36.
Ink no podía aguantar la risa a la situación, al principio se había asustado por el hecho de que alguien estuviera en su hogar a las horas de la madrugada pero al llegar donde comenzaron los gritos solo pudo reír teniendo al pequeño en sus brazos.
Geno y Error estaban gritando por la misma razón, Reaper estaba en su habitación muy cerca del mayor de los hermanos, el Dios sabía que había metido la pata con terribles problemas de por medio.
Y con Error despierto a esas horas sin la razón que solo Ink /y a veces Geno/ conocían no traía buenas consecuencias.
-- ¿¡Qué mierda hacías en la habitación de Geno, maldita abominación!? Y más vale que respondas, porque me dará igual mi tregua, te voy a desmembranar hueso por hueso ¿¡oíste!? Y DESPUÉS A TODO TU ASQUEROSO UNIVERSO.
Reaper no sentía ese miedo que debiera tener por el hecho que Ink no estaba frenando a Error con sus amenazas ya cubiertas de glitches, aunque tener atadas sus manos por hilos azules tras su espalda no le ayudaba mucho a esquivar, tampoco tenía a quien pedir ayuda, Geno estaba claro que no iba a hacer mucho para salvar el pellejo que no tenía.
Geno estaba sentado en la cama adormilado, no era primera vez que se despertaba a esas horas por los llantos de Paper, aunque encontrarse con el Dios no sucedía siempre estaba enojado tanto como sorprendido.
-- Oh colega, lo siento, pero no iba a hacer nada malo.
-- ¿¡nada malo!? Te metes al vacío, entras a MI casa, vas a la habitación de MI hermano a horas de la madrugada para nada malo, claro, donde están las flores y las cartas, joder. Que gran amigo.
-- No puedo tocar flores, y no soy bueno haciendo cartas, si eso es lo suficiente para entrar a esta casa dame una oportunidad, heh.
La paciencia de Error se estaba agotando, y Geno tuvo que levantarse para posar una mano en su hombro, miró fijamente a Reaper, aunque no había fastidio, solo algo de molestia y cierta diversión.
Reaper sonreía algo relajado, aunque tenía unas gotas de sudor por tal embrollo que se había metido y el peor presentimiento.
-- Reaper, ¿es por lo del abrazo, verdad?
-- ¿Para qué más?
-- Es decir que ibas a profanar mi espacio y romper los castigos que te doy. ¿No?
--... Ahá.
Y otra vez la sonrisa propia cuando todo se iba al traste para Reaper.
-- Entonces olvídate de tocarme por un buen tiempo, acosador.
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