—Y entonces, mis virginales oídos quedaron manchados por siempre.—Huening Kai le contaba a Taehyun la historia de aquel día que había ido a buscar a su amigo para almorzar.

Yeonjun en la mesa rodó los ojos.

—Pues deja de venir sin avisar.

—¡¿Y yo como iba a saber que iban a estar follando como animales?!

—No follamos como animales.—Se sonrojó Beomgyu.—Tenemos una relación sexual muy sana.

—Se oía como si te estuviera asesinando, casi llame a la policía.

—Eres un mojigato.—Se rio Yeonjun.

—No soy un mojigato, solo no me imagino estar tan...—El rubio quedó callado de repente.

Yeonjun frunció el ceño, pero entonces escucho:—¡Yeonjun hyung!

Era Soobin, su mejor amigo.

Lo había invitado a esta cena para celebrar la graduación de Beomgyu.

Y Huening Kai lo estaba mirando de la misma forma en que miraba a las tartas de huevo recién horneadas.

Oh...

Soobin saludo a todos antes de sentarse entre Yeonjun y Kai. El más joven parecía estar completamente helado y era incapaz de construir una oración completa.

—Creo que alguien encontró un lápiz que afilar con su sacapuntas.—Soltó Yeonjun.

De inmediato la mesa entera se escandalizó.

—¡Eres un cerdo!—Le había dicho Huening Kai sonrojado mientras Beomgyu reía. Pues estaba más que acostumbrado a esas estupideces saliendo de la boca de su novio.

—Espera un momento, eso es de esa página da twitter que te recomendé.—Dijo Soobin.

—¡¿Fuiste tú?!—Beomgyu interrumpió. El más alto se asustó.

—¡Jamás pensé que usaría esas tontas frases en serio!

—Oh, lo hace, y es tu culpa.—Beomgyu se cruzó de brazos.

—Lo siento yo-

—¡Necesito otro trago!—Grito Taehyun.