Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

xxiii

🔞 leer con responsabilidad

El pacifico silencio que me envuelve es despiadadamente destruido por dos personas entrando por la maldita puerta.

Automáticamente mis ojos se posan en ambos causando que sus bocas se cierren como si me tuviesen miedo.

—Hola, Jimin. Muchas gracias por ayudarnos.

Me dice la muchacha con una sonrisa en el rostro causando que mis ojos rueden por pura inercia y un suspiro se escape de mis labios.

No tengo un buen día, tal vez ese sea el motivo por el cual me paro de mi lugar y empiezo a caminar hacía ella a pasos lentos hasta acorralarla contra la pared causando que sus ojos se abran de la sorpresa y su amigo me mire congelado en su lugar.

—Si estoy aca es porque me obligan, bonita. Mientras hagas lo que venís a hacer no vamos a tener problema alguno.

Esas palabras salen con dureza una tras otra de mis labios. Me separo de ella y esta vez miro al chico que me observa como si fuese un puto fantasma. Esta tan pálido que si estuviese de buen humor me reiría.

—Lo mismo va para vos. Ni siquiera intenten jugar con la paciencia que no tengo.

Vuelvo mis pasos hacía la mesa donde estaba sentado anteriormente y dejo caer mi cuerpo sobre la silla sintiendo la irritación colándose por cada poro de mi piel.

Cha Eunwoo un idiota que tiene un delirio místico en el que me estoy haciendo el difícil con él y Kim Yerim una de las tantas distracciones de Jungkook que se anoto en esta tutoría con el único objetivo de sacarme información sobre él.

Pobrecitos.

—Si realmente se anotaron para estudiar les recomiendo que se sienten. De lo contrario háganme el favor de irse por la puerta por la que entraron.

De reojo puedo notar como se miran entre ellos como si se estuviesen preguntando que hacer. Y justo cuando las esperanzas de que se van a ir me recorren el cuerpo, es que se sientan frente a mi con sus caras de imbeciles.

Realmente tengo un mal día.

Y detesto con todo mi alma que en el momento en el que entras por la maldita puerta como si estuvieses en todo tu puto derecho de estar aca, lo único que se cruza por mi cabeza es que tal vez no sea un día tan asqueroso después de todo.

Te envidio, Jungkook. Envidio enormemente la forma en la que tus ojos me miran con tanta seguridad como si no estuvieses aterrado de nada, pero al mismo tiempo te compadezco con la misma intensidad, y eso es porque pensás que todo va a salir bien, así no es como funciona el mundo real y parece que aún no lo entendés.

—¡Kookie! ¿Qué haces aca?

Te pregunta la insoportable voz de Yerim mientras escucho tus paso caminar detrás mío causando que un escalofrío recorra toda mi columna vertebral.

Es una sensación tan familiar que solo soy capaz de sonreír con frustración.

No voy a mentirte, cuando me entere de que iba a tener un hermano mayor me convertir en el niño más feliz del mundo. Creí que iba a tener a alguien que me protegiera, alguien en quien confiar, finalmente iba a tener una persona con la que me iba a sentienseguro por primera vez en mi corta vida.

Pero entonces los años empezaron a correr uno tras otro, y llego un momento en el que ni siquiera podía verte sin camiseta. No lo soportaba. Porque eras mi hermano y la forma en la que te quería tener no era para nada parecido a eso.

Ese día cuando dijiste que nunca iba a ser tu hermano, me dolió. Y no fue por lo que dijiste. Fue porque me sentí aliviado y eso me hizo sentir asqueroso y enfermo.

¿Cuándo fue que estos sentimientos dejaron de resultarme asquerosos? Tal vez fue cuando me besaste ese día. Cuando intente convencerme a mi mismo de que si tus besos se sentían tan bien no había forma alguna de que eso estuviese mal.

—Me anoté yo también. Me va para la mierda en historia.

Es lo único que respondes mostrando tu formulario de inscripción completamente arrugado, me atrevo a mirarte encontrándome con tus ojos clavados en mí.

—No tengo todo el maldito día, sentate y hace silenció, Jeon.

Observo la sonrisa en el rostro de Yerim en cuanto nota que la única silla libre es a su lado, pero desaparece en cuanto nota que te dedicas a tomar la silla y ponerla junto a mi para sentarte a mi lado en silenció con una sonrisa en tu rostro.

—¿Hace cuanto se conocen chicos?

Pregunta Yerim sin pudor alguno causando que ahora mis ojos se claven en ella con molestia.

—No estas aca para jugar a preguntas y respuestas, estas aca porque sos incapaz de estudiar vos sola. Si fuese matemáticas te entiendo que necesites un tutor de mierda pero en historia lo único que tenes que hacer es leer.

Me limito a responderle causando que su sonrisa desaparezca del todo y su boca se cierre por completo mientras una carcajada se escapa de tus labios.

—Somos tan inútiles.

Es lo único que aportas mientras sacas el libro y la carpeta de tu mochila junto a los útiles para escribir.

—Su profesor me dio el programa de estudio de estos tres meses y lo que va a abarcar el examen del trimestre. Así que empiecen ahora a hacer un resumen de la segunda guerra mundial,   las partes que se enfrentaron, consecuencias, detonantes, países involucrados. No quiero datos de más. Es un resumen. Tienen una hora.

Es lo único que digo para tomar mi celular sintiendo como los tres me miran sin entender absolutamente nada logrando que un suspiro se escape de mis labios.

—Los libros tienen algo que se llama índice. Busquen ahí.

Agrego causando que asientan en silenció y todo abran sus libros en el índice empezando a buscar la segunda guerra mundial.

Me dedico a entretenerme con mi celular hasta que siento como una de tus manos se posa en mi muslo causando que toda la tranquilidad abandone mi cuerpo de sopetón.

Ni siquiera me miras. Lees lo que sea que dice tu libro de mierda. Pero tu maldita mano no se aparta de mi muslo, incluso siento con tus dedos empiezan a moverse delicadamente logrando que cada centímetro de mi piel se erice.

—¿Te puedo decir Jimin?

Me pregunta Eunwoo causando que eleve mi mirada sorprendido. Sus palabras no causan que tu mano abandone mi pierna. Todo lo contrario, siento como esta empieza a bajar más y más por mi muslo mientras intenta acercarse peligrosamente a mi entrepierna.

—Claro ¿Tenes alguna duda?

Le pregunto causando que la yema de tus dedos aprieten mi piel por encima de mi pantalón de jean. Justo ahora me tenes a tu completa disposición, lo sabes perfectamente. Por ese motivo tu mano se introduce aún más en el interior de mis muslos obligándome a cerrar las piernas con el objetivo de detenerte. No funciona, ni siquiera se para que lo intento. Porque en el momento en que tu mano logra llegar a mi miembro siento todo mi cuerpo relajarse en contra de mi voluntad.

—Si, aca dice que se enfrentaron los Aliados contra el Eje pero no entiendo cual es cual.

—Oh yo también me estanque en esa parte. Soy malísima en historia.

Eunwoo y Yerim me miran con ojos curiosos y tu mano sigue acariciando mi entrepierna sin un poco de pudor. Sabes que me estoy aguantando las ganas de suspirar o jadear, sabes que tus caricias me están arrastrando a la locura y aún así no te detenes.

Queres hacerme enloquecer, Jungkook. Lo estas logrando y yo ni siquiera me estoy resistiendo.

—¿Nos podrías explicar, Park?

Tus palabras son acompañas de un excitante apretón en mi miembro que me hace jadear causando que una sonrisa de superioridad se dibuje en tus labios , y tus compañeros me miren confundidos.

—Disculpen. Me duele la cabeza. Los Aliados fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, la Unión Soviética y Francia. Y el eje estaba formado por Alemania, Japón e Italia.

Soy capaz de responder logrando que ambos chicos asientan dándome a entender que entendieron  perfectamente mi simple explicación.

De pronto suena la campana que retumba en cada rincón de la pequeña sala de repasos. No movés ni un músculo, incluso cuando tus compañeros se paran de su lugar y me entregan sus resúmenes perfectamente terminados.

—Nos vemos mañana, Jimin

—Hasta mañana, chicos.

Ambos saludan con tranquilidad y salen por la puerta cerrandola detrás suyo causando que finalmente sea capaz de liberar el aire que había estado reteniendo durante toda la maldita hora.

—Voy a-

Pero mis palabras son cruelmente interrumpidas por tus brazos que toman mi cuerpo como si le pertenecieran. Termino sentado sobre la mesa mientras tus labios invaden los míos reclamando cada centímetro de ellos.

Se lo que planeas hacer en cuanto en menos de dos segundos te encargas de poner el seguro en la puerta y luego te acercas a mi mientras me quitas mi camiseta con desesperación.

Y me dejo llevar. Simplemente pongo mi mente en blanco y la lleno de vos, de tus besos y de las caricias que dejas en cada porción de mi piel.

¿Que sentido tiene hacerme el complicado a esta altura del partido? Ya tenes muy en claro que cada parte de mi te desea con intensidad.

—Esto va a sonar demasiado tóxico y de paso voy a parecer un posesivo de mierda, pero vos, Jimin. Me perteneces a mi de la misma forma en la que yo te pertenezco a vos. Y en este punto sin retorno en el que nos encontramos me importa una maldita mierda lo que sea que piensen los demás, y eso incluye a tu madre y a mi padre. Necesito que me des una respuesta. O te vas por esa puerta o te quedas conmigo entre tus manos, pero tenes que prometer que me vas a sostener porque no puedo seguir con este puto miedo que me consume todos los putos días ¿Entendés?

—¿Miedo?

—Miedo a que me dejes caer y me rompas en pedazos, Jimin. Después de todo el único que puedo lograr eso, sos vos.

Decisiones. La vida esta llena de esa mierda y me arriesgo a decir que esa es una de las más grandes paradojas deo ser humano. Estamos condenados a decidir absolutamente todo.

Y cada jodida decisión que tomamos termina cambiando todo por más estúpida que parezca. Hasta ese maldito momento en el que decidimos si vamos al colegio caminando, en bus, en taxi,  solos o tal vez acompañados.

Decidimos si quedarnos en casa o juntarnos con algún amigo a tomar algo. Si quedarnos todo el día encerrados jugando algún videojuego o salir a caminar al parque. Incluso tenemos la posibilidad de elegir si queremos seguir viviendo o preferimos morir. Hasta esa mierda tenemos que decidir en nuestro día a día.

Así es como poco a poco vamos tejiendo eso que llamamos destino. El destino no esta escrito. Nosotros lo escribimos con cada decisión que tomamos que al mismo tiempo se entrelaza con todas las decisiones que tomamos antes de esa. Y no hay forma alguna de saber si es lo correcto o lo incorrecto. No hay manera de descubrir si esas decisiones nos llevan a donde queremos o a un destino completamente desconocido que nunca se nos hubiese ocurrido.

Tus ojos me miran con suplica de que me quede ¿Y quién soy yo para no responder a esa suplica? ¿Quién soy yo para alejarme cuando parte de mi grita desesperadamente por vos?

—Destruime, Jungkook y a cambio prometo sostenerte con todas mis fuerzas.

—Ni siquiera tenías que pedirlo, Jimin.

Tus labios vuelven a reclamar los míos sin un poco de gentileza, tus manos delinean mis costillas y el tacto caliente de tu piel solo es capaz de arrancarme jadeos necesitados. Te necesito, cada parte de mi te necesita.

Necesito que destruyas este yo miedoso. Quiero ser como vos. Quiero que todo me importe una mierda, y si para lograrlo tengo que ser destruido, entonces me entrego a la destrucción sin dudarlo un segundo.

Mi cuerpo es bajado de la mesa. Me das vuelta y mi pecho se pega por completo a la fría superficie. Tus manos desabrochan mi pantalón para luego deshacerse de absolutamente toda mi ropa de un solo tirón. No me das ni un segundo de descanso, Jungkook. Una de tus manos envuelve mi miembro con firmeza mientras siento algunos de tus dedos entrando en mi interior sin un poco de delicadeza.

Me vas a destruir justo y como te lo pedí.

Antes de siquiera ser capaz de decir algo siento como tu miembro se introduce en mi de a poco logrando que un fuerte gemido intente escapar de mi garganta obligándome a tapar mis labios con la poca fuerza que me queda.

Tu cuerpo se inclina sobre mi, tus labios quedan justo sobre mis oídos logrando que te introduzcas aún más en mi tocando puntos que me hacen delirar.

—Se un buen chico y no hagas mucho ruido, mi amor. No queremos una suspensión ¿Verdad?

Y tu apodo solo logra que la excitación se multiplique. Siento cada pelo de mi cuerpo erizado bajo tu toco. Mi cuerpo simplemente parece ser más tuyo que mío. Despues de todo racciona más a vos que a mi.

Y tus estocadas en mi interior empiezan sin aviso alguna a golpearme sin piedad. Mis manos cubren mi boca con las pocas fuerzas y consciencia que me quedan.

Quien necesita pensar. Quien necesitas esas mierdas llenas de preocupaciones si cuando te liberas te sentís así de bien.

Tus jadeos en mi oído logran hacerme enloquecer. Y en cuanto tu lengua recorre un camino por toda mi columna vertebral me siento capaz de desmayarme del placer entre tus brazos. Mi cuerpo es embestido una y otra vez contra la gran mesa por tus movimientos tan certeros que logran darme en todos y cada uno de esos puntos que me hacen temblar del placer.

Sos mi perdición, Jeon Jungkook. Y logro entenderlo en cuanto escucho voces fuera de la puerta y no me importa una mierda. Y menos a vos que seguís embistiéndome con fuerza sin parar un segundo.

—¿Estas segura de que lo olvidaste aca, Yeye?

Pregunta una voz que ni siquiera me molesto en reconocer, pero se que vos si lo haces y por ese motivo tus embestidas se hacen aún más fuertes e intensas. Siento como mis piernas me fallan y vos también. Uno de tus brazos se aferra a mi cintura mientras el otro usa de apoyo mi espalda baja. No me das tregua, Jungkook.

Decís que yo soy el que te tiene en la palma de su puta mano. Tal vez sea cierto. Pero vos, vos me tenes colgando de tus jodidos dedos sin siquiera saberlo.

—Si, estoy segura de que lo deje aca.

La puerta intenta ser abierta y el seguro no lo permite. Tu cuerpo vuelve a posicionarse completamente encima del mío, tus caderas me siguen embistiendo una y otra vez pero ahora me encuentro con cada uno de tus brazos apoyado a cada lado de mi cuerpo.

—Esta cerrado, Yeye. Mañana cuando este abierto lo venís a buscar. Seguro Jimin se lo llevo para que no lo pierdas, es un buen chico. Así que no te preocupes.

—Supongo.

Eso es lo último que se escucha junto a pasos alejándose de la puerta.

Vuelvo a dejar caer mi cabeza sobre la mesa. El placer sigue inundando cada parte de mi. Siento un cosquilleo en mi abdomen bajo avisándome que estoy a punto de acabar y ni siquiera te lo tengo que anticipar. Tomas mi miembro entre una de tus manos y lo empezás a estimular de una forma que me hace delirar.

Ahogo un gemido en mi garganta en cuanto siento el orgasmo invadiendo todo mi cuerpo, y tus embestidas golpeando mi interior no hacen más que alargarlo hasta que finalmente siento como tus movimientos se frenan y mi interior es llenado por vos.

Dejas caer tu cuerpo sobre el mío y solo se escuchan nuestras respiraciones agitadas.

Siento como abandonas mi interior y me das vuelta para volver a sentarme sobre el escritorio.

¿Entendés a lo que me refiero?

La única persona capaz de controlarme a su puto antojo sos vos. Ni siquiera yo mismo soy capaz de controlarme de esta forma.

Tus labios vuelven a reclamar los míos pero esta vez con una gentileza que logra derretirme íntegramente mientras tus brazos abrazan mi cintura con delicadeza.

Y en cuanto te separas de mi y tus brillantes ojos se clavan en los míos con tus boca a punto de decir algo comprendo de inmediato que vas a obligar a destruir una regla que en realidad estaba destruida mucho antes de siquiera existir.

—Nunca dejes de sostenerme, Jimin.

Y hay muchos idiomas en el mundo. Demasiado que aún son incomprendidos. Algunos que tal vez ya murieron, otros que usan muy pocas personas.

Pero este es nuestro idioma, Jungkook. Un idioma que solo nosotros dos entendemos. Solo nosotros sabemos lo que nos estamos diciendo justo ahora y lo que significa.

—Destruí cada centímetro de mi, Jungkook.

Significa "Te amo"

___________

En unos minutos subo el siguiente de hoy💛







Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro