Capítulo dos.
El día de clases no había comenzado de la mejor manera, al menos no para TaeHyung. Llegó en espera de poder ver al chillón de su novio en cuanto llegara a la universidad pero supuso que había vuelto con la impuntualidad, llegó exactamente media hora después, casi una clase salteada si no fuera porque el profesor lo dejó entrar.
Sí, luego de que JungKook hiciera ojos de cachorrito y TaeHyung mirara al viejo con cólera. Pero algo andaba mal, JungKook no le había dirigido la palabra en todo el resto de la clase. Ni siquiera se sentó detrás de él como todos los días, eso sí que era raro porque JungKook era como una pulga pegada con TaeHyung. Sólo lo miró por unos segundos al igual que a ChanYeol con quien estaba hablando hace unos minutos atrás, después no comprendió nada. No sabe exactamente la razón, ¿Fue porque le dijo que le caía menos mal? ¿O fue porque le dijo que quería acabar con su cartera? No comprende.
Decidido a no soportar más que le pasara de largo, sacó su teléfono casi rogando que el viejo del profesor no comenzara con sus mierdas de llamarle la atención. Hola, mensajes. Adiós clase de cálculo. Las manos le sudaban y no sabía si era por el hecho de que temía ser descubierto o porque le daba nerviosismo el que JungKook no dejara de platicar con JiMin. De inmediato se metió a la conversación que ambos tenían y no pasaron ni dos segundos para que el timbre del receso sonara, este era su momento.
- ¡JungKook! - Gritó en espera de que detuviera su apresurado paso, ¿Desde cuándo corría más que él?
Mierda, si que corría rápido por los pasillos. Ahora TaeHyung tenía que poner en práctica sus dones como ex-corredor profesional, con eso se refiere a que le ganaba a su papá en las carreras del parque y se consideraba el campeón de campeones.
- Joder, ¿Y a ti te qué te pasa, Jeon JungKook? ¿Crees que me gusta estar siguiéndote como imbécil? - Cuestionó con dureza, estaba enfadado por ser ignorado casi por tres largas horas sin saber la razón. JungKook le miró con enfado también y llevó sus manitas hacia su cadera.
- Nadie te ha dicho que me sigas, ¿o sí?
- Sabes que si no te pregunto que te pasa, entonces me dirás que soy un insensible y soltarás un montón de gritos chillones diciéndome que no quieres nada conmigo.
- ¡No es cierto!
La frustración se adueñó de TaeHyung sin saber a que más recurrir, JungKook se tocó el puente de la nariz como una obvia señal de que estaba harto también.
- Entonces si no es cierto, voy a suponer que no tienes nada, nos vemos después.
- ¡Ush, TaeHyung Ni siquiera haces el intento.
- JungKook, no entiendo tus cambios de humor. Vine hasta aquí para hablar sobre lo que te sucede, ¿Ya vas a decírmelo? Se supone que las parejitas cursis se cuentan todo, ¿Por qué no me lo dices? - Le dijo exasperado por la palabrería de otro tema que no era el que precisamente quería hablar.
- Yah, ¿Qué es lo que querías decirme entonces? - Le volvió a cuestionar amablemente con un fingido desinterés, ah, todo un caprichoso.
- Primero, ¿Por qué has estado ignorándome?
- Yo no estoy haciendo eso, no sé de que hablas.
- No, claro que no - Soltó con sarcasmo mientras a lo lejos observaba como HoSeok se acercaba hacia ellos dos - ¿Qué fue lo que hice?
JungKook abrió su boca para responderle pero el inoportuno de Jung HoSeok había aparecido para interrumpirlos, TaeHyung bufó cansado.
- ¡JungKook-ssi! ¿Puedo mostrarte algo? Es importante - Hoseok posó sus manos en los pequeños hombros del castañito, instantáneamente TaeHyung le dió un manotazo.
- ¿Estás ciego acaso? Está hablando conmigo, lo buscas después.
HoSeok le miró con enfado porque era un proyecto importante y urgente, TaeHyung lo ignoró tomando la manita de JungKook y comenzando a caminar a otro sitio en el cual pudieran hablar tranquilamente y sin interrupciones.
- ¿Ahora vas a decirme que te pasa o tengo que perseguirte como esas novelas clichés que miras y darte un beso en frente de todos?
- No vas a besarme y no te estoy ignorando.
- ¿No quieres que te bese? Tú adoras mis besos - Murmuró colocando sus manos en las mejillas regordetas del contrario, sabía que estaba a punto de ceder y que por fin le diría lo que sea que hizo - ¿De verdad no quieres un besito, terroncito?
JungKook negó con rapidez y puso sus manitas en su pecho en un intento para mantenerlo alejado, Tae esta vez tomó las dos manos del castaño con suavidad para acercarlo. Entendía su motivo para no besarlo, cuando estaba enfadado nunca quería dar su brazo a torcer.
- Basta, Tete - Le dijo titubeante, TaeHyung acercó su rostro a la piel expuesta de su cuello olisqueando el aroma tan dulce de vainilla que solía ponerse a diario - Hablo en serio, no te mereces un beso.
- Eres muy malo conmigo, yo debería ser el enfadado.
- ¡Te lo mereces!
- ¿Por qué, eh? - Le cuestionó sin entender a que se refería, sacó el rostro de su cuello y lo miró a los ojos esperando una buena respuesta.
- Ya deberías saberlo.
- Diablos, JungKook, sí. Se me olvidaba que soy un genio que todo lo sabe - TaeHyung no pudo evitar soltarle con sarcasmo, JungKook arrugó su naricita con enfado. Joder, como le gustaba ese gesto al pelinegro.
- El sarcasmo no va contigo, Kim.
- Si no me dices, te besaré ahora sin importarme que estés enfadado.
- ¿Qué te hace pensar que me dejaré sin darte una patada en tus hijos? -Soltó con un evidente enfado, TaeHyung se rió con ganas ante la idea de JungKook pateando sus bolas pero de inmediato su sonrisa se borró ya que él no bromeaba.
- Me arriesgaré de todas formas, ¿Vas a decírmelo?
- Una palabra - Respondió tranquilamente mientras le miraba a los ojos con ese destello de obstinación que había enamorado a TaeHyung - No.
- Bueno, te sacaré la verdad con besos, Jeon JungKook.
Indignado de igual manera, lo tomó por la cintura sin importarle la amenaza en contra de sus hijos. Sus lindos labiecitos rosas que tanto le encantaban estaban demasiado cerca de él, tan cerca que casi podían tocarse si no fuera porque el compañero inoportuno del salón interrumpía de nuevo.
- Lo siento, TaeHyung-ah. Pero en serio lo necesito para una tarea - Se excusó tomándolo de la mano, se lo llevó dejando al pelinegro con la palabra en la boca y con un beso a punto de dar.
- ¡Ugh, HoSeok!
Bufó por quinta vez enfadado y estresado con todo el mundo, en especial con Jung HoSeok que ahora se robaba la atención de su mini noviecito. Ni siquiera se apareció a juntarse lo que resta del receso con él, es totalmente indignante.
Sentado en su butaca mientras escribía algunos borradores para el proyecto que el profesor dejo, pudo visualizar a JugKook jugando felizmente con su compañero de clases. A él no le importaba que su pequeño novio tuviera amigos, tenía todo el derecho de tenerlos pero a veces en momentos como estos, recordaba que no tenía a nadie más que no fuera JungKook y su hermano NamJoon.
Si no fuera por ellos, probablemente no tendría contacto humano alguno. Y suponía que era su culpa, después de todo jamás se esforzó por hacer amigos.
Todos eran falsos.
- ¡Hey, Tete! Ven acá, tenemos un espacio en nuestro equipo - Le llamó su hermano Namjoon, visualizó sus apuntes para el proyecto y los cerró. Cerró sus ojos un momento antes de decidirse y mover su butaca con el equipo de su hermano.
Miró a los integrantes del equipo, todos amigos de su hermano mayor, podía notar sus miradas de desacuerdo. Sin embargo, les restó importancia y les entregó la libreta de ideas para el proyecto.
-Esa es mi idea sobre el proyecto, por si pensaban que era igual de vago que ustedes.
-Buen trabajo, hermano.
Asintió ante sus palabras y se colocó los audífonos para no seguir escuchándolos, no tenía tiempo para la plática de típicos hombres exponiendo a sus ligues y tonterías así.
- Cómo sea, pónganse a trabajar que no seré el idiota que hace todo en su equipo.
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