Llamar la atención de alguien que me guste.

Era una chica muy callada,en extremo callada. Cuando esa boca se abría era para soltar la declaración precisa,la respuesta justa o dar la indicación exacta. Tal vez por eso su mirada hablaba tanto y era esto lo que delataba que el señor Dai,el editor en jefe,le interesaba. Pero a diferencia de otras muchachas en su posición,ella nunca hacia algo por llamar su atención y por un tiempo creí que esa era su estretegia,mas estaba equivocado,esa tarde lo supe.

Salia yo, como corresponsal, hacia el país vecino cuando al pasar por la oficina de Dai,oí una simple y directa declaración:

-Usted me gusta...

Me detuve a oír y la vi parada frente a ese amplio escritorio,tras el cual estaba él,mirándola sin sorpresa o cualquier otra emoción.

-No sé desde cuando o como,es así y ya-continuo la muchacha-Bueno eso es todo lo que tenia que decir,señor. Lamento si le quite su tiempo.

Nunca la había oído decir tantas palabras juntas de una sola vez y no dijo ninguna más,cuando la vo venir hacia la puerta,me aparte para que no notara mi prescencia.Logre verla salir con la mirada triste y meditabunda,
para desaparecer sin prisa por el corredor.

No sé que paso después,yo me mude de país,pero a veces pienso en esa declaración simple y honesta de aquella muchacha que,entre líneas, ofreció a ese hombre todo su ser.Me gusta pensar que logro robar su atención y porque no,un poco de amor también.