Gimió adolorido y abrió sus ojos, parpadeando un poco, intentando enfocar mejor. Su cabeza dolía, se sentía mareado, su vista aún era borrosa y su garganta estaba seca.

Tardó en darse cuenta que estaba recostado en una superficie plana y dura, el suelo, y atado de manos y pies.

Cuando su vista mejoró un poco, fue capaz de notar que estaba en una especie de galpón. La luz era baja, aunque hubiera sido suficiente si hubiera estado en todos sus sentidos.

Miró a sus lados, fue cuando vio a JiMin inconsciente a su lado. Su corazón martilleó con fuerza en su pecho, el pánico se apoderó de él cuando vio un pequeño charco de sangre entre ellos. Pero entonces fue consciente del dolor en su brazo derecho, justo donde estaba su herida anterior.

Estaba abierta otra vez, y estaba sangrando.

—JiMin — llamó con voz ronca, se aclaró un poco la garganta cuando su voz fue demasiado seca y se giró un poco, colocándose de costado sobre su brazo herido. —JiMin, despierta —habló casi desesperado, entraría en verdadero pánico si JiMin no abría sus ojos en ese jodido instante.

Gracias a Dios, JiMin frunció el ceño y comenzó a arrugar su rostro en una mueca de dolor, y pronto gimió un poco para finalmente abrir sus ojos y parpadear confundido.

Respiró con alivio cuando el menor lo miró a los ojos extrañado, pero no pudo ni siquiera intentar decir algo porque se vieron interrumpidos por  cuatro hombres. Dos de ellos los levantaron bruscamente y los colocaron de rodillas.

Sintió un jadeo espantando y vio JiMin mirando aterrado su brazo ensangrentado.

Sólo pudo intentar darle una mirada tranquilizadora aunque no estaba seguro de que hubiera funcionado realmente.

—Así que Min YoonGi y Park JiMin.

Subió la mirada encontrándose con la nada sorprendida expresión de Jung WonYoung parado frente a ellos, impecable, con una habano en su boca y un traje de tres piezas muy elegante. Su rostro envejecido mostraba aburrimiento mientras le daba una calada al, seguramente, muy caro habano.

—Es casi impresionante como dos mocosos me metieron en un aprieto —bufó el hombre soltando el humo. —Ciertamente no es lo que esperaba, nunca soy tan descuidado. Pero, los accidentes ocurren, ¿verdad? —con voz pastosa, típica de un hombre con su trayectoria. El tipo parecía más interesado en alargar todo para asustarlos aún más que simplemente matarlos. YoonGi no podía entender a dónde quería llegar el anciano de traje, sin mencionar que su mareo estaba haciéndose cada vez más y más fuerte. —Fue bueno esperar a que bajaran la guardia, muchachos.

—¿Sabías dónde estábamos?—preguntó JiMin con voz ronca.

—Por supuesto que sí. Encontrar sus papeles después de saber a qué universidad iban fue muy fácil —espetó WonYoung.—Quedarse quietos no fue su mejor movimiento, muchachos. Sobre todo cuando todo el alumnado habla de ustedes como si fueran celebridades—se burló el hombre. Ambos lo miraron fijamente mientras este daba otra calada. Honestamente, no les sorprendía que el hombre lo supiera, era claro que los encontrarían rápidamente—¿No van a pedirme que los deje ir?—alzó una ceja.

—¿Valdría la pena? —inquirió él. Ni siquiera sabía cómo es que aún podía entender lo que decía, se sentía adormecido. Su cuerpo comenzaba a entumecerse, sentía sus piernas temblando.

—No. Tienen coraje, les doy un punto por eso. —La risa áspera del hombre le provocó un escalofrío.—Considerando todos los problemas que me han dado, sería injusto que simplemente los matara, ¿no creen? Así que, como ustedes gozan de los actos sodomitas muchachos, si es que la palabra les va, no veo porqué mis hombres no podrían divertirse un poco con ustedes. Después de todo, un hoyo es un hoyo —rió cínico. Sus hombres rieron con él, y YoonGi sintió el pánico volviendo a él, su corazón latía acelerado, no temiendo por él mismo, sino por JiMin. No quería que tocaran a JiMin. No podía permitirlo, pero ¿cómo hacer algo cuando su vista comenzaba a desenfocarse otra vez?

—No creo que a alguno de ustedes les gusten mucho estos muchachos, pero considerando que las prostitutas están caras...—agregó con burla, dirigiéndose a sus hombres— Miren el lado positivo, el blanquito tiene cara de mujer—rió otra vez.

Sabía que estaban hablando de él, pero sus párpados estaban pesados, su vista se volvía más borrosa y estaba seguro de que no podría sostenerse a sí mismo por mucho tiempo.

Oyó movimiento a su alrededor, pronto alguien estaba tomando sus hombros y tirando de él.

—¡No! ¡Déjenlo!—Estaba seguro de que ese era JiMin, pero no podía verlo, su cabeza pesaba mucho y los ruidos se oían distantes y distorsionados a ratos. Aunque sintió el impacto de su cuerpo con el suelo, no sintió el dolor. Se sentía entumecido por todas partes. Pudo sentir a JiMin una vez más, parecía estar volviéndose loco, podía oírlo sacudirse con brusquedad, gritar su nombre, y con algo de confusión y miedo intentó enfocarlo; lo que sólo resultó en una vaga imagen borrosa.

Intentando mantener sus parpados abiertos, recordó a sus padres, recordó a sus compañeros en a universidad, a su mejor amigo HoSeok, a TaeHyung, y recordó a JiMin, siempre tan inseguro siempre tan cauteloso, tan solitario, con una máscara arrogante que definitivamente no iba con él..., realmente hubiera amado ver una enorme sonrisa sincera en su rostro, una que iluminara su rostro y cobrara vida en sus ojos. Hubiera amado ver una mirada que le recordara su pasión al hacer el amor...

No quería dormirse, quería cuidar de JiMin, tomarlo y llevárselo lejos, a un lugar seguro, pero no podía mantener sus párpados abiertos, no tenía fuerza. 

Justo cuando creyó que todo acabaría de la peor manera, se escuchó un estruendo y entonces fue capaz de oír:—¡Policía de Gangnam! ¡Suelten las armas!

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Unos largos treinta minutos más tarde, JiMin observaba desde la ambulancia cómo Jung WonYoung no sólo era esposado para ser declarado culpable e ir a prisión, sino también perdía para siempre su estatus junto con las miles de personas que lo seguían y apoyaban y por ende los millones que pudo obtener de maneras tanto legales como ilegales, de haber sido otra su suerte.

Cuando el vehículo donde estaba el ex-candidato a senador, desapareció de su vista, se giró y miró con una pequeña, tierna y preocupada sonrisa al hermoso hombre recostado en la camilla, ambos esperando para ser trasladados al hospital para un chequeo.

  —¿Cómo estás? —le preguntó acercándose, observándolo detenidamente. Se veía hermoso aunque estuviera herido y sucio, con el rostro cansado y aún más pálido que de costumbre por la pérdida de sangre. Y con el corazón en la mano y al borde del llanto, sintiéndose abrumado de pies a cabeza, acarició su mejilla suavemente, temiendo hacerle más daño.

YoonGi le sonrió despacio, débilmente, echándole un vistazo a su brazo ahora vendando —Aún me siento algo débil y mareado, pero estaré bien —habló lentamente, con voz rasposa y ronca.

  —Por supuesto que sí, mi amor—susurró inclinándose para besarlo con cuidado, dedicándole la mirada más amorosa que fue capaz de emitir, para después besar sus mejillas y su frente sonriendo aún más cuando el mayor le sonrió adormecido.

JiMin se irguió justo para ver al detective Jeon acercarse a ellos, también sonriente. 

—Muy bien hecho muchachos —felicitó— Lo hiciste muy bien YoonGi, mantener la llamada fue lo mejor que se te pudo ocurrir.

Observó con una mueca de cansancio como YoonGi revolvía en el bolsillo de su pantalón de chándal hasta que sacó el teléfono descartable y se lo entregó al detective. No sólo habían sido capaces de rastrearlos por medio del teléfono, la "conversación" con WonYoung quedó grabada lo que sería una muy buena evidencia.

—Había un micrófono en tu departamento YoonGi, y tu casa JiMin, estaba destrozada, los oficiales están revisando todo ahora mismo, el mismo detective Kim lo está haciendo, están buscando huellas en ambos lugares. Y por cierto, sus padres esperan por ustedes en el hospital —dijo el joven detective mirándolos aprensivo. —Realmente lamento mucho que hubieran tenido que llegar a esta instancia muchachos. Pero gracias, atrapamos a un jefe de la mafia gracias a ustedes —agregó con una sonrisa cansina.

Ambos le sonrieron al oficial, también agotados después de semejante susto.

La enfermera los interrumpió avisando que partirían al hospital, así que se despidieron del detective con un apretón de manos y finalmente la ambulancia emprendió camino al hospital.

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Una semana más tarde, JiMin bajaba por las escaleras de su casa, con su mochila en su hombro, listo para desayunar y partir a la universidad.

Se encontró con su madre de camino a la cocina y ella sonrió dulcemente, para después acercarse a él y tomar su rostro entre sus manos. La miró confundido.

—Te amo mucho, cielo—dijo ella mirándolo a los ojos, él sonrió extrañado, pero respondió.

—También te amo, mamá.

Ella sonrió y juntos caminaron a la cocina donde su padre y su hermano desayunaban.

—Papá, volviste a comerte todas las galletas—dijo mirando a su padre con resignación, el hombre subió la mirada con expresión culpable y las mejillas abultadas. Su madre resopló y se acercó a él para darle un golpe en la nuca.

—Eran para tus hijos—regañó ella. Él hombre sólo sonrió culpable y su hermano bufó y rodó lo ojos.

Él sólo los miró un momento, estaba ahí, por fin en casa, a salvo, pero ¿por qué se sentía incorrecto? 

Con un suspiro cansino se sentó y desayuno con ellos, con una casi fingida expresión alegre.

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Mucho más tarde, estaba parado frente a la puerta de la universidad, cansado, feliz, extrañado, había un mar de sensaciones contradictorias en él. Una especie de vacío.

Había vuelto a casa con sus padres, estaba feliz, estaba a salvo, ya no había nadie persiguiéndolo y no tenía que mirar sobre su hombro todo el tiempo, pero..., estar de nuevo en casa, dormir nuevamente en su cama, solo..., se sentía extraño e incorrecto.

Extrañaba la calidez de despertar envuelto en brazos de YoonGi, extrañaba el calor de sus cuerpos juntos, apretados en la pequeña cama, el silencio cómodo de su compañía.

Extrañaba a YoonGi. Lo extrañaba jodidamente mucho.

Vio a TaeHyung en la puerta, conversando con algunas personas, debería haberse acercado, pero no tenía ganas de ir a socializar. Ya le había contado a TaeHyung sobre el "drama" en que se habían metido con YoonGi. Tae lo había mirado sorprendido, mucho más cuando le contó lo que había pasado entre ellos, que terminaron acercándose e incluso, que habían hecho el amor. De hecho, al principio no se lo había creído. Se habría reído de su cara si no hubiera estado en el hospital, con un par de enfermeras revisando sus heridas, mientras YoonGi estaba siendo internado en otra habitación para una transfusión de sangre.

Su pecho se oprimió al recordar a YoonGi. Hacía una semana que no hablaban, hacía una semana que no lo veía, que no sabía si estaba durmiendo y comiendo bien, o si necesitaba algo, y aunque, estando juntos tampoco habían hablado mucho y habían sido bastante reacios a admitir que se preocupaban por el otro, no podía dejar de pensar si el mayor necesitaría algo por mínimo que fuera.

Tampoco podía olvidar las palabras de YoonGi mientras le hacía el amor.

¿Me dejarás cuidar de ti?

—JiMin. —Se sobresaltó al oír la voz detrás de él, y rápidamente se volteó. Observó sorprendido a YoonGi, que daba un paso más cerca y lo miraba fijamente.

—Hola—sonrió algo tímido, algo extrañado y notando que algunas personas se paraban a mirarles.

Su pecho se oprimió dolorosamente mirando el brillo tierno e intenso, casi ardiente en los ojos del más grande. Estaba tan cerca; moría por tocarlo, por abrazarse a su cuerpo y besarlo, su piel picaba por el mínimo contacto, quería tan desesperadamente sentir sus cuerpos presionados juntos que-..., jadeó cuando YoonGi lo tomó por la nuca y presionó sus labios juntos, fuerte, intenso, tierno. Los labios de YoonGi lo consumieron y le quitaron el aliento con la pasión con la que él mayor lo besó por un largo tiempo.

Un gemido pequeño se escapó de su boca cuando por fin se separaron. YoonGi juntó sus frentes y se miraron fijamente con la respiración pesada y despareja.

Miró al mayor con confusión pero antes de poder preguntar, YoonGi habló sin dejar de mirarlo, sin importarle los metiches que los observaban a lo lejos y alrededor.

 —I know you don't want someone just to have a date and fuck, you want someone to trust, someone who takes care of you. I can be that person, JiMin, I deeply trust you and I can make sure I will take care of you, I will love you every single night, every day, 'til you couldn't live without it. Do you trust me, JiMin? (Sé que no quieres a alguien sólo para salir y follar, quieres a alguien para confiar, alguien que cuide de ti. Puedo ser esa persona, JiMin, confío profundamente en ti y puedo asegurarte que cuidaré de ti, te voy a amar todas y cada una de las noches, cada día, hasta que no puedas vivir sin ello. ¿Confías en mi, JiMin?)

Miró a YoonGi casi sin aliento otra vez, incapaz de despegar sus ojos de los del mayor, sintiendo su corazón latir fuera de ritmo, casi saliendo de su pecho, sintió sus ojos amenazando con cristalizarse y suspiró.

—I definitely trust you (Definitivamente confío en ti) —susurró sobre los labios del mayor. Los ojos de YoonGi brillaron con intensidad abrumadora, él sintió que su aliento era quitado de sí otra vez.—Will you take care of me, YoonGi? (¿Cuidarás de mi, YoonGi?)

—Always. (Siempre)

Lu Shi.

-no estoy llorando- editado por Ru 080220