59._ofrenda de paz
Era una mujer de carácter afable y paciente,no como tú,ella era dulce. Por ese carácter es que siempre me pregunte ¿Qué rayos le vio a Bills? Ahora debo reconocer que mal,nunca la trato,aunque con bastante frecuencia ella,dejaba esa
casa llorando como una magdalena.
Se olvido de lo que me decía por los minutos que dedico a la comida que el mesero llevó. Bien no nos llevamos,
pero tampoco mal. Diría que nos tenemos un mutuo respeto y ciertos celos también.Bueno él me tiene algo de eso,yo no. Ponerlo a hablar es difícil, pero si hay algo que comparte con Bills,es su amor por la comida. Lo miró con paciencia,esperando que recuerde que debe seguirme contando esa historia a ver si de ahí entiendo el porque él,reacciono así hace un par de días.
Si soy honesta nos peleamos con cierta frecuencia,mas nunca son cosas que nos roben la calma a ninguno de los dos.Es sólo que a veces no resistimos estar juntos. Pero esa tarde, sentí algo diferente a su actitud habitual. No me grito,sólo se dio la vuelta y se fue dejando un abismo entre los dos. Como en ocasiones no resisto tenerlo cerca,tampoco soporto tenerlo lejos mucho tiempo y aquí estoy,tratando de lograr encontrar en una respuesta a ese anómalo proceder.
-Ejem,ejem...¿Qué me decías, Champa?
Me mira con disgusto y se limpia la boca con una servilleta.
-Que esa mujer se lo pasaba llorando-hiso una pausa para tragar-Solia quejarse de que Bills,no le prestaba la suficiente atención mientras que él, demandaba toda la suya.
Me sonreí con una mezcla de desdén y razón,mientras cruzaba los brazos para mirar al costado de esa terraza. El viejo rio iba calmo cruzando la ciudad,cuyas luces nocturnas comenzaban a encenderse al abrigo de la luna.
-Recuerdo que ese día ella, lo llamó muy temprano. Le pidió que fuera a verla,pero el idiota de Bills ¡Oye!-exclamo al recibir un puntapié, bajo la mesa,de mi parte-¿Quieres que te cuente o no?
-Yo sólo estire las piernas-le dije y me medio sonreí bajo su mirada de duda.
-La cosa es que ella,queria que él,fuera a verla,pero Bills dijo que no podía,porque según tenia cosas que hacer. No sé porque la urgencia de ella,pero si sé que cuando se volvieron a encontrar la chica lo acuso de ser un egoísta,al que nada más le interesaban sus propias cosas,que era un inmaduro,un egomaniaco, glotón y ...
No sé cuanto de eso dijo la chica realmente y cuanto le habra añadido Champa,pero una palabra de todo el discurso llamó mi atención "indiferente". Con eso fue suficiente para comprender el motivo de su reaccion aquel día.
-Ella termino con él,después de eso y desde luego al idiot...a Bills,no lo importo siquiera-termino de decir.
-Asi que no le importo-murmure con una sonrisa que escapaba a mi voluntad.
Pague la cuenta y me retire.
Indiferente si lo es. A demaciadas cosas quizá,pero si hay algo de lo que puedo acusarlo,viendolo a los ojos, es de ser un pretencioso. Lo que en mezcla con su indiferencia hace una combinación difícil de soportar.
Me encamine a su casa,tras pasar por una tienda de dulces turcos. Después de haber puesto el dedo en la herida,tenia que llegar con una ofrenda de paz,aunque la verdad,en esta oportunidad creo que mi sola presencia es la bandera que le dará tregua.
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