𝟬𝟬𝟵 | heather. ..
009. ┊໒ ⸼ 𝗖𝗛𝗔𝗣𝗧𝗘𝗥 𝗡𝗜𝗡𝗘 ──
── 𝗁𝖾𝖺𝗍𝗁𝖾𝗋 •˖* 📼 ☄️
ME ENCONTRABA EN MI ELEMENTO, me gustaba aquí. Sentía la brisa fría en los únicos lugares de mi cuerpo que no estuvieran cubiertas por ropa de invierno.
El cielo esta hermoso, y el paisaje en general lo está, sonreí por reflejo y me removi sobre mi misma, disfrutando el momento.
Adoro la paz y tranquilidad...
─ ¡Milan! ─grito, pero aun así no me levante, me quede muy quieta.
Espere a que llegara y haga lo que hace desde primer año.
Uno... Dos... Tr...
─ ¡Te vas a enfermar! ─me regaño, tomandome de las muñecas y tirando de mi como si de una muñeca de trapo me tratase.
Yo no ejercía fuerza para evitar que tirara de mi, pero tampoco hacia nada para ayudarlo.
─ Estarás... en enfermería... Lupin mandara muchas cartas...y uhmn ─se puso a pensar en algo para así hacer que me levante, el año pasado fue que mi papá estaba muy enojado viniendo aquí, ¿qué me dirá este año? ─... Deberás tomar el remedio feo que Hermione hace...
Apenas dijo aquello me sentí asqueada por el hecho de recordar esa cosa bizcosa que Herms preparo una vez para mi gripe.
Esta vez yo tome las manos de Harry y deje que me ayudara a levantarme.
Este sonrió victorioso, mientras yo fruncia mi ceño, enlazando mi brazo con el suyo para no caer mientras regresábamos al castillo sobre el suelo congelado.
─ Y...¿Cómo estas? ─le pregunté, girando a verlo.
─ Ya sabes, bien. ─se encogió de hombros.
Yo hice una muequita, siguiendo avanzando, esto se tornaba extraño. Ya no eran las mismas charlas que teníamos el año pasado, todo se sentía más normal.
─ Crecer apesta. ─solté, haciendo lo reír por mi comentario tan de la nada.
─ ¿Quieres ir a pasear por el lago negro? ─me ofreció y asentí.
Así que cambiamos de rumbo y fuimos a nuestro nuevo destino, mirando el lago congelado y el barco de Durmstrang.
─ No deberíamos hacer que las cosas cambien ─murmuro él, mientras nos sentabamos a apreciar el paisaje ─. Es verdad, apesta, y aunque tampoco viviamos cosas normales en los anteriores años...era diferente, se sentía diferente.
─ Yo tambien quisiera que nada cambie, pero tristemente eso para ─murmure, viendolo con una media sonrisa ─. Pero, estaremos juntos, ¿verdad?
─ Juntos hasta el final.
─ Levántate rubia maravilla ─escuche la voz de Hermione mientras me sacudía ─. Debes ir a cenar, te deje dormir durante almuerzo solo porque es fin de semana y porque no teniamos nada que hacer. Vamos al comedor.
─ No quiero. ─refunfuñe como niña chiquita que le hace berrinche a su madre.
Me sentía enferma, me dolía un poco la cabeza, y puedo jurar que si estornudo, exploto.
─ No pregunte. ─se cruzo de brazos.
Y lo siguiente que se es que yo estaba siendo empujada hacia el gran comedor, cortesía de mi mejor amiga. Al llegar al Gran Comedor, nos dirigimos, más bien, me dirigieron a la mesa donde Harry y Ron ya empezaban a devorar su comida.
─ Em... ─balbucee, sentandome junto a Ron.
─ Estas enferma, ¿no es así? ─preguntó el pelirrojo a mi lado, mientras yo agarraba galletitas.
─ Solo cansada ─sonreí apenas, siendo observada por Harry ─. Chicos, me encantaría cenar con ustedes, pero...Hazel me llama...si, eso... ─titubee, buscando a la castaña con la mirada, pero no estaba, ¿donde de metió?
En fin.
Me levante, pero como si de una mafia se tratara, Hermione le hizo una seña a Ron, y esté último me tomo me la muñeca y de un tiron hizo que vuelva a mi sitio.
─ Hazel nisiquiera esta en el Gran Comedor. ─señalo mi mejor amiga con el ceño fruncido.
─ Los odio. ─refunfuñe, de broma, obviamente, yo los quiero con toda mi alma, y daría mi vida por ellos.
Seguí comiendo, y poco a poco, el ambiente raro e incomodo, se fue disipando. Harry empezo hablar de como aún no resolvia el enigma del huevo, y cada vez que Ron tocaba el tema del baile para preguntarle a Hermione con quien iría, hacia que deje de hablar de eso, y luego me miraba.
Todo tan extraño.
ESTABA TERMINANDO DE EXPLICARLE A LIVVIE. Es una dulce chica de tercer año que conoci hace poco, ella me pidio ayuda en sus redacciones de pociones mientras estabamos haciendo tarea en el comedor.
En verdad el profesor Snape se había pasado mucho en dejar tarea a los de grados menores, y más porque ellos solo llevaran teoría este año.
─ ¿Así está bien? ─me preguntó, pasandome su pergamino, el cual empecé a leer ─. Tal vez lo hice mal, lo siento, mi talento no es redactar, mi talento es crear...hacer manualidades, arcilla...
─ Esto esta muy bien, Liv ─le sonreí, volviendo a pasarle su pergamino ─. Y por cierto, necesito ver tu arte. Yo tambien pinto, aúnque es más un hobbie que otra cosa.
─ Claro, uno de estos días ─asintio muy contenta ─. Yo...
Ella iba a continuar hablando, pero la profesora McGonagall llamo, anunciando que podíamos ir a Hogsmeade, con nuestro permiso firmado, claro esta.
─ Te dejo ─informo Livvie, haciendo un muequita. ─. Seguro querras ir con tus amigas.
Giré sobre si misma, y la verdad era que Hermione dijo que se quedaría a estudiar, y Harry y Ron siempre se van a la tienda de dulces, lo cuál personalemente hoy, no quiero hacer.
─ ¿Quieres venir conmigo? ─ofrecí, haciendo que ella gire con su rostro iluminado.
─ ¿Enserio?
─ Claro, somos amigas, ¿no es así?
─ Si. ─asintió repetidas veces.
Estabamos caminando hacia la profesora, para así darles nuestros permisos.
─ Lupin, estó llego para ti. ─me dijo la lider de casa, tendiendome una bolsita...algo grande.
─ ¿Mi papá lo envio? ─inquirí, viendo que se trataba de dinero.
─ Si, eso decía en la nota de afuera. ─me contesto.
Me despedí de ella y seguí caminando con Livvie a mi lado. Abrí la bolsa y dentro había una pequeña nota escondida entre las monedas.
Comprate algo bonito.
─ S.B
─ ¿Y que dice? ─me inquirió la rubia con curiosidad.
─ Que me compre algo bonito. ─sonreí, sabiendo perfectamente de quien se trataba.
Si tan solo mi padre se enterara...o tal vez ya lo sabe. De todas maneras, lo usaré sabiamente.
─ Hola, chicas. ─saludo Ginny, apareciendo frente a nosotras.
Ambas saludamos a la más pequeña de los Weasley, me sorprendio ver a Liv y Ginny saludarse con energía, al parecer eran amigas, aunque luego de unos segundos, caí en cuenta que eran del mismo grado, y probablemente compartieron muchas clases.
Las tres caminamos por las tiendas, compramos una bebida caliente, y luego nos adentramos a una pequeña boutique.
─ Eligan algo, yo pago. ─les ofrecí a ambas, puesto que había visto a Ginny mirar unos pendientes con mucha ilusión.
Al menos ella no es tan terca como Ron, que no acepta ni un regalo.
─ ¿Eres nuestra hada madrina o algo así? ─bromeo Ginny.
─ Si, solo que el encanto no se va a media noche. ─sonreí, haciedolas reír.
─ Luces de colores. ─le dije al cuadro de la Señora Gorda, quien me dejo pasar.
Me encamine hacia las butacas cerca de la chimenea, era algo tarde, así que mis amigos eran los únicos afuera. Ron y Harry estaban jugando snap explosivo, y Hermione estudiaba antidotos, puesto que Snape nos había advertido que la última clase del trimestre, nos pondría una prueba sobre aquello.
Me deje caer junto a mi mejor amiga, levantando mi varita y atrayendo mis pergaminos, pluma, tinta y libros que me preste de la libreria.
─ Al menos tu si estudias. ─murmuro Hermione.
─ Recien ─suspire, haciendo una mueca de lado ─. Fui a Hogmeade a comprar unas cosas, papá me envio galeones. Tengo pinceles nuevos, unos lienzos, pintura en oleo. Y me compre un collar, una diadema y usare la pulsera que me regalaron.
─ La de Theodore, ¿no? ─preguntó Hermione y yo asentí.
¡Boom!
─ ¡Perdiste! ─exclamó Ron hacia Harry, ya que aparte de ganarle, las cartas del azabache explotaron. Mi pelirrojo amigo giro a verme luego de burlarse unos segundos de Harry ─. ¿Entonces ya tienes pareja? ¿O porque tantas joyas?
─ Porque me gusta. ─refunfuñe, mientras leía mis apuntes de las clases de pociones del año pasado, donde tocados brevemente antidotos.
Ron sabía perfectamente que yo no tenía pareja, yo se lo había comentado. Omiti la parte de la única invitación que me hicieron.
─ Enserio, Milan, ¿ya tienes pareja? ─inquirió Hermione está vez ─. Ya casi todos tienen.
Es verdad, me compre complementos para mi vestido, pero no tengo pareja Theo...
Tengo que darle una respuesta ya, no es justo que me espere hasta el último momento del baile, quiza quiera ir con otra chica y solo dijo eso para no hacerme sentir mal.
Todo lo que siento es tan confuso . . .
Estaba caminando con la flor amarilla que Livvie me había regalado antes de irse, la admire por un rato y luego la puse en mi cabello.
Hoy me había levantado particularmente feliz. Había realizado con satisfacción mi prueba de antidotos en Pociones.
Además, el castillo se notaba algo vacio, puesto que los alumnos de tercero, segundo y primero se habían ido─a excepcion de los que son parejas de los alumnos de cursos superiores─.
La emocion de los estudiantes por el baile se hacía notar. Y nuestra habitación era un caos, ver a Lavender probarse más de mil peinados para ver cual le quedaría mejor, es un tortura.
Por otro lado, Hermione ya me mostro su vestido, y le ayude a escoger uno de los tres pendientes que le había enviado su madre.
Hoy después de almuerzo, ella y yo habíamos dejado lista todas nuestras cosas para él baile, además, habiamos tenido una plática, en la cual ella me decía que ya le debo dar el definitivo si a Theo, y eso hare.
Llegue a la conclusión que todo esto raro que había entre Harry y yo, solo era una gran confusión, somos amigos, y seguiremos siendolo. Se de todas formas se que el azabache aún no tiene pareja, pero bueno, creo que eso no me concierne a mi, ¿verdad?
Y quiero que sepan, que no eligo a Theo porque no pueda ir con otra persona, al chico de Slytherin yo lo quiero, y ha sido muy bueno y caballeroso conmigo.
Será divertido ir con él al baile. Lo eligo porque ir con él será un honor.
En la noche se lo diré, Hermione me dijo que así lo haga. Y Ron tambien lo dijo, además, sus palabras exactas fueron "Tal vez ocurra un milagro"
Giré en una de las esquinas, deteniendome al ver a Cho Chang conversando con Harry.
Se que no debo escuchar conversaciones ajenas, pero la curiosidad es más fuerte.
Me encondí detrás de una de las columnas, no había escuchado toda la convesación, pero si escuche como termino:
─ ¿Q-quieres ir al baile conmigo?
─ Si, si quiero.
Algo en mi pareció romperse, y no se porque. Harry es mi mejor amigo, ¿no es así?
Debo estar feliz porque le esta pidiendo ir al baile a una hermosa y talentosa chica, pero . . .
¿Porque me siento así de mal?
Él y yo nos conocemos desde primer año, desde el primer día.
¿Porque me siento así de mal? .
Debería estar feliz por mi amigo, todo esto que siento es un completo caos dentro mío, uno que amenaza con consumirme a cada instante.
Siempre he estado junto a Harry, hemos convivido demasiado.
¿Porque este año todo cambio? ¿Porque lo veo tan diferente?
Todo era tan confuso, a medida que creciamos todo era tan extraño. Ya nada es igual, tal vez nunca más lo sea, y odio eso.
Vi la sonrisa de Cho mientras se iba del lugar.
¿Porque estoy deseando ser ella en estos momentos?
Ella es mi amiga, debería estar feliz por ella, y una parte lo esta, lo juro.
Pero no se porque estoy llorando . . .
Gire sobre mis talones, empezando a salir del lugar, caminando tan rápido como mis piernas me lo permitían.
─ ¡Milan! ─escuche gritar a Hazel, pero pase de largo.
Necesitaba un lugar para estar sola. Acelere aún más mi paso, si eso era posible. Esquive muchas cosas y tome atajos para llegar lo más rápido a la torre de astronomía, ya que era el único lugar que se me ocurrio.
Me hice bolita en una esquina, y sollocé un rato, al menos hasta que pasos interurmpieron mi triste predicamento.
─ ¿Qué paso?
Su voz de preocupación era clara.
─ Mills, ¿quien te hizo esto?
─ N-nadie. ─respondí mientras hipaba, levantando mi mirada, dejando que el pase sus pulgares por mis mejillas, secando las lágrimas que derramaba.
─ Si alguien te hace daño, voy a pelear ─aseguro ─. Dime quien te hizo llorar, nadie llorar por nada.
─ N-no fue nadie, Theo.
─ Soy capaz de ganarme un griton de Draco y su desprecio por semanas por ir a preguntarle a tus amigos de gryffindor que te paso. ─aseguro con convicción.
era capaz de hacerlo, no lo dudo . . .
─ No es nada ─aseguré con una pequeña sonrisa, llevando mis manos a sus mejillas, haciendo que su semblante serio por saber quien me hizo llorar así se vaya ─. Solo, ¿puedes hacer algo por mi?
─ ¿A quien tengo que matar? ─preguntó, haciendome reír.
─ Solo quiero que te quedes aquí conmigo.
─ No tienes ni que pedirlo. ─sonrió, colocandosé a mi lado, pasando uno de sus brazos por mis hombros, atrayendome a él en un medio abrazo.
Me acurruque en esa poscisión, y así nos quedamos por horas. No bromeo.
Se que debíamos ir a cenar, pero yo no quería salir de la torre, esto de noche era tan bonito y mágico.
─ Ahora vengo. ─informó Theo, levantandosé y sin darme más explicación, yendose.
Me crucé de piernas, apoyando a mis manos a cada lado, mirando como la luna llena empezaba a salir.
¿Comó estara papá? Espero que tomara su poción.
Sonreí al recordar la primera luna llena en la que vi a mi papá convertido en hombre lobo, Arthur Weasley lo ayudo contenerse en un viejo sotano abandonado en alguna zona alejada.
Yo tenía ocho años, y a diferencia de otros niños de mi edad, y aunque papá no estaba conciente de lo que hacia, me pareció increible verlo así.
Luego me quede junto a él mientras descansaba, y el señor Weasley le conto como mis ojos brillaron al verlo en su forma de lobo. Mi padre estuvo tan feliz que no pudo dormir, ese era uno de sus temores.
Él primero era que yo nazca con el gen licantropo, y el otro que yo tuviera miedo o aborreciera su forma de lobo.
Nada de eso paso.
Sonreí al recordar los buenos momentos, y como podía empezar a crear nuevos,
nuevos él.
─ Ya, regrese. ─anunció, haciendo que levante mi mirada, viendo como tenía galletas y pequeñas tartaletas de fruta
Sonreí, pidiendolé que se siente otra vez junto a mi, empezamos a comer mientras contabamos las estrellas del cielo.
─ ¿Te fascinan las estrellas, no? ─me preguntó, giré a verlo.
Theodore estaba sonriendo como niño chiquito cuando ve un dulce, solo que al parecer, el dulce era yo.
─ ¿Y a ti te gusta verme, no? ─contraataqué.
─ Tengo admiración por las cosas bonitas, y dejame decirte, Lupin, tú eres una de ellas ─dijo, levantandosé del piso y ofreciendomé una de sus manos ─, ¿bailas?
─ Uh, si, iré contigo al baile ─sonreí, mientras el volvía a ofrecerme su mano ─. No querras bailar ahorita, ¿no?
Solté una risilla, al menos hasta que vi que su propuesta iba muy enserio.
─ No hay musica.
─ Puedo cantar.
Yo enarqué ambas cejas, empezando a soltar carcajadas el recordar la vez que Theo canto, era segundo año, y fue horriblemente tierno.
─ ¡Eso me va a perseguir por siempre! ─exclamó, pasando sus manos por el cabello.
─ Definitivamente. ─asegure, tomando su mano y levantandome del suelo, solo que ahora, no fui a bailar con él, le di un abrazo.
Un gran abrazo de agradecimiento por todo lo que hace por mi, ya estoy teniendo mis sospechas de porque lo hace . . .
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