xvi
1/3💛
🔞explicito por favor leer con responsabilidad (importante para el desarrollo de la historia)
Mis ojos están fijos en la carretera, mi atención se centra en los autos delante mío mientras sigo las indicaciones que me diste en cuanto salimos del bar.
De reojo puedo notar que tu atención esta puesta en el paisaje que nos rodea. Salgo de la autopista justo en la bifurcación que me señalaste en silenció y es entonces que nos vemos rodeados de arboles por ambos lados.
Ni un auto pasa por aca. Solo nosotros acompañados de la noche y los arboles.
A pesar del frío decidís abrir las ventanas del auto, el viento nos golpea con fuerza, mi pelo es revuelto por la brisa helada pero no me importa. Porque justo en ese momento decidís subir el volumen a la radio dejando que la música inunde cada espacio de mi mente.
Solo nosotros por una carretera completamente oscura rodeados de arboles silenciosamente ruidosos. Ni siquiera se a donde me estas llevando pero es simplemente perfecto.
Your love is scaring me
Justo en ese momento de la canción es que mis ojos se fijan en vos por una fracción de segundo demasiado corta, pero capaz de notar que tu mirada esta puesta en mi mientras sonreís obligándome a hacer lo mismo.
De pronto el volumen de la música es disminuido, dejándola como un sonido de fondo, como si se escuchara a la distancia.
—Es aca. Estaciona ahí.
Me indicas a los que yo obedezco sin dudarlo doblando justo en el lugar que acabas de señalar.
Por el sonido de tu risa se que estas viendo mi increíble expresión justo ahora.
—Esto es...
—Parece que podemos tocar las estrellas con solo estirar el brazo ¿Verdad?
Si. Las estrellas se ven demasiado cerca, brillantes, como si estuviesen al alcance de nuestras manos y es simplemente hermoso.
Realmente es hermoso, se me trajiste para que lo vea ¿Podes disculparme, Jimin? Justo ahora las estrellas no podrían importarme menos, no se como hacer para apartar mi mirada de vos.
—¿Jeon?
Me preguntas al advertir mi intensa mirada sobre tu rostro. Suspiro pesadamente mientras empujo mi asiento hacía atrás con el fin de obtener espacio para moverme y me inclino en tu dirección dejando nuestros rostros a solos centímetros de distancia.
Centímetros de mierda que ya fueron reducidos a cero demasiadas veces, pero no las necesarias.
—¿Cuál es nuestra relación?
Te pregunto notando como tu respiración se corta por un segundo mientras tragas saliva con algo de dificultad.
—Hermanastros.
Respondes causando que una risa llena de burla se escape de mi garganta.
—Hermanastros. Esa es nuestra relación ¿Verdad, Park? Entonces decime el motivo por el cuál me miras rogándome que te bese una vez más.
Tus ojos se clavan en los míos con una intensidad que no podría describir ni con todas las palabras que se crearon a lo largo de la historia humana. Esos orbes color avellana son capaces de hipnotizarme en menos de lo que dura un misero parpadeo.
Tus labios intentan decir algo, pero se cierran abruptamente causando que la curiosidad me invada por completo.
Pero lo entiendo. En el momento en el que de un solo movimiento te sentas a ahorcada sobre mis piernas obligando a mis manos a sostenerte con fuerza. Justo en ese momento.
No me lo vas a decir con palabras. Me lo vas a demostrar con acciones.
Tus pomposos labios toman mi cuello y empiezan a besarlo con delicadeza, tu intensión no es hacerme marcas ni nada parecido. Tu intensión es hacerme enloquecer y perder el control por completo.
Tu lengua dibuja una delicada linea desde la base de mi cuello hasta mi mandíbula donde comenzas a besarme nuevamente, y justo cuando creo que por fin vas a tomar mis labios, es que bajas nuevamente por mi barbilla para esta vez besar el otro lado de mi cuello. Siento mi cuerpo hervir bajo cada uno de tus toques que me condenan con cada roce que creas.
Mi respiración se vuelve pesada en cuanto siento como la excitación empieza a apoderarse de mi a una velocidad abrumante, tal vez por culpa de los provocativos besos que dejas a lo largo de mi cuello o tal vez por los movimientos que tu pelvis realiza sobre mi entrepierna sin pudor alguno.
Cuando finalmente pareces satisfecho te alejas unos pobres centímetros. Tu mirada es la única capaz de hacerme temblar íntegramente.
Tenes el control sobre mi. Sabes que me tenes en la palma de tu maldita mano y eso te encanta. Por ese motivo me miras con tanta superioridad.
Como si me estuvieras diciendo que el único capaz de ponerme de esta manera sos vos, y honestamente tenes toda la razón.
—No quiero que me beses, Jeon. Quiero que me reclames.
El aliento abandona mi cuerpo en cuanto esas palabras llegan a mis oídos. Avanzamos mucho en poco tiempo y eso que recién iniciamos.
No voy a mentirte, me preocupan mis propios sentimientos, Jimin. Pero tengo el presentimiento de que, por más que no quieras admitirlo, los tuyos son los mismos.
Y por ese motivo me arriesgo. Porque cuando decidí elegirte por sobre el mundo fue que arriesgue todo. Entonces ¿Por qué motivo no me arriesgaría ahora que tengo encima mío pidiendo por mi?
Ni siquiera lo pienso, una de mis manos viaja a tu nuca y nuestros labios se estrellan entre sí para empezar un vaivén completamente desesperado y desordenado.
No existe orden. Solo somos un caos muy bien planeado.
No hay persona o existencia en el mundo que sea capaz de frenarnos justo ahora.
Como una avalancha, como un volcan en erupción, como un tsunami arrasando todo a su paso sin dejar nada.
Somos un desastre y disfrutamos serlo ¿No es así, Jimin?
Por ese motivo es que siento tu desesperación cuando empezás a deshacerte de mi ropa con rapidez mientras tus manos recorren mis abdominales haciéndome jadear sobre tus labios.
Las yemas de tus dedos crean un camino delicado de contacto desde mis pectorales, hasta mi abdomen para finalmente aterrizar sin ningún tipo de arrepentimiento sobre mi entrepierna donde te encargas de desabrochar mi pantalón.
No me quedo atrás, tu cuerpo casi completamente desnudo sobre el mío lo demuestra perfectamente.
¿Porcelana? ¿Seda? Nada de eso se compara con tu piel. Tan suave, blanca y delicada, solo me dan ganas de marcarla con mis labios o mis dedos que aprietan con fuerza tus muslos tan carnosos y apetecibles.
Siento como tus pequeñas manos logran retirar mi molesto pantalón de jean hasta mis rodillas. Ni siquiera me das tiempo a respirar y honestamente no es como si esa acción me importara justo ahora.
Una de tus manos se mete dentro de mi ropa interior como si estuviese jugando al gato y al ratón conmigo y me gusta mucho más de lo que debería.
Ahogo un gemido en cuanto siento como tu mano empieza a atender mi erección, pero tu boca no me da descanso alguno, reclama mis labios con tanta intensidad que siento que podría ahogarme felizmente en cualquier momento.
Siento que estoy completamente bajo tu control y no me molesta ni un poco. Lentamente mis manos se dirigen a tu espalda baja donde empiezo a bajar con lentitud tu ropa interior para finalmente dejarla a la altura de tus rodillas.
Podría jurarte que en el momento en que me miras me veo completamente esclavizado por tus ojos color avellana. Siempre sos tan frío, Jimin. Incluso tu maldit tacto es tan helado que en un momento llegue a creer que por tu venas no corría sangre, corría hielo.
Que equivocado estaba, estás arriba mío mirándome con el mismísimo infierno ardiendo en tus hermosos ojos.
Mis manos aprietan tu trasero mientras vos terminas de empujar mi ropa interior hacía mis rodillas tomando mi erección con una de tus manos mientras una sonrisa ladina se forma en tus labios, te acercas aún más a mi, nuestras narices se rozan con cada aliento que tomamos.
— Jungkook...
Susurras mi nombre causando que la consciencia vuelva a mi. Nunca me llamas por mi nombre y eso me alerta aunque sienta mi cerebro freírse gracias a vos.
—¿Qué-
—Quiero que me tomes tan bien que hagas que las estrellas en el cielo aparezcan en mi puta cabeza. Ya te pedí que me reclames. No me hagas pedirtelo dos veces.
Un segundo. Eso es lo único que toma decir una frase que puede cambiar la historia de dos personas para siempre. Un puto segundo de mierda que hace que todo lo vivido antes de él sea la nada misma. Una frase que puede ser dicha en un segundo y logra darle significado y valor a absolutamente todo.
Y absolutamente nada el mundo puede detenerme ahora. Solo vos y se perfectamente que no lo vas a hacer.
—Me volvés loco, Jimin, ahora es tu turno de enloquecer por mi.
Y justo ahora es como si el mundo se hubiese detenido. Mientras gemís de placer en mi oído y mis dedos te preparan para recibirme.
Como si el injusto tiempo se hubiese parado justo ahora para nosotros y nadie más. Como si al fin alguien se hubiese apiadado de nosotros para darnos esto. Este momento en el que somos plenamente nosotros mismos cayendo en la locura sin retorno alguno por el contrario.
Y tu cabello rubio se mueve con cada pequeño salto de tu cuerpo sobre el mío. Cada embestida llega más y más profundo dentro de nosotros logrando arrancarnos gemidos de un placer sin igual.
El sudor recorre nuestros cuerpos. Nuestras bocas vuelven a unirse desesperadas por sentir más del contrario. Desesperadas por sentirlo absolutamente todo y hacer desaparecer cualquier tipo de distancia que pueda haber entre nosotros.
Tus gemidos en mi oído son capaces de hacerme enloquecer. Los jadeos que escapan de mis labios son incesantes.
Me doy cuenta de que estas en brazos. Con cada embestida, con cada salto que das sobre mi, los brazos que te rodean son los míos.
Entonces es mentira lo que dicen.
"No podes sostener el mundo entre tus manos"
Yo lo estoy haciendo ahora, Jimin. Estoy sosteniendo mi mundo entre mis manos.
Te estoy sosteniendo mientras vos te aferras a mi.
Y a partir de ahora, ya no hay lugar para arrepentimientos.
A partir de ahora, nadie nos va a frenar.
___________
En unos minutos subo el siguiente💛
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro