-- Seré honesto, prefería estar en la pantalla de guardado a solas contigo que... cuidando a este crío.

Reaper había obtenido el permiso de visitar a Geno en la casa de Error e Ink cuando quisiera y tuviera el tiempo, había aprovechado de escapar de una reunión para tener la casa para ellos solos y hablar de un tema en especial pero... Con Geno poniendo más atención a su sobrino le dolía.

¿Así se sentía Geno con los pasteles? En cambio al menor, no tenía tanta paciencia.

-- ¿Te molesta que le esté dando más atención a Paper que a ti, Dios? --Su tono, Reaper reconocía ese tono, todo estaba planeado.

-- Sí. He luchado tanto para estar acá y no hablemos en el suelo para después... ¿Ignorarme? Además, no puedo abrazarte ni tomar tu mano porque en cualquier momento Error nos va a pillar con sus portales.

Los berrinches de Reaper eran llamativos para el niño, que a su edad la imitación era algo normal, ambos hicieron pucheros y a Geno solo se le hizo gracioso, teniendo en brazos al menor apoyado en el sofá, Reaper, por obligación estaba en el asiento de al frente.

-- Mira, le agradas. --Rió Geno.

-- Ya estoy dudando si quiero hijos contigo.