Reto de la ex

-Ponte algo elegante-señalo después de decirme que iríamos a comer a un restaurante y no uno cualquiera,sino uno cinco estrellas.

Ese afán de sentir que no debe dar explicaciones a alguien me mantiene en constante alerta. Estoy segura no es una simple cena,así que busco mi mejor vestido,el más delicado de mis perfumes y me hago un elaborado peinado. Quería conseguir una estampa sensual,elegante;pero no petulante y lo conseguí.

Cerca de las 9 de la noche llegamos al restaurante,para mi mala suerte uno de pescados y mariscos. Suspire algo fastidiada.

-Sabes que soy alérgica-le dije y me miro de reojo.

-Es una invitación-me dijo cuando cruzamos el umbral.

-¿Invitación? ¿De quien?

Bills no me respondió y miro aun lado. Hice lo mismo y me encontré con una mujer apolinea,sensual y sibarita por donde se le mirase. Tenia unos ojos marrones grandes y una melena oscura como un carbón. Parecía tener unos treinta y algo,pero cuando la vi de cerca note esos detalles que denuncian los cuarenta, pero que pasaba a un segundo plano en esa estampa. Me miro algo incomoda antes de saludarnos gentil.

No soy la clase de persona que indaga en el pasado de los demás. Ni siquiera a él le hecho demasiadas preguntas respecto a eso,pero en una conversación que tuvimos a mediados de esta relación Bills,me hablo de mi predecesora. Lo hizo con desinteres, como era su costumbre,pero dio los indicios suficientes para reconocer en nuestra anfitriona a su ex novia. Me enfade y por varias razones,muchas de las cuales no tenían que ver con ella.

Nos sentamos en una mesa a la que hubo que poner otra silla y ordenamos. Tuve que pedir una ensalada.

-¿No te gustan los mariscos,Maria?-me pregunto esa mujer.

-Mi nombre es Mary-la corregí sin animo en particular-soy alérgica a ellos y ¿Cual es tu nombre por cierto?

-Creí que lo sabrías ¿o es que no le has hablado de mi?-le pregunto esto a Bills,que tenía su atención puesta en la comida.

-No,no me hablo de ti,pero ya sabes como es.Sólo pone su atención y palabras en lo que le interesa-le dije.

-Soy Saude-dijo cortante.

Sus miradas de desdén a mi persona estaban empezando a disgustarme. La verdad es que sabia muy poco de ella y sólo pude deducir porque lo de ellos termino.No indague en ese asunto entonces y no lo iba a hacer en ese momento. Admito que me dio satisfacción el que ella me viese frunciendo el ceño,después de mi comentario.

-Tienes razón-me dijo tomando su copa-Asi también es un caprichoso y tu exótico aspecto más tu juventud,te hacen uno de esos...

Bills la miro de reojo y luego a mi.

-Es posible-le digo-Si fuera el caso,en la flor de la juventud,puedo convertirme en el capricho de quien yo quiera.

-¿Qué insinúas?

-Nada. Tengo que admitir que usted, se ve como una flor de veinte años-le dije y Bills se aguanto las ganas de reír.

Después de eso,Bills hizo una pequeña intervención y la situación se relajo.

La cena siguió y yo desvíe mi atención de esos dos. Cerca de la media noche,nos despedimos y retiramos del lugar. Me subí al volante,pero eso no le gusto al señor.

-No quiero una pataleta-me advierte.

-Sólo quiero ir a comer a otro lugar, no sé si lo notaste,pero esa salada insipida fue insuficiente-le digo-Sin mencionar el plato de fondo,bastante pesado.

Me mira como levantando una ceja.

-Sólo fue una cena-señala al sentarse junto a mí-ese plato se enfrió hace mucho tiempo. Ahora sabes que...

-Mejor cállate-lo interrumpo para salir del estacionamiento.

Como sino supiera que dirá entre lineas que me llevo a la cena,para que esa mujer viera que ahora estaba con alguien mejor. La verdad no hacia falta aclarar las cosas. Fue obvio que ella no esperaba verme y que esa mesa estaba preparada para dos.