El silencio se apropia de la planta principal, solo se escuchan los cubiertos chocando delicadamente con el plato, el olor a comida invade mis fosas nasales mientras lucho con todas mis fuerzas para no mirarte. Lucho completamente en vano porque incluso antes de ser capaz de notarlo me encuentro a mi mismo mirándote como si fueras el único sentado en la mesa.

Te miro como si nuestros respectivos padres no estuviesen sentados a nuestro lado. Uno en cada extremo, vos y yo enfrentados. Lo agradezco, porque gracias a sus posiciones es que puedo elevar mi pierna sin que lo noten, gracias a ello es que mi pie logra ser un invasor en tu entrepierna causando que pases saliva con dificultad mientras intentas actuar como si absolutamente nada estuviese ocurriendo.

Tu reacción a mi toque es casi instantáneo, Jimin. A veces incluso cuando solo e estoy mirando siento y observo como tu cuerpo reacciona de una forma única a mi, a cada roce, a cada beso, a cada sesión de sexo que tenemos en algún lugar donde sepamos a ciencia cierta que nadie nos va a ver o interrumpir.

-Mañana se van al campamento con la escuela ¿Verdad?

Pregunta mi padre causando que yo asienta con la cabeza por ambos, se perfectamente que no estas en condiciones de responder, no cuando los movimientos sutiles de mi pie son cada vez más intensos mientras acarician tu entrepierna sin darte descanso alguno, no cuando siento la erección que te provoque, no cuando puedo notar claramente los jadeos de placer que estas ocultando con todas tus fuerzas mientras fingís comer la asquerosa cena que tu madre decidió preparar.

-Hablando de colegio, Jimin no quiero que vuelvas a acercarte a Min Yoongi ¿Entendiste?

-¿Qué?

Preguntas con dificultad en respuesta a las palabras de tu madre.

-No te hagas el desentendido, Park Jimin. No voy a permitir que mi hijo sea amigo de un desviado.

Afirma la mujer con dureza. Se lo que esta a punto de pasar, por ese motivo retiro mi pie de tu entrepierna causando que me agradezcas con la mirada para luego clavar tus ojos en ella.

-¿Desviado?

Volves a preguntar con confusión, se lo que estas pensando, queres salvar la situación, queres decirle a tu madre que lo que se que haya oído sobre Yoongi fue un malentendido, porque ya tenes suficiente ocultando lo nuestro como para que también tengas que ocultar tu amistad con tu mejor amigo. Pero para poder hacerla cambiar de opinión necesitas saber exactamente que es lo que sabe.

-Lo vi cuando iba al trabajo, sentado en el parque mientras se daba besos con otro chico. Par de desvergonzados. No pienso permitir que te juntes con ese tipo de personas. Lo entendes ¿Verdad, Jimin?

Te sonríe mientras esas asquerosas palabras salen de sus labios, tu expresión se queda en blanco mientras la seguís observando en silenció. No sabes que decir. No lo vas admitir pero lo que acaba de decir te dolió tanto que si estuvieras solo ya te habrías largado a llorar.

-Señora no estamos en el siglo veinte donde mataban personas por ser homosexuales, creo que se equivoco de época para nacer por qué no mejor vuelve con su familia de dinosaurios y deja de hablar desde su ignorancia.

-Jungkook no estoy hablando con vos así que guarda silenció.

-Soy bisexual, Hana. Tus palabras ofenden a la comunidad a la cual pertenezco así que tengo todo el derecho de decirte lo que pienso.

La mesa queda en silenció absoluto. Los ojos de ella se clavan en mi con asco mientras observa a mi padre pidiendo explicaciones, y él simplemente se limita a suspirar con cansancio mientras vos te quedas en silenció usando todas tus fuerzas en romper en llanto.

-¿Vos sabías que tu hijo es un desviado, Yoo?

Pregunta tu madre causando que una carcajada amarga se escape de mis labios.

-¿Desviad-

-No vuelvas a llamar a mi hijo de esa forma, Hana. No seas homofóbica porque si me vas a obligar a elegir yo lo elijo a él.

-La homofobia no existe, papá. Lo que esta señora tiene se llama idiotez.

Pronunció con furia agradecido por las palabras de apoyo de mi padre.

-Jimin, en cuanto a Yoongi tenes mi permiso para seguir siendo su amigo y que siga viniendo a la casa. Se que no soy tu padre y jamás lo voy a ser pero eso no cambia para nada el hecho de que una de las personas que te crío soy yo y tampoco cambia que te ame como si fueses mi hijo. Entendés eso ¿Verdad?

Te limitas a asentir en silenció, la tristeza que invade tu rostro logra que mi enojo se haga aún más intenso, mis ojos se vuelven a clavar en la bruja que ahora mira a mi padre como si no se pudiese creer las palabras que acaban de salir de sus labios.

-Hana vos y yo tenemos que hablar.

Es lo último que dice Yoo para levantarse de la mesa, acariciar mi cabello con cariño y subir las escaleras siendo seguido enseguida por tu madre que camina con enojo detrás de él.

Es cuando se escucha la puerta de su habitación siendo cerrada que me paro con tranquilidad de mi silla, rodeo la mesa que nos separa y me paro a tu lado abrazándote causando que enseguida escuche un sollozo de tu parde logrando romperme el corazón.

No digo ni una sola palabra porque se que no las necesitas. No importa lo que diga tu dolor no va a desaparecer. Es tu madre y te sentís odiado por ella. Dudo que haya algo que pueda calmar ese dolor, Jimin. Por ese motivo simplemente me quedo a tu lado, procuro abrazarte con fuerzas para que sepas que estoy aca y que no pienso dejarte solo no importa qué.

-Me quiero ir.

Decís en un susurro causando que te observe desde arriba encontrándome con tus hermosos ojos llenos de lágrimas, tu rostro enrojecido y tus labios temblando.

-Entonces nos vamos.

Es lo único que digo para subir rápidamente a mi habitación y tomar dos de mis camperas más abrigadas y volver a bajar a toda velocidad. Tomo las llaves, tu mano y simplemente salimos corriendo por la puerta como si la vida se nos fuera en ello.

Simplemente estamos corriendo, pero la noche nos rodea por completo, el viento invernal choca en nuestros cuerpos con tanta fuerza que nos hace temblar, nuestras manos están unidas mientras nuestros pies se mueven lo más rápido que pueden hacía cualquier lado. Solo estamos corriendo pero, Jimin. Nos sentimos más libres que nunca.

Constantemente nos sentimos atados por mil cadenas diferentes. Nos sentimos atascados por cada obstaculo nuevo que se presenta.

Se en lo que estas pensando, fueron demasiadas cosas juntas, incluso para mi que suele importarme todo la misma mierda, menos vos.

La homofobia de tu madre sumado al amor paternal que siente mi padre por vos. Dos cosas que te atan y te atascan sin descanso. Estas feliz de que mi padre te haya dicho esas palabras pero estoy seguro de que hubieses preferido no escucharlas. Porque lo que dijo solo hace que esto, lo nuestro, sea aún más complicado para vos de lo que ya es, y digo complicado porque por más que no veas como un hermano se perfectamente que a él lo amas como a un padre.

Nuestros pasos se frenan en cuanto llegamos al gran parque que queda relativamente cerca de nuestro colegio, casi como si hubiésemos acordado que veníamos hacía aca. Nuestras manos se sueltan logrando que sienta un extraño vació en tu pecho, me doy media vuelta buscando tus ojos y en cuanto los encuentro siento como mi corazón cae a mis pies.

Solo veo miedo e inseguridad, Jimin. Estas teniendo un debate interno sobre lo que consideras correcto y lo que no.

Eso, eso es lo que logra aterrarme, Jimin. Porque si me pedís parar justo ahora entonces no se que se supone que haga con todo este amor que siento por vos.

-Jimin nosotros-

-No importa cuanto duela no pienso para, Jungkook.

Es lo único que decís para envolver tus brazos en mi cuello y capturar mis labios con los tuyos. Ni siquiera nos pusimos las camperas que siguen colgando de mis brazos, tu cuerpo esta helado pero nada de eso nos importa. Porque en el momento en el que nuestras lenguas inician un vaivén lento y atrayente entre ellas sentimos un calor que nos invade desde adentro.

El celular en mi bolsillo comienza a sonar, nos separamos obligados y en cuanto observo la pantalla la palabra "Yoo" aparece en ella en letras blancas. Mi padre me esta llamando y eso solo significa que ya terminaron su discusión y notaron nuestra ausencia.

Tus ojos me ruegan en silenció que no atienda pero sabes perfectamente que debo hacerlo, Jimin. En silenció te doy una de mis camperas y mientras te la colocas me dedico a atender la llamada.

-Hol-

"¿Estás bien? ¿Donde estás Jungkook? ¿Y Jimin?"

Pregunta mi padre con preocupación pura en su voz a lo que yo simplemente me dedico a suspirar y ser completamente honesto.

-Jimin quería salir a tomar aire y yo lo acompañe porque es peligroso que salga solo. Y no tiene pinta de que quiera volver.

"¿Cómo que no quiere volver? ¿Dónde se va a quedar a esta hora?"

-Decile que voy a la casa del abuelo Song.

Es lo único que me pedís en susurro demasiado bajo que apenas llego a escuchar.

-Dijo que se va a quedar en la casa del abuelo Song.

"Mañana se van de campamento y sus maletas están aca...bien, en media hora voy a llevarles las cosas. Jungkook haceme el favor y quedate con él ¿Si?"

Internamente agradezco el hecho de que él me lo haya pedido porque soy consciente de que habría sido demasiado raro que de pronto yo quiera cuidarte de tal forma.

-Claro. Nos vemos, Yoo y no traigas a Hana.

Es lo último que digo para cortar la llamada logrando que el silenció vuelva a inundar el parque. Guardo mi celular en el bolsillo trasero de mi pantalón y me dedico a ponerme mi campera al sentir el frío calando hasta mis huesos sin piedad.

-¿Por qué Yoo sabe quién es el abuelo Song?

Te pregunto con curiosidad mientras tomo tu mano y la introduzco en mi bolsillo para mantenerla caliente.

-El abuelo Song era nuestro vecino antes de que Hana conociera a tu padre. A veces ella no tenía dinero para las guarderías de veinticuatro horas así que le pedía a el que me cuide. Por eso lo conozco. Cuando nosotros nos mudamos el también lo hizo arriba de su bar. Me contó que no se había mudado porque se preocupaba por mi, es mi familia por eso nunca perdí el contacto con él. Es la persona en la que más confió.

Me contas mientras caminamos con tranquilidad en dirección a ese bar donde por primera y última vez nos besamos en público. Recuerdo que no me sentí ni un poco aterrado, todo lo contrario, ese bar llamado VON se convirtió en uno de mis lugares favoritos de maneta casi automática.

Ninguno de los dos dice otra palabra, caminamos calle tras calle en completo silenció pero nuestros dedos se entrelazan con fuerza dentro del gran bolsillo de mi campera.

Las pocas personas que pasan por la calle ni siquiera parecen notar nuestra presencia, y en cuanto llegamos al bar me sorprendo en cuanto noto que sabes la contraseña de la cerradura eléctrica perfectamente y entras como si se tratara de tu propia casa.

Entramos en una puerta que queda justo al lado del bar, y en cuanto lo hacemos puedo notar que esta solo da a una escalera que subís con una tranquilidad abrumadora, como si no estuvieses entrando en la casa de alguien más sin avisarle.

-Tengo frío, Kook.

Me decís para apurarme, cosa que funciona perfectamente en cuanto me doy cuenta de que subo las escaleras en menos de cinco segundos.

Nos topamos con otra puerta con cerradura eléctrica y nuevamente sabes la contraseña a la perfección. Y en cuanto la abrís siento como de inmediato la irritación invade mi cuerpo.

San, tu ex novio mirándote con una sonrisa en el rostro mientras el abuelo Song por su parte ni siquiera parece curioso por nuestra presencia. Esta demasiado concentrado en la novela que están pasando en la televisión.

-Abuelo, Kook y yo nos quedamos esta noche ¿Si?

-¿Hana de nuevo?

Pregunta como si ya estuviese completamente acostumbrado a tus apariciones repentinas en su casa.

-¿De nuevo?

Pregunto en un susurro que solo vos sos capaz de escuchar causando que me sonrías débilmente mientras te encojes de hombros.

-Digamos que vos no eras el único que escapaba por la ventana.

Es lo único que me decís causando que una pequeña risa se escape de mis labios.

-Buenas noches, Chim, Jungkook.

Nos saluda tu ex y lo único que hago es hacer un leve movimiento de cabeza en respuesta mientras vos los saludas con tu mano.

-¿Quieren chocolate?

Nos pregunta esta vez a lo que vos asentís sacándote la campera que te di para sentarte a su lado palmeando el lugar junto a vos indicándome que me siente ahí. Imitó tus acciones y luego de colgar mi campera me siento justo donde me lo pediste y en cuanto lo hago siento como tu cuerpo se recuesta contra el mío haciéndome sonreír inconscientemente.

Sin pensarlo empiezo a dejar caricias en tus costillas mientras mi cabeza se apoya en la tuya logrando que tu característico olor a vainilla inunde mis fosas nasales.

-¿Qué paso hijo? ¿Qué dijo esta vez?

Pregunta el abuelo Song luego de unos minutos de silenció en los que lo único que hicimos fue comer el chocolate que San nos dio. Internamente me echo a reír en cuanto noto que el único motivo por el cual el anciano decidió hablar fue porque la novela llego a su fin.

-Vio a Yoongi con su novio y me dijo que no iba a permitir que sea amigo de un desviado.

Respondes encogiéndote de hombro mientras llevas a tu boca lo último que te quedaba de chocolate, ni siquiera me lo tenes que pedir, sin que digas nada te doy todo el chocolate que me quedaba a mi y lo recibís en silenció sin siquiera sorprenderte.

-Ahora me siento mal. Termine con vos porque creí que no querías presentarme a tus padres, no me esperaba esto.

-De todas formas yo iba a terminar con vos, San. No te sientas culpable.

Decís logrando que una fuerte carcajada se escape de mi garganta y de la del abuelo Song mientras te mira con una sonrisa avergonzada en el rostro.

-Bueno, de todas formas. Jungkook creo que comenzamos mal, esa noche en el bar tengo que admitir que no fui muy receptivo pero fue solo porque estaba sorprendido. Jimin y yo somos amigos desde que terminamos. Espero que podamos llevarnos bien.

Me dice con una sonrisa agradable en el rostro mientras yo decido envolver tu hombro con fuerza atrayendote aún más a mi cuerpo.

-Claro, San. Sin rencores.

Respondo con la misma amabilidad que él sintiendo en todo tu cuerpo el como ahogas una risa que pide a gritos escapar de tus labios.

-¿Se quedan solo hoy? Generalmente te quedas una semana, mocoso.

Te pregunta el abuelo Song tomando de la cerveza que tenía a su lado. Nos observa con una sonrisa tan cálida en el rostro que me hace sentir como si lo conociera hace años cuando en realidad esta es la segunda vez que lo veo.

-Mañana nos vamos de campamento con la escuela, el padre de Jungkook va a llegar en cualquier momento a dejarnos las maletas.

-¿Conoces a los padres de Jungkook?

Pregunta San con sorpresa mientras toma de su cerveza con tranquilidad.

-Yo conocía la situación de Jimin con su madre, con mi padre no es de esa forma así que si se conocen.

Respondo de inmediato sintiendo como tu cuerpo se relaja en cuanto doy una respuesta tan creíble. San no sabe que nuestros padres están casados y honestamente lo prefiero de esa forma.

-De todas formas a vos que te importa San Pedro no seas chusma.

Dice el abuelo Song pateando el hombro del chico causando que este lo mire ofendido.

-No me llamo San Pedr-

El timbre sonando en cada rincón de la sala de estar logra interrumpir por completo las palabras de San. De inmediato se que se trata de mi padre que viene a dejar nuestras cosas.

-No quiero ir.

Es lo único que decís logrando que yo asienta en tu dirección.

-Tranquilo mocoso, vamos tu novio y yo.

Afirma el abuelo Song parándose de su lugar para caminar hacía la puerta con tranquilidad. Yo me dedico a dejar un pequeño beso en tu caricia logrando que me sonrías de esa forma que logra hipnotizarme por completo.

-Ahora vengo.

Es lo único que te digo para caminar detrás del abuelo hasta llegar a la puerta que da a la calle. En cuanto es abierta mi padre aparece frente nuestro con las maletas a su lado y una expresión de preocupación y culpabilidad inmensa.

-¿Cómo esta Jimin?

-Decepcionado.

Responde el abuelo Song sin un pelo en la lengua.

-Hable con Hana. Le deje en claro que si las cosas van a ser de esta forma me voy ir de la casa con Jungkook y Jimin hasta que decida cambiar. Pero la realidad es que no puedo hacer eso y ella lo sabe. Jimin sigue siendo un menor de edad y yo no lo adopte así que no me lo puedo llevar. No se que hacer yo-

-No intentes ser un padre, Yoo. El padre de Jimin decidió abandonarlo esa es la verdad. Y aunque duela ese el padre que le toco. Si intentas ser un padre para él vas a fallar porque Jimin no te necesita de esa forma. Lo que él necesita es un soporte y si tanto lo amas espero que seas uno de sus soportes sin importar qué.

Pronuncia el abuelo Song mientras aprieta mi hombro con fuerza. Mi papá no presta atención a ese detalle pero yo si. El abuelo Song sabe absolutamente todo lo que hay entre vos y yo, Jimin. No solo nos apoya si no que es el mayor soporte en tu vida y ni siquiera puedo explicar lo agradecido que me siento por el hecho de que lo tengas a él.

-Gracias, señor Song. Por todo lo que hizo y sigue haciendo por Jimin.

-No lo hago por Jimin. Lo hago por mi. No sera de forma legal pero ese niño es mi nieto. Lo críe y lo cuide desde el dia en que nació y pienso hacerlo hasta el último de mis días. Lo que hago y sigo haciendo es por mi y por el amor que tengo por ese niño.

Afirma el abuelo Song con una sonrisa en el rostro que me hace sonreír de forma automática, mi padre asiente en su dirección. Tomamos las maletas entre los dos y justo cuando estamos por entrar es que sus palabras logran detener mis pasos.

-Hijo, cuida de Jimin. Se que no es tu persona favorita en el mundo. Pero hacelo ¿Si?

-Conta con eso, Yoo.

Es lo único que digo para reanudar mis pasos y volver a entrar en las escaleras que llevan a la casa. Subo detrás del abuelo hasta que sus pasos se frenan y noto como me observa por encima del hombro.

-¿Abuelo Song?

-Las personas que podemos llegar a lastimar a Jimin somos tan pocas que podemos ser contadas con los dedos de una sola mano y hasta nos sobrarían tres dedos, Jungkook. No te atrevas a lastimar a ese niño.

Es lo único que me dice para volver su mirada al frente.

-Lo se. En cambio yo soy mucho más sensible que él y cualquiera puede hacerme daño con solo llamarme inútil.

Mis palabras logran que sus pasos se frenen nuevamente y sus ojos me observen una vez más.

-¿A que te referís?

-Me refiero a que todos pueden dañarme pero nadie puede hacerlo como él. Estoy enamorado a tal punto de su nieto que si el día de mañana tengo que elegir entre lastimarme a mi o lastimarlo a él, yo me elijo a mi mismo sin siquiera pensarlo dos veces.

-Pensamos igual, muchacho.

Una sonrisa vuelve a aparecer en el rostro del abuelo Song, nuestros pasos se reanudan y finalmente volvemos a ingresar en la casa encontrándonos con vos y San viendo vídeos desde su celular.

-Vamos a dormir. Tengo sueño y mañana tenemos que estar en la estación a las seis.

Pedís con un bostezo de por medio mientras te paras de tu lugar.

-Usen la habitación del fondo, San Pedro también se esta quedando porque discutió con su madre, de nuevo.

-¡NO ME LLAMO SAN PEDRO Y ESE "de nuevo" ESTUVO DE MÁS!

Nuestras carcajadas inundan la sala de estar mientras me acerco a vos abrazándote por detrás logrando que el abuelo Song sonría cálidamente en nuestra dirección.

-Descansen y no quiero escuchar un solo gemido.

-¡ABUELO!

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Buenoooo en unos minutos subo el siguiente de hoy💛