45._que no deje de llover
El dia esta oscuro y llueve desde la madrugada. Me gustan estos días, jamas me quedo en casa cuando llueve. Suelo salir a caminar sin más que un abrigo impermeable o bien salgo al patio,miro al cielo,estiro los brazos y dejo que la lluvia me moje, me limpie;me calme los fuegos internos. Al volver siempre estoy empapada,entonces me doy un baño y me siento en la sala a disfrutar de un té,sin más luz que la que entra por las ventanas. No hay para mi mejor día que los de lluvia.
Esta tarde me puse un suéter muy grande (se lo robe aun amigo) y me senté en el sofa a oir la lluvia hasta que él, aparecio en mi ventana. Estaba solo y mirándome con esos ojos de todo o nada. Hace tiempo no lo veía, tomo una de esas siestas largas que tanto le gustan,pero ahí esta de nuevo;mirándome detrás de la ventana. Se esta mojando y no le gusta,por eso pasa en silencio cuando empujo le cristal aun lado.
-¿como estas?-me pregunta por formalismo y cruza los brazos mientras examina la sala.
-bien-respondo volviendo a mi lugar.
No es cierto y lo sabe. No estoy mal realmente,sólo que una mano invisible agito mis sombras hambrientas,que duermen en los recovecos de mi alma y ahora reclaman su alimento voraces, insaciables y yo se los niego.
Se queda parado allí mirándome con incistencia. Es curioso que no me este reclamando algo,eso carga más y más la atmósfera entre los dos. Finalmente se sienta en el sillon desatando la contienda,esto puede tardar horas; siempre reñimos de alguna forma. No es guerra,es una especie de conquista siempre en empresa.
Es de noche ya y seguimos en callado debate, la luminosidad es muy poca,pero creo que era lo que yo,tanto esperaba para simplemente seder y correr hacia él,como una monja herética corre de vuelta a la catedral o un ave pesquera,se lanza en picada sobre la superficie del agua. Un ímpetu salvaje,desesperado;suicida. Me cuelgo de su cuello para acunarme entre sus brazos.
Su tenue aroma inunda mis fosas nasales,como un eter místico que adormece las sombras. Sentir su piel, sus huesos a travez de ella,oír los sonidos de su cuerpo,el ritmo de su respiración,su pulso cardíaco me regresa el dominio de mi,pero no quiero el dominio sino el descontrol. Desbordar todo y a ver que queda,
pero en lugar de eso me hago pequeña sobre su regazo,como si quisiera hacer un hueco en él y resguardarme entre su carne,pero no es eso...es otra cosa,algo que no puedo poner en palabras porque esta desprovisto de ellas. Una cosa intangible,pero palpable como si tuviera la materia de un suspiro.
Mis sombras se pierden entre la noche y la lluvia punza como si quisiera derrumbar el techo. Mis sentidos están extasiados y yo no quiero salir de estos brazos porque sólo en ellos soy sin miedo a ser...
La noche,el mundo silente y nosotros juntos. Lo único que quiero es que no deje llover.
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