿Cómo pueden reír en esta situación? ¿¡Qué no ven donde estamos!? – El grito de Weiss hizo que los tres Megaman la pasen a ver con sorpresa. - ¡No entiendo cómo...!
-Weiss...
-¡No quiero hablar contigo! – La chica miró a Vent, quien se sorprendió al ver algo raro en sus ojos. – Me voy a dormir...
Y sin decir nada, la chica se va del lugar. Sin mirar a nadie.
-... Igualmente. No quiero seguir más despierta el día de hoy.
Blake siguió el ejemplo de Weiss, salió con ella sin mirar a nadie. A la vez que Yang solo la siguió en silencio.
-... Vaya. Ya nadie entiende el sentido del humor de esas tres.
-Ilia...
-¿Qué? Si yo era así cuando los conocí, de deprimida, me alegro que me hayan golpeado.
Pyrrha negó con la cabeza. A la vez que le daba la razón. Pasó a ver a Vent, quien se mostraba triste.
-... Quizás lo mejor sería dormir también.
-No... yo....yo me quedo un rato más. – Vent negó con la cabeza. – Haré guardia.
-Puedo hacerlo yo...
-Tú también mereces descansar Qrow. Tras todo, necesitas descansar el cerebro.
-No... No tengo un buen presentimiento sobre este lugar, especialmente conmigo alrededor...
Logró notar una botella de vino en el suelo con la mano de Qrow flotando cerca de ella, luego lo mira a él.
Se le acerca y le quita la botella a la fuerza, señala que se vaya a descansar. Qrow parecía estar muy mareado para decir algo y se va.
Ruby agradeció de manera mental que Vent hiciera eso. Ella...
Los Megaman se vieron las caras. Parece que...
María leyendo un libro que tiene un "III" en la portada, con los otros dos volúmenes en una mesa cercana.
-¿Es un diario? – Óscar al fin notó que...
-El cabeza de familia, Bartleby. Aparentemente, él y varias otras familias fundaron este pequeño asentamiento para tratar de vivir por su cuenta. Parece que funcionó, al menos durante un tiempo.
-¿Grimms?
-No siempre son los Grimms lo que lleva a uno a la ruina. – Ilia sabe que no todo lo malo del mundo, es culpa de los Grimms.
-Es como ella dice. Los Grimms solo fueron una de muchas dificultades. Ralentizó su cultivo, lo hizo todo más difícil... Es una pena, de verdad. Parecía un tipo bastante ambicioso, siempre pensando en nuevos planes para superar las adversidades.
-... Y a veces eso es lo que te hundes más. La ambición es un arma de doble filo. – Pyrrha bajó la mirada, dado que han conocido a gente así.
-... Dejemos los temas tristes. Vayamos a dormir. Para que mañana salgamos temprano. – Fueron las palabras de Ruby, a lo que el resto asintió.
María solo salta del sofá y...
-Hmph, lo último que me vas a ver haciendo es dejar que un niño me diga qué hacer. - en una voz de imitación. - "¡Vete a la cama!"
Ella se sienta en un sillón, enciende la lámpara de al lado y sigue leyendo el libro. Ruby se encoge de hombros a lo que sigue al resto a la salida, dejando a Vent con la anciana.
-... ¿Me vas a decir que vaya a dormir niño?
-No. Ya vi que ni acabando el mundo, me hará caso. Ya que soy un niño. – Vent dijo eso burlón, a lo que la anciana rio. – Sólo haré guardia...
-Quizás debas de pensar en lo que... haces. – María miró al muchacho. – Ellas te quieren chico. No dejes que tus propias inseguridades hagan que las alejes.
-... Es lo último que deseo, pero... ¿Qué puedo hacer?
-Admitir tu error. Y pedir perdón. Por un lado se empieza.
-... Lo tomaré en cuenta.
La anciana sonrió y asintió, para seguir con su lectura. Vent salió de la habitación y se puso al lado de la puerta para ver por la ventana el como caía la nieve.
Estuvo vigilando por unas horas... hasta que sintió las ganas de cerrar los ojos un segundo.
Y ese segundo fue eterno... su mente le mandó imágenes que... no reconocía. Solo veía... fuego...
-¡Debo de salir de aquí! ¡No puedo dejar que me atrapen! – la voz de una mujer se oía... - ¡no llores, todo va a estar bien!
Las imágenes pasaron a ser de velocidad. Ella estaba corriendo... a toda velocidad. Alejándose de algo o alguien. Es más, llegó a un punto en que vio... un puente destruido.
Oía gritos. Oía destrucción. Pero la mujer no se detuvo. Siguió su camino y sin dudarlo dos veces, dio un salto hacia el vacío que estaba bajo el puente roto. Sin dejar de abrazar lo que ella tenía en brazos.
Y de ahí...
-¡..nt! ¡Vent!
Abrió los ojos de golpe, por el grito. Se giró y por un segundo pensó ver a Summer, pero no era ella. Era Ruby... quién lo miraba preocupada.
-¿Estás bien...? Te quedaste dormido en la guardia.
-... Debo estar bien cansado... - se llevó unos dedos al puente de la nariz. Estaba... - ¿qué haces aquí...?
-... Quise ver cómo estabas. No me parecía justo que tú hicieras guardia y nosotras...
-Ustedes pasaron por algo fuerte hoy. Una revelación que no... no es fácil de afrontar. – ella asintió. – Pensé que no me querías hablar.
Ruby no dijo nada. Desvió la mirada... y él se quiso dar un golpe. Eso sonó insensible de su parte.
-... Lo Siento. Por todo... - ella lo miró con duda. – Por no haberles dicho mis sospechas. Pero pensé que era lo mejor, que... que si sabían de lo que pensaban, dudarían y tendrían miedo. Creo que tiendo a olvidar que... ustedes son más fuertes de lo que doy cabida. Qué seguirán adelante y que... soy un idiota. Yo sólo las quiero a salvo, pero no son princesas... son más que eso y... - quiso ser sincero. Decirle lo que sentía en palabras. Pero estas siempre se le quedan en la boca.
Estaba asustado... ya que una vez diga esas palabras, no hay vuelta atrás.
Pero jamás esperó ver a Ruby derramar unas lágrimas. ¿Qué dijo de malo...?
-Yo también lo siento... por mi reacción. Por lo que dije... todo. Pero... tengo miedo Vent. – Ella trató de contener las lágrimas. – Ya estando en una situación difícil, ahora le debemos de sumar el hecho de un ser prácticamente inmortal y... no he perdido la cabeza, ya que si lo hago... todo se acaba. Y aún ahora.
Ella sintió como él la abrazaba. Devolvió el gesto con fuerza y casi un deje de desesperación. Ella...
-... Saldremos de esto. Te lo aseguro. Todos. Hallaremos la manera de derrotar a Salem tras saber que es lo que Albert planea. Te lo prometo.
Él puso sus manos en las mejillas de la chica y limpió las lágrimas que salieron. Ruby sonrió y asintió, ya que sabe de que si él dice algo... es un hecho.
-Lo haremos. Gracias.... Te amo Vent.
Y ella lo dijo sin dudarlo. Porque así era. No le importaba si él aún no era capaz de decirle lo mismo. Puede esperar.
Claro, hay otras maneras de demostrarlo.
Ruby soltó un jadeo al momento en que él la beso. Y la chica no dudó en devolver el beso con la misma intensidad.
Fueron segundos de una larga lucha por ver quién perdía la cabeza primero. Y ella la perdió al soltar un gemido en medio del beso, cuando él mordió su labio inferior tras jugar con su lengua.
Ruby sentía que el aire se le iba. Necesita respirar, pero él no la deja. Estaba tentada de usar su Semblance para huir. Pero en eso, él se alejó de ella, al menos para que ella recupere algo del aliento.
Abrió la boca para decir algo, pero notó como él la miraba. Sintió que algo en su interior se estremeció y sus rodillas temblaron. Tragó saliva porque sintió la garganta cerrarse.
-Vent... yo... - ella se tensó cuando él se le acercó al oído. - ¡HM!
-¿No deseas ir un poco más? – el susurró la hizo jadear.
No sabía que le pasaba. La chica de casi 17 sentía algo que en su vida sintió. Y era como un instinto en su cuerpo. Ella...
-¿Aquí...? No es el lugar donde imaginaba...
-Claro que no. Pero podemos... probar un poco de lo que se vendrá. ¿No?
Ella abrió los ojos con sorpresa. Un preámbulo... no niega que eso le interesa. Más ahora que ve a Vent muy... metido en esto. No tendrá otra oportunidad en Dios sabe cuánto.
Miró la puerta que estaba al lado de ella... otra habitación. Tomó a Vent de la mano y lo llevó a esa puerta, la abrió...
-... ¿No debes de vigilar?
-Podemos relajarnos unos 15 minutos... - él le dio un beso rápido. – Unos 20...
-Eso es... - Ella recibió el beso. – Irresponsable de tu... Oh si... - Ruby ya estaba perdiendo la lucha con ella misma. – que sean treinta...
-¿Una hora?
-Dos.
Y ella lo jaló hacia su persona a la vez que entraba a la habitación. Para solo cerrar la puerta. Dejando en privado lo que iban a hacer.
Y a su vez...
-Uy... adolescentes y sus hormonas. – María negó con la cabeza, dado que oyó todo. – Al menos así ella no puede dudar de él. Ahora, sigamos leyendo esto...
Aunque al oír un jadeo y gemido la hizo fruncir el ceño. Tomó el resto de libros, se puso de pie...
-Me iré a otro lado. Veo que esa chica no sabe lo que es el autocontrol...
El gemido que oyó de ella, sólo hizo que se vaya más rápido a buscar otro lugar a leer. Adolescentes... Siempre hormonales... aunque ese también es el encanto de esa época de la vida.
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