Dentro de la mitología eslava, una rusalka, era un fantasma, ninfa del agua, súcubo o demonio que vivía en ríos y lagos.

De acuerdo con las tradiciones rusas, bielorrusas y ucranianas, una rusalka era una especie de sirena que vivía en el fondo de los ríos. A medianoche, acostumbraban salir y bailar en los prados. Si veían a un hombre hermoso, lo hechizaban con canciones y bailes, y entonces lo conducían al fondo del río, apresándolo hasta que se ahogaba.

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La hermosa Rusalka habitaba en las profundidades del lago Tyrifjorden. Un espíritu curioso que se sentía atraída por las costumbres humanas. Solía sentarse sobre los árboles a orillas del gran lago para cantar hermosas canciones y observar a los humanos que trabajaban en el aserradero, a los pescadores que echaban sus redes en el lago y a todo aquél que se acercaba a las orillas del Tyrifjorden.

Pero había un humano que había robado su corazón, al que anhelaba ver cada noche, cada día y al que le dedicaba las canciones más hermosas y las más tristes que brotaban de lo más profundo de su corazón. Su nombre: Dragos Balan.

Dragos era el dueño del aserradero a orillas del lago y todas las noches solía dar largos paseos por la orilla del Tyrifjorden. Él no era como los otros hombres que sólo pensaban en trabajar y hacer dinero, sin detenerse a reflexionar sobre las maravillas del mundo que los rodeaba. Dragos era un soñador y por eso, cada noche se sentaba a orillas del lago a escuchar cantar a la Rusalka, cuyo canto se lo atribuía al viento que soplaba con fuerza, meciendo las hojas de los árboles.

Grande es el amor de Rusalka por Dragos y es así que, gracias al poder de la luna, ella se convierte en una hermosa mujer rubia que abandona su cola de pez para caminar por la superficie y poder tener contacto con ese hombre al que tanto ama.

Pero Dragos no es el único interesado en la Rusalka. Hay un hombre frío como ambicioso y muy despiadado que intenta apoderarse de la hija del espíritu del lago solo por tener poder. Su ambición puede traer dolor y muerte para la ninfa y para Dragos quién al descubrir el secreto de la joven, tratará de protegerla a costa de su propia vida.

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¡Qué tal chicas! Les traigo una nueva historia,que será muy pequeña, dos o tres capítulos quizá. Porque mientras escuchaba fragmentos de la ópera Rusalka, miraba fotos de Maria Amanda y leía un pequeño cómic de Andy Ivanov, titulado: May, The Mermid of Lily Lake; se me vino a lamente el crear esta historia. Espero que les guste.
Es una combinación del mito eslavo de la Rusalka, la ópera de Antonín Dvorák y el cuento de Hans Christian Andersen: La Sirenita. Aunque también me inspiré en algunas canciones que formarán parte de la playlist de esta historia.
Ojalá le puedan dar una oportunidad y la disfruten tanto como yo al escribirla.¡Las quiero!
Maria Decapitated