003. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗧𝗛𝗥𝗘𝗘 ──

── 𝖻𝖾𝗅𝗂𝖾𝗏𝖾 𝗆𝖾, 𝖬𝗂𝗅𝖺𝗇 •˖* 📼 ☄️

𝗥 𝗨 𝗡 𝗔 𝗪 𝗔 𝗬    .  𝗩 𝗢 𝗟   𝗢 𝗡 𝗘

Los nombres habían sido puestos en él Cáliz, todo el mundo estaba ansioso. Y no era para menos.

Sin embargo, aún debemos seguir con nuestras actividades.

Debemos esperar casi todo un día para poder saber quién saldrá elegido.

─ Milan...─llamo Harry, y ya conozco ese tono de voz.

El muy maldito lo aprendió de mi, yo lo uso cada que quiero pedir algo.

─ Dime ya, ¿que quieres? ─pregunte, caminando a mi lado.

─ Ayuda con mi redacción de Snape, ya sabes, el me castigo por fallar en la poción...

─ Te ayudare, solo si aceptas tener algo en la cara por todo este día. ─sonreí con malicia.

Me miró extrañado, sin embargo accedió.

Saque de mi maleta una pegatina, obviamente a él no le mostré de que era, solo se la pegue en su mejilla derecha.

─ No vale quitárselo. ─señale.

Básicamente era una pegatina de un unicornio bailarin, que dice "Este unicornio le pertenece a Milan L."

Se supone que mi papá me la hizo y me la dio diciendo "Algun dia te regalaré un unicornio, pero por ahora, solo la etiqueta"

─ Veamos ─empecé a caminar, con el siguiendome los pasos ─, esto es fácil, es que te saltaste el segundo paso. En la redacción solo le agregamos algo extra, Snape ama la información extra.

─ Vamos al patio, de paso nos reunimos con Hermione y Ron para hacer las tareas en esta hora libre.

─ Esta bien.

Nos encaminamos al patio, donde rápidamente encontramos rápidamente con nuestros amigos.

Me deje caer en el césped, empezando a sacar dos pergaminos y mi pluma.

Redactaba una parte de la redacción de Harry, y luego pasaba a la mía cuando me aburría.

─ ¿Te está haciendo la tarea? ─acuso Hermione, señalando a su mejor amigo ─ ¡Te está haciendo la tarea! ¡Le estás haciendo la tarea!

─ Y, amigo, ¿que es esa cosa que tienes en la cara?

─ Shhhh. ─sisee en dirección a Ron ─. No le digas que dice.

Harry me miró espantado. ─ ¿C-Como que dice algo?

─ Nada preocupante. ─aseguró Hermione, haciendo hasta lo imposible por contener la risa.

Carraspee. ─ Cambiando de tema, ¿Alguien más está esperando el nombre de los campeones? En especial el de Hogwarts.

─ Solo espero que no sea Cedric, solo lo quieren porque es guapo.

─ Ron ─regañe ─, solo no te cae bien porque les ganó en un partido de Quidditch el año pasado. El es más que solo una cara bonita.

─ Eso no lo sabes. ─me cuestiono Harry.

─ No juzguen a alguien por sus apariencias, o por la casa en la que están.

─ Y aquí va, Milan y su sermon que siempre termina en "Los de Slytherin no son tan malos" ─se burlo Ron.

Gire a ver a Hermione. ─ Draco y Theodore, ¿Desde cuando no te ponen apodos ofensivos?

─ Desde que regresamos de nuestras segundas vacaciones. ─contestó ella en un murmullo.

Yo amence a Theo, y él logró hacer que Draco la mayoría de veces pase de largo.

Aunque sigue siendo un idiota.

─ ¿Vieron? ─le pregunté, dirigiéndome a los tres ─. Todos pueden cambiar. Se que les hicieron daño, y a mi tambien. No les pido que sean amigos, solo que no los traten como lo peor.

Me miraron como perritos regañados, y cada uno de nosotros volvimos a nuestros deberes.

Si...nunca me harán caso.

Todos en la sala estábamos esperando al director, ya que era hora de saber que decidía el Caliz.

Luego de un rato, Dumbledore se puso en pie. Junto a él, el profesor Karkarov y Madame Maxime parecían tan tensos y nerviosos como todo el mundo.

─ Bien, el cáliz está casi listo para tomar una decisión ─anunció Dumbledore─. Según me parece, falta tan sólo un minuto. Cuando pronuncie el nombre de un campeón, le ruego que venga a esta parte del Gran Comedor, pase porla mesa de los profesores y entre en la sala de al lado ─indicó la puerta que había detrás de su mesa─, donde recibirá las primeras instrucciones.

Él saco su varita y ejecutó un movimiento en el aire con ella. De pronto, se apagaron todas las velas, dejando el comedor casi a oscuras.

En el Gran Comedor solo brillaba el Caliz de Fuego, y las chispas que este emitía.

Yo estaba feliz, me emocionaba todo esto, y al parecer mis amigos se burlaban de mi felicidad.

Parecia niña chiquita viendo el aparador de dulces.

En fin, de un momento al otro, las llamas del cáliz se volvieron rojas, y varios destellos y chispas salieron de este.

Era un espectáculo increíble a la vista de cualquiera.

De pronto, en el aire una lengua de fuego salió y arrojó un trozo de pergamino, el cual Dumbledore tomo y se alejó un poco del cáliz para así leer su contenido.

─ El campeón de Durmstrang... ─empezó a leer en voz alta y clara ─ será, ¡Viktor Krum!

─ ¡Era de imaginar! ─gritó Ron.

─ Deja de apoyar a tu novio. ─le moleste, pero a él no le importo, siguió aplaudiendo y sonriendo por el triunfo de su ídolo.

Krum se levantó de la mesa de Slytherin donde estaba junto a sus compañeros, y camino hacia nuestro director mientras era celebrado por sus compañeros.

Él se encamino hacia la derecha, y recorrió la mesa de los profesores, desapareciendo por la puerta que previamente Dumbledore le habia indicado.

De pronto, los aplausos y comentarios cesaron. La atención de todos regreso otra vez al caliz, que al igual de con el primer campeón, empezó a destella varios brillos y soltar muchas más chispas.

─ La campeona de Beauxbatons ─anunció Dumbledore ─ es... ¡Fleur Delacour!

─ ¡Es ella, Ron! ─gritó Harry, cuando Fleur empezó a caminar hacia adelante.

─ Todos los demás quedaron decepcionados. ─comenté, viendo a las chicas de Beauxbatons llorar, tengo entendido que la educación en dicha escuela de magia se basa en la excelencia.

Pero regresando al espectáculo visual que había frente a nosotros, por tercera y última vez esta noche, el cáliz volvió a arrojar un trozo de pergamino.

─ El campeón de Hogwarts ─anunció Dumbledore ─ es ¡Cedric Diggory!

Vi a la mesa de Hufflepuff saltar de alegría por su campeón, Cedric se dirigió primero a su mesa, saludando con una gran sonrisa.

Luego lo vimos saludar a sus amigos, y finalmente, a Hazel, le dejó un beso en la mejilla y la abrazo más que al resto.

Se ven tan lindos juntos.

El joven Diggory por fin soltó a Hazel, y se dirigio al frente con los demás campeones.

Él director tuvo que esperar un rato hasta que todos calmara su alegría, y recién pudo estar listo para temrinar con esta ceremonia.

─ ¡Estupendo! ─habló Dumbledore en voz alta y muy contento cuando se apagaron los últimos aplausos ─. Bueno, ya tenemos a nuestros tres campeones. Estoy seguro de que puedo confiar en que todos ustedes, incluyendo a los alumnosde Durmstrang y Beauxbatons, se que le darán su apoyo a sus respectivos campeones. Van a animarlos, y ayudaran de una forma muy significativa a...

Nuestro director para de hablar de repente, y toda la sala se quedó en completo silencio.

El fuego que emitía el cáliz volvió a ponerse rojo, y la larga lengua de fuego se elevó de repente en el aire y arrojo otro trozo de pergamino.

Dumbledore no tuvo otra alternativa que tomarlo en el aire, y leyo su contenido, levanto la vista, casi sin creerlo, y luego volvió a hablar.

Él se aclaró la garganta y leyó en voz alta: 

─ Harry Potter. 

Lo primero que hice fue girar a ver a Harry, que estaba muy pálido al escuchar su nombre, todos estábamos confundidos, pero a pesar de la confusión que me embargaba, lo único que quería a hacer era averiguar que estaba pasando, y ayudar a Harry, pero no siempre ayudare a Harry.

Ninguno en el Gran Comedor aplaudía, pero lo que sí se escuchaba eran reclamos de parte de los demás directores, y de alumnos, incluso de nuestro propio colegio.

Harry no giro a ver a nadie más que a mi.

─ Yo no puse mi nombre ─me aseguro, mirándome como si quisiera que le dijera que esto es una mala broma.

Y créame, quisiera que fuera así, pero desgraciadamente no lo era, todo esto es real.

El es campeón y no se como. Y yo no puedo hacer nada para reconfortarlo o sacarlo de esta.

─ Y-yo no lo hice, yo no puse mi nombre ─repitió tomando mis manos, ya que yo era la que no se movía ni decía nada ─. Yo no lo hice... No puedo... Necesito que me creas, por favor, Milan, sabes que yo no...

─ Yo te creo, no lo hiciste lo se.

─ ¡Harry Potter! ─llamó la profesora Mcgonagall al ver que este no se movía de su lugar ─ ¡Harry! ¡Ven aquí, porfavor!

El azabache no se movía.

Mi mano fue hasta su mejilla, le quite la pegatina que le había puesto, sin embargo el la tomó y se la volvió a colocar, solo que esta vez en el antebrazo.

─ Recuerda, no estas solo. ─le dije, para luego besar su mejilla ─. Te estaremos esperando. Ve.

Todos en la sala nos miraban, y a él lo esperaban al frente, pero al aparecer eso no le importo, me abrazo, y finalmente se fue a reunirse con Dumbledore, que no parecía nada tranquilo a decir verdad.

Ya era de noche, yo me quedé en la sala común dibujando, cuando estoy preocupada no me da sueño, y debo hacer algo.

Aunque mi soledad no duró mucho, ya que Harry salió totalmente molesto del dormitorio de los chicos.

─ Ron es un idiota.

─ No digas palabrotas frente a mi, mi mente es pura y santa. ─le dije, tratando de aligerar en ambiente, pero no parecía funcionar, simplemente se dejó caer a mi lado, haciendo que me lastime con el borde filoso de mi carboncillo.

─ Auch.

Harry entró en real pánico, sólo es una heridita, no se que haría él si algun dia llegan a torturarme o algo así.

─ Estoy bien ─asegure ─, pero cuéntame, ¿Que paso con Ron? Estoy aquí para escuchar.

Dudo unos segundos en si seguir hablando o no, pero de todas formas lo hizo.

─ Piensa que quiero toda esta gloria, que encontré la manera de hacerlo a propósito. ─empezo a contar, cada vez con un tono de voz más enojado.

─ En el fondo sabe que no es así. ─murmure con tranquilidad.

─ Yo no puse mi nombre. ¡Yo no quiero hacer esto! ─puso sus manos en formas de puño y golpeó el sofá.

Parpadee repetidas veces, en verdad está molesto.

Muy molesto.

─ Él sofá no te hizo nada.

─ ¿Entonces debería golpear a Ron?

─ Se robo el último trozo de tarta en la cena, así que si. Deberías golpearlo.

Nos reímos por unos cuentos segundos, luego quedamos en completo silencio, Harry solo miraba la chimenea.

Era tarde, y tenía un poco de sueño, yo soy de dormir mucho.

Asi que me levante, dispuesta a decirle a Harry que debería hacer lo mismo.

Era más de media noche y probablemente Ron y los demás ya deben de estar dormidos.

Intente irme, pero Harry me tomó de la muñeca, impidiendo que siga avanzando.

─ ¿Puedes quedarte un rato más? No quiero estar solo, no hoy.

Mañana puedo faltar a historia de la magia y dormir un rato más.

─ Claro.

Me volvi a sentar a su lado.

─ Ron solo esta celoso, se le pasará pronto, te volverá a hablar en menos tiempo de lo que crees. ─murmure, dejando caer mi cabeza en su hombro.

─ Que piense lo que quiera, yo tampoco le volveré a hablar.

Por las barbas de Merlin, Hermione y yo pasaremos días duros, va a ser difícil lidiar con esos dos enojados.

 
─ Milan... Milan...¡MILAN!

Me desperté de golpe, frotando mis ojos y dandome cuenta que este no era mi dormitorio.

¡Por las barbas de Merlin! ¡Me quedé dormida en la sala común!

─ Iré a cambiarme. ─le avise a Harry, corriendo hasta la habitación que comparto con las chicas antes que él diga algo.

Entre y solo estaba Hermione.

─ Créeme, intenté que nadie ser burle por verte babear en la sala común. Me debes una.

─ Gracias ─dije, haciéndole una seña a Hermione para que se voltear a y yo poder cambiarme ─. Sabes, estuve pensando, deberíamos dividirnos para estar con los chicos, y luego los obligamos a estar juntos, ¿sabes?

─ Claro, yo voy con Ron, ya se fue al Gran Comedor.

─ Esta bien ─solte un suspiro ─. Espero que lo arreglen para hoy.

─ ¿Por?

─ Porque odio verlos pelear, y porque es cumpleaños de Theo, y quiero salir con él.

Lo bueno de hablar de Theo con Hermione, es que suele dejar de lado todo lo que el hizo, y me da consejos como si fuera cualquier chico.

─ Milan ─llamo, mientras yo terminaba de arreglarme ─, "Quiero salir con él", ¿es solo porque pasearas con el por su cumpleaños? ¿O porque te gusta?

Apreté mis labios, mientras ella giraba a mirarme.

─ No lo sé ─murmure ─, pero con "Salir con él", me refería a darle un buen cumpleaños, aprovechando que esta vez sus padres no se lo llevarán.

Ella suspiro, y me sonrió.

─ Vamos a desayunar, y... A traerle algo a Harry, no creo que vaya al Gran Comedor.