xxxviii
El silenció nos consume, por más que estamos solos, por más que el señor que maneja el taxi no tiene idea alguna de que seamos hermanastros y los más probable es que no lo volvamos a ver en nuestras vidas, a pesar de todo pareciera que no tenemos nada que decirnos, o tal vez simplemente no queremos, porque ambos sabemos exactamente que es lo que debemos decir si es que abrimos nuestras bocas.
Dicen que el silencio habla más que mil palabras, esa frase siempre me resulto demasiado estúpida, creí que no tenía sentido alguno. Es bastante irónico que en este momento este completamente de acuerdo con esa maldita frase. Estamos en completo silenció, Jungkook, pero este silenció habla demasiado y tan alto que empieza a darme dolor de cabeza, y la peor parte es que solo dice una cosa que repite una, y otra, y otra vez.
"Se acabó"
Observo el paisaje fuera de la ventana del taxi, en cuanto lo hago noto que estamos a tan solo algunos metros de la casa en la que vivimos, lo confirmo en cuanto el auto se detiene y el chófer nos mira esperando que alguno de los le pague, le das su dinero, nos bajamos del vehículo con nuestros bolsos, sin siquiera mirarnos caminamos hasta la puerta de entrada.
Nuestros pasos son lentos, pesados, no estamos felices de volver a casa porque sabemos lo que eso significa, pero bueno, no es como si en el campamento de mierda la hayamos pasado muy bien que digamos ¿Verdad?
Finalmente mis pasos se frenan a solo centímetros de la puerta, introduzco la llave en la cerradura, le doy dos vueltas, y antes de que mi mano toque el picaporte, la puerta es abierta frente a mi.
Tu padre y mi madre nos miran con sonrisas nerviosas en el rostro, como si no se esperaran que llegaramos justo ahora a la casa, casi como si los estuviésemos descubriendo en algo que intentan ocultar con todas sus fuerzas.
—¿Van a salir?
Preguntas fingiendo curiosidad, lo que en realidad estas haciendo es asegurarte de que no van a estar, porque eso significaría que vamos a poder hablar sin temor a ser escuchados.
—¿No te parece que un "Hola" es mejor saludo, Jungkook?
Pregunta Hana con un deje de disgusto en su rostro, desde que se entero de tu sexualidad no volvió a tratarte como si fueras su hijo ¿Ahora entendés por qué tengo tanto miedo, Jungkook? Porque no soportaría que me mire de la forma en la que te esta mirando justo ahora.
—Hana-
—Mi Jiminnie, mi más grande orgullo ¿La pasaste bien en el campamento?
Me pregunta interrumpiendo por completo lo que estaba por decir tu padre causando que lo dos la miren con irritación mientras me abraza.
—Si, la pase bien, estoy un poco cansado.
—Pasa, pasa, tu padre y yo tenemos que ir a...atender algunos asuntos y-
—Tenemos que ir a ver a nuestra terapeuta, iniciamos terapia de parejas.
Esa afirmación sale de los labios de tu padre causando que los ojos de todos se concentren en él quien parece no tener expresión alguna en el rostro.
—¿Se van a separar?
Preguntas casi con esperanzas de que alguna forma mágica absolutamente todos nuestros problemas fuesen a resolverse.
—No hijo, no tenes que preocuparte por eso, ninguno de los dos tiene que preocuparse por eso. No nos vamos a separar, solo encontramos algunas diferencias que decidimos tratar con una profesional, eso es todo.
Las palabras que tu padre dice para tranquilizarnos solo logra que mi dolor de cabeza se haga aún más intenso. Esta es la realidad, y la realidad es que nada ni nadie nos va a sacar del lugar de mierda en donde nos metimos, Jungkook.
La realidad es que la única forma de salir de esto es por separado, nos quedamos sin opciones y lo sabes.
—En dos horas volvemos, porfavor quedate en tu habitación, Jiminnie y Jungkook vos haceme el favor de no molestar a mi hijo.
—Una pena, es exactamente mi tipo.
Le respondes en un tono de burla que causa que todas las facciones de su rostro se desfiguren por completo.
—¡Jungkook! No vuelvas a referirte a tu hermano de esa forma ¿Entendido?
Te quedas en silenció observando a tu padre a los ojos mientras yo me siento cada vez más chiquito en medio de todo. La verdad es que no quiero estar aca parado, la verdad es que no quiero escuchar.
La verdad es que estoy harto.
—Creí haberte preguntado si entendiste, Jungkook.
—Y yo creí haberte dicho que Jimin no es mi hermano, Yoo. Parece que no soy el único que no entiende las cosas aca ¿Verdad?
Respondes con amargura para pasar por al lado de tu padre empujando su hombro, lo único que se escucha es tu puerta siendo cerrada de un fuerte golpe. No es un buen día, para ninguno de lo dos lo es.
—Jiminnie cuidate de tu hermano él-
—Él no me va a hacer nada, mamá. Vayan con cuidado, me voy a dormir estoy agotado y me duele la cabeza.
Es lo único que digo para pasar entre ellos dos y subir a mi habitación donde me desplomo en la cama con cansancio. Escucho la puerta de la entrada siendo cerrada indicando que ya se fueron, que estamos solos, y en cuanto la puerta de tu habitación es abierta y escucho tus pasos en el pasillo parándose justo frente mi puerta, es que se exactamente lo que esta a punto de suceder.
Entras en mi habitación como si fuera tuya, ni siquiera te molestas en tocar o preguntar si podes pasar, escucho la puerta siendo cerrada, una vez más tu pasos se reanudan pero esta vez caminan hacía mi cama, lo siguiente que siento es como un cuerpo se acuesta a mi lado hundiendo esa parte deo colchón.
—Jimin...
—¿Qué?
Te pregunto girando mi rostro en tu dirección logrando que nuestras narices acaben rozando entre sí debido a la cercanía, una de tus manos sube hasta mi mejilla, me acaricias con cuidado y me miras con dulzura, se que te estoy mirando de la misma forma. Como si no estuviésemos a punto de rompernos el corazón sin piedad alguna.
—Te amo.
Dos palabras de mierda son las que salen de tus labios. Dos palabras que escucharlas se siente demasiado bien pero honestamente hubiese preferido mil veces no haberlas escuchado.
Nos miramos en silenció, como si eso fuese lo único que necesitabas decirme, una gran mentira, Jungkook, porque te conozco y se perfectamente que estas esperando alguna reacción de mi parte para iniciar tu vomito verbal, por eso no muevo ni un músculo, porque no se si, justo ahora, tengo la fortaleza para escucharlo.
—¿Podes decir algo? Lo que sea, decime que no me amas, Jimin. Decime que no soy correspondido, que para vos desde el principio fue solo sexo y que yo me hice ilusiones de más, porfavor necesito que me digas que me hice falsas ilusiones. Necesito que lo digas, necesito escucharlo de tus labios.
—¿Por qué?
Te pregunto causando que te acerques aún más a mi, una de tus manos sigue acariciando mi mejilla, la otra en cambio aprieta mi cintura con fuerza, tu ojos parecen aterrados de encontrarse con lo míos ¿Tan gélida es mi mirada que no sos capaz de darte cuenta de nada?
—Porque solo de esa forma voy a ser capaz de terminar con esto.
Ahí esta, eso que tanto temía escuchar, y ahora que lo hago me doy cuenta exactamente de lo mucho que me duele. Me hace ser consciente de que no solo te metiste en mi piel, Jungkook, te metiste en mi corazón cuando se suponía que no debías hacerlo y que yo no debía permitírtelo.
—Bien.
La mano en tu cintura se aferra aún más a mi, la caricias que las yemas de tus dedos dejaban en mi mejilla se detienen por completo.
—Ahora, Jimin.
—No te amo, Jungkook. No sos correspondido, desde un principio solo fuiste sexo para mi, vos te hiciste ilusiones de más, te hiciste falsas ilusiones ¿Eso querías escuchar? Ahí lo tenes, tal y como queres que salga de mis labios. Ahora dejame hacerte una pregunta ¿Me lo pedís para tener una excusa para terminar con esto o porque realmente sabes que es así como siento?
—Jimin-
—Te amo, esa es la verdad. Vos me amas y yo te amo vos ¿Queres que te diga que podemos hacer con ese hecho? Nada. Porque esta es la realidad y la realidad es que vos no tenes las pelotas para soportar una relación en la que no podes besarme o abrazarme en público, y yo no las tengo para ir y decirle a mi madre que soy gay, que estoy estúpidamente enamorado de un hombre, y que como cereza deliciosa del pastel, ese hombre es mi hermanastro.
Tu expresión me hace comprender que no esperabas esa respuesta de mi parte, no te culpo, ni siquiera yo la esperaba. Que irónico ¿Verdad? Que irónico el hecho de que acabamos de decir que nos amamos pero no hay una sola sonrisa presente, que irónico seamos correspondidos y aún así tus manos se alejen de mi cuerpo como si no pudiesen soportar lo helado que me encuentro.
Que irónico que silenció sea el responsable de darnos todas las respuestas.
Me paro de mi cama con pesadez, me miras aún acostado sobre el colchón, tomo una de las toallas de mi closet, vuelvo a dirigirte mi mirada y decido decirte una última oración.
—Adelante, Jungkook. Termina con esto ¿O eso también tengo que hacerlo yo?
Espero algunos segundos que parecen eternos, me seguís mirando desde mi cama, te sentás pero tu boca sigue sin producir un solo sonido, tomo una profunda respiración que llena mis pulmones de oxigeno, te miro una vez más a los ojos y finalmente, lo digo:
—Esto, que no se que es, acaba de terminar, Jungkook ¿Viste que fácil que es sin necesidad de buscar excusas de mierda?
Me doy media vuelta, entro en el baño de mi habitación si siquiera tomarme la molestia de volver a mirarte una vez más, abro la ducha y dejo la toalla sobre la pequeña mesita junto a esta. No se que expresión tuve mientras te dije esas palabras, Jungkook, pero espero que no haya sido la expresión que tengo justo ahora mientras siento mis mejillas humedecerse debido a las lagrimas.
Duele.
Duele demasiado que esta sea la realidad, una realidad de mierda.
Ni siquiera me quito la ropa, me paro bajo el agua de la ducha cerrando los ojos creyendo estúpidamente que tal vez de esa forma voy a dejar de llorar como un imbecil.
Se acabo, de todas las formas en las que se pudo haber acabado, y lo entiendo perfectamente en cuanto escucho la puerta de mi habitación siendo cerrada con fuerza, dándome a entender que finalmente saliste del trance en el que te encontrabas y entendiste el significado de mis palabras.
Se acabo, y ahora lo entiendo perfectamente.
Duele. Duele como la mismísima mierda, pero ¿Sabes algo, Jungkook? Las reglas están por algo, y hay un motivo por el cual no deben ser rotas. Marcan un limite, limite que no debimos haber nunca, pero lo hicimos y aca estamos.
Vos dispuesto a ser lo que eras hace unos meses, yo llorando y dispuesto a hacer exactamente lo mismo.
Al final, nada cambio, porque esta es la realidad, y la realidad no es que volvemos a donde fuímos felices porque de ser así nos quedaríamos. La realidad es que volvemos a donde todo fue más fácil.
Y esa es una realidad de mierda.
_______________
VOLVÍ en primer lugar, a las personas que viven en los países afectados por los recientes problemas les mando todas mis fuerzas y quiero que sepan que mi chat esta abierto para hablar de lo que sea.
En segundo lugar, perdón por tardar pero quise respetar la situación que están atravesando muchas personas.
En tercer lugar, en unos minutos subo el siguiente 💛
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro