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¿Cómo podría entenderte cuando ni siquiera soy capaz de entenderme a mi mismo?

No entiendo el motivo por el cual, luego de ver tu foto, decidí caminar hasta tu habitación y tocar la puerta para que me abras.

Definitivamente no entiendo por qué en el momento en el que abriste comencé a besarte hasta el punto de dejarnos sin alientos mientras tus grandes y fuertes manos aprietan mi cintura como si te pertenecieran.

No entiendo por por qué maldito motivo decido tirarte en tu cama para luego sentarme encima tuyo con cada una de mis piernas a cada lado de tu cuerpo mientras tus manos se niegan rotundamente a abandonar mi cintura.

-Y pensar que creía que el único desesperado aca era yo.

Pronuncias con una sonrisa burlona en el rostro. Lo estas disfrutando. Por supuesto que lo estas. Te encanta empujarme al límite. Adoras ponerme al borde del abismo con cada una de tus malditas acciones.

Te fascina el hecho de saber que no tengo el control sobre mis propias acciones.

Estoy seguro de que sabes el motivo por el cuál estoy aca.

Jungkook, estas debajo mío sin camiseta mientras me miras con la expresión de satisfacción más grande que existe.

Ganar. Te encanta ganar en cada una de nuestras contiendas silenciosas. Pero no esta vez, Jeon. Hoy la victoria va a ser solamente mía.

-Dijiste que necesitabas ayuda ¿Verdad? Aca estoy ¿Qué debería hacer?

Tus ojos se clavan en mi con intensidad, siento como mi pelvis es empujada por tus manos hacía bajo causando que nuestras entrepiernas produzcan una fricción agonizante.

-No juegues con fuego, Park.

-¿Fuego? Yo no juego con fuego, Jeon. Yo juego con vos. Estoy aburrido de quemarme así que espero que tengas algo mejor que ofrecer.

Una sonrisa se dibuja en mis labios en el momento en el que observo tu mirada oscurecida sobre mi. Tu cuerpo se mueve rápidamente, levantas tu torso y su manos suben por mi espalda por debajo de mi camiseta.

Me miras con tanta intensidad que siento todo mi cuerpo temblar. El aliento abandona mi cuerpo en cuanto tu lengua delinea mis labios delicadamente obligándome a entreabrirlos por pura inercia.

Tu lengua se introduce en mi boca, nuestros labios se pegan por completo. Solo se escucha un sonido húmedo y erótico en toda la habitación. Mis manos se dirigen a tu cabello y lo empiezo a revolver a mi antojo, mientras que las tuyas parecen estar enamoradas de mi trasero, lo aprietan con fuerza mientras las yemas de tus dedos logran rozar algunas veces con mi piel.

Me parece curioso, siempre tenes un tacto caliente y por el contrario el mío esta siempre frío. Y aún así, cuando ponemos nuestras manos sobre el otro se siente tan bien que simplemente me siento incapaz de parar.

-¡Chicos se les hace tarde para el concierto de Yoonie!

Es cuando la voz de tu padre llega a nuestros oídos es que nos separamos obligadamente, sabiendo perfectamente que una vez que salgamos de esta habitación tenemos que pretender ser los hermanos que ellos creen que somos.

-Voy a destruirte, Park.

Susurras esa pequeña frase contra mis labios causando que una minúscula carcajada se escape de mi garganta.

-Entonces...bienvenido al paraíso, Jeon.

(...)

-Jiminnie, sos el más responsable, por favor asegurate de hacer que Jungkook los traiga a casa para la una ¿Entendido?

-Claro, papá.

Aseguras con una sonrisa hipócrita en el rostro.

Al final somos tan iguales, Park. Somos tan parecidos que es hasta gracioso pensar que creía que me odiabas.

-Nada de alcohol, nada de fiestas, nada de mucha velocidad ¿Entendiste Jungkook? Te confiamos el auto y la seguridad de Jimin. Demostra que podemos confiar en vos.

Me pide tu madre con una sonrisa dulce en el rostro mientras acaricia mi mejilla con cariño.

Después de que le dije miles de veces que ella no es mi madre y nunca lo va a ser sigue mirándome como si fuese su jodido hijo. Y estoy harto.

-Claro, señora Park.

Me limito a responder apartando mi rostro causando nuevamente esa mueca en ellos. Esa mueca de tristeza y decepción.

No siento lástima. Ni un poco.

Después de todo ellos no sentirían lástima si supieran lo que realmente siento por vos, Jimin

Lo se perfectamente. Me mirarían con asco y enojo.

Después de todo, aquella vez en la que, como todo un niño inocente, le confesé a mi padre que quería casarme con vos cuando sea grande y simplemente me grito que no dijera esas cosas porque soy tu hermano mayor. Aquella vez fue que entendí lo mal que estaba, y al mismo tiempo lo poco que me importaba.

No me importa como me miren, como me hablen o como me traten. Si vos sentís los mismo que yo entonces esa es razón suficiente para mandar todo a la mierda, Jimin.

-Nos vamos.

Es lo único que decís para abrir la puerta y caminar hacía el auto estacionado en la calle causando que yo vaya justo detrás tuyo.

-Entonces...te confiaron mi seguridad, Jeon ¿Qué vas a hacer al respecto?

Me preguntas una vez que ambos estamos dentro del auto mientras los adultos nos miran con sonrisas desde la puerta de la casa.

-Cuando estemos a solas lo sabrás.

Es lo único que respondo para escucharte reír ligeramente y arrancar el auto.

No me dan lastima, Jimin. No cuando ellos vivieron felizmente los últimos ocho años mientras nosotros tuvimos que sentirnos como unos hipócritas.

No me dan pena. Después de todo, él único que vale la pena aca, sos vos.

(...)

No estoy orgulloso de decirlo y mucho menos de admitirlo, pero me irrita de sobremanera la forma en la que los ojos de estos inutiles se clavan en vos como flechas.

Aunque para ser honestos, no puedo culparlos ¿Cómo podría?

Caminas con tranquilidad pero no sos capaz de notar que tus muslos son moldeados de una forma casi torturante por esos pantalones negros y ajustados que decidiste ponerte. Esos pantalones que remarcan tu perfecto trasero logrando robarle suspiros a más de uno, y me incluyo.

Ni siquiera lo pienso, paso mi brazo por tus hombros atrayendote aún más a mi logrando atraer varias miradas de desilusión o envidia.

Vos dijiste que yo era tuyo, Jimin. Dejame asumir que de la misma forma en la que te pertenezco, vos me perteneces a mi.

-¡MIMI!

Escucho gritar a una voz un poco rasposa. Vos también la escuchas, por ese motivo empezás a buscar a tu alrededor con la mirada hasta que pareces encontrar lo que buscabas.

-¿Ya vomitaste?

Le preguntas a tu amigo que reconozco perfectamente como Min Yoongi.

-Sos un idiota.

Es lo único que te responde con un puchero en los labios para empezar a arrastrarte por el bar hasta llegar a una especie de zona VIP en la que te saludan absolutamente todos como si te conocieran hace años.

Creí que lo sabía todo de vos y esto me demuestra lo equivocado que estaba y lo iluso que fui.

-Al fin llegas, Jimin.

Un chico te saluda con más cariño del que me gustaría, observo perfectamente como su brazo envuelve tu cintura y deja un beso, más largo de lo que debería, en tu mejilla.

-Hola, San. Por cierto él es Jeon Jungkook es mi...

-¿Tu?

Pregunta el chico elevando una ceja confundido. Es en ese momento que noto que no vas a decir hermanastro, pero también noto perfectamente que no sabes que decir.

-Su novio. Un placer.

Termino tu oración causando que me mires con una media sonrisa en los labios, de reojo puedo apreciar la expresión de shock de tu amigo como también la sonrisa en los labios de Taehyung que en algún momento llego a nuestro lado.

Y es entonces que noto como los ojos del chico se abren un poco de sorpresa, noto como una cierta incomodidad y frustración se refleja en todo su rostro.

Se perfectamente que tipo de relación tuvo con vos en el momento en el que te mira por una fracción de segundo, una pena que tus ojos siguen clavados en mi, mientras la sonrisa en tus labios sigue sin desaparecer. Una verdadera pena.

-Ah. Un placer, Jungkook. Soy Choi San. Amigo y ex novio de Jimin.

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BUENOOOOO hasta aca por hoy. Estos días quise actualizar pero estaban pasando muchas cosas con los chicos así que decidí concentrarme en difundir limpieza de búsquedas, correos y cuentas a denunciar.

Si mañana es un día tranquilo actualizo We. Tkm very muchou💛