Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 10- Campamento parte 2

El ambiente logró cambiar tanto, que el tiempo no se sintió ¿extraño? Claro que si, nunca me había ocurrido. No hasta ahora.

Llegamos y por primera vez no sentí miedo de que ocurriría o diría. Nos recibe una fresca brisa de verano, acompañados por un bosque hermoso. Las hojas caen a nuestro lado. Mientras a lo lejos se divisa una casa de madera.

Una pequeña sonrisa asoma entre mis labios, al entender lo que hizo Séfora.

La tarde pasa bastante rápido, mientras nos instalamos y comemos. Sin embargo, Séfora no nos ha dejado entrar en ninguna cabaña.

—Bien, como pueden imaginarse —comienza—, no dormirán en las cabañas, lo harán en casas de campaña que usted armará —asegura.

Quiero reírme, realmente quiero hacerlo.

—No solo eso, tendrán compañeros. Hombres con hombres, mujeres con mujeres.

Asiento. ¿Perfecto?

Las chicas comienzan a armar sus casas de campaña, pero el problema aquí es que yo no sabía eso. Yo no traje casa, sin embargo, parece que el resto estaba bien enterado.

—Evren —llama mi bella jefa.

Me acerco a ella.

—¿Por qué no trajiste casa de campaña? —exclama.

—Simple. No me dijiste.

—Sí, si lo hice. Te escribí a tu correo —asegura.

—Sabes que casi no uso mi teléfono. Entonces porque no me avisaste antes —me quejo.

Ella niega con la cabeza, en parte tal vez si tengo culpa... pero es que nunca he sido muy pegada a mi teléfono.

—Entonces Egan compartirá casa de campaña contigo —asegura y creo que ella me quiere causar un infarto.

—¡¿Por qué?! —le exclamó.

—Simple —me imita—, él tiene una casa que es bastante amplia y caben más de dos personas y va a dormir solo. Ya le pedí el favor y accedió.

Niego con la cabeza alejándome de ella.

La noche llega volviéndose impredecible, sé que tengo que dormir, pero no quiero dormir con él. Hicieron una fogata y todos están sentados en troncos, incluyendo a Egan.

—Puedes entrar a dormir tranquila. Yo me quedaré afuera un tiempo —asegura mirándome.

¿Qué quiere decir? ¿Que no entrara?

—Sufro de insomnio, así que no hará mucha diferencia —la calma en su voz me causa envidia.

En cada paso, Séfora me sorprende más. Los nervios se apoderan de mí. Él esta afuera, lo sé y sé que no entrará. Lo presiento, pero eso no hace que el miedo disminuya. No le temo a Egan, le temo a mis sueños... Que cierre los ojos y él vuelva a hacerme daño.

Una minúscula parte de mí, quiere correr que no va a ocurrir nada malo. No vendrá en mis sueños.no me joderás más. Cierro mis ojos en un acto de fe.

Inhalo y exhalo, en busca de calma. Mi cuerpo comienza a reaccionar como deseaba. Mi mente reproduce una y otra vez los sucesos que ocurrieron hoy. Desde que llegué, la naturaleza y lo reconfortante que puede volverse.

El sueño se apodera de mi cuerpo poco a poco, hasta que sin querer regresó a ese día. El día que sube parte de la verdad, de su verdad.

Era nuestro primer aniversario. Mis suegros nos llevaron a un paseo al aire libre, donde dormiríamos en unas cabañas. Debía ser algo lindo, ¿no es así? Pero no lo fue. Llegamos y lo primero que hizo él fue largarse.

—Me voy a explorar, no quiero que me sigas ni que me jodas —sentenció señalándome.

Asiento mientras jugueteo con mis manos. ¿Hoy será? ¿Sera que hoy no se enojara?

La tarde nos arropó, pero también nos cubrió la frialdad de la noche. Él no regresaba y yo estaba preocupada. Mis piernas comenzaron a caminar sin que yo pudiera detenerme. Solo llevaba una lámpara.

Seguí lo que parecía ser un camino, ¿talvez sea una sorpresa? Una pequeña sonrisa asoma en mi rostro. Mis ansiosos pies caminan siguiendo ese hermoso camino de pétalos que se reflejan, mientras que a lo lejos se visualiza una pequeña cabaña con luces encendidas mientras que el humo sale de su chimenea. En cada paso que doy estoy más cerca de poder contemplar lo que será

¿Talvez una cena?

¿Talvez algo más?

En cada paso estoy más cerca... Pero algo pasa. Una mano termina cubriendo mi boca mientras que un brazo me atrapa empujándome contra él. Grito, lo intento. Pero no se detiene, el desespero se adueña de mi cuerpo, de mi mente, mi visión se nubla, mi corazón amenaza con detenerse. Intento golpearlo con la lámpara, pero esta cae al suelo alumbrando hacia un árbol.

Él me empuja contra ese árbol.

—No grites —susurra a mi oído. Esa voz es de uno de sus amigos...

El humo de su cigarrillo llega hasta mi nariz, cuando él deja libre mi boca. Mi corazón sigue igual de adolorido. Pero... Él todavía no quita esa mano de mi cintura, aún me aprisiona.

—Me puedes soltar —susurro.

Pero él no responde y en su lugar siento su mano pasearse por mi cabello, colocando mi cabello tras mi oreja.

—¿A qué se debe que estés así esta noche? —pregunta y me siento desnuda.

Fue una mala idea ponerme esa bata de seda. Es que creí...

—No es por ti —le aclaro sintiendo una pizca de valentía—, así que te pido que me sueltes y te largues.

Mi respuesta parece no agradarle tanto, en su sitio su mano se pasea por mi cuerpo. Siento asco, náuseas.

—Suéltame —le pido cuando siento que su nariz está en mi cuello.

Pero no lo hace, por más que le pido que se detenga. No lo hace. Sus manos siguen paseándose por mi cuerpo y una de sus manos tapa mi boca.

Grito lo hago con toda mis fuerzas, pero nada ocurre, parece que no hay nadie cerca y de estarlo simplemente me están ignorando. Las lágrimas se acumulan en mis ojos.

—Nadie te escucha porque están en las mismas —la confianza se denota en su voz.

¿Qué?

Sin saber por qué o cómo, logró patearlo y corro en dirección a la casa que está iluminada. La puerta está abierta, mis piernas amenazan con fallar y la falta de aire quema mis pulmones. ¿Qué carajos?

—Ayu...

Las palabras mueren en mi boca al ver y entender a lo que se refería el asqueroso de Logan... Y allí está, mi famoso esposo acostado con una mujer rubia. Mientras que ella solo gime y lo hace cada vez más alto.

Mi corazón parece querer detenerse al igual que mis sentimientos, mi corazón se rompe. Mi garganta duele de tanto gritar, mientras estoy aquí, tragándome las lágrimas.

Quiero irme, pero no quiero que Logan vuelva a tocarme. No lo quiero. La rubia se percata de mi presencia y en lugar de separarse e irse, sigue y lo hace más lento para que yo los vea. El asco llega a mí.

—¿Qué? ¿Quieres unirte? —pregunta en un tono burlesco.

Niego, asqueada. Y es cuando él me mira. Debería haber arrepentimiento, pero solo veo desprecio en sus ojos. Irá

—Te dije que dejaras de joderme y que no me siguieras —me señala con el dedo.

Mis piernas comienzan a temblar, y sin percatarme voy en retroceso al ver como se baja de la cama y se coloca un bóxer.

—Lárgate —ordena.

Intento balbucear y explicarle lo que ocurrió. Y todo sale mal. Porque terminó en el suelo mientras después que me golpeara. Lo vuelve a hacer. Cada vez más fuerte, mi cuerpo tiembla. El dolor se esparce por doquier.

—Detente —le suplico en medio de mis lágrimas. Pero eso solo aumenta su enojo.

—No, porque eres una perra que sale en esas fachadas para provocar a mis amigos —sentencia y lo siguiente que sé.

Es que algo caliente desciende por mi rostro.

—¡No! —grito despertándome.

Mis manos tiemblan al igual que mi cuerpo, las lágrimas mojan mis mejillas. Mi pecho vuelve a doler. La casa de campaña se abre rápidamente, déjame ver a un Egan igual de asustado que yo.

Niego con la cabeza, sintiéndome mal. Quiero esconderme bajo alguna sabana y olvidarlo.

—Ey, estás bien y quien sea a quien veas, no está aquí —asegura en un intento por calmarme.

Niego cerrando mis ojos, sintiéndome impotente. Débil... Odio eso. Lo odio.

—Abre los ojos, por favor —pide, mando mi rostro entre sus manos.

Niego, porque me sentiré peor al saber que escucho, que debe sospechar que estoy más loca que cuerda.

—¿Recuerdas lo que te dije en el carro? —pregunta.

Los abro lentamente asintiendo.

—No te haré preguntas —promete.

Asiento mientras intento mirar a cualquier otro lado que no sean sus ojos. La vergüenza me invade y jugueteo con mis manos.

—Vamos a caminar, no hay nada mejor que la naturaleza para calmar la mente —susurra.

Asiento mientras lo veo salir de la casa de campaña, pero me siento un manojo de nervios. ¿Y si los demás se despertaron? ¿Si preguntan? Pero tan rápido como se formularon esas preguntas desaparecen al ver que nadie ha salido de sus casas de acampar.

—¿Quieres caminar un rato? —pregunta.

Mi mirada se dirige al bosque y con tal solo recordarlo, niego con la cabeza. Sinceramente, esperaba que preguntara, dijera algo más... Pero no. Simplemente, nos sentamos en un tronco mirando la fogata.

Observó mi alrededor, sin embargo, la similitud que posee esa persona con Logan me pone los pelos de punta.

—Egan —susurro sin apartar la vista de ese punto.

—¿sí?

—¿Ves eso? —pregunto señalando al hombre que está de espaldas.

—Sí.

Ante tal confirmación siento mi cuerpo temer y volver a temblar.

—Pero no te preocupes —sus palabras me desconciertan y volteo a verlo.

La seguridad en su rostro es admirable.

—¿Cómo quieres que no me preocupe si hay un hombre que está orinando cerca de nosotros y simplemente podría ser un asesino? —exclamó sintiéndome molesta.

Saca su teléfono de ah bolsillo mostrándome la pantalla. Es un mapa con muchos puntos, ¿qué quiere decir?

—No comprendo.

—Los puntos amarillos somos nosotros, en cambio, los rojos son los guardias que nos están cuidando.

—Pero el que está allí no es un guardia —aseguró.

Él asiente. Mientras toca algo en la pantalla de su teléfono. Me pide que vuelva a mirar en esa dirección y... Un hombre armado aparece sujetando al que se asemeja a Logan y sacándolo.

—¿Porque contrataron guardias? —le preguntó.

Su rostro se mantiene neutro.

—Pará la seguridad —comienza, pero me mira directo a los ojos—, la seguridad de todos.

—¿Seguirán aquí en la mañana?

—Todo el tiempo que sea necesario.

Trago en seco. ¿Cómo lo logro? ¿Por qué?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro