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Lado de Erwin


Por medio de un mensajero, Erwin fue informado del arribo de esa mujer.
Tras agradecer al muchacho, Erwin caminó en dirección a su oficina.
Al llegar, abrió la puerta de par en par. Allí se encontraba Mike, escoltando a la mujer que pego un pequeño saltito al abrirse tan abruptamente la puerta.
Mike, sin inmutarse, vio a Erwin pasar a su lado y una vez que este estuvo detrás de su escritorio, sin decir una palabra, asintió y Mike abandonó la oficia.
Ahora solo estaban Erwin y esa mujer.
—Hace mucho tiempo quizás pude haber sentido algo por ti, María. Pero fuiste clara y fui claro, cuando ambos decidimos tomar nuestros propios caminos. Te casaste con nile, y tienes una familia con él ¿por qué enviaste esto? —
Abrió el cajón de dónde sacó las cartas, y de su bolsillo sacó la que había encontrado tirada y arrugada en el suelo.
Y sin dar más rodeos soltó con brusquedad.
— ¡¿Tú lo enviaste?! —
Levantó las cartas enojado, y apretándolas en su mano y asegurándose que María lo viera.
La mujer negó, y avanzó hasta el escritorio para ver aquellas hojas.
Al leerla, miró nerviosa a Erwin y susurró:
—No fui yo… no fui yo quien escribió esto… pero reconozco esos sobres…—
Los ojos del rubio se abrieron desmesuradamente, esperó a que la mujer continuara.
—nile me pidió que te enviara esas cartas. Pensé que eran cartas queriendo saber de ti o que te contaba cómo iba nuestra vida en familia, sé que sueles preguntar por mí y mis hijos…— añadió — creí que solo eran cartas rutinarias que nile mantenía contigo Erwin… no pensé que este era su contenido—
Sacudió su mano con los sobres delante del rostro de Erwin, parecía a punto de llorar.
— ¿Por qué haría algo así? — Preguntó Erwin — ¿Cuándo fueron enviadas estas cartas? —
—Hace unos días quizás... no lo recuerdo…—
La mujer ahora lucía al borde del colapso. Seguramente su mente se estaba llenando de ideas erróneas.
—Levi vio estas cartas— susurró Erwin — y por su culpa Levi se habrá hecho alguna idea equivocada sobre estas cartas, y sobre mí—
En situaciones extrema, Erwin solía mantener la calma a pesar de todo, pero ahora todo ese embrollo, había involucrado a Levi, sin que él lo supiera.
Erwin golpeó el escritorio con fuerza. Estaba enojado, de hecho, era la primera vez que se enojaba a tal extremo.
—Maldito hijo de…—
— ¡Estás hablando de mi esposo! — chillo la mujer.
— ¡Ese esposo tuyo, acaba de poner en riesgo mi relación con Levi! — explotó Erwin — ¡Y te usó para ello! No lo defiendas, esa basura no tiene derecho a que lo defiendan, y menos tú—
Erwin la abrazó, ahora entendía por qué ese maldito había mencionado aquel rumor.

Entonces, Erwin, recordó un suceso de sus tiempos como reclutas.
—nile las escribió ¿cierto? nile las escribió… ¿Por qué no me di cuenta antes? —
Durante uno de sus tantos entrenamientos, nile llevó a Erwin lejos del campo para poder hablar con él. Era un día lluvioso y hacía frío.
—¿Recuerdas que dije que necesitaba decirte algo? — dijo un joven recluta, entrelazando sus manos para controlar sus nervios.
—¿Qué ocurre nile? — preguntó un joven Erwin, bajo su capa de recluta.
El tronar en el cielo, asustó a ambos muchachos.
Al ver que nile no decía nada Erwin volvió a preguntar:
—Nile ¿Qué es lo que tienes que decirme? —
Pero en lugar de decir palabra alguna, nile se abalanzó sobre Erwin, besándolo.
Sorprendido por el repentino actuar de su compañero, Erwin lo apartó de él, llevando su mano hasta sus labios.
—¿Qué estas haciendo? — preguntó y un trueno callaba un poco la lluvia —¿Qué demonios estás haciendo? —
—Yo te quiero Erwin, me tienes completamente loco… ya no resisto el tenerte solo como mi amigo…—
Erwin se quedó de piedra ante esa confesión. Había entendido cada una de esas palabras
—Lo siento nile, no puedo verte de otro modo que no sea como un buen amigo—
—Por favor Erwin— dijo nile y tomo las manos del rubio— dame una oportunidad, verás que puedo amarte, puedo entregarte todo de mí si así me lo pides—
Intentó besar a Erwin otra vez, pero Erwin no lo permitió. Pero nile siguió insistiendo en querer robarle otro beso, lo que provoco que Erwin se enojara y le diera un golpe en la cara.
—No nile. Te agradezco que tengas esos sentimientos por mí. Pero no puedo corresponderte de la misma forma—
Nile lo miraba desde el lodoso suelo.
—Lamento haberte golpeado, pero no me dejaste opción— dijo Erwin y extendió su mano para ayudar a nile a levantarse.
—No me daré por vencido… haré que te enamores de mí—
—Vamos nile, no sigas con esto. Solo harás que te un día te odie, y yo quiero seguir siendo tu amigo—

Recordó que después de ese suceso, las parejas de esos tiempos, lo dejaban por razones que él nunca supo. Simplemente lo dejaban y nada le explicaba.
La puerta se abrió por segunda vez, y sujetando el pomo de ésta, estaba Levi, lo que hizo que Erwin, regresara a la realidad.
Las cosas se ponían tensas. Ambos hombres se dirigieron miradas de asombro.
Levi se quedó unos segundos observando a la pareja, luego dirigió su mirada a Erwin, que soltó a María.
—Lamento interrumpir— dijo y cerró otra vez la puerta, azotándola.
—María, es tarde para que regreses a casa, le pediré a Mike que te lleve a la estancia que ordené que prepararan para ti— dijo apartando a la mujer con cuidado, y fue entonces cuando entendió las palabras de Erwin.
Salió de la oficina dejando a la mujer sola, que empezaba a llorar.
— ¡MALDITO HIJO DE PUTA… SIGUES ENAMORADO DE ERWIN! —
Erwin, seguía a Levi por el pasillo, hasta que salió de los cuarteles y salió en dirección a las barracas.
Se encontró con Mike que estaba en la entrada de los cuarteles.
—Mike, por favor lleva a María a su habitación, y por favor, tráeme a ese bastardo—
—Entendido— dijo y luego añadió — Levi lo entenderá—
Erwin se quedó un segundo mirando a Mike mientras este entraba a las instalaciones en dirección a su oficina.
Finalmente recordando que iba tras Levi, retomó sus pasos en dirección a su habitación.
Al llegar, vio a Levi de pie, y dándole la espalda, mirando por la ventana. El joven tenía su cabeza apoyada en el cristal.
—Así que esa es María—
—Levi… no es lo que…— trato de explicar.
—No es lo que creo…— terminó la frase —no, supongo que estoy cansado y estoy delirando…—
—Levi déjame explicarte…—
—Explicarme ¿qué? — Dijo manteniéndose aún tranquilo — ¿Qué esa mujer te envía cartas? O que te encuentras con ella cuando sales de la ciudad—
—No… No Levi, eso no es así—
—La abrazabas… no puedes negarme eso también, te vi—
—Tú no lo hacías nada mal con tu subordinada tampoco. No me juzgues sin saber lo que ocurrió— estaban comportándose como adolescentes, sacándose en cara los eventos recientes.
—Tú lo dijiste, Petra es una subordinada nada más— dijo — había estado oyendo rumores de que te veías con ella. No quise creerlo, pero esas cartas… y ahora verte con ella…—
—¿Por qué te comportas como un…? —
Levi se volvió a mirarlo, dirigiendo una mirada como cuando conoció por primera vez a Erwin y que, en ese entonces, le habían pagado para asesinarlo, pero, sin embargo, terminó en todo lo contrario.
Estaba intentando controlar su voz.
—¿Un qué? — retó a Erwin a terminar la frase —¡Vamos dilo! —
—¡Te comportas como un estúpido! ¿quieres escuchar por favor? —
—Escuchar ¿qué? — terminó explotando Levi — ¿Qué aprovechas cualquier oportunidad para revolcarte con esa mujer?
—¿Y que hay de ti y Petra? Por lo visto no pierdes el tiempo con esa jovencita— arremetió Erwin hartándose de las quejas de Levi, y que no lo dejara explicar.
—¡Petra y yo solo somos buenos amigos, ella sale con Auruo! ¿Y tú me dices estúpido a mí? —
Erwin se acercó a Levi, pero éste lo evadió. Sus ojos se anegaron en lágrimas.
—Creo que los dos estamos mal interpretando algunas cosas…— dijo Erwin tratando de calmar las cosas—
Ambos hombres eran conscientes de la fama que tenía el otro, entre el público femenino. Levi por su fama como el soldado mas fuerte, y Erwin como el líder de la guarnición.

El rubio trató de quitar una vez más, las lágrimas de esos ojos que ahora lo miraban con desprecio y decepción, pero el joven aparto a Erwin otra vez.
—También he escuchado rumores sobre ti y Petra, y he hecho oídos sordos a eso, y si quieres hablar de evidencias, también te vi cuando te abrazaba y acariciaba tu espalda…—
Esta vez encerró a Levi entre su cuerpo y la mesa que había en un rincón de la habitación.
—Pero decidí creer que no hay nadie más en tu vida a parte de mi…—
—Entonces explícame lo que vi y leí… —
—¿Quieres una explicación? — dijo Erwin y jaló de la mano al pelinegro.
Afuera, hacía algo de frío, y corría por las calles de la ciudad una brisa también fría.
—¿Dónde me llevas? — preguntó Levi que había dejado su saco en la habitación, y ahora el frío de la noche, calaba en sus huesos.
—Te llevo a tener la respuesta que necesitas para que me creas…— contestó Erwin y se detuvo para girarse y mirarlo.
Vio a Levi que temblaba de frío, y que el viento jugaba con sus cabellos oscuros.
—Escucha… llevaba días escuchando el rumor sobre Petra y tú, necesito que me respondas solo una pregunta— dijo y se quitó su abrigo para dárselo al joven.
Puso sobre los hombros de Levi, su abrigo, oportunidad que aprovechó para hacer su pregunta y para abrazarlo.
—¿Hay algo entre tú y Petra? —
Levi guardo silenció, y abrazó de vuelta al rubio.
—Si me dices que no hay nada entre ustedes, te creeré. Creeré lo que sea que salga de tu boca— añadió y besó aquella melena temblorosa.
—No hay nada entre ella y yo— contestó en un susurro —Petra solo es una buena camarada, no hay nada más entre ella y yo…—
Hundió la cabeza en el pecho del mayor, sintiendo el aroma que Erwin despedía.
—¿Y tú? — preguntó Levi aun con su rostro escondido en el pecho de Erwin — ¿Qué hay de ti y de esa mujer? Te vi abrazándola…—
—Eres el único para mi Levi… María no es más que una amiga, no hay nada entre ella y yo. No quiero a nadie más que a ti en mi vida—
—Lo siento— murmuró Levi y se aferró a la camisa del mayor, apretando la prensa entre sus manos.
—Yo también lo siento… no debí perder el control como lo hice…— apartó a Levi de su cuerpo y lo besó. Esta vez el moreno se dejó, pues Erwin tomaba el pequeño rostro del menor entre sus manos.
—¿Y esas cartas? — preguntó y Levi tomó las manos de Erwin, las que seguían sobre el rostro del menor —¿Por qué tenias esas cartas? —
Ambos hombres se miraron, Levi ansioso por oír la respuesta, y Erwin, sonriendo, lo que llamó la atención de moreno.
—Eso es lo que voy a aclarar cuando lleguemos hasta mi oficina— contestó.
Volvieron a retomar su camino hasta las instalaciones.
Una vez que llegaron, la expresión de Erwin cambio de serena a enojado.
Al abrir la puerta de su oficina, se encontró con María que estaba roja de lo molesta que estaba, a nile que se deshacía en disculpas banales y vacías, y a Mike que solo observaba la situación.
—Me voy a ver a Nanaba… buenas noches— dijo y pasó junto a Erwin una vez que este entró a su oficina.

Erwin sonrió un momento, mientras Mike se retiraba, tras cerrar la puerta, Erwin volvió a su expresión molesta.
—¡Vas a explicarme en este momento porque enviaste esas cartas! — dijo en susurros, y lanzándose sobre nile, y jalándolo por el cuello de su ropa, y empujándolo sobre el escritorio, del que cayó todo el contenido que ahí había incluidas las cartas.
—¡ERWIN! — gritaron María y Levi, mientras María iba hasta los hombres para separarlos, pero Levi la detuvo levantando su brazo, no sin dirigirle una mirada de profundo rechazo.
Erwin escuchó el grito de la mujer, y eso pareció apaciguar sus deseos de darle una paliza.
—Agradécele a esa mujer— dijo y obligó a nile a que mirara a María — esa mujer ha impedido que te parta la cara—
Entonces Erwin lo soltó, pero nile se quedó sobre el escritorio. Era la primera vez que Erwin reaccionaba de manera tan agresiva, ni cuando se enfrentaban a los titanes, su rostro había expresado tan odio y desagrado.
Entonces, Levi bajó su brazo y dejó que María, fuese con su esposo.
—Esas cartas las escribió alguien bajo tus ordenes ¿Por qué me involucraste? Ya supéralo nile, Erwin no tiene esos sentimientos por ti. Ama a alguien más ¿porque no puedes aceptarlo? —
—Lo siento María… —

La mujer se quedó mirándolo decepcionada. Pero nile, continuó, mientras se levantaba y se sentaba en el borde del escritorio. Su mirada fue a parar sobre Erwin.
Hasta ese momento, nadie sabía de la relación entre Erwin y Levi, Mike solo sospechaba, pero no había confirmado nada.
Erwin, intuyo lo que nile iba a decir, pero lo interrumpió.
—Jamás habrá nada entre tu y yo. Ya tengo a alguien a mi lado, y soy muy feliz con él, y no permitiré que metas tus sucias manos en nuestra relación...—
A nile no se le escapó el detalle de que Erwin dijera “Él”.
Entonces vio que Erwin regresaba con Levi y tomaba de su mano.
—Amo a este hombre, y tú no serás la razón de nuestra ruptura. No permitiré que “Rumores” nos separen. No dudo que al principio creí en tus palabras sobre Levi y esa muchacha, pero conociendo a Levi como lo conozco, creo en cada una de sus palabras, incluso aunque me mienta, yo le creeré—
Las palabras de Erwin eran sinceras, honestas y Levi se volvió a mirarlo, al tiempo que apretaba cariñosamente su mano, para luego bajar su mirada a sus zapatos.
—Ven aquí Levi— añadió Erwin y volvió a besar a Levi, esta vez de manera más ardiente, introduciendo incluso, su lengua en la cavidad contraria.
Pasaron varios segundos en que ambos se perdieron en aquel beso, hasta que, el frasco de la tinta cayó al suelo, quebrándose y manchando el piso de madera.
—Hazme el favor y por favor vete— dijo Erwin cuando pudo separarse de Levi —no quiero volver a ver tu cara a menos que sea por el trabajo—
María empezó a llorar y salió de la oficina.
—Te arrepentirás de salir con un maldito delincuente— dijo lastimosamente y deteniéndose con la mano sobre el pomo de la puerta — ese hombre no es para ti—
—¿Acaso tu lo eres? Un hombre que usa a su propia esposa para destruir otras relaciones, no puede decir que es mejor que otros. Y tú, no eres ni un poco mejor que Levi—
La puerta se cerró, y Erwin se dejó caer sobre el suelo de madera.
—Erwin— susurró Levi y se inclinó y lo abrazó. Se sentía estúpido, se sentía un idiota.
“Confía en mí, incluso si un día le miento”
—Yo… lo siento Erwin…— dijo y abrazó al rubio.

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