-- Es por acá.

Reaper guiaba al contrario a un paso lento por los caminos iluminados por las luciérnagas, la oscuridad se estaba haciendo presente y ambos habían estado paseando todo el día, Geno había estado fascinado por cada entorno que visitaban, como apenas recordaba el subsuelo y ya no había memorias de su superficie, cada flor era desconocida para él, el ambiente, la brisa que respiraba era totalmente distinta, parecía otra persona por el aire fresco que recibía por su hueco nasal.

Seguía con la cabeza envuelta en la leyenda del amor eterno, seguía informándose por las conversaciones ajenas, y los nervios le carcomían el alma al mantener en mente hacer lo mismo. 

Ya tenía todo preparado, había comprado a espaldas del otro el collar que le iba a dar y el que él mismo le había recomendado, quiso ser lo menos sospechoso posible y lo habría logrado con éxito.

Todo iba a ser perfecto.

-- ¿Y qué es lo que aparecen bajo las aguas?

-- Mariposas. --Respondió Reaper deteniendo su paso cuando ya habían llegado, sentándose de inmediato, el menor le imitó. Aquel lugar estaba prohibido para él, pero era su festividad, no habría ningún problema.-- Es un bello espectáculo, te gustará.

A los minutos, tal cual había predicho el Dios, hermosas mariposas salían del lago hasta irse a quien sabe donde, desplegando sus pequeñas alas hasta el oscuro cielo de la noche, Reaper miraba sonriendo la escena, y alzó su mano para usar de su magia la creación de una mariposa más, cual elevó su cuerpo frágil.

Geno miró ello, prestando más atención al breve recorrido del insecto artificial, cuando quiso alcanzarla con su mano, esta se había desvanecido en medio del vuelo, dejando paso al silencio entre ambos.

Un corto acto que habían admirado.