Creía que se había mentalizado lo suficiente hace unas horas, pero de igual manera sintió sus nervios aparecer tan pronto como escuchó la puerta principal ser abierta.

—Ya llegué, Beomie —la dulce voz de su pareja resonó en el lugar.

El cuerpo del pelinegro comenzó a tener leves temblores. Al parecer la poca valentía que había reunido estaban desvaneciéndose poco a poco y eso no le agradaba.

—¿Puedes venir un momento, cariño?

Apretó sus puños en cuanto sintió los pasos de su novio cada vez más cercanos. Internamente trataba de darse ánimos para hacerlo de una buena vez, tan sólo era hacerle una simple pregunta, ¿por qué hacía tanto drama?

—¿Amor? —volteó rápidamente hacia la puerta de la habitación, donde ya hacía Taehyun con la cabeza asomada y una expresión de clara confusión— ¿Está todo bien?

—Ven, sólo quiero hablar de algo contigo —Beomgyu sonrió levemente.

Algo desconfiado, Taehyun se adentró por completo a la habitación que compartía con su pareja, cerrando la puerta tras de sí. Se acercó a pasos lentos hasta sentarse a un lado de Beomgyu en la cama, quien seguía apretando disimuladamente sus puños.

—Dime, ¿sucedió algo? ¿te sientes bien? —la mano del pelirrubio viajó hasta la cabellera oscura del contrario, comenzando a acariciarla suavemente.

Beomgyu comenzaba a arrepentirse. Él siempre fue cariñoso y dulce, ¿cómo era posible que existiera un rumor como ese?

Confiaba en su pareja, claro que lo hacía, no por nada había accedido a vivir junto a él cuando se lo propuso en su segundo aniversario. Sumándole a eso que llevaban ya más de un año viviendo juntos.

Si confiaba plenamente en él luego de tanto, ¿por qué comenzaba a dudar?

—Tyunie ¿cómo te va en la universidad? ¿tienes amigos ahí? —bien, definitivamente aquellas palabras no eran las que quería decir al principio pero, el miedo pudo más y terminó diciendo algo totalmente distinto.

—¿Por qué tan repentinamente la pregunta?

—No sueles contarme mucho respecto a la universidad y, sólo tengo curiosidad por saber, por favor.

Taehyun frunció un poco su ceño, pero asintió lentamente mientras miraba directamente al pelinegro. —Todo va muy bien, soy de los mejores de la clase así que mi promedio es bueno, y la próxima semana tengo algunos exámenes que presentar pero ya estoy estudiando bastante. ¿Amigos? tengo a Soobin hyung y a Hueningkai, te había hablado de ellos.

—Oh, lo recuerdo, el pequeño Kai y el conejo alto —ambos rieron ante el apodo del último—. Lamento si te asusté, sé que eres de los más aplicados, sólo quería asegurarme de que todo iba bien.

—Siempre eres tan dulce, y esa es una de las razones por las que te amo tanto —rozó sus narices con cariño, haciendo sonreír al mayor.

—También te amo, Tyunie.

El pelirrubio fue quien unió sus labios en un tierno beso, al cual el pelinegro no pudo evitar corresponde.

"Tonto, debes de hacerle la verdadera pregunta"

Una pequeña voz en su cabeza le recriminó, obligándolo a separarse —luego de un rato— del beso y mirar a su pareja, quien también le observaba sonriente.

—Amor, ¿crees que algún día pueda ir a dejarte o recogerte de la universidad?

Otra vez aquella no era la pregunta que planeaba hacerle desde hace unos días. ¿Por qué simplemente no se animaba a decirle?

—Beomie, ya hablamos de eso —Taehyun soltó un corto suspiro—. Sabes que no será posible, mis horarios chocan con los tuyos y no quiero que te desconcentres de tu universidad por mi culpa.

—Pero puedo organizarme y hacer un espacio para al menos pasar a recogerte...

—No insistas por favor, es mi última palabra.

Los labios del azabache se formaron en un pequeño puchero. El rubio hizo una mueca, sintiéndose culpable.

—Ven aquí —tomó uno de los brazos de su pareja y lo atrajo a su cuerpo, envolviéndolo cálidamente entre sus brazos—. Lo siento si soné muy duro, pero sabes lo que opino al respecto.

—Lo sé, lo entiendo —murmuró el mayor correspondiendo el abrazo y escondiendo su rostro en el cuello del contrario, sintiendo como este acariciaba su espalda.

Dejaría la pregunta para otra ocasión, en ese momento sólo quería dedicarse a disfrutar de la compañía de su pareja.