Llevo unas cuantas horas sentado en esta rústica silla. Estoy muy concentrado aprendiendo mi nuevo guión. La temática era buena y sinceramente me sentía en mi elemento. Amo cantar tanto como actuar. Y aunque estoy más centrado en mi carrera de cantante, la actuación no la dejo atrás. Quería seguir actuando.

Detuve mi lectura y agarre la taza de café descafeinado y tome un poco. Y a los instantes volví a concentrarme en el guión. Cuando tomaba algún proyecto de actuación me tomaba muy enserio mi papel y daba lo mejor de mi. Estudiaba mis personajes y me compenetraba y aprendía de ellos. Era  alucinante la sensación y lo más gratificante era cuando terminaba de filmar y veía los resultados. Me sentía orgulloso, sabía que lo había entregado todo. Con la música era el mismo sentimiento pero más intenso. La música me transportaba, me hacía sentir en mi elemento, me llenaba de una paz absoluta. Era gratificante cantarle a mis fans, hacerlas felices con mi voz.

Dejé el guión a un lado y mi mente se sumergió en pensamientos. Odiaba pensar cuando trabajaba, pero aquí estaba intranquilo pensando. Muy pocas veces ocurría. Pero mi corazón estaba errático. Sentía una angustia extraña y asfixiante y no entendía el porqué. Tenía un mal presentimiento. Desde que soy un artista siempre vivo alerta y a la expectativa de rumores y comentarios maliciosos. Me he hecho fuerte y duro con el tiempo, pero aún es difícil combatir con la marea de ser un artista. De ser una figura pública. Una que debe esconderse.

La fama es muy compleja. Es oscura y aveces muy cruel. Aunque tenía su luz también tenía su oscuridad. Lo sabía por experiencia propia.

Luche tanto para llegar donde estoy. Tropecé muchas veces. Cometí errores. Me derrumbe. Me deprimi. Me deje llevar por el dolor, por las críticas, por el miedo. Era agónico, era doloroso. Pero lo logré, luche por mis sueños y cada vez que pienso en el pasado y observo mi presente, lloró. No diría que siento dolor, es solo un sentimiento más bien de dicha, que al sufrir tanto al fin logré lo que añoraba. Y se siente bien.

No me considero alguien perfecto. Soy imperfecto como cualquier persona común y corriente. Cometo errores. Lloró por tonterías. Mi estado de ánimo sube y baja; como una montaña rusa. Puedo ser confuso y contradictorio. Soy como soy, lleno de cicatrices, enseñanzas y sabiduría. Pero este Mew Suppasit es más estable, más sólido, más claro. Pero aún tengo miedo.

En el pasado me deje llevar por mis jodidos impulsos y eso me llevo a cometer miles de errores, por eso ahora trato de ser razonable y pienso mucho antes de hacer algo. Mi pasado me enseñó hacer reservado y a mantener mi vida privada fuera del alcance del mundo.

Pero entre todas esas manchas de colores oscuros vinieron las manchas coloridas. Gulf Kanawut llegó a mi vida como un torbellino.

Aún recuerdo como inicio todo... Mi inseguridad estaba en el bordo quemandome las entrañas en ese año. Ese día tenía que asistir a un casting y había llegado con retrasó, pero cuando audicione fui seleccionado como el protagonista principal. Estaba anodadado, sorprendido y estupefacto. Pero ese día conocí a Gulf Kanawut. Mi ángel. Ese que le dio una nueva dirección a mi vida en ruinas.

Él llegó resplandeciente y puso mi mundo de cabeza. Lleno todo mi mundo de color. Al principio fue complicado, me sentía tan atraído hacia él como una polilla encandilada por la luz. Pero no había oportunidades. Él no me correspondería tenía una novia en ese momento. Y me guarde mis sentimientos para mí.

Pero cuando el término con ella, parecía mezquino de mi parte ilusionarme y sentirme tan feliz. Mi mente me seguía repitiendo "No le gustan los hombres. Detente" y me detuve. Trate de esconderlo por un largo tiempo. Hasta que todo explotó cuando me beso. Estaba en shock pero me rendí ante él, caí ante él. Nunca había sentido algo tan fuerte. Era una conexión inexplicable, pero estaba unido a él y quería estarlo. Amaba cada segundo cuando compartíamos eventos o nos veíamos a escondidas.

Y un 18 de febrero de 2020 le pedí que fuera mi novio. Estaba muy nervioso ese día, sentía que en cualquier momento iba a vomitar. Pero cuando abrí mis ojos y lo vi sonriendo con sus hermosos ojos marrones lagrimosos supe que no era un rechazo. Y cuando él dijo: Quiero ser tu novio y me besó. Todo calzo, una felicidad me inundó.

Y mediante ese 2020 hubo salidas, encuentros en la casa del otro. Momentos donde podíamos ser nosotros mismos sin tapujos. Éramos felices. Nos teníamos, todo era perfecto.

Pero cuando llego el 2021 hablamos de nuestra separación laboral. Ambos discutíamos sobre nuestro futuro. Gulf quería seguir con la actuación y yo con la música. Todo parecía un acuerdo perfecto. Aunque nuestro tiempo disminuiría ambos sacaríamos tiempo para encontrarnos.

Desde ese año comenzamos a ser reservados, pero más por mi. Gulf era un chico inocente y ingenuo. El quería gritarle al mundo que éramos pareja. Pero yo no podía, siempre le expliqué sobre el escándalo, las repercusiones, los señalamientos. Yo solo quería protegerlo de la crueldad del mundo. No quería verlo sufrir. Yo conocía el dolor tanto, que no quería que el pasará por eso. Gulf al principio no me comprendió, parecía molesto porque ocultaramos lo nuestro hasta el punto de no interactuar en redes y no hablar del otro. A mi amor le parecía ridículo, pero yo le seguía insistiendo y pidiéndole que llegaría su momento, que aún no sería posible. El entendió y acepto las condiciones.

Amo tanto a Gulf Kanawut. Qué se que en algún momento cuando ambos hayamos trabajado duro por nuestros sueños volveríamos a reunirnos con nuestras Waanjais. Podríamos decirle al mundo "Somos pareja y nos amamos" pero debía ser paciente y Gulf también debía serlo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos de repente por los murmullos y el alborotó. Mi vista se fijó en la persona que estaba llamando tanto la atención y se me atoro el aliento. Mi hermoso Gulf venía hacia a mi. Lo había llamado con el pensamiento, quise reír de lo absurdo de todo pero no pude. Este Gulf no era el que yo conocía, este Gulf está serio, molesto y se notaba al borde del abismo.

Un terror inundó mi sistema. Nunca había visto a mi novio tan molesto como ahora. Había discusiones y peleas pero eran tan simples, nada fuera de lo normal. Pero aquella ferocidad en aquellos ojos marrones me hizo sentir tanto miedo. Por un momento me quedé congelado y solo lo mire buscando respuestas.

—No puedo seguir haciendo esto. No lo soporto más. Mi límite a llegado a su fin—su voz dolida pero tan decidida. Sabía lo que venía y saberlo me dolía—Te amo Mew Suppasit. Pero no puedo seguir ocultandome, escondiéndome como si fuera un delito amarte. Yo no puedo—su voz se quebró y mi corazón se hizo añicos—Lo mejor será separarnos—concluyo y sus ojos se llenaron de lágrimas.

Me quedé inmóvil, no podía hablar, tenía un gran nudo en mi garganta, me dolía el pecho. Sentía como me desgarraba por dentro. Era tan intenso que había olvidado como era. Había sido feliz desde que Gulf con su hermosa luz había llegado a mi vida, pero ahora se iba, me dejaba, se marchaba. Me levanté tambaleante de la silla y caí de rodillas. Las lágrimas se amontonaron en mis mejillas una a una. Dolía demasiado. Me faltaba el aire. Me faltaba mi hermoso ángel. Apreté mi camisa donde estaba mi corazón.

Quería levantarme y seguirlo. Suplicarle que volviera. Qué trataría de dejar mi miedo y enfrentaría lo que sentía por él. Necesitaba tiempo. Necesitaba a mi Gulf.

Me estaba ahogando. Cómo pude me levanté y con el corazón destrozado camine por el set, necesitaba salir de aquí, la idea de perder a Gulf me aterrorizaba como nada lo había hecho, pero no pude traspasar la puerta, mi personal me dirigió a una sala privada, me trajeron un jugo y trataron de animarme. Era imposible. Cuando estuve solo me descalce los zapatos y me senté en el suelo. Me sentía como un moribundo.

Mi vida colorida de repente volvía hacer gris y era insoportable. Joder como me dolía. Busque mi teléfono en el bolsillo delantero de mi pantalón y busque el número de Gulf, debía arreglarlo, quería que Gulf volviera, que me diera una oportunidad de hacer las cosas bien. Pero cuando iba a marcar el número la puerta se abrió y ante mi vista apareció un pálido Gulf. Estaba lloroso, estaba hecho un completo desastre. Al parecer mi personal lo había detenido antes que se fuera y me alivió ese hecho.

Gulf se acercó y se sentó a mi lado. Sentir su cálido cuerpo cerca del mío hizo que me calmara. Su dulce aroma a fresas me lleno las fosas nasales y me sentí rendido. Tan enamorado. Tan necesitado de él. Quería que se quedará a mi lado y que todas esas noches cuando hablamos de un futuro, de casarnos siguieran siendo verdad. Fueran una realidad.

—¿Estas bien?—pregunto, su tono preocupado—Yo no quería lastimarte, nunca lo quise. Me duele hacerlo. Pero siento que no puedo amarte a medias. Necesito un todo.

Aunque me doliera aceptarlo, Gulf tenía un punto y era razonable. Sabía que mi bebé sufría. Ese peso en sus hombros debía ser demasiado para un chico de 24 años que era tan alegre, sincero y directo. Le gustaba decir lo que pensaba, lo que quería y lo que le gustaba. No era un hombre de sombras.

—No lo estoy, no estoy bien, me duele demasiado—admiti y lo miré. Tome su mano y la aprete—Pero te entiendo, se que es egoísta pedirte que hagas algo que no quieres. Qué te ocultes, que te camufles por mi culpa. Pero debes entenderme, tengo motivos para hacerlo.

Gulf apretó mi mano con fuerza. Después sus hermosos ojos marrones dejaron de mirarme y miro a la pared.

—Se que es difícil para ti. Sabes que lo sé. Haz pasado por tantas cosas dolorosas pero debes afrontar tus miedos. Tienes que dejar de esconderte por las personas. Yo no tengo miedo de decir al mundo que te amo y que soy feliz contigo. Quizás soy un tonto chico de 24 años que no ve las consecuencias, pero no me importa lo que diga la gente. Lo único en lo que estoy claro es que te amo, Mew Suppasit y quiero todo contigo.

Se detuvo y volvió a mirarme. Su mirada tan sincera, tan amorosa, tan leal. Su honestidad, su valentía, su amor me envolvieron. Me sentí tan cálido y triste a la vez. Sus emociones bailaban en sus pupilas; llamandome, suplicándome que aceptará decirlo al mundo. Mis lágrimas salieron y mi corazón se apretó con fuerza.

—Te amo tanto, Gulf Kanawut, tanto que duele. Eres el color que necesitaba mi vida porque era tan gris y opaca. Quiero ser el hombre que ames por la eternidad. Quiero un futuro contigo... Pero necesito que me des tiempo para dejar mi inseguridad y mis miedos. Yo solo te pido una oportunidad de seguir a escondidas por un tiempo nada más. Prometo que lo diré. Prometo afrontar nuestra relación, solo dame tiempo y no me dejes. Te necesito tanto. Eres mi mundo y sin ti no sé qué haría.

Gulf soltó mi mano y me entró el pánico. Trate de volver a sostener su mano pero él la alejó y cruzo sus brazos. El miedo volviendo a mí como ráfagas. No podía soportarlo. Solo quería un tiempo ¿Por qué mi Gulf no me lo daba?

Comencé a temblar y baje mi mirada. Estaba deshecho. No creía que podría seguir con la grabación de la serie hoy. No tenía mente para nada. Solo quería ocultarme en mi habitación y desgarrar mi garganta. Gritar todas mis penas.

—Cuando entraste a mi mundo se volvió lleno de luz y aunque tú decías que eras oscuridad, no era cierto. Me llenaste de dicha y de un amor tan poderoso. Te amo y siempre lo haré, eso nunca va a cambiar. Pero sé que me haz prometido esto muchas veces y no lo haz cumplido. Por eso tomo la decisión de alejarme—dijo, su voz suave y rota. Sus ojos marrones derramando más lagrimas—Pero cuando estés listo voy a estar aquí para ti. Voy a esperarte el tiempo que sea necesario. Porque mi amor por ti nunca cambiará.

Me dolía que decidiera alejarse. Me dolía que no me diera tiempo. Me sentía un niño pequeño, tan desolado y roto. Lo quería a mi lado pero no podía hacerlo cambiar de opinión. Pero sus últimas palabras llenaron de esperanza a mi alma rota. Se que cuando pudiera afrontar al mundo mi amado Gulf volvería a mi. Porqué mi amor hacia él nunca cambiara, estaba seguro de eso.

—Se que lo harás, amor. Se que me esperaras. Y no voy a defraudarte, volveré a ti y no nos esconderemos más. Nos amaremos sin medidas—solte mi promesa, una promesa que se volvería real en algún momento—Nunca dejare de amarte—tome su rostro en mis manos y bese sus lágrimas una por una. Sus manos se deslizaron por mi cintura abrazándome. Uni nuestras frentes y ambos cerramos los ojos.

Podía ser inseguro. Podía ser un cobarde. Podía tener miedo a la sociedad cruel. Podía ser muchas cosas pero trataría de cambiar por Gulf. Daré todo de mí para hacer las cosas bien y tenerlo de vuelta en mis brazos. Porque lo amo tanto que arde y quema. Necesito un futuro a su lado. Si no es él no quiero que sea nadie más.

Prometo ser valiente por ti, Gulf Kanawut. Lo prometo. Y aunque esto fuera una despedida y una ruptura no se sentía así, porque volveríamos a estar juntos, porque esto no era un adiós solo era un hasta luego.

( •♡•)

¡Holaaaaa bellezas! Bueno estoy muy activa publicando y eso es un milagro, literal.

Este one shot está inspirado en un sueño que tuve hace días. En estos días he soñado dos veces con el Mewgulf. Así que me dije "Debo escribir esto" y salió esta triste historia.

No suelo hacer angst devastadores, pero este me salió así porque quería que fuera tal como lo soñé.

Así que espero les haya gustado :") y si lloraron definitivamente logré el propósito.

Quería que fuera muy triste ya que suelo ser muy alegre y que escriba cosas como estas es un logro.

Lamento cualquier error ortográfico... Bueno sin más que decir; se les ama, siempre cuídense y no descuiden su salud ♡