Frío
El joven ruso veía atento al alemán que no paraba de trabajar. Desde hace horas estaban en la oficina del mayor para pasar tiempo de calidad juntos, pero este parecía tener mucho trabajo.
Rusia ya estaba aburrido, ya había revisado cada rincón de la pequeña habitación y ahora sólo estaba sentado a un costado del escritorio con su vista en dirección a la única ventana. Observo como las nubes grises cubrían el cielo anunciando el mal clima que vendría, esperaba que eso no arruinara su salida con el alemán. Su preocupación creció al ver los pequeños puntos blancos cayendo para acumularse de a poco en el suelo.
Estuvo esperando este día desde hace semanas. Era el día perfecto para salir, su padre no lo había acompañado esta vez así que tendrían todo día para hacer lo que quisieran en vez de pasar sólo media hora juntos y pequeños ratos donde se escondía en alguna habitación o en el baño.
Suspiro con tristeza apartando la vista de la ventana para dirigirla a su novio que parecía haber terminado sus deberes. Estiraba sus brazos hacia arriba mientras arqueaba la espalda. Sus ojos se encontraron y alemán sonrió tiernamente haciéndole sonrojar.
RDA- ¿Listo para salir de aquí? - Se levantó después de acomodar los papeles en los que antes trabajaba.
No le dio respuesta, sólo miro de vuelta a la ventana haciéndole entender al mayor que hiciera lo mismo.
RDA- Regreso la mirada al ruso, que parecía estar deprimido por la nieve. - Un poco de nieve no arruinara nuestra primera cita. - Tomo la mano de menor para salir del lugar sin notar las mejillas rojas de este.
Rus- ¿Primera cita? - Dijo para si mismo. No había caído en cuenta de que era la primera vez que salían, todo lo que hacían era dentro de la casa o en el trabajo del mayor. Apretó la mano del alemán ahora sintiendo su corazón acelerarse por la vergüenza.
RDA- Parece que es sólo una nevisca. - Habían llegado a la entrada del lugar. Apenas y se estaba juntando la nieve, y la caída de esta era poca. - ¿Estas bien con eso? - Se burló mientras comenzaba a caminar dejando huellas en la nieve.
Rus- Te recuerdo que tengo un clima más frío que el tuyo. - Comentó con un tono molesto por la broma. - Esto no es nada para mi. - Ahora caminaba juntos, compartiendo el calor que ambos hemanaban.
RDA- Lo que digas chico frío. - Soltó una carcajada al ver el ceño fruncido del ruso. Seguía siendo tierno a pesar de que tenía el cuerpo de un chico de 14 años.
Rus- Mejor dime a donde vamos, por que parece que sólo estamos caminando sin rumbo.
RDA- Es lo que hacemos.
El eslavo iba a reclamar, pero sintió como los dedos del mayor se entrelazaban con los suyos.
RDA- Caminar contigo es suficiente para mi. - Esquivó la mirada evitando la del ruso. Pero aún así este logró ver el notable sonrojo que se extendía hasta sus orejas. - Pero...podemos ir al cine.
Fue una tarde agradable que nunca olvidarían. La película que vieron fue de terror, pero el alemán terminó burlándose de ella y Rusia le siguió poco después y los terminaron por correr de la sala. Terminaron riendo a carcajadas en la salida del cine.
RDA- Eso fue un desastre de cita, pero fue divertido.
Rus- Si, es la primera vez que vengo al cine y me corrieron. - Seguía riendo escandalosamente a pesar den las miradas de las personas que pasaban.
RDA- ¡¿Nunca habías ido al cine?! - Pregunto sorprendido por la noticia y sintiéndose un poco culpable. Tal vez debió de esforzarse para que les permitieran terminar la película.
Rus- No, pero me gustó está primera vez. - Seco sus lágrimas que salieron por reír creando una tierna y linda vista digna de una foto.
RDA- La cita todavía no acaba. - Se acomodó su abrigo y su bolso. - Aguarda aquí.
Rus- ¿Eeh? Espera. - Quiso seguirlo pero el mayor se dio media vuelta.
RDA- ¡No tardó! - Grito para volver a seguir corriendo.
Rus- ¿Y que se supone que haga? - Pregunto al aire sabiendo que nadie le respondería.
Suspiro rendido recargando su espalda en la pared, había poca gente, el clima había e peleado un poco y el frío comenzaba a calar, o eso parecía. La nieve se acumulaba en el techo y la orilla de las ventanas. Así fue como dio con la pequeña tienda, no parecía tener muchas cosas, pero no dudo en entrar al ver el color llamativo por la ventana.
Traía suficiente dinero para pagar, pero apenas y ajustó. No había pensando en comprar algo de más.
Salió justo a tiempo, el alemán ya venía de regreso. Guardo eu compra dentro de la mochila que traía en la espalda.
RDA- ¡Sigueme!
No le dio tiempo de preguntar nada cuando ya estaba siendo arrastrado por el mayor corriendo por varias calles ignorando sus reclamos. Hasta que por fin pararon abruptamente, haciendo que casi terminará en el suelo.
RDA- Llegamos. - Señaló una cabina de fotos en medio de la calle.
Rus- ¿Corrimos 3 cuadras sólo para ver la cabina? - Estaba agitado tratando de respirar con normalidad.
RDA- Es que no recordaba donde estaba. - Dijo su nuca mientras una sonrisa nerviosa adornaba sus labios. - Hay muy pocas en la ciudad y no quería que caminaras tanto. - Recorrió la cortina de la cabina para que el ruso entrará.
Rus- Pudimos caminar. - Entró no sin antes golpear levemente el pecho del contrario.
RDA- Rio mientras veía al menor entrar nervioso. - Pero fue divertido. - Entró metiendo la moneda para empezar las fotos. - Mejor dame un abrazo.
Rus- ¡A...Ali!
Tomaron varias fotos. RDA abrazando perfectamente a Rusia, Rusia pellizcando las mejillas del mayor, unas cuantas haciendo poses raras, y por último una donde Ali besaba progresivamente al menor y este correspondía con vergüenza.
RDA- Eres tan lindo. - Se separó con una sonrisa, acariciando el rostro sonrojado del menor.
Rus- Abrazo por sorpresa al mayor, ocultando su rostro en su pecho y escuchando como su corazón se aceleraba. - No soy lindo.
RDA- ¡Claro que lo eres! - Removió un poco en gorro del contrario para darle un beso en la frente. - Eres mi lindo novio.
Ambos se levantaron sin querer salir, estaban muy cómodos y el ambiente se sentía tan cálido que no pudieron imaginar que a fuera el clima había empeorado tanto que la nieve no dejaba ver que había delante de ellos.
RDA- Maldita ventisca de nieve.
Rus- Creo que veo una tienda abierta.
Caminaron con dificultad, el viento era muy fuerte y el frío comenzaba a calar en el alemán, pero lograron llegar al pequeño café que seguía abierto. No había mucha gente, sólo una señora que también se resguardaba del frío, y las dueñas del local. Se sentaron al fondo, alejándose de el viento que entraba por la puerta.
Agradecieron que resultará ser una cafetería, así podría calentarse un poco. Pero fue una sorpresa para el ruso descubrir que su novio era muy conocido ahí.
- Hola de nuevo, Ali. - El mencionado saludo moviendo la mano y sonriendo dulcemente a la chica que se acercó. - ¿Te traigo lo de siempre?
RDA- Sabes que es lo que me gusta Jernell.
La muchacha asintió apuntando la orden mientras la sonrisa permanecía en su rostro. Rusia sólo la miro com molestia tratando de ignorar los crecientes celos que le decían que se fuera sin decir ni una palabra.
RDA- ¿Qué vas a ordenar, Rus?
Que poco le duraron los celos que rápidamente se convirtieron en vergüenza. Bueno, seguía celoso, pero la vergüenza era más grande.
Rus- N...no tengo dinero. - Se encogió en su lugar al sentir la mirada de la chica.
RDA- Un café bombón. - Volvió a dirigirse a la mesera con la misma sonrisa de antes. No noto como la molestia de Rusia volvía y lo mataba con la mirada.
La chica asintió y se retiró para preparar la orden, dejando a la pareja sin notar tampoco la mirada del ruso.
RDA- Yo te invite a la cita así que no te preocupes por el dinero, o puedes pagarme en la casa. - Dijo lo último com toque coqueto esperando la reacción avergonzada y tímida del ruso, pero este se quedó callado y cruzado de brazos. - ¿Rus?
Rus- Un café bombón. - Arremedo volteando a ver a otro lado.
El alemán soltó una carcajada a la que le siguieron otras más sonoras. Parecía estar llorando y que en estómago me dolía, pues se sostenía este mientras soltaba quejidos entre las risas.
Rus- ¿Qué es tan gracioso? - En también parecía querer llorar pero, al contrario del alemán, por coraje.
RDA- Es un tipo de café. - Aclaró tratando de calmarse. Los ojos de Rusia llenos de lágrimas le decían que enserio estaba enojado. - Tiene leche condensada crei que te gustaría.
Rus- Oh. - Fue lo que salió al no tener idea de que responder. Que bien que no le dijo nada a la chica. - Perdón.
RDA- No te disculpes. - Sonrió tratando de calmar al menor. - Te ves mucho más lindo cuando estás celoso. - Avergonzar a Rusia parecía ser su pasatiempo, pero está vez sus planes se interrumpieron por un ataque de estornudos combinado con escalofríos.
Rus- Estornudas como gatito. - Sonrió recargando su barbilla en su mano, mirando con ternura al alemán.
RDA- E...es por el fr...frío. - Se abrazo a si mismo buscado un poco de calor. Desde hace rato que el clima le empezó a afectar pero fue una repentina corriente de aire lo que le delató.
Rus- Espera. - Tomo su mochila para sacar una bufanda tejida de color rojo. La paso por el cuello del mayor, acomodandola con sumo cuidado. - Quería darte algo para agradecerte por esta cita. - Terminó por hacer un nudo después de asegurarse de que el cuello estuviera bien cubierto. - Se que no es mucho, pero espero que te guste. - Jalo un poco los extremos de la bufanda para acercar al alemán y darle un profundo beso.
RDA- Me encantó. - Dijo ocultandose en su ahora preciada bufanda.
Todavía no son las 12 en México así que si cuenta pal día.
Como datito curioso: las personas no pueden ver que ellos son las representaciones de los países los ven tomo personas normales. La chica lo llamo Ali por que piensan que su nombre es Alexander.
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