Soñar/Dormir
Hoy era una de esas noches en que dormir no era una opción, aunque quisiera que eso fuera posible.
Habían pasado varios años desde que RDA había muerto, y recordarlo seguía doliendo como si no hubiera avanzado el tiempo. Su corazón seguía estancado, aferrándose a la idea de que regresaría como si nada hubiera pasado, burlándose de el por estar llorando al creer que estaba muerto, para terminar con un comentario cruel y fuera de lugar.
Lástima que eso sólo se quedaría como un triste deseo que no sería cumplido.
Lo extrañaba tanto, su voz tan alegre y con tono sarcástico, su sonrisa que sólo le dedicaba a él, sus abrazos tan acogedores que le hacían recuperar la energía después de un día pesado. No importaba que ya no fueran nada, él sólo quería volver a verlo.
Recuerda muy bien el día que se enteró de que el alemán había muerto. Todos sus hermanos le tenían un aprecio significativo a RDA, fue como un hermano mayor para todos. Al principio no tenían una buena relación, normalmente los evitaba o insultaba muy seguido a Rusia. Sólo fue cuestión de tiempo para que se sintiera cómodo, cuidando a los más pequeños y ayudando a los 4 mayores a las tareas del hogar.
A veces se sentía celoso, por que parecía que querían más a Ali que a él. Sobretodo Estonia y Moldavia, que sólo con escucharlo llegar dejaban lo que estuvieran haciendo para ser los primeros en saludar. Ellos fueron quienes lloraron más al escuchar la noticia dicha por su padre.
Ese era uno de los días más tristes de su vida. Su padre los había reunido, eso no era muy normal, temiendo en cuenta que habían pasado años desde la última vez que convivieron en "familia". Después del accidente de Chernobyl nada volvió a ser igual, nadie le dirigía la palabra a su padre a menos que fuera por trabajo, y a él sólo le hablaba Kazajistán, y sólo lo necesario. Eran una familia rota.
Todos estaban en el comedor, sin decir ni una sola palabra, sólo miradas de odio entre ellos, la mayoría dirigidas a su persona. Sabía que si alguien abría la boca comenzarían a discutir hasta llegar a los golpes, probablemente, con Ucrania.
Entro su padre sosteniendo una carta, la expresión de su rostro les advertía que era un tema serio y que no quería nada de peleas o reclamos en ese momento.
USSR- La semana pasada se dio la noticia de que el muro de Berlín cayó. - Su tono de voz era diferente. Había algo que no le agradó, con su simple hablar. Entre tanta seriedad, había una pequeña tristeza que quiso salir en un breve temblor en su voz. - Desde ese día no se encontraba a RFA ni a RDA.
La tensión se había esfumado, sólo para ser sustituida por susurros y miradas preocupadas, como si estuvieran decididos a salir a buscar a ambos alemanes.
USSR- UK, Francia y USA encontraron a RFA vagando entre las calles, y les dio la noticia...- Soltó un suspiro seguido de un largo silencio.
Se notaba que no quería dar la noticia, y lo comprendía. Todos sus hermanos estaban impacientes, algunos adivinado que era lo que diría, pero no queriendo aceptarlo, al igual que él. Todavía tenían esa pequeña esperanza.
USSR- Dio la noticia de que RDA murió ese día.
El primer sollozo que se escuchó fue del moldavo, y las primeras lágrimas en caer fueron de Lituania y Letonia. No tardó mucho para que los sollozos de sus 14 hermanos resonaran en la casa, las lágrimas caían manchando el suelo o siendo detenidas por las manos de sus dueños. Los sollozos se convirtieron en lamentos, algunos repitiéndo el nombre del alemán que ya no verían más, y otros sólo queriendo sacar en dolor que sentó en el ese momento.
En cambio él sólo mantenía su mirada al frente, con los ojos bien abiertos, sus dientes mordiendo el labio inferior y sus puños apretados, encajandose las uñas a pesar de estar cortas. Podía sentir como su corazón latía con fuerza, su sangre se volvió tan fría que calaba por todo su cuerpo, la cabeza le daba vueltas y el sentía el sudor en sus manos.
Kaz- Ru...Rus...- Escucho a su hermano llamándolo, pero cuando volteó a verlo este está justo a su lado tomándolo de sus ropas. - ¿Es...estas bien? - Por eso quería tanto a Kazajistán, siempre preocupando de por todos aunque el estuviera igual peor de mal. Por eso no podía molestarlo con su tristeza, para que pudiera enfocarse en los demás.
Rus- Todos lo observaban esperando su respuesta, llenos de lágrimas y con las narices rojas. Que más quería que abrazarlos a todos para que dejaran de llorar, pero no podía. Le dolía tanto. Se sentía tan destrozado por dentro. - Si...eetoy bien.
No supo como pudo mover sus piernas hacia la salida, ignorando la mirada de sus hermanos, sin saber si están preocupados o enojados. Ahí se dio cuenta de que su padre se había ido sin decir nada.
Ucr- ¡Idiota! ¡Eres un maldito insensible! - Escucho el grito de Ucrania detrás del, justo cuando estaba en la puerta, pero no se detuvo.
Siguió su camino hasta llegar a su cuarto. Abrió la puerta con lentitud, notando lo vacío que se sentía. Dio un par de pasos abtes de cerrar su puerta. Recargo su espalda, las piernas temblaban desde hace rato y no creía que pudieran aguantar más.
Rus- No llores, Rusia, no llores, no llores. - Como predijo, sus piernas flaquearon haciéndole caer al suelo, dándose un fuerte golpe. - Por favor, no llores.
Se repetía una y otra vez, mientras salían los sollozos que no podía retener. Sus ojos ardían, pero de ellos no salió ni una lágrima. Un nudo en su garganta me comenzó a molestar, y las palabras que decía sin parar no pudieron salir más.
Su corazón dolía cada vez más. Nunca había sentido algo así, ni siquiera el día que terminó con Ali, por que sabía que lo volvería a ver. Y ahora está vez...
No vería.
No lo volvería ver.
Nunca más volvería a verlo, abrazarlo, besarlo.
Rus- Tomo su cabello, apretandalo sin llegar a hacerlo tan fuerte. - ¡¿Por qué me haces esto?! - ¡¿Por qué te fuiste así?! ¡Maldito idiota orgulloso! - Grito con la voz ronca, sin pensar que algien lo podría escuchar. - ¿Por qué siento que es mi culpa?
Dejo caer sus manos a su costado. Su mirada vacía terminó en su ropero, recordando su pequeña caja con sus cosas más preciadas.
Rus- Debe ser un sueño. - Dijo en un susurro, pero sonovtan claro por el silencio. - Una maldita pesadilla. - Se levantó, tropezando varias veces por sus piernas que seguían débiles.
Logró llegar al otro lado de la habitación, sacando con rapidez la cajita llena de cartas que Ali le había mandado, junto con las fotos que se tomaron en su primera cita.
Se sentó a la orilla de la cama, admirando las fotos, recordando con claridad cada momento a lado del alemán.
Termino leyendo las cartas hasta quedarse dormido, aún pensando que estaba viviendo un pesadilla. Lástima que la verdadera pesadilla comenzaría esa misma noche.
.
RDA- Rus. - El alemán estaba frente a el, sólo a unos cuantos pasos, sonriendo como siempre lo había hecho.
Sus ojos se iluminaron, y no tardo en salir corriendo a abrazarlo, temiendo que se volviera a ir.
Se sentía tan real.
Rus- No me vuelvas a dejar. - Lo abrazo más fuerte, escuchando un quejido junto con pequeñas risitas. - Nunca más.
RDA- Nunca más, Rus.
Sintió las manos del alemán tomándolo por su espalda. Notando que este no tenía calor corporal.
Rus- Se separó para ver su rostro, pero palideció al ver las grietas extenderse por el cuerpo del mayor. - ¿A...Ali?
RDA- No te puedo dejar por que estoy muerto. - Sonrió ampliamente dejando a la vista sus colmillos. - Y sabes que es tu culpa.
Rus- N..No, yo...mí papá fue quien...
RDA- Tu lo permitiste. - Esa sonrisa no desaparecía, y sus ojos verdes lo miraban como si supiera todo lo que pensaba. - Tu lo sabías y pudiste evitar, pero sólo agachaste la cabeza cegado por tu padre.
Retrocedía tratando de evitar la mirada acusadora del mayor. Esto si era una pesadilla.
RDA- Lo tomo de la muñeca antes de que siguieran avanzando. - ¡Estoy muerto por tu culpa, Rusia!
.
Despertó agitado. Había tenido una pesadilla parecida a la primera que tuvo con el alemán cuando se enteró de eu muerto.
Miro al rededor notando que se había vuelto a dormir en la sala de su hermano Kazajistán. Llevaba haciendolo desde hace un par de semanas.
¿Cuantos años habían pasado desde la muerte de RDA? ¿10 o 11?
Estaba cansado de No poder olvidarlo.
Kaz- ¿Otra pesadilla? - Pregunto entrando a la sala.
Rus- Si. - Se sentó en el sofá, viendo la taza de café que el menor le ofrecía. - Gracias.
Kaz- Deberías dejarlo ir. - Se sentó, dejando su propia taza en la pequeña mesa.
Rus- Pensé que ya lo había hecho. - Suspiro dándole un gran sorbo a su café. No había dormido muy bien y necesitaba energía. - ¿Crees que tenga que ver con...?
Kaz- Si, tiene que ver con él. - La risa del kazajo le tranquilizaba. Le recordaba que seguía siendo el mismo de siempre. - Deberías de ir a disculparte.
Rus- Lo se. - También lo quería por que era el único que lo hacía entrar en razón. - Pero Ame es tan orgulloso, dudo que me deje entrar a su casa.
Kaz- Ya veremos como hacer para que te escuche. - Le dio unas leves palmadas en la espalda para calmarlo. - Pero necesito que dejes de dormir en mi sofá y regreses a la casa con papá ¡Ya tengo 30 llamadas de el sólo en esta mañana!
Rus- Ja, ni lo sueñes. - Volvió a tomar de su café, pero terminó derramandolo por un golpe de parte del kazajo.
¡Termine!
Ayer no lo pude terminar, otro de mis perritos se enfermó, es que ya estan viejitos.
Deje un pequeño gran spoiler de Anorexic.
Sorry.
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